COLOMBIA: Es la geo-estrategia, ¡estúpidos!

Por ANNCOL
1-Existen en Colombia 9 grandes bases militares de los EEUU.

2-El presidente JM Santos manda a su ministro de defensa Pinzón a firmar varios contratos comerciales y militares con la OTAN.

3- El ministro Pinzón siguiendo instrucciones de su jefe máximo y comandante de las FF.AA. colombianas, firma varios contratos millonarios con la maquinaria de guerra Israelí y garantiza que en pocos años Colombia será el Israel de America Latina, donde los campesinos colombianos serán los palestinos.

4- La diplomacia colombiana siguiendo la pauta militarista de Uribe Vélez se niega a reconocer el fallo de la Corte internacional de Justicia en el diferendo limítrofe con Nicaragua y más bien amenaza a ese país con una solución militar del pleito.

5- El procurador Ordoñez vigila desde un barco militar colombiano y con binoculares militares el meridiano 82 ¿les suena ese número?

6- Uribe Vélez y su carnal Capriles, sellan el abrazo amoroso que se dieron en Bogotá con el envío e infiltración de paramilitares Uribeños a Venezuela y continúa como lo confirmó la periodista Eva Golinger, conspirando para desestabilizar ese país con el apoyo de EEUU y derrotar definitivamente el “castro-chavismo” en America.

7- Nicaragua y Venezuela países agredidos por la Oligarquía Cipaya colombiana, tiene dineros suficientes y se han hecho clientes de la ultra-desarrollada industria militar rusa.

8- El 28 de octubre y el 02 de noviembre pasados, dos súper-bombarderos atómicos Rusos Tupolev 160, sobrevolaron durante algo más de tres horas el espacio aéreo de la costa caribe colombiana, resguardada por las bases militares de San Andrés isla, Cartagena, y la base Yanki de Malambo.

9- Esta última reacciona y ordena a dos aviones israelíes marca kéfir de 1980, repotenciados que despeguen de la base Yanki de Palanquero para que hagan corregir el rumbo a los superbombarderos atómicos rusos. 10-Estos hacen un guiño, mueven las alas, y aceptan la corrección del rumbo.

11- El Comando Sur del US Army, que si sabe por dónde va el agua al molino azuza al gobierno colombiano; este inmediatamente envía una nota de protesta al gobierno ruso, quien fríamente responde que está estudiando con todo detalle la reclamación colombiana.

12- Y como si la llamada de la embajada Americana también hubiera llegado a la dirección del diario El Tiempo, la menopaúsica Mariaisabel, recordando su juventud, es la primera en gritar: ¡Máma el negro me destapa! ¿Qué será lo que quiere el negro? E inmediatamente todos los otros diarios de la familia Santos siguiendo con el estribillo militarista de Colombia en donde aún no ha terminado la guerra fría, repiten atolondrados la pregunta. ¿Máma qué será lo que quiere el ruso?

Muy sencillo Sres. de la Oligarquía cipaya colombiana:

En el tiempo de esos sobrevuelos, los bombarderos rusos no solo hubieran acabado con la perra y su nido, sino también con la chanda sarnosa. Es decir durante todo ese tiempo, estuvieron midiéndole el cacao al militarismo colombiano, para saber con exactitud con qué es qué cuenta realmente para amenazar militarmente a dos países pacíficos y tratar de desestabilizarlos. Para saber si como roncan duermen. Y de ahí la histeria de Marisabel.

Pero ojo avizor. La guerra fría hace mucho se acabó fuera de Colombia, y ahora los rusos no vienen movidos por “el Internacionalismo Proletario” de antaño. Ahora, cuando la potencia hegemónica de los EE.UU. está en bancarrota, vienen a abrirse espacios comerciales en Latinoamérica y si es necesario a codazos: vienen a defender, si es necesario como lo hicieron con Siria donde tiene grandes inversiones, a sus dos socios comerciales recientes; Nicaragua y Venezuela y algunos otros clientes potenciales de la Región. Y si es necesario, a advertir, que hoy en día por mucha imagen que se tenga en las encuestas colombianas, ningún Capataz terrateniente y mafioso por más apoyo que tenga del Tea Party Yanki, puede amenazar con guerras a otros países, impunemente y sin consecuencias. Ojalá hayan entendido la señita geoestratégica de los rusos.

Un agudo análisis geo-militar regional
por: Alexis Ponce

ANNCOL -Agencia de Noticias Nueva Colombia, una agencia de periodistas noruegos y colombianos- acaba de publicar (se anexa al final) un agudo análisis geo-militar regional que tiene dos aristas para nuestro país:

1) Ayuda a  entender la coyuntura regional más allá de lo nacional; y,

2) Permite comprender las motivaciones geoestratégicas de la actual política exterior del gobierno colombiano: “zanahoria al sur, garrote al norte” (de 1999 al 2009 fue garrote a los dos lados: al sur y al norte).

No sería casual, entonces, y eso se desprende de este artículo, que Bogotá haya querido en el último período (2011 hacia acá) acuerdos con y en el sur, con Ecuador y Perú (tema fumigaciones con el primero, y política de coordinación en la “seguridad fronteriza”, con los dos países, declarando incluso públicamente su elogio, desde Bogotá, a las FFAA y Policía de nuestro país “por el ejemplo dado en la coordinación de las acciones de seguridad”, en contraste con “lo poco que hacen los otros países vecinos”, en alusión más que directa a Venezuela) porque el eje gravitacional militar de confrontación de la guerrerista -y separatista- oligarquía colombiana y EEUU “pasó” al norte/noreste (Venezuela) y al noroeste (Nicaragua), debido a que El Caribe (conversaciones de paz en La Habana) y la derechizada Panamá (ante la promesa nicaragüense-china de construir un nuevo canal), hoy ocupan lugar central-militar para Washington y Bogotá en la disputa geopolítica contemporánea.

Pero creer que, luego de “cobrárselas” a Maduro y Ortega, no vendrían por nosotros, resultaría ingenuamente peligroso. Porque los otros ejes no varían, continúan adelante, porque la guerra jamás es solo militar y para derrotar los procesos del Ecuador y del resto de Sudamérica usarán todo. Siguen utilizando, por ello, la guerra de Inteligencia, la guerra electrónica, la desestabilización política, la ofensiva mediática (canal NTN24 emite noticias contra todos nuestros procesos veinticuatro de las 24 horas del día, en contraste con las 18 horas de los canales progresistas en Caracas y Quito).

Este contexto geo-estratégico actual, bien desmenuzado por Anncol, me permite recordar (“perdón que hable en primera persona, es la única que tengo a la mano” Unamuno) la vigencia del reiterado análisis que en los últimos 8 años, desde el fin del gutierrato y la posesión del Dr. Palacio, a nuestro Gobierno y proceso de la Revolución Ciudadana, elaborase y publicase para pedir que nuestro país varíe su eje gravitacional de relación militar (del Oeste, al Este) y el eje de adquisición de armamento con la nuevas potencias emergentes: Moscú y Pekín, pues la necesidad no pide fuerza:

Cuando la Alianza del Pacífico y la nueva Ofensiva Conservadora Regional, de la cual nuestro Presidente ha sido el primer jefe de Estado en alertar internacionalmente, se levantan como tenaza estratégica para derrotar estos procesos e impedir que la siguiente década continúen arriba gobiernos progresistas y de la nueva izquierda, es plausible y urgente modificar el eje de relación militar del Ecuador, dejando de lado 40 años de historia relacional (y de negocio armamentístico) con Israel y EEUU, y promover con premura acuerdos estratégicos con Rusia y China que incluyan la adquisición de aviones, escudos satelitales y helicópteros de tecnología de punta, que han desplazado ya al armamento de EEUU y Francia; y la adquisicón de armamento liviano necesario para las guerras “de cuarta generación”, de selva y urbana: RPG 7 y AK-47 Kalashnikov.

El alto mando militar brasileño ya nos dio una guía a todos los sudamericanos al cambiar el eje estratégico de la formación: sus altos oficiales desde el 2000 ya no se preparan en Israel, como lo hacían casi todos los oficiales de peso en el Ecuador y ‘los Mario Pazmiño’ locales, sino que se forman, desde mayores para arriba, en el Vietnam, porque son muy responsables con su pueblo, tienen visión estratégica y ya no tienen rodilleras culturales hacia EEUU, como en los 60as, sino que saben que deben proteger al Brasil en lo que llaman “la última disputa geo-estratégica continental Brasil-EEUU, por la Amazonia”.

Por ello es importante estudiar la posibilidad de concretar un acuerdo militar integral y estratégico que incluya la adquisición de armamento a Moscú. País adentro, en el Frente de Defensa y Seguridad, tal giro permitiría superar el eje de cooperación y armamento que desde los 70 se ha tenido con Tel-Aviv y Washington y desde los 80 con otras potencias europeas, pero no del Este.

Si se analizan las cosas en un contexto geo-estratégico, más allá de los enfoques tradicionales que FFAA y académicos han mantenido por años, los recientes -y peligrosos- pasos de las 2 Colombias: la oficial de Santos en el frente geomilitar (Otanización y permisibilidad de su terrritorio para tensionar la “neo-guerra fría” entre la IV Flota de EEUU y los super-bombarderos de Moscú, por vez primera en las aguas del Caribe latinoameircano, desde 1962, por audaz pedido de Daniel, Nicolás y Raúl) y los pasos de la otra Colombia, la subterránea, ultraderechista y extremista de Uribe y su Fundación que con Capriles trazó su “Hoja de Ruta” para desestabilizar y derrotar los procesos de Ecuador, Bolivia y demás), un cambio de eje militar y seguridad, sellando acuerdos con Moscú y Pekín, coadyuvaría a construir un radio de protección estratégica al Ecuador y a nuestro proceso de cambios.

Por último, con Francia ya se tuvo acuerdos desde hace muchos años atrás en el frente de seguridad y el frente policial (recuerdo que lo suscribió César Verduga cuando fue ministro de Gobierno en 1997). Pero el inolvidable 19 de abril de 2005, en plena Rebelión Forajida, todos los quiteños supimos de la eficacia y eficiencia técnica del  acuerdo de cooperación logrado con Francia en esta materia, por nada menos que Lucio Gutiérrez: por vez primera la Policía Anti-Motines criolla, entrenada por oficiales franceses gracias al acuerdo de cooperación establecido por el gutierrismo (caso que lo denuncié durante varios años) usó vestimenta de “Robocops”, gastó todo el parque de gas lacrimógeno de la Policía Nacional en una sola noche y -sobre todo- aterrízó nunca vistas antes estrategias de “contención urbana”, con las cuales nos desarticuló y reprimió salvajemente, en la zona de La Alameda, cerca del Banco Central, a la enorme multitud de decenas de miles de quiteños y quiteñas que aquella memorable noche caminamos desde La Carolina rumbo al palacio presidencial a sacar al “dictócrata”.

Moscú está cerca, es bueno que esté muy cerca, pero la experiencia nos enseña, en todos los casos y procesos históricos ocurridos en el mundo, que siempre habrá fuerzas endógenas (dentro de los países) y exógenas (las potencias y mini-oligarquías vecinas), que siempre intentarán evitar, dilatar, destruir e invisibilizar todo potencial acuerdo estratégico en los temas más relevantes para el surgimiento del mundo multipolar: el eje militar, de defensa, seguridad y armamento.

Las lecciones que hoy nos deja la oligarquía colombiana, debemos examinarlas, y cuanto antes mejor.

Qué bueno que un análisis de esta estirpe como el de ANNCOL, me retorne a los viejos y nuevos tiempos de análisis de calidad logrados por nuestro extinto Grupo de Monitoreo de los Impactos del Plan Colombia, entre 1999 al 2006.

Copio encantado pues, y con obvia preocupación, el análisis de ANNCOL, aunque el lenguaje, lo advierto, es algo duro.

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