Ucrania. “Artek” para neonazis

Por Andrey Manchuk. Resumen Latinoamericano, 27 de enero de 2021.

El martes, 19 de enero, se celebraron en Kiev las tradicionales acciones antifascistas para conmemorar el aniversario del asesinato del defensor de los derechos humanos ruso Stanislav Markelov y la periodista de Sebastopol Anastasia Baburova. En 2009, fueron asesinados a tiros en el centro de Moscú por un líder neonazi que fue condenado a cadena perpetua por el crimen. Sus asociados, que también participaron en el brutal asesinato, huyeron al territorio de Ucrania, donde se labraron una carrera en los ambientes nacionalistas.

Desde entonces, cada año en ese día la extrema derecha ucraniana ha acostumbrado a atacar a los activistas de izquierdas que han salido a las calles a honrar la memoria de las muchas víctimas del fascismo. En años anteriores, la policía impedía, al menos para mantener las apariencias, impedir agresiones en el centro de Kiev aunque no se molestaban en esconder sus simpatías por los nacionalistas, entre los que hay muchos policías y expolicías. Este año ha sido diferente. La policía ha dispersado violentamente las acciones antifascistas y ha detenido a los participantes bajo pretexto de incumplir las exigencias de la cuarentena, aunque todo ellos llevaban mascarilla y cumplían la distancia de seguridad exigida.

La represión ha sido selectiva y unilateral. Los nazis que se han reunido para atacarlos han quedado impunes. La policía ha detenido únicamente a tres de ellos, que portaban bates de beisbol. Es más, uno de ellos llevaba una pistola táser.

Los ultraderechistas han agradecido la política selectiva de la policía para impedir los piquetes antifascistas. “Basura de ultraizquierda celebró su aquelarre, pero gracias a la Policía Nacional no ha habido nada y todo se ha cerrado. Gracias, Policía Nacional”, agradeció abiertamente al Ministerio del Interior de Ucrania uno de los grupos neonazis.

“Nuestra coalición de derechas se ha reunido en este frío día para expulsar a los izquierdistas, Sharii y otros patriotas que querían manifestarse un rato a favor de los agentes rusos. No funcionó. Todos los izquierdistas fueron detenidos por la policía al llegar. Como dicen: fascistas y policía, coalición”, escribió en Facebook uno de los acusados de asesinar al periodista Oles Buzina, Andriy Medvedko, que también participó en el ataque contra los antifascistas.

Sus palabras reflejan perfectamente la situación que se ha desarrollado en Ucrania. Pese a la cuarentena, se siguen celebrando en Kiev numerosas acciones en las que participa la extrema derecha y nadie les acusa de violar las restricciones sanitarias. Y los miembros de la élite ucraniana descansan tranquilamente en los hoteles de los Cárpatos sin preocuparse de los estándares de la cuarentena. En este contexto, el ataque a los antifascistas parece una acción deliberada a causa de motivos ideológicos y políticos, algo que ha vuelto a mostrar que Zelensky flirtea abiertamente con los más odiosos representantes de los grupos nazis, condonando sus actividades criminales. Al mismo tiempo, paralizan estrictamente cualquier acción por parte de sus oponentes.

“Al mando hay una no-personalidad que ha traicionado todas las esperanzas de justicia y los asesinos PROBADOS de Oles Buzina caminan por la calle junto a la policía dispersando actos antifascistas”, escribió el bloguero Anatoly Sharii, que recordó también los numerosos ataques de la ultraderecha contra los actos de su partido.

“En los últimos años, Ucrania se ha convertido en un Artek [campamento infantil de Crimea muy conocido en tiempos soviéticos-Ed] para fascistas de todo el mundo. Caníbales de todos el mundo vienen aquí a posar: de Europa, de Estados Unidos y de Rusia. Porque se puede hacer el sieg heil en Ucrania como en ningún otro sitio. Sin consecuencias. Se puede pasear por calles que llevan los nombres de personas que soñaban con crear su propio Estado fascista y nos cuentan abiertamente sus programas. Personas que asesinaron a decenas de miles de judíos, gitanos, rusos y…ucranianos que no querían hacer el sieg heil al unísono de una manada de enfurecidos idiotas que se han apropiado del adjetivo ucraniano y han borrado su diversidad, porque los pequeños no son capaces de ser una parte de algo más grande. Y quieren hacer Ucrania más pequeña, como ellos.

¿Qué crean estos xenófobos al llegar al poder? Un mundo en el que no se permite nada y en el que no hay nada. Un mundo de guerra, pobreza y odio. Un mundo de caos y venganza. Un mundo en el que la ley dicta qué lengua se puede usar y cuál no y en el que puedes ser condenado a cinco años y confiscación de bienes por llevar camisetas incorrectas. Hoy es el día de lucha contra el fascismo, cuando representantes de diferentes nacionalidades salen a las calles de las ciudades para recordar a los nazis que “no pasarán”. Los antifascistas ucranianos también han salido a las calles de sus ciudades. En estos momentos, están siendo detenidos por la policía”, comentó el residente de Lviv Anatoly Ulyanov, que ha recibido asilo político en Estados Unidos.

La política de connivencia con la ultraderecha lleva inevitablemente a más asesinatos. Hace dos días, un hombre fue encontrado apuñalado en Odessa y el nacionalista Dmitry Kruzhilin, que ha sido condenado repetidamente por robo, fraude y agresión, es sospechoso del asesinato. Ha salido impune gracias a su ideología: la policía siempre le ha perdonado crímenes por los que cualquier ciudadano ordinario habría pasado largo tiempo en prisión. Kruzhilin era socio del nacionalista Serhiy Sternenko, que apuñaló con impunidad a un hombre en plena calle. Y ahora sigue sus pasos, aparentemente con la esperanza de que él también será castigado por el asesinato con arresto domiciliario nocturno.

También en Odessa, Sternenko sigue amenazando al completamente apolítico restaurante Artel U Mashkovich. Los nacionalistas les han enviado imágenes antisemitas de hombres de las SS, les han amenazado con quemar el restaurante y todo por un post humorístico. Y nada de ello ha causado reacción de la policía. “Uno de nuestros fundadores es ciudadano de Israel. Llevamos nuestro negocio de acuerdo a la legislación de Ucrania, todos los productos están etiquetados en la lengua oficial del Estado, todos los productos están certificados y cumplen con los estándares, todos los impuestos van al presupuesto ucraniano. Además, damos asistencia de caridad siempre que es posible (sin publicidad). Publicamos un anuncio según la nueva ley sobre el uso de la lengua, pero… Por la mañana lo denunciaremos a la embajada de Israel y al Servicio de Seguridad de Ucrania. Hemos sido abiertamente amenazados por los nacionalistas”, escribió uno de los dueños del restaurante de Odessa.

En este contexto, solo hay una cosa gratificante: que aún hay personas en Ucrania que siguen resistiendo al fascismo. Pese a la doble amenaza de las autoridades y los grupos nazis, activistas de izquierdas celebraron sus actos en Dnipropetrovsk, Zaporozhie, Vinnitsa, Krivoy Rog, Járkov y Kiev. Ucranianos con carteles antifascistas realizaron piquetes simbólicos en el territorio del memorial de Babi Yar. También se reunieron en la plaza Pochtovnoy, conscientes de que podrían ser detenidos o atacados por los nacionalistas armados. Antifascistas en nombre de los que el conocido activista de los derechos humanos Vladimir Chemeris llevaba un cartel en el que decía: “Nos enterraron, pero no sabían que éramos semillas”. De ahí nace la esperanza de que, algún día, Ucrania deje de ser un Artek para fascistas de todo el mundo.

Fuente: Slavyangrad

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