El Salvador. Poca transparencia en el manejo de fondos de la pandemia

Resumen Latinoamericano, 28 de julio de 2021. 

El International Budget Partnership (IBP) presentó la Encuesta del Módulo Covid realizada a finales de 2020 e inicios de 2021, donde analizan como los 120 países administraron sus presupuestos en materia de transparencia y participación ciudadana. En los resultados El Salvador aparece junto a 55 naciones con la categoría de “limitado”.

El reporte categoriza a los Estados con manejo sustancial (más transparencia), adecuado, algún, limitado y mínimo (menos transparente).

“El principal hallazgo de nuestra investigación es que los gobiernos no logran gestionar su respuesta de la política fiscal a la crisis de manera transparente y responsable. Más de dos tercios de los gobiernos que analizamos, en muchas regiones y niveles de ingresos, solo han presentado niveles limitados o mínimos de rendición de cuentas en la introducción e implementación de sus respuestas tempranas de política fiscal”, señala el informe que fue elaborado con apoyo de Fundación Nacional para el Desarrollo (FUNDE) y el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI).

“En 2020 se vio una desviación de las prácticas fiscales que se veían en tiempos normales, se estimó que los gobiernos movilizaron $14 billones para hacer frente a la crisis”, dijo Laura Castillo experta del IBP.

Para el caso concreto de El Salvador, en los índices que está reprobado con el criterio más bajo (mínimo) es en materia de información sobre la ejecución, fondos extrapresupuestarios, beneficiarios y desempeño, y participación pública. En general los cuatro ejes evaluados como transparencia, El Salvador tuvo información limitada; en vigilancia fue vigilancia mínima; en participación ciudadana fue mínima y en rendición de cuentas fue mínima.

Según los analistas que participaron en la presentación los principales problemas se han dado por el cambio de rumbo de los recursos sin incluirlos en el presupuesto general.

Por ejemplo, Rommel Rodríguez, Coordinador del Área de Macroeconomía y Desarrollo de FUNDE explicó cómo se aprobaron dos grandes ejes de financiamiento en 2020, el primero por $2,000 millones del cual un 70 % iba para la emergencia que es el Fondo de Emergencia, Recuperación y Reconstrucción Económica (Ferre), aunque no todos son fondos se obtuvieron el año pasado.

Además de $1,000 millones adicionales que se obtuvieron por medio de una emisión de bonos (estos no están contemplados en el análisis del IBP).https://1bedcbed32f7c70fa695575711abcae0.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-38/html/container.html?n=0

Así se dieron movimientos presupuestarios por decretos legislativos o acuerdos ejecutivos y una gran cantidad de recursos fueron destinados al Fondo de Protección Civil, Prevención y Mitigación de Desastres (Fopromid).

“Fueron erogados a través de Fopromid incluso más que el del Ferre cuando se había declarado que el mecanismo de financiamiento iba a ser el Ferre. El Fopromid fue y sigue siendo un mecanismos extrapresupuestario para transferir los recursos… tiene este aspecto que concede un margen amplio de discrecionalidad de las autoridades en el manejo de los fondos”, dijo.

Aunque este punto de falta de transparencia en el manejo presupuestario no es algo nuevo del país. “El Salvador prácticamente desde que se elabora esta encuesta ha estado en el puntaje de insuficiente”, dijo Ricardo Castaneda, economista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI).

Aunque no todo fue negativo, al país también se le reconoció la buena práctica al haber creado el Comité de Seguimiento y Veeduría Ciudadana del Ferre.

Fuente: La prensa gráfica

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