Argentina. Esta democracia con hambre no es la que querían los 30.000

Por Sergio Ortiz, Resumen Latinoamericano, 27 de marzo de 2023.

Menos menciones honoríficas y más fidelidad a su legado

IMPORTANTE LO DEL 24 DE MARZO

No importa que el film “Argentina 1985” no tuviera el Oscar de Hollywood. Importa que el 24 de marzo se recordara con centenares de miles de argentinos en las calles del país y no sólo en la Plaza de Mayo. Este es el premio mayor, el de la Memoria, Verdad y Justicia. Lo otro es cine.

Lo que sí era obvio, porque ya sucedió otras veces, es que habría marchas diferentes, por el enfoque político de unos y otros sectores. Aún así, con esos matices y discrepancias, lo bueno es que se mantuvo la unidad en la acción. Eso de golpear juntos aunque se marche por separado, diría la jerga leninista.

Por un lado los organismos de derechos humanos liderados por Madres Línea Fundadora y Abuelas, con otros organismos y partidos oficialistas ligados al Frente de Todos, en particular La Cámpora, que repitió su multitudinaria columna desde la ex ESMA hasta la histórica plaza. Y por el otro el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, acompañado de partidos del FITU trotskista, otros partidos de izquierda y movimientos sociales de Unidad Piquetera y gremios en conflicto como el SUTNA.

La movilización donde leyó el documento Estela de Carlotto (Abuelas), fue la más numerosa. En el otro acto había más luchadores, piqueteros y trabajadores que hoy luchan contra el cogobierno de ajuste entre el FDT y el FMI. Más cantidad en un caso, más calidad combativa en el otro. La suma es positiva para la defensa de las conquistas democráticas y malo para la derecha política, empresarial y de medios hegemónicos. Esta antes estuvo con la dictadura militar-cívica, y hoy se divide entre empresarios que lucran con el ajuste actual y los que apuestan al mucho más sangriento que prepara Juntos por el Cambio.

Ah, ya que lo mencionamos, Juntos por el Cambio no estuvo en ningún acto del 24 de marzo. En los hechos y muchas veces de palabra, sus dirigentes Mauricio Macri, Ricardo López Murphy y Elisa Carrió han estado más cerca de lo realizado por aquella Junta Militar. Personal y familiarmente, en el caso de Macri, aprovecharon de los negocios empresariales de su padre. Macri se bajó de una candidatura presidencial para octubre venidero. Es una novedad de este domingo 26; en cambio nunca estuvo en una marcha ni acto de repudio al 24 de marzo de 1976. Su ausencia no es ninguna novedad. Es el hilo que perdura entre aquella dictadura y los grupos económicos favorecidos como Socma. Otra confirmación fue la conmovida despedida de este espectro para con el empresario socio y cómplice de la dictadura, Carlos Pedro Blaquier, que murió impune a los 96 años, favorecido por la corporación judicial.

OTRAS DIFERENCIAS POLÍTICAS

La principal diferencia política entre las dos marchas del 24 de marzo radicó en denunciar o no al gobierno del Frente de Todos por el ajuste contra los sectores populares. El Encuentro Memoria, Verdad y Justicia sí lo hizo; gran parte de su público lo está sufriendo y también resistiendo en las calles, como la Unidad Piquetera contra los 100.000 planes Potenciar Trabajo dados de baja por la ministra Tolosa Paz.

El otro documento era decididamente oficialista. No sólo por la cantidad de menciones laudatorias al kirchnerismo desde 2003 a la fecha, muchas de las cuales eran reales y positivas, como el impulso a los juicios que permitieron condenar a 1.115 genocidas (el problema es que el 76 por ciento está con prisión domiciliaria y no en la cárcel común).

Lo leído por Carlotto omitió criticar la claudicación del FDT al no haber investigado y dejado de pagar la deuda fraudulenta contraída por Macri en 2018. Y peor aún, haber firmado en marzo de 2022 un acuerdo de Facilidades Extendidas con el FMI para un nuevo endeudamiento y comenzar abonando aquella deuda que se destinó a la fuga de capitales.

Sí se incluyeron algunas referencias críticas a la pobreza y la inflación, así como un cuestionamiento a las pistolas Taser y a que Milagro Sala siga como presa política. Pero sin ir al nudo del asunto: la capitulación ante el Fondo Monetario y los pactos con los monopolios, banqueros, exportadores, mineros y demás representantes del poder económico concentrado. Esa es la madre del borrego. O mejor dicho, el verdugo, que explica un 40 por ciento de pobreza porque ese porcentaje de compatriotas, ahora debe ser más, no llega a los 177.062 pesos de la Canasta Total. Y son millones los que viven sin los 80.483 pesos de la línea de indigencia.

Ni siquiera La Cámpora y los kirchneristas, que vienen siendo picantes en la crítica a la presidencia de Alberto Fernández, se atrevieron a incluir esos tópicos en el documento. Y mucho menos traducirlo en orientaciones prácticas para la lucha de calles. Esa omisión salva a AF, pero tiene que ver con los pactos de mutua conveniencia que Cristina Fernández de Kirchner mantiene con Sergio Massa, ministro del ajuste y representante de la Embassy.

Otra razón para la existencia de las dos marchas y dos actos fue la inclusión o no del “Operativo Clamor” y “Luche y Vuelve”. Aunque Madres y Abuelas pidieron que eso no estuviera como tal en la Plaza, solamente se respetó en el documento. Horacio Verbitsky comentó feliz que esa plaza jugó a favor de Cristina 2023: “Como cada año, los organismos definieron las consignas y el mensaje que se leyó en la Plaza de Mayo, pero eso no impidió que La Cámpora convocara a construir una Democracia sin Mafias, uno de los reclamos de la Vicepresidenta. Y si Estela Carlotto pidió no mezclar la agenda electoral con la fecha, la Asociación Madres de Plaza de Mayo, en su primer 24 de marzo sin Hebe de Bonafini, sostuvo lo contrario y denunció la proscripción de CFK. La realidad disolvió la fantasía de disociar ambos tópicos”.

La fantasía es ahora asociar la marcha con una candidatura presidencial de quien el 6 de diciembre pasado se consideró proscripta y declaró que “no voy a ser candidata a nada”.

30.000 NO LUCHARON POR ESTE CAPITALISMO DEPENDIENTE

Macri ya se bajó de una candidatura, que van a dirimir dentro de Juntos por el Cambio los macristas Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich y el radical Gerardo Morales, ex viceministro de la Alianza que explotó en 2001 y carcelero de Milagro Sala. Estos tres tienen un prontuario tremendo, pero se asustan y nos asustan con el de Los Monos de Rosario, unos monitos tití en comparación con esos gorilas orangutanes.

Estos personeros del establishment empresario y los círculos de poder de Washington y la OTAN preparan un ajuste mucho más brutal para el caso de acceder al gobierno el 10 de diciembre. La criminalidad del mismo será aún mayor si, por necesidades electorales, el 22 de octubre venidero o en segunda vuelta llegaran a acuerdos explícitos con los neonazis Milei y Espert.

De todos modos, la democracia burguesa actual, con el gobierno de Fernández-Fernández-Massa, está muy lejos del objetivo por el que lucharon los de la Generación del ‘70 y los 30.000 desaparecidos. Ellos peleaban por la patria justa, libre y soberana, por la patria socialista, golpeaban a Bunge&Born y los monopolios locales y multinacionales. Cantaban en sus marchas “Qué lindo que va a ser, el Hospital de Niños en el Sheraton Hotel”.

Y el Sheraton sigue siendo el hotel donde hacen sus convenciones la Cámara Americana de Comercio (AmCham), la Asociación Empresaria Argentina y la Unión Industrial. Ahí se cocinan todos los planes económicos y políticos de empresarios para fritar el país y comérselo en fetas.

Aquella Generación de luchadores aspiraba a la liberación nacional y social y no endiosaba al capitalismo, como sí lo hace el gobierno y su vicepresidenta cada vez que habla de economía. Ella cuestiona el bimonetarismo pero nunca al capitalismo, como si no tuvieran nada que ver. CFK aceptó el acuerdo de marzo de 2022 con la entidad gerenciada por Kristalina Georgieva, según el cual se legalizó la estafa de Macri. Se comenzó a pagar con un plan a 30 meses, y luego toda esa deuda nueva hasta 2030. El 2023 es el más “aliviado” de todos, porque habrá que abonar “sólo” 3.930 millones de dólares netos, al margen de lo que la entidad gira trimestralmente siempre y cuando el gobierno siga haciendo el ajuste. Pero desde 2024 en adelante los pagos serán superiores a los 16.000 millones de dólares, un saqueo sideral.

Con el argumento falso de disminuir esa deuda externa, Massa -con el beneplácito de AF y CFK – anunció que 113 organismos públicos, sobre todo el ANSeS, deberán entregar sus títulos en dólares y recibirán títulos en pesos. Supuestamente así la deuda externa bajaría en 4.000 millones de dólares, pero lo gravísimo es que los organismos públicos venderían esos títulos al 26 por ciento, su actual valor de mercado, y cuando el Estado los tenga que rescatar en 2030 deberá pagar el 100. Los que harán el gran negocio serán los monopolios y bancos privados que además tendrán más dólar MEP y contado con liqui para atender sus importaciones o pagar sus deudas.

Por eso la Bolsa de Comercio y la Asociación de Bancos aplaudieron la medida de Massa. Ante las críticas que vinieron no sólo de la oposición de derecha sino de un espectro mayor, el ministro de Economía tuvo que decir que la UBA hará una auditoría sobre esta operatoria y en caso que la desaconseje, la ANSeS no participaría. Hasta Verbitsky ironizó diciendo que primero hicieron la reunión con la Bolsa y los banqueros, luego informaron de los decretos 163 y 164/23, y finalmente hablaron de la auditoría de la UBA. Y eso fue “poner el carro delante de los caballos”.

El punto clave de la Argentina en crisis es que los bancos privados siguen siendo los que mandan. El profesor Horacio Rovelli alertó que el Estado pagará este año a los 10 bancos privados más importantes una renta de 5 billones de pesos por intereses de las Letras Leliq, equivalente a 20.000 millones de dólares. Y mientras tanto Tolosa Paz ajustó y dio de baja 100.000 planes Potenciar Trabajo (en marzo era de 32.715 pesos).

Lamentablemente está a full el capitalismo dependiente con la vieja y maldita “Patria Financiera” a la cabeza. Esta democracia burguesa y financiera no es la sociedad por la que lucharon los 30.000 desaparecidos. Es tan genuflexa ante los poderes económicos y el FMI que se comprobó por 40 años que con la misma no se come, no se educa y no se cura.

Entonces sería aconsejable menos menciones honoríficas a los 30.000 en los actos oficialistas del 24 de marzo y algo de apego a las banderas populares, democráticas, antiimperialistas y revolucionarias por las que aquellos lucharon. Sino en algún momento las pancartas de Santucho, Walsh, Arrostito, Mena, Semán, Roberto Cristina, Urteaga, Yager y los demás militantes les van a copar el palco para que no sigan diciendo medias verdades.

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