Fiscalía ordena detener a tres implicados en intento de golpe en Venezuela

Resumen Latinoamericano/Fernando Vicente Prieto/ Notas – El miércoles 11 de junio, la fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz, informó sobre la orden de detención librada contra Diego Arria, Pedro Burelli y Ricardo Koesling, luego de evaluar las pruebas presentadas ante la Justicia sobre la existencia de un plan conspirativo, que incluye a funcionarios de EE.UU. La semana que viene tendrá que declarar María Machado, una de las dirigentes de la campaña #LaSalida.

Ortega Díaz informó que las órdenes de captura fueron libradas tras la no comparecencia ante las citaciones que les hiciera el Ministerio Público, a cargo de la investigación judicial. Por esta razón, y considerando que al menos dos de los imputados se encuentran en el exterior, Venezuela solicitará su captura a través de Interpol.

Arria, Burelli y Koesling habían sido mencionados en la denuncia pública del 28 de mayo, cuando el gobierno bolivariano señaló la existencia de un plan financiado desde EE.UU. para realizar actos terroristas -entre ellos el asesinato del presidente- e imponer de esta forma un golpe de Estado para derrocar al gobierno bolivariano.

Entre los indicios presentados, se pudo observar las comprometedoras comunicaciones entre María Machado y Diego Arria, ex director del Banco Interamericano de Desarrollo (BID); y entre éste y Pedro Burelli Briceño, ex directivo de PDVSA, residente en EE.UU.

Con la chequera de “los amigos del mundo”

Machado, la dirigente que convocó el 23 de enero pasado a #LaSalida (de Maduro) expresaba en uno de sus correos que contaba con el respaldo del banquero prófugo de la Justicia venezolana, Eligio Cedeño. También con el apoyo de Kevin Whitaker, por entonces subsecretario de Estado adjunto para Sudamérica, nombrado a principios de abril en el estratégico cargo de Embajador en Colombia. “Esta lucha es hasta que este régimen se vaya y le cumplamos a nuestros amigos en el mundo”, decía en marzo pasado. “Kevin Whitaker me reconfirmó el apoyo e indicó los nuevos pasos. Contamos con una chequera más fuerte que la del régimen”.

Dos meses después, la ex diputada derechista -quien ya participó del golpe de Estado en abril de 2002, apoyado por EE.UU.- se impacientaba ante la falta de avance político de las acciones violentas y le decía a Arria: “Es un camino que ya (está) siendo demasiado largo. No me calo más esta espera. Hay que limpiar esta porquería, comenzando con la cabeza, aprovechando el clima mundial con Ucrania y ahora Tailandia. Cuanto antes, mejor”. Lamentando que “los muchachos vieron apagado su impulso inicial” en el derrocamiento del gobierno, Machado lanzaba una peligrosa frase de cierre: “Ya llegó la hora de acumular esfuerzos, hacer las llamadas necesarias para aniquilar al maduro (sic) y lo demás caerá solo”.

Enseguida Arria envió este último correo pidiéndole opinión a Pedro Luis Burelli, conocido operador de los sectores más furiosamente antichavistas. “Esa es la actitud, vamos con todo y por todo, contra todo. Contamos con el Departamento, la embajada y ahorita vienen las sanciones desde el Senado”, contestó Burelli, quien en un correo de septiembre de 2013 identificaba a Whitaker como el mejor contacto posible en el Departamento de Estado.

No aclares que oscurece

Ante la denuncia de fines de mayo, Diego Arria intentó defenderse mediáticamente alegando que le habían robado su teléfono para desde allí enviar los correos, en una declaración que provocó cuanto menos estupor y en algunos casos hilaridad. Burelli dijo que dejará el caso en manos de sus abogados y señaló que no se presentó a la citación porque en su opinión la Justicia venezolana “es parte del andamiaje opresor de la dictadura”.

De comprobarse la veracidad de estas comunicaciones, quedaría al descubierto parte de la trama que une a los principales dirigentes de ultraderecha venezolana con el Departamento de Estado, la siempre activa cancillería de EE.UU.

Lo cierto es que la posibilidad de estas vinculaciones no sorprenden a nadie medianamente informado sobre el tema. Desde un primer momento fue llamativa la belicosidad de las declaraciones de las más altas figuras del gobierno norteamericano, que incluyeron al secretario de Estado, John Kerry; a la subsecretaria para América Latina, Roberta Jacobson y hasta al propio presidente Barack Obama, un curioso Premio Nobel de la Paz, siempre tan próximo a las guerras.

Citan a Machado, Arellana y Salas Romer

La fiscal General también informó que la ex diputada María Machado deberá declarar el próximo lunes 16. Si bien en principio fue citada en calidad de testigo, ante las evidencias que la comprometen, no se descarta que quede detenida.

El martes 17 será el turno de Gabriela Arellano, dirigente de uno de los grupos universitarios de ultraderecha. El miércoles 18 le tocará a Henrique Salas Romer, otro de los involucrados en las comunicaciones.

En caso de que alguno o ninguno de los tres se presenten, es prácticamente seguro que la Fiscalía tomará idéntica resolución que con Arria, Burelli y Koesling, solicitando su captura internacional.

Juicio a Leopoldo López

El Ministerio Público ordenó el pase a juicio de Leopoldo López, quien es junto a Machado la otra figura pública de la campaña #LaSalida. López, dirigente del partido Voluntad Popular, fue detenido pocos días después del ataque a la sede de la Fiscalía de la República, realizado el 12 de febrero, tras lo cual se originaron numerosos actos de violencia en 18 municipios del país, casualmente en casi todos los casos gobernados por Voluntad Popular. “Ahora corresponde al tribunal de juicio fijar la oportunidad para que inicie el mismo. Esa audiencia es oral y pública. Allí cualquier persona puede estar presente y puede ver cómo se evacúan las pruebas”, expresó la fiscal General Ortega Díaz.

Por los hechos de violencia desarrollados entre el 23 de enero y la actualidad, 42 personas han sido asesinadas -entre ellas diez funcionarios públicos, la mayoría guardias nacionales asesinados por francotiradores- y más de 800 personas han resultado heridas.

En la jornada del martes 10, se reunió en Caracas el Consejo Político del ALBA. Los cancilleres del bloque fueron informados de las evidencias que tiene el gobierno bolivariano respecto a un plan para asesinar a Nicolás Maduro y se manifestaron en alerta ante la injerencia golpista, que amenaza cada vez más abiertamente a Venezuela.

Ese mismo día, en su programa radial En Contacto con Maduro, el presidente informó que llevará a la Cumbre del G77 + China las pruebas de los planes magnicidio y golpe de Estado. Además, dijo que también las presentará en EE.UU. “Las vamos a llevar a todas las instancias internacionales, tanto diplomáticas como jurídicas. Voy a llevar las pruebas que están certificadas de acuerdo a la ley internacional. Las voy a llevar a Estados Unidos, porque allá es donde está la guarida de todos estos magnicidas, para ver qué dice el presidente Obama”.

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