Argentina. Inflación sin control: los malabares de “Sergio” en el quinto piso

Por Monica Arancibia, Resumen Latinoamericano, 15 de mayo de 2023.

El salto del Índice de Precios al Consumidor de abril fue otro golpe para el ministro de Economía con aspiraciones presidenciales. El Gobierno oficializará nuevas subas de tasas, más controles de precios y abrirán importaciones en alimentos para amortiguar el impacto. En esta carrera pierden los salarios y las jubilaciones.

“Ya no puedo achicar más nada, ya no vivo sobrevivo. A veces no como a la noche para que coman mis hijos. No desayuno en mi laburo, ni almuerzo para no generar más gastos, menos mal que me convidan mis compañeros en el laburo apenas tomo mate”, le dijo a La Izquierda Diario un trabajador tercerizado de maestranza del Gobierno de la Ciudad. Sus palabras dan cuenta de una dura realidad que viven a diario trabajadoras y trabajadores como consecuencia de los bajos salarios y una inflación sin frenos que no es “autoconstruida” o “psicológica” como defendió el presidente Alberto Fernández.

La inflación de abril de 8,4% publicado por el Indec casi triplica lo que esperaba Sergio Massa a fin de año y encendió la alerta en la oficina del quinto piso del Palacio de Hacienda. Un dato preocupante es la elevada inflación núcleo (8,4%), que incluye a los productos menos volátiles y no sujetos a cambios estacionales, lo que refleja una inercia arraigada y, por tanto, el costo de vida se mantendrá alto en los próximos meses.

La suba de precios del mes pasado fue un golpe para el ministro que aún no descarta ser candidato presidencial. “Sergio” asistió a la cumbre de AmCham la semana pasada y ante la pregunta si sería candidato no lo confirmó ni lo negó aunque dejó en claro que no pretende ir a una interna del Frente de Todos, se pronunció a favor de un candidato de unidad.

Los datos elevados de abril demuestran que el gobierno fracasó en contener la suba de precios, los acuerdos de precios como “Precios Justos” no lograron domar la inflación.

Las alimenticias siguen ganando, y ¿los salarios?

La inflación de alimentos y bebidas no alcohólicas fue de 10,1 % mensual, por encima del nivel general, y en los últimos doce meses el incremento fue de 115 %.

La industria alimenticia es muy concentrada, y se vincula con capitales extranjeros y nacionales transnacionalizados. En un contexto de elevada inflación, explicada por varias causas, los grandes empresarios aprovechan para remarcar precios y para especular contra las condiciones de vida de las mayorías. En la carrera por mantener los márgenes de rentabilidad los grupos económicos que tienen mayor concentración en la producción y comercialización de las mercancías, corren con ventaja y pueden incidir en la fijación de los precios.

En este sentido, las grandes empresas de la alimentación están ganando este año también aunque se quejen de los acuerdos de precios oficiales. Según los últimos balances presentados en la Comisión Nacional de Valores, Arcor ganó $ 11.622 millones en el primer trimestre del año. La empresa detalla que el desarrollo del negocio del grupo se vio afectada entre varios motivos por los “controles de precios”.

En tanto, Molinos Río de la Plata obtuvo ganancias por $ 2.901 millones en los primeros tres meses del año, pero la compañía se lamenta de una ganancia inferior en relación al mismo período del 2022 y lo explica por el aumento de los costos y la aceleración de la depreciación oficial del peso. También menciona que la empresa participa de Precios Justos. Este pulpo de la alimentación pisa fuerte en el rubro de los fideos, según el Indec este producto aumentó 145% en los últimos doce meses, por encima del nivel general (108,8%).

En el caso de Ledesma, que tiene una posición líder en la producción y comercialización de azúcar, ganó $ 6211 millones entre junio y febrero de este año. Según el Indec, el azúcar subió en abril un 21% y en un año 223%. Las empresas alimenticias ganan mientras millones pasan hambre.

La contracara de las ganancias empresarias es el deterioro de los salarios. La semana pasada el Indec dio a conocer el Índice de salarios de marzo. Los números del organismo muestran que el poder de compra del sector registrado apenas superó la inflación (+1,2%) en relación a diciembre de 2019 mientras que el poder adquisitivo del sector no registrado tuvo una fuerte caída de 19,6%. Se profundiza la brecha entre el sector formal que cuenta con paritarias (aunque los dirigentes sindicales mantenga la tregua con el Gobierno) y evita una mayor caída del poder de compra y el sector informal que no tiene esta instancia de negociación ni el más mínimo resguardo de las leyes laborales.

Si se compara con los niveles de 2015 todos los sectores perdieron por goleada. En marzo el salario real del sector registrado privado cayó 21,5% en relación a octubre de 2015, el poder de compra del sector público bajó 23,1% y en el caso de los trabajadores no registrados el desplome fue de 38,7% en relación a octubre de 2016.

En tanto, el anuncio de un nuevo bono para los jubilados que cobran el haber mínimo fue una nueva confirmación que la fórmula de movilidad está por detrás de la inflación, este plus es acotado para las jubilaciones más bajas y así el Gobierno achata la pirámide de ingresos del sistema. Esto ocurre porque el oficialismo se negó a incorporar una cláusula gatillo en la nueva fórmula como propuso la izquierda.

Fuente: La Izquierda Diario

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