Bolivia. Presidente recuerda captura y condena de García Meza por masacrar al pueblo boliviano tras el golpe de 1980

Resumen Latinoamericano, 12 de marzo de 2023.

El presidente Luis Arce recordó este sábado la captura y condena del dictador fallecido Luis García Meza que en 1991 fue extraditado al país para cumplir con su reclusión por “masacrar al pueblo boliviano”.

“Como hoy, el 11 de marzo de 1994, el dictador Luis García Meza fue capturado en Brasil y extraditado a Bolivia para cumplir una condena de 30 años por masacrar al pueblo boliviano, en uno de los regímenes de facto más sangrientos de nuestra historia. Memoria, verdad y justicia”, escribió Arce en sus redes sociales.

El 17 de julio de 1980 las Fuerzas Armadas tomaron el control del país en nombre de la “Reconstrucción Nacional” e iniciaron la última dictadura militar de una larga lista que se había inaugura en 1960.

García Meza, entonces comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Bolivia, instauró un régimen que cometió violaciones graves a los derechos humanos, como desaparición forzada y tortura, contra opositores políticos.

Entre las víctimas están el líder político y sindical Marcelo Quiroga Santa Cruz y el dirigente político Carlos Flores Bedregal, cuyos cuerpos siguen en paradero desconocido.

En noviembre de 1997, García Meza, que más tiempo pasó en el Hospital Militar de La Paz que en el penal de Chonchocoro, dijo que él no ordenó el secuestro y asesinato de Marcelo Quiroga Santa Cruz, sino Hugo Banzer.

“Banzer era el más desesperado que se haga el golpe del 17 de julio de 1980. Nosotros no habíamos escogido ni la fecha y él estaba desesperado, preocupado, por el juicio que le hacía Marcelo”.

“Esa preocupación lo llevó a medidas extremas y se valió de todo, de gente que tenía la consigna de la muerte. A Quiroga Santa Cruz lo eligen y lo sacan de las filas en el operativo en la COB (Central Obrera Boliviana)”.

La cabeza de ese gobierno militar, entonces general de Ejército, fue sentenciado en 1993 en el denominado “Juicio del Siglo” a 30 años de cárcel sin derecho a indulto en el penal altiplánico, construido pocos años antes con ayuda estadounidense para encerrar narcotraficantes.

Pero su encierro fue una pantomima. En el penal de “máxima seguridad” tenía un departamento de lujo alejado de la población penitenciaria, televisión por cable, un gimnasio, parrillero, calefacción, biblioteca y “hermosas damas de compañía a la carta”.

Cuando se “sentía enfermo” se retiraba al Hospital Militar donde tenía trato de expresidente y excomandante, no de reo, y de ahí se desplazaba a su lujoso departamento con la complicidad de sus camaradas, de quienes recibía respeto y admiración.

En esas vacaciones pagadas por el Estado, porque en verdad nunca fue prisionero, escribió “Memorias de un Dictador”, una suerte de complaciente autobiografía.

El 29 de abril de 2018, García Meza falleció y se llevó con él varios secretos del régimen de facto, entre ellos la ubicación en donde se sepultaron los restos del líder socialista.

FUENTE: Agencia Boliviana de Información

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