Fue presentado un nuevo libro sobre el Che

por Alejandro Haddad,  Resumen Latinoamericano, 10 de abril de 2014.- “Si el Che no iba a Bolivia se equivocaba”, dijo Daniel de Santis el miércoles pasado en el anfiteatro de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) de la Capital Federal, presentando su libro “¿Por qué el Che fue a Bolivia?”. La actividad se desarrolló a sala llena y en el marco de una audiencia que combinaba a integrantes de la Juventud Guevarista con veteranos militantes de los años 70,

Desde el momento de su muerte en octubre de 1967, personas de izquierda y de derecha asociaban la llegada de Ernesto “Che” Guevara a las selvas de Bolivia con un suicidio. El médico que había logrado ser comandante en Cuba, haciéndose guerrillero en el Movimiento 26 de Julio comandado por Fidel Castro, dijo que en el mundo había que crear dos tres Vietnam. De Santis citó la visión del médico cuando afirmaba que la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) avanzaba hacia el capitalismo. “El lo dijo treinta años antes de que se desmoronara”. El Che sabía que la revolución debía ser internacional y debía poseer una moral intachable.

Hugo Montero, periodista y co-editor de la revista Sudestada, afirmó que el Che nunca se olvidó de dos acciones de Fidel Castro. La primera, cuando caen presos en México, el último en salir en libertad fue Guevara. Fidel le dijo “yo no te abandono”. Y así fue. Luego, cuando los guerrilleros subieron al barco Granma y comenzaron a partir hacia Cuba, en medio de una noche tormentosa, un guerrillero cayó al mar. Fidel Castro hizo regresar al Granma y rastrear a su compañero. El hombre fue encontrado y el Granma continuó. Todos los guerrilleros pudieron haber muerto en esa acción de no dejar atrás a ningún compañero.

“Nosotros en Chile y en Perú estábamos organizados para sumarnos a la acción del Che”, dijo Gino Staforani, responsable de Relaciones Internacionales del MIR de Chile, ya que la idea era hacer una revolución a nivel Latinoamericano. “Si me pongo a investigar seguro que había también en Argentina”, ahondó. De Santis luego agregaría que eso se debía a una posición que el Che tenía del mundo.

Otro de los panelistas que presentó el libro es un ex Tupamaro, Jorge Zabalza, que con su pausado ritmo habló con emoción del Che. Casi dejando de lado los escritos que llevó para guiarse, habló del libro y de un Che que parece estar vivo. “¿Qué diría el Che hoy en día?”, dijo en un momento como pensado en voz alta. Estaba el aire del asmático flotando en el salón. Todos exhalaban su aire fresco al compás de Zabalza.

El Che comprendió el sentido de ser revolucionario.

“En Bolivia estaban dadas casi todas las condiciones para la revolución”, anunció Daniel De Santis. “Faltaba la conformación de un ejército revolucionario”. En ese sentido junto con el Che se conformó un ejército con peruanos, argentinos, cubanos y bolivianos. Estados Unidos había decidido no poner dinero en Bolivia ya que creía que no se alzaría en armas como lo había hecho Cuba, Perú e incluso Argentina.

Los bolivianos apoyaron a la guerrilla donando su jornal para comprar elementos necesarios. “Así se produjo la Masacre de San Juan”, comentó Montero, “donde murieron 85 personas entre hombres, mujeres y niños.”

Es que Bolivia no tenía a su ejército preparado para la contra guerrilla sencillamente porque no la esperaban. El gobierno decidió poner un freno de tope a esa avanzada revolucionaria.

Teniendo una firme convencimiento de que a los compañeros no se los abandona, en la última estocada el Che decidió quedarse con los heridos (¿habrá salido el médico que abrazaba al guerrillero?) y no romper el cerco tendido por el ejército. Esa fue su venganza de la guerra, porque el amor debe suplantar a la pólvora y a más de 40 años de haber caído en combate y ser uno de los primeros desaparecidos de las dictaduras de América Latina, Ernesto “Che” Guevara encontró a un hombre llamado De Santis que decidió explicar por qué el Che fue a Bolivia vapuleando las desidias de quienes lo tildaron de suicida.

Zabalza habla del Che, junto al dirigente del MIR chileno Gino Straforini

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