Ecología social. Trigo transgénico aprobado para cultivo en Brasil preocupa a productores agroecológicos

Por Fernanda Paixão, Brasil de Fato /Resumen Latinoamericano, 16 de marzo de 2023.

La decisión podría amenazar a las especies no modificadas genéticamente; Sociedad civil llama a reevaluación al Consejo de Bioseguridad

“São João, trigo en la tierra” es un dicho común entre los productores de trigo de Rio Grande do Sul, dice Mauricio Román. Se refiere al tiempo de plantar la semilla de trigo, un cultivo de invierno. Tradicionalmente, este es también el momento más propicio para la siembra de cultivos libres de agroquímicos, ya que la mayoría de los cultivos transgénicos son cultivos de verano, como el maíz, el algodón y la soja. Pero ese escenario puede estar a punto de cambiar.

Como productor de trigo agroecológico, Mauricio Román recibió con sorpresa la noticia de la aprobación del primer trigo transgénico del mundo para cultivo en Brasil. El pasado 2 de marzo, la Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad (CTNBio) aprobó el trigo HB4 de la empresa Bioceres, tema que no estaba programado públicamente para evaluación por parte del organismo encargado de regular los organismos genéticamente modificados (OGM) en el país.

La preocupación es válida: una especie de trigo no transgénico puede ser polinizada por trigo transgénico, afectando y modificando su composición genética. Además, la ya conocida preocupación por los agroquímicos, que, a través del aire, afectan a los campos cercanos y, por su toxicidad, alteran los ciclos del suelo y de las especies presentes en él.

Por eso, como Mauricio, otros productores del Movimento dos Sem Terra (MST) de Rio Grande do Sul se alarmaron con la decisión. “Nos impactó, porque no había debate en la sociedad brasileña ni en los estados productores, que son Paraná, Rio Grande do Sul y Santa Catarina, responsables por el 90% de la producción de trigo”, comenta Román.

No es la primera aprobación silenciosa de la CTNBio en relación al trigo HB4. Desarrollada en Argentina, la biotecnología dependía del aval de Brasil, ya que era su principal comprador de trigo. En noviembre de 2021, CTNBio otorgó la aprobación condicional, pero solo para la importación de harina. Desde entonces, se abrió el camino, otros seis países ya autorizaron la importación de trigo HB4: Colombia, Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos, Nigeria y Sudáfrica.

Sin embargo, en el caso del cultivo, los riesgos son mayores, ya que la siembra implica una intervención en el ecosistema y en otras producciones de trigo no transgénico, ya sea convencional u orgánico. Por lo tanto, la aprobación debe exigir un proceso particular de evaluación y aprobación, diferente a la importación de harina.

Desde 2021, la discusión sobre HB4 se ha amortiguado, como destaca la abogada socioambiental Naiara Bittencourt. “Precisamente porque la CTNBio afirmó categóricamente, tanto en oficios como en el propio cargo, que la aprobación estaba restringida a la harina de trigo [HB4] importada de Argentina”, dice el abogado de la ONG Terra de Direitos.

Por eso, dice, la aprobación para el cultivo fue inesperada. “CTNBio aprobó el cultivo de trigo transgénico con base en el mismo proceso de aprobación que para la harina transgénica, es decir, fue una decisión tomada en un abrir y cerrar de ojos”. Ella atribuye la aprobación, en este caso, a que la composición del cuerpo técnico sigue siendo la indicada por el gobierno de Bolsonaro. “Probablemente, el miedo a indicar una nueva composición influyó en la toma de decisiones ya a principios de 2023”, observa.

Leonardo Melgarejo, ingeniero agrónomo y exrepresentante del Ministerio de Desarrollo Agrario en la CTNBio entre 2008 y 2014, señala que, por protocolo, la CTNBio debe abrir debate público en el caso de transgénicos sin precedentes en el país, además de impulsar estudios de impacto de campo.

“Y este trigo es un fenómeno sin precedentes, como lo fueron en su momento la soja y el maíz”, apunta. “Las normas de seguridad ambiental de la CTNBio establecen que se deben evaluar las especies vivas que residen en los espacios donde se cultivará la nueva variedad y que puedan verse afectadas. Eso no se hizo”, dice Melgarejo, destacando que es una baba. en la ley de bioseguridad.

“En el Cono Sur, donde el invierno es muy marcado, hay una especie de ventana cerrada al uso de ciertos pesticidas durante el invierno, porque las plantas transgénicas dominantes -maíz, soya, algodón- son cultivos de verano, por lo que en invierno, tenemos una especie de refresco para el medio ambiente y para la sociedad porque no se cultivaron plantas transgénicas”, explica.

Con el trigo, entonces, se abre esta ventana, por ser un cultivo de invierno receptor de agroquímicos y, por tanto, con menor posibilidad de recuperación por parte de los ecosistemas. El ingeniero agrónomo enfatiza el riesgo: “Entonces tendremos una carga permanente de veneno arrojada sobre el territorio, fluyendo hacia los acuíferos, lo que significa envenenar todo”.

Además de la composición del cuerpo técnico de CTNBio, el apoyo de parte del sector productivo, que inicialmente rechazó la entrada de trigo transgénico en el mercado brasileño, también pudo haber pesado para apoyar la aprobación de HB4 en el país. El cambio de actitud del sector se produjo después de que una encuesta encargada por Abimapi (Asociación Brasileña de Galletas, Pastas y Panes y Pasteles Industrializados) señalara que el 70% de la población brasileña consumiría trigo transgénico. Realizada por Indexsa, la encuesta entrevistó a 3.135 personas en 12 capitales del país.

glufosinato de amonio

Como todo desarrollo transgénico para la agricultura, la semilla conforma un paquete tecnológico. En el caso del trigo HB4, va acompañado del agroquímico glufosinato de amonio, que según los investigadores es incluso más tóxico que el glifosato, este último más utilizado en campos tanto en Argentina como en Brasil.

Para los productores agroecológicos, el riesgo de este plaguicida no es nuevo. Hace unos días, productores agroecológicos iniciaron una demanda en el Tribunal Federal de RS precisamente por la aplicación de este herbicida. Por acción del viento, el glufosinato aplicado en arrozales convencionales puede llegar a cultivos orgánicos.

“Este glufosinato seca las plantas cercanas”, dice Roman. “Esto es muy peligroso, porque ya hay estudios que demuestran que el glufosinato causa cáncer”, enfatiza.

Leonardo Melgarejo señala que el glufosinato de amonio también es genotóxico, característica que provoca deformaciones en el proceso de división celular y que, por tanto, puede afectar a los bebés; y neurotóxico, lo que significa que afecta el sistema nervioso central – con posibilidad de procesos degenerativos en adultos, como el Alzheimer. “Es un problema desde el punto de vista de la vida en su conjunto, en todos los grupos de edad, y que estará presente, por primera vez en la historia, en una dieta humana básica -porque los cambios de este tipo que se producen en la soja o el maíz estaban destinados especialmente a la alimentación animal”, dice.

Durante el gobierno de Jair Bolsonaro, se liberaron más de 1.500 nuevos herbicidas para su uso en Brasil. Además de los posibles impactos en el campo, en el ecosistema y en la salud, Román señala que esto dificulta el trabajo de producción libre de venenos, incluido su proceso de certificación.

“Solo tres laboratorios técnicos logran identificar esos herbicidas en la planta: uno en Pernambuco, uno en Goiás y uno en Santa Maria. Esos laboratorios solo logran identificar 40 tipos de veneno. Puedo identificar de qué producto se trata”, dice Romano.

Además, especialistas en Argentina ya advertían sobre el riesgo de mezclar los granos en los molinos y transportar las semillas, riesgo que ahora también incluye a Brasil con el cultivo del trigo HB4.

Comportamiento

El Ministerio Público y el Consejo Nacional de Bioseguridad serán convocados por representantes de la sociedad civil en relación a la aprobación del cultivo de trigo HB4, según nos cuenta Naiara Bittencourt. Las cartas serán remitidas considerando las dudas sobre el proceso de aprobación por parte de CTNBio.

En primer lugar, señala el abogado socioambiental, no hubo claridad durante el debate de 2021 sobre si la aprobación se refería no solo al consumo, sino al cultivo de trigo transgénico. En segundo lugar, las irregularidades en la audiencia pública convocada en 2021, que no contó con representantes de los derechos de los consumidores, y la inconsistencia de la información proporcionada por Bioceres –como, por ejemplo, afirmar que no se aplicaría el glufosinato porque ni siquiera fue aprobado en Argentina, que no está confirmado. Finalmente, se cuestiona la falta de publicación de estudios sobre impactos ambientales.

“Existe un consejo de ministros conformado por 11 ministros, que es el Consejo Nacional de Bioseguridad, que puede reevaluar y tomar decisiones en última y definitiva instancia, cualquier decisión que tome la CTNBio, evaluando además los intereses nacionales, tanto económicos como de soberanía nacional” , cuenta. “Vamos a presentar una demanda, señalando todas estas irregularidades y defectos derivados del proceso de autorización comercial del trigo transgénico”.

También se enviará una nueva carta al Ministerio Público Federal, entendiendo la necesidad de una revisión del trigo HB4, considerando el impacto en el medio ambiente, la biodiversidad y otros cultivos de trigo convencionales, criollos o locales en Brasil. 

Brasil de Fato contactó a la CTNBio ya los ministerios de Ciencia y Tecnología y de Agricultura, pero no recibió respuesta hasta la publicación de este artículo.

Edición: Thalita Pires

You must be logged in to post a comment Login