Honduras: Berta Cáceres, dirigenta del Copinh, habla del asesinato de Margarita Murillo

Resumen Latinoamericano /RNMA.-  El Jueves 28 de Agosto por la noche nos comunicamos con Berta Cáceres (coordinadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras-COPINH) para hablar del contexto represivo que se vive en su  país y más puntualmente del asesinato de Margarita Murillo, militante del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) y del partido Libertad y Revolución (LIBRE) ocurrido el último Miércoles 28 de Agosto. La charla es una descripción minuciosa de lo que viven hoy en Honduras diferentes militantes populares: la criminalización de las luchas, la defensa de la tierra, el papel de los medios populares, la vulneración de derechos, y una resistencia que sabe que la lucha debe continuar.

El asesinato de Margarita

Conocimos a Margarita a través de las palabras de Berta, que empezó relatándonos la situación en la que la asesinan: “Ella estaba en un proceso nuevo de recuperación de tierras, en una comunidad de Villanueva, departamento de Cortes, en una parte del Valle de Sula en la Costa Norte y había venido haciendo muchas gestiones y acciones en defensa de esas tierras. Es una tierra colectiva de un grupo campesino, ella había puesto sus esperanzas ahí. Precisamente estaba cultivando la tierra cuando estos cobardes criminales llegaron y acabaron con su vida. Aduciendo que eran campesinos, estos sicarios, estos asesinos, se aprovecharon de esta circunstancia que ella estaba sola y desprotegida. Hay que recordar que  tenía medidas cautelares y que el Estado de Honduras nunca le dio una garantía de seguridad, por lo tanto el movimiento popular, social y político de Honduras responsabiliza al Estado de Honduras por este asesinato.”
Luego de contarnos la situación del cobarde asesinato, Berta nos hizo conocer a Margarita a través de sus palabras. Una luchadora desde los 12 años, feminista, de personalidad fuerte y un gran liderazgo. Esto nos decía, con dolor en la voz: “Margarita era una mujer extraordinaria, una mujer potente, con una presencia muy fuerte, muy enérgica. Ella tenía una personalidad así, fuerte. Una compañera con mucho liderazgo, con mucha formación política, muy entregada, que era muy crítica, muy beligerante y también estaba en la conducción de estos procesos agrarios. Participó cuando fue el golpe de Estado (28 de Junio de 2009) en la conducción del frente en la Costa Norte y después de lo que sería LIBRE. Pero antes Margarita militó desde sus doce años en organizaciones campesinas. No sólo hizo  aportes libertarios a Honduras, sino que también en El Salvador, en plena lucha insurreccional del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional(FMLN). Fue conocida en este país con dos seudónimos: Cipriana  y Raquel. Fue muy apreciada la compañera allá, con mucho reconocimiento. Cuando regresó a Honduras desde El Salvador, fue secuestrada y torturada por los Escuadrones de la Muerte. Sobrevivió, mantuvo su lucha, sus principios, su firmeza, y antepuso la lucha y su entrega a los procesos de liberación en nuestro país. Y así fue hasta ultimo momento, ella asumió muchos espacios , no sólo campesinos, no solo en el FNRP o LIBRE, sino que también participaba en espacios importantes de mujeres, con propuestas, desde el movimiento popular, desde el feminismo, desde las mujeres, como es el Foro de Mujeres por la Vida del Valle de Zula; ahí militaba la compañera que participaba en todo espacio. Estuvimos muy de cerca con ella cuando el COPINH convocó el proceso re-fundacional,  antes del golpe de Estado, en los procesos contra la militarización y la ocupación de las bases militares gringas en Honduras;  sería interminable, pero decirles que este país perdió una mujer extraordinaria, este continente perdió una gran luchadora.”
Margarita, como cientos de militantes de la resistencia de Honduras, era hostigada, había recibido amenazas de muerte, y su familia había sufrido ataques. La impotencia se lee en las palabras de Berta al hablar de esta situación, cuando le preguntamos por el secuestro que había sufrido el hijo de Margarita Murillo: “Su esposo fue herido en las movilizaciones, como acto represivo. Ella misma había recibido amenazas de muerte, y todo eso fue denunciado. Pero aquí, compañera, hay muchas personas, hay docenas de personas de la resistencia que denunciaron estas amenazas a muerte, que la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos) le otorgó medidas cautelares, y están muertas. Da horror el nivel de impunidad, el nivel de indefensión en el que estamos, es como que no tuviéramos a quien acudir. Pero aún así no perdemos la esperanza y seguimos luchando por este país al que amamos”.

La violación de los derechos humanos en Honduras

Para tratar de entender en qué contexto tiene lugar el crimen de Margarita Murillo, Berta nos describió la situación de opresión en la que están sumidos los luchadores y luchadoras populares en Honduras: “Hay que recordar que este país ha venido siendo entregado totalmente, en un proceso de colonización, donde con el golpe de Estado se asentó un proyecto de muerte, de saqueo, que facilitó todo un proceso de legalidad de la impunidad, de la violación de derechos humanos. También por su puesto eso tiene que ver con todas las políticas capitalistas, depredadoras, patriarcales, fundamentalistas y racistas que están casi institucionalizadas en Honduras. Se ha entregado el país, los territorios a empresas mineras, hidroeléctricas, a todo el modelo energético capitalista. Toda una violación de derechos humanos elementales: el derecho a la vida, a la libertad de expresión, a la democratización de la comunicación, a las mujeres,  con un feminicidio que es alto en este país; un país que sin tener guerra declarada es el mas violento del mundo. Los jóvenes aquí son como un blanco de toda esa violencia estructural, organizada, planificada. Una alta concentración del poder y también de mucha explotación. Por supuesto esto ha favorecido a los grupos que dieron el golpe de Estado, que han ido avanzando con leyes y decretos que criminalizan el derecho a defender los derechos humanos, y también de los luchadores y luchadoras  a quienes nos catalogan de terroristas, nos acusan de sedición, nos acusan de violentos y violentas, de todo lo que ustedes han sabido porque nos han acompañado en esta lucha y han dado cobertura”.
Si bien no hay registros oficiales de la cantidad de asesinados desde el Golpe de Estado a esta parte, según  el Observatorio de la Violencia de Honduras y las mismas organizaciones sociales “hay más de 130 campesinos y campesinas asesinados por la lucha por la tierra, hay mas de 70 casos de  compañeros y compañeras  de la diversidad sexual asesinados. Hay datos de luchadores y luchadoras que ascienden a cientos. Desde antes incluso del golpe, cuando se estaba ya planificando esta etapa de terrorismo de Estado en Honduras. También nosotros como pueblos indígenas y negros hemos sufrido muchos asesinatos de compañeros y compañeras”. Y en relación a la lucha por la tierra, que ha sido blanco de los ataques en los últimos años, Berta reconocía que “El tema de la tierra es un elemento fundamental, porque hay una crisis en el campo, una violación al derecho a la soberanía alimentaria,  la tierra, y esto produce mucha conflictividad ante la presión tras-nacional, de oligarcas, terratenientes y la militarización”.
El ataque represivo en Honduras ha calado profundo también en los medios alternativos, comunitarios, populares. Así es que “hay alrededor de 27 periodistas asesinados y asesinadas. La situación es terrible. No sólo periodistas, hay comunicadores populares, comunitarios, que no necesariamente tienen un titulo pero si que son comunicadores debido a su papel de denuncia ante todos estos atropellos. Enfrentar todo el poder impuesto en este país, denunciar actos de corrupción de los poderosos, sus vinculaciones, quienes están atrás,  se torna  una tarea que realmente expone a los comunicadores y comunicadoras, y hay varios mecanismos  de control por parte del Estado, de coacción, de manipulación.” y el Estado hace sentir su poder a la hora de otorgar frecuencias para radios “han privilegiado a las iglesias fundamentalistas, e incluso a partidos políticos”.

Los responsables políticos

En cuanto a los responsables políticos del asesinato de Margarita Murillo, manifestó lo siguiente: “Responsabilizamos al Estado de Honduras, al gobierno de Juan Orlando Hernández, a sus instituciones. Exigiendo justicia, justicia inmediata, justicia efectiva. No hay que esperar 50 años de la burocracia, estamos pidiendo que sea ya, y se aplique justicia. Aquí da frustración ver la ausencia de justicia desde las autoridades que están obligadas a hacerlo”. Este evidente proceso de criminalización de las luchas populares por parte del Estado hondureño es una respuesta a las resistencias de las comunidades frente a una constante política de despojo y saqueo que afecta a sus territorios, entre los que se destaca el proyecto hidroeléctrico “Agua Zarca”.
Tal como ha denunciado Giorgio Trucchi, dicho proyecto es “impulsado por la empresa de capital hondureño Desarrollos Energéticos S.A de C.V.  (DESA), y realizado, entre otros, con fondos del BCIE (Banco Interamericano de Integración Económica) por 24.4 millones de dólares, y se propone generar 21.3 MW y se está desarrollando en la zona nor-occidente de Honduras, específicamente entre los Departamentos de Santa Bárbara e Intibucá. Según el COPINH y las comunidades indígenas de la zona, este proyecto hidroeléctrico estaría siendo financiado también por Financiera Comercial Hondureña SA (Banco Ficohsa), cuyo gerente general es Javier Atala, quien el año pasado suscribió un convenio  por 20 millones de dólares con Proparco, filial  de la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) dedicada a la financiación del sector privado, para proyectos de energía renovable. Las comunidades indígenas de Río Blanco exigen que se garantice el  respeto de los derechos humanos, así como el respeto del Convenio 169 de la OIT, y el derecho de las comunidades indígenas a ser consultadas sobre proyectos en su territorio, incluso su derecho de rechazarlos. En el inicio del conflicto, por marzo de 2013,  las comunidades lencas ratificaron su firme rechazo al proyecto y exigieron su retiro inmediato, ya que de hecho ‘privatiza el sagrado Río Gualcarque y el territorio’, así como provoca ‘daños ambientales, desplazamiento, daños al patrimonio cultural y económico, militarización y amenazas contra miembros de las comunidades’”.[1].
Con respecto a esto, Berta nos expresó que “A 18 meses y medio este proyecto esta parado. La resistencia del pueblo Lenca en Rio Blanco continua, y no ha dado tregua. No ha permitido que avance este proyecto ni un centímetro. Eso sí, con mucha represión siempre, precisamente el sábado, alrededor de 25 policías afectados a la Operación Militar policial: ‘Operación Libertad’, agredieron a la comunidad, saqueando, violentando su centro de salud comunitario, amenazando a los miembros del consejo indígena, como a Francisco Sánchez, y un hostigamiento permanente”. En este sentido, sobre las responsabilidades internacionales Berta señaló que “La situación del proyecto ahora es una pelea a nivel internacional, denunciamos al Fondo de Desarrollo Holandés (FMO) y el Banco Holandes que pretende financiar todavía este proyecto de Agua Zarca, al igual que el Fondo Finlandes, donde mas del 90% de las acciones son del gobierno de Finlandia, como también del FMO más del 50% son los dueños del Gobierno de Holanda. Ahí tenemos esa pelea ahora, exigiendole a estos bancos que dejen de confabularse con la violación de derechos individuales y colectivos que esta sufriendo el pueblo Lenca, organizado el COPINH en Río Blanco. Continuamos las luchas legales, estamos en procesos de impugnaciones. Hoy enfrentamos alrededor de 21 proyectos hidroeléctricos que implican la privatización de docenas de ríos en territorio Lenca, donde participan tras-nacionales europeas, banqueros de este país, los mismos que dieron  el golpe de Estado. Decirles que la resistencia Lenca continua en Rio Blanco.

La lucha debe continuar

A pesar del panorama que describe Berta en esta entrevista, y el dolor con el que cargan luego de haber perdido a cientos de compañeras y compañeras en el camino de la resistencia, como decía Margarita, “la lucha debe continuar” y así lo entiende Berta:“Nosotros no renunciamos a nuestras luchas, así como Margarita nos enseñó, y que lo decía en la misma reunión del frente nacional de resistencia el  sábado anterior, que la lucha había que seguirla, que ella, dijo,  estaba pensando en retirarse un poco para dedicarse  por primera vez  a su vida personal, era como un presentimiento de la compañera”. Por ello, a modo de cierre, reconoció la importancia de la solidaridad internacional con la resistencia de las luchadoras y luchadores de Honduras:“Siempre agradecidos a la enorme solidaridad. Gracias a eso en gran medida podemos estar todavía vivas, y no podemos decir en ‘libertad’ porque aquí eso es como  una utopía por la que  tenemos que  luchar, pero que podemos por lo menos, no estar tras las rejas, así que seguimos en esa batalla.”.

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