Nación Mapuche. Informe sobre el impacto del aislamiento en las comunidades

Resumen Latinoamericano, 7 de octubre de 2020

Reproducimos un extracto del relevamiento del impacto social de las medidas de aislamiento e informe centrado en las Comunidades mapuche y mapuche-tehuelche, realizado por investigadoras y becarias del Grupo de Estudios sobre Memorias Alterizadas y Subordinadas (GEMAS), que trabajan con comunidades y organizaciones originarias de la Patagonia.

Extracto del informe final publicado el 24 de marzo de 2020

El día 23 de marzo empezamos a realizar la encuesta a los referentes de las comunidades mapuche y mapuche-tehuelche con las que trabajamos y tenemos algún contacto de whatsapp o de teléfono. La mala señal de internet en la Patagonia el día de hoy dificultó mucho las comunicaciones.

Se consultaron referentes de las siguientes comunidades en la provincia de Río Negro y de Neuquen: Lof Lafken Winkul (Lago Mascardi, Bariloche); Comunidad mapuche Millalonko Ranquehue (Bariloche); Comunidad mapuche Buenuleo (Bariloche); Comunidad mapuche José Celestino Quijada (Bariloche); Comunidad mapuche Quintupuray (Villa La Angostura).

Se consultaron referentes de las siguientes comunidades en la provincia de Chubut: Comunidad mapuche tehuelche Prane; Comunidad Nahuelpan; Comunidad Lago Rosario; Comunidad Huisca Antieco (Alto Corinto); Comunidad Costa de Lepá; Comunidad Costa del Chubut; Sierra de Gualjaina; Comunidad El Mirador; Comunidad Cerro Cóndor; Comunidad Los Pichiñanes; Comunidad mapuche Cañio; Comunidad mapuche Ñiripil; Comunidad mapuche Pillan Mahuiza; Comunidad Liempichun; Comunidad mapuche tehuelche Vuelta del Río; Lof en Resistencia Cushamen; Comunidades de Colonia Cushamen (nos informaron acerca de las 17 comunidades de los distintos parajes); Comunidad mapuche Reserva Napal; Comunidad Cual; Comunidad Cañadón Grande; Sierra de Gualjaina; Comunidad Cayun; Comunidad Monsalve; y Comunidad Pulgar.

Se trató de establecer contacto con otras comunidades pero por falta de señal y por la durabilidad de las baterías de los celulares (no se pueden ir a cargar al pueblo) no obtuvimos, al día de entrega del informe, respuesta de todas las personas contactadas. En tanto encontramos muchas coincidencias en las preocupaciones y dificultades identificadas por los informantes, la descripción que sigue a continuación corresponde con la realidad de todas las comunidades nombradas (solo en algunos casos, y para subrayar alguna importancia o singurlaridad, especificamos la comunidad). Las personas con las que conversamos (especificadas al final de este informe) coinciden, en general, en que la vida cotidiana de sus rutinas y trabajos no se ve mayormente modificada por la cuarentena.

Dentro de los territorios familiares, las personas siguen llevando a cabo sus tareas y actividades rurales. Todas informaron estar cumpliendo la cuarentena por unidad familiar, estableciendo mínimos contactos con otras personas. Todas las comunidades se informan por Radio Nacional, y algunas por televisión o por redes vía celular. Los centros de salud están cumpliendo una función central en la comunicación.

Hay dos aspectos que deben considerarse especial y situacionalmente para comprender los principales efectos de la cuarentena en las comunidades mapuche:

En primer lugar, son varias las comunidades que han venido soportando –con efectos directos en sus economías– situaciones extraordinarias o excepcionales los meses anteriores a la pandemia. Este es el caso de la invasión de la plaga de tucuras en la zona de Cushamen –afectando a varias comunidades de Colonia Cushamen–, el florecimiento de la caña colihue en la zona de Villa La Angostura que afectó a los Quintupuray, la sequía del río Lepa en los alrededores de Gualjaina, entre otros.

La cuarentena se vive con más agravantes económicos en estas zonas donde no pudo llevarse a cabo el abastecimiento acostumbrado para el inicio del otoño. Al respecto, la provincia de Chubut viene incumpliendo pagos de salarios desde hace muchos meses, lo que agrava profundamente la situación para quienes reciben ingresos de la provincia.

Por otra parte, algunos referentes mencionaron que, a pesar de no estar cobrando, los médicos y otros empleados provinciales de la salud están afrontando la pandemia con sus esfuerzos personales.

En segundo lugar, las tareas características –regulares y habituales—de los meses de marzo y abril consisten, por un lado, en ir cerrando las ventas de sus frutos, en aprovechar las últimas semanas del turismo y concentrar las actividades productivas que se irán restringiendo a medida que llegan los meses más fríos.

Por el otro, en invertir lo ganado en el verano para proveerse para el invierno. “Nosotros seguimos teniendo las costumbres de antes entonces en estas épocas es acopiar, acopiar y acopiar y sobre todo en la comida, si se llegara a extender tendríamos que ver cómo hacemos…” (Marta Ranquehue).

1 Sobre los alimentos

La mayor parte de los informantes nos dijo que el tema de los alimentos irá siendo acuciante con el paso del tiempo, puesto que es un hábito rural hacer compras grandes de provisiones para el transcurso de dos o tres semanas.

Al respecto, también expresaron que “cultivan la propia tierra y todavía no carecen de los alimentos básicos”. La mayor parte de las comunidades rurales están sobrellevando estos días con el autoconsumo de sus huertas y muchos menos, con el ganado ovino. Sin embargo, las comunidades fueron enumerando diferentes dificultades en relación con el abastecimiento de alimentos.

Los diferentes parajes de Colonia Cushamen y la comunidad Napal están pasando por dificultades económicas, puesto que los frutos de sus campos sufrieron durante el verano la plaga de la tucura que destruyó los cultivos de sus campos. Parece también que, coincidiendo con los primeros días de cuarentena, hubo prolongados cortes de luz en el pueblo de Cushamen, poniendo en mal estado gran parte de los alimentos a la venta. La informante de Colonia Cushamen dijo que el pueblo de Cushamen está desbastecido de alimentos para comprar.

La comunidad Nahuelpan (Esquel) plantea el abastecimiento de alimentos como su principal dificultad para sobrellevar la cuarentena. Explican que la circulación limitada de camiones por las rutas está dejando sin reservas a los locales de la región. Las personas de las comunidades Prane y Nahuelpan deben movilizarse hasta Esquel para comprar alimentos, y estos traslados están cada vez más controlados siendo cada vez más difícil ir y volver. Al día de la fecha el municipio prometió refuerzos alimenticios.

La informante de la comunidad mapuche Cañadón Grande expresó que las familias están preocupadas porque no saben con certeza cómo se restringen sus movimientos para ir a cobrar a Esquel y proveerse de alimentos. Estos viajes son mensuales, y a fin de marzo, los tendrían que volver a emprender. En la región trascendió que el acceso a Esquel –y otras ciudades—ya no está permitido.

Para las comunidades Buenuleo, Ranquehue, Lafken Winkul y Quijada – todas ellas conectadas con el centro de Bariloche– la mayor preocupación es no poder proveerse de suficiente gas envasado, alimentos, y combustible (aceite y nafta, y cadenas para las moto-sierras). Algunos informantes manifestaron su preocupación por los medicamentos, pero dijeron que el día de hoy lo habían solucionaron por teléfono y con asistentes sociales.

En estas comunidades gran parte del sustento económico reside en el trabajo de sus integrantes como carpinteros, empleadas domésticas, albañiles, tala de árboles, fletes. Ninguno de estos trabajadores está en este momento teniendo ingresos.

La informante de la zona de los alrededores de Gualjaina expresó que los parajes de la comunidad mapuche de Sierra de Gualjaina y de Cañadón Grande están preocupados por la escasez de agua (que se las suministra el municipio y no lo estaría haciendo). El río Lepá está seco y no hay agua en las comunidades. La escasez y la dificultad para abastecerse de agua también fue mencionado por la comunidad Liempichun (Senguer). La comunidad Pulgar (El Hoyo) no tiene agua potable, y si habitualmente suele cargar bidones de agua hasta la comunidad desde el pueblo, en estos días de cuarentena no está pudiendo conseguir bidones.

En Chubut el gobierno llega con módulos de alimentos pero las personas manifestaron falta de comunicación y una distribución desprolija.

2 Sobre temas generales de salud

El hecho de hablar solo con un informante no nos permite dar cuenta de un panorama detallado de urgencias de salud dentro de las comunidades. En general, las personas están informadas y no identificaron casos con síntomas de contagio al interior de sus comunidades.

La Lof Cañio (Cerro León, localidad de Buenos Aires Chico, El Maiten) mencionó que el día de hoy la comunidad fue visitada por los Bomberos Voluntarios, quienes dijeron estar prestando sus servicios para resolver temas de urgencia, particularmente de salud. El 23 de marzo los Bomberos se habían llevado las recetas de las familias para comprar los remedios que necesitaban y alcanzárselos en los días siguientes.

La comunidad Cayún señaló que en las farmacias de las cercanías al territorio está faltando la medicación para la hipertensión y para la diabetes que necesitan algunos integrantes de su comunidad.

La comunidad se encuentra en la localidad de Lago Puelo. La persona que nos informó sobre la situación en El Hoyo confirmó que, en los hospitales de la zona, están faltando medicamentos para enfermedades cróncias como es la diabetes. En la provincia de Chubut, el protocolo de los hospitales pareciera estar funcionando pero los informantes identifican mayormente dos problemas: por un lado, los agentes de salud dejaron de salir a terreno (se atiende en el hospital), por lo que algunos miembros de las comunidades (Monsalve, Pulgar, Nahuelpan) expresaron que, por la falta de ingresos para abastecerse de nafta, no estaban pudieron ser atendidos (en todos los casos son varios kilómetros de distancia); por el otro, en los hospitales también están escaseando los medicamentos, aun cuando estos suelen ser encargados con días de anticipación.

Los y las informantes mapuche que trabajan como agentes de la salud coinciden en el siguiente balance de la situación: escasez de medicación para los enfermos crónicos, dificultad para movilizarse hasta las ciudades más cercanas para atenderse.

La mayor parte de las comunidades dijeron que no hay disponibilidad –en los locales de comercio de la región—de termómetros, lavandina, alcohol en gel, jabón y bidones de agua. Elementos que, frente a la pandemia, consideran imprescindibles en el territorio de sus comunidades.

3 Sobre las actividades productivas

En relación a las dificultades para la producción, las preocupaciones fueron bastante coincidentes entre las comunidades. En principio, en esta época del año en la provincia de Chubut se acuerdan y cierran las principales transacciones de venta de sus frutos, las que les permitirán sobrellevar el invierno.

Pero además, estas son las semanas del año en que se van proveyendo de los elementos imprescindibles para pasar un invierno seguro en sus territorios. Por lo tanto, la cuarentena en el mes de marzo (y en el caso que se extienda a abril) trae los siguientes perjuicios: – Algunos/as no pudieron comprar todavía el forraje para los animales. En los casos que ya lo hicieron no están pudiendo acceder al producto.

La mayor dificultad es el transporte de camiones. A ciertas ciudades –como, por ejemplo, Maiten—solo acceden los camiones que proveen de alimentos a los negocios, y no los fletes para las comunidades. Muchos de los accesos a las comunidades están cerrados. En unas semanas, la imposibilidad de conseguir forraje para los animales va a traer consecuencias más serias. Esto lo expresó la mayor parte de los y las informantes consultados.

Las comunidades Lafken Winkul, Ranquehue, Buenuleo y Quijada plantean también que la falta de ingresos habituales (por ser la mayoría trabajadores independientes) no les está permitiendo comprar los alimentos para los animales que tienen en el territorio (gallinas, ovejas, chivas, caballos). Además mencionan que los lugares –en las cercanías de Bariloche– donde suelen conseguir el alimento (forrajes, maíz) se encuentran cerrados por la cuarentena porque no fueron incluidos en la lista de negocios disponibles por máxima necesidad.

Quienes necesitaban cerrar un acuerdo de venta de sus animales, se encuentran con las oficinas cerradas de SENASA. Hay preocupación de perder estas transacciones tan importantes para sobrevivir el resto del año. Esto lo expresó el informante de la comunidad Cañio para su comunidad y para las comunidades de los alrededores (Ñiripil, Cushamen, Napal y otras).

La comunidad Cayún mencionó también que no han tenido problemas para comprar los anti-parasitarios.

En la comunidad Sierra de Guajaina y Cañadón Grande, los productores mapuche no están pudiendo transportar la lana para la venta, por lo que se están resintiendo los ingresos, y con ello, la posibilidad de comprar alimentos y otras necesidades urgentes. Las comunidades que tienen ingresos del turismo, como Lago Rosario –donde gran parte de la productividad son las artesanías—se ven particularmente afectadas.

En Lago Rosario “cerró la casa de artesanas desde el primer día de la cuarentena” que proveía de un ingreso semanal a las mujeres de la comunidad. “Al no podernos mover tampoco para vender, no estamos teniendo ingresos para nuestras familias”.

Un caso similar es el expuesto por la comunidad mapuche Quintupuray –cercana a Villa La Angostura–, el informante nos explicó que su comunidad depende casi exclusivamente del turismo, pero se vieron obligados a cerrar todas las actividades comunitarias que son las principales fuentes de ingreso. Están preocupados porque la próxima temporada turística y de productividad económica reinicia recién dentro de nueve meses. Su lejanía con el pueblo se vuelve un obstáculo importante para proveerse de los principales insumos y para comunicarse (no tienen servicios de telefonía o internet).

Las comunidades de la zona de El Hoyo –Monsalve, Pulgar— y las cercanas a Bariloche –Buenuleo, Quijada– trabajan mayormente con la madera, como por ejemplo la venta y traslado de leña o la tala de árboles. Las dificultades para acceder al combustible para las moto-sierras y la imposibilidad de circular para vender madera, hace que no tengan ingresos para proveerse de los insumos indispensables. Ahora bien, absolutamente todas las comunidades consultadas coinciden en la importancia de tener las moto-sierras en funcionamiento (para lo que necesitan combustible y cadenas).

En épocas de crisis productivas, como la que está generando la cuarentena, las jubilaciones de las personas mayores funcionan como sostén familiar. Por esta razón, muchas comunidades expresaron preocupación por no poder ir al banco a cobrar. No todos tienen tarjeta para cobrar en cajero y algunos mencionaron que no saben cómo hacerlo.

4 Sobre la calefacción

La mayor parte de las comunidades relevadas se calefacciona a leña. Algunas pueden proveerse de leña en su territorio. Pero, para otras comunidades, la obtención de leña presenta las mismas dificultades que la adquisición del forraje.

Este es el caso, mayormente de las comunidades Costa de Lepa, El Mirador, Cerro Cóndor, Comunidad Los Pichiñanes, Vuelta del Río, Colonia Cushamen, Reserva Napal. La informante de la comunidad Cañadón Grande y la de la comunidad Liempichun expresaron estar muy preocupadas por el desabastecimiento de leña, que a esta altura del año ya es imprescindible en la región.

5 Sobre los contextos jurídicos

Algunas de las comunidades consultadas están atravesando, con anterioridad a la pandemia, conflictos territoriales y causas judiciales. En relación con esto, uno de los efectos de las políticas de emergencia es, por ejemplo, el que deja a la comunidad Buenuleo en una situación de profunda inseguridad. A la Comunidad Buenuleo le han retirado la custodia permanente de la policía de Río Negro.

La misma se ubicaba en el ingreso a una porción de su territorio que se encuentra en conflicto con particular, cuyos “empleados” amenazan y amedrentan a los miembros de la comunidad. Esto genera gran preocupación debido a la situación de vulnerabilidad ante posibles hechos de violencia.

6 Sobre las comunicaciones y relacionalidades

Como mencionamos arriba, todos se comunican e informan por Radio Nacional, y alguno a través de celulares –en los pocos casos en que se pueden recargar las baterías o tener señal. Sin embargo, el aislamiento produjo otro tipo de desconexiones con efectos negativos para el desarrollo cotidiano de las familias. La comunidad Ranquehue, preocupada por sus parientes, extendió el cuestionario a su comunidad en Ñorquinco (Río Negro) y nos compartió el audio de respuesta para incorporarlo en el presente informe. La informante de esta comunidad (Comunidad mapuche Nehuen Túain Kom), describió la siguiente situación:

Ella se encuentra viviendo en la localidad de El Bolsón, su padre en el campo en Ñorquinco. Cuando se declara la cuarentena, ella ya no pude tener noticias de su padre, no sabe si le faltan alimentos y se encuentra bien de salud (llamaron a Desarrollo Social de Ñorquinco pero todavía no tenían respuesta). Pero además se cortaron varios circuitos como, por ejemplo, su padre no puede viajar a Bolsón para cobrar su pensión, y ella no puede sacar el dinero y enviárselo. Su marido intentó viajar hasta el campo pero no lo dejaron volver, y la familia de El Bolsón no pudo proveerse de la carne que les solía llegar desde la comunidad para su consumo.

La informante –que además está embarazada– describe con claridad y detalles las dificultades que trae, para el bienestar de una familia, no poder mantener las relaciones entre el campo y la ciudad. Todas las comunidades se conforman de personas que viven en el campo y otras que viven en las ciudades. La descripción de esta mujer representa las experiencias de muchas otras comunidades.

Para acceder al informe completo, puede comunicarse con el grupo GEMAS a los siguientes correos electrónicos: gemasfuriloche@gmail.com o aramosam@gmail.com

Fuente: GEMAS

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