Donbass. El final de Azovstal

Por Dmitry Steshin. Resumen Latinoamericano, 24 de mayo de 2022.

¿Por qué empezó la rendición de Azovstal el 16 de mayo? Hay muchas razones. La más importante es que los defensores de Azovstal habían perdido toda posibilidad de realizar operaciones de combate. Vi con mis propios ojos cómo se produjo. En el puesto de mando del batallón Vostok hay una enorme pantalla de plasma en la que se emiten las imágenes de los drones. Nuestros drones volaban continuamente: si uno aterrizaba para cargar las baterías y retirar la tarjeta de memoria, otro despegaba inmediatamente. Un observador experimentado estaba sentado frente a la pantalla viendo lo que otros muchos podían no notar. El observador informa: “Hay movimiento de un grupo enemigo de 5 personas cerca del edificio 53”. En un segundo, la batería de mortero recibe las coordenadas y, 20 segundos después, abre fuego. No puedo decir con seguridad cuántos drones controlaban el territorio de la planta al mismo tiempo, pero eran docenas. Podía escuchar su zumbido perfectamente.

Además de para acabar con los objetivos identificados, Azovstal era constantemente golpeado por nuestra artillería, lanzacohetes múltiples, sistemas lanzafuegos Cheburashka y aviación. De hecho, el movimiento alrededor del recinto solo era posible en los periodos de negociaciones y alto el fuego para la salida de los civiles y trabajadores del último turno de la fábrica.

En el momento de la salida de los primeros grupos que se rindieron el 16 de mayo, según los azovtsi, llevaban ya nueve días sin comida. Intentaron desmantelar el colapsado almacén con ayuda de uno de sus últimos tanques, pero nuestra artillería se lo impidió.

Otro importante motivo para la rendición es la fractura psicológica. Como uno de los fundadores de Azov, Aspid, comentó a este corresponsal de KP, confiaban en que podrían ser desbloqueados con ayuda de algún acuerdo político o por medio de una operación militar. En Azovstal, les gustaba dibujar mapas con flechas rojas con planes sobre cómo iban a atacar desde la fábrica para romper el cerco. Kiev ponía los desayunos, promesas y regularmente aumentaba los salarios con algún bonus “por el cerco y el coraje”. Aspid llegó a mostrar un extracto bancario en su teléfono: por 80 días en Azovstal, había recibido 190.000 grivnas [algo más de 6400$]. Sin embargo, romper el cerco era imposible. Ni siquiera era posible hacerles llegar las medicinas necesarias. Aproximadamente 600 heridos estaban agonizando en la planta, hundiendo hasta el fondo el ya dañado espíritu militar.

Al mismo tiempo el grupo negociador ruso ya había establecido contactos confidenciales con parte de la élite militar de los defensores desde hace un mes. Se les leyeron las condiciones de la rendición voluntaria y se les explicó que “Kiev solo quiere héroes muertos en Azovstal”. En la fábrica se dieron cuenta de ello. Las relaciones entre Azov y los políticos de Kiev siempre ha estado en los márgenes de la hostilidad. Todos estos componentes ejercieron su influencia.

¿Cuántos se han rendido?

A 22 de mayo de 2022, 2439 neonazis de Azov, soldados de las Fuerzas Armadas de Ucrania, agentes de fronteras y oficiales del SBU se han rendido en Azovstal. La composición de este grupo aún es algo clasificado por los intereses de los servicios especiales e investigadores. No se nos han mostrado ni mercenarios occidentales ni asesores extranjeros. El destino de todos es algo clasificado.

Había 78 mujeres entre el grupo, la mayoría doctoras, enfermeras, empleadas de los departamentos financieros de las unidades militares. Aunque hay cierta certeza de que la francotiradora Ekaterina Polischuk, que se unió a Azov a los 13 años, estaba en Azovstal. Aún no se ha confirmado al público, pero según los expertos, no hay muchos francotiradores y menos aún francotiradoras.

El número, según el comandante del batallón Vostok, que está participando en el barrido de la planta y la zona industrial, no es final. Son posibles las sorpresas en forma de grupos ocultos de quienes no quieren caer en manos de nuestros servicios secretos bajo ningún concepto. Según Jodakovsky, el batallón espera ya poder terminar el barrido y que solo unas docenas de policías y reservistas queden en los puestos de control de Azovstal. Esperamos los resultados del barrido de Azovstal, donde trabajan ahora los zapadores.

¿Qué será de los prisioneros?

En primer lugar, la composición del grupo es heterogénea. La mayoría está protegida por la Convención de Ginebra de Protección de los Prisioneros de Guerra y serán reconocidos como combatientes. Su destino será determinado en el futuro cercano y puede que sean intercambiados. Siempre que no hayan cometido crímenes de guerra. Aún no se sabe cuántos azovtsi se encuentran entre los prisioneros. Según el comandante del batallón Vostok de la RPD, Alexander Jodakovsky, ni una sola persona entre los prisioneros podía ser inmediatamente identificado como miembro del regimiento Azov. Antes de entregarse, todos se quitaron los emblemas y destruyeron sus teléfonos, tabletas y portátiles. Los investigadores se enfrentan a una larga tarea. Es posible que los más odiados sean juzgados por tribunales de la RPD (que ahora se están formando) y hay que recordar que las Repúblicas Populares mantienen la pena de muerte [que nunca se ha aplicado]. Es posible que a algunos les esperen largas horas de trabajo y reparación de las carreteras e infraestructuras destruidas, como les ocurriera a los alemanes tras la Gran Guerra Patria.

En estos momentos, los prisioneros están siendo distribuidos de la siguientes manera. Los heridos han sido trasladados al hospital de Novoazovsk (el centro de distrito más cercano a Mariupol), ya que los más graves simplemente no podían ser trasladados a Donetsk. Pero en Donetsk sí se han preparado varios hospitales para recibir heridos. El resto de los prisioneros ha sido enviado a la zona de Elenovka, cerca de Donetsk. Lo más curioso es que esa localidad lleva bajo el fuego de la artillería ucraniana desde que empezó la guerra. Puede que la presencia de cientos de los suyos vaya a moderar a los artilleros ucranianos. O puede que sea al revés. Según se cuenta, algunos de los prisioneros más interesantes ya están en instituciones especiales en Rostov y Taganrov para prestar declaración allí.

Una victoria que se convirtió en una derrota

La caída de Mariupol es un gran golpe para Kiev. La agrupación de 20.000 efectivos, bien equipados, motivados y entrenados, en superioridad numérica, fue derrotado y parcialmente capturado. Es más, las condiciones de quienes les atacaban eran las más difíciles: en un entorno urbano e industrial.

Otro gran fracaso se produjo en el circuito de política exterior. Occidente no ha dado ningún paso para rescatar a la guarnición de Mariupol ni a los prisioneros de Azovstal. Y Rusia simplemente no prestó atención a las amenazas ni a la presión económica y política. Las plegarias al papa y al jurado de Eurovisión mostraron que nada de eso tiene influencia en los procesos políticos, algo que era evidente para cualquiera en su sano juicio.

En mi opinión, la historia de Azovstal ha mostrado por primera vez un trabajo positivo de la ONU, OSCE y Cruz Roja, que han ayudado a liberar al escudo humano formado por residentes locales y mostraron a los combatientes que su rendición se produciría en el marco del derecho internacional y las normas universales de la moral. No tenía sentido luchar hasta el último soldado. Es difícil imaginar cuántas vidas de nuestros soldados se han salvado gracias a ello. Y también se ha demostrado a todo el mundo contra quién luchan los soldados rusos y de la RPD: ha quedado claramente demostrado con las cruces gamadas, runas y citas de Hitler en las pieles de los prisioneros.

Ucrania aún no ha comprendido completamente qué ha pasado. Allí, la maquinaria de propaganda ya se ha disparado e intenta probar a toda Ucrania que esto no ha sido una rendición sino una evacuación, o una operación especial para extraer a nuestros soldados del cerco. Todas estas ilusiones desaparecerán en los próximos días, cuando comiencen a hablar los prisioneros de Azovstal, que tendrán algo que decir a Ucrania y al mundo.

Fuentes: Slavyangrad y Komsomolskaya Pravda

You must be logged in to post a comment Login