Honduras. Las balas con nombre y apellido que aguardan por los campesinos

Por: Soraya Constante, Resumen Latinoamericano, 6 de marzo de 2023.

Foto: Los caminos que conducen a la minera están controlados por seguridad privada que está armada y vigila el paso de cualquier persona a la zona. (Edu León).

Los defensores medioambientales de la costa norte de Honduras saben que hay balas con sus nombres escritos o con los nombres de sus seres queridos. En lo que va del 2023, siete defensores de la tierra y del agua han sido acribillados en el Bajo Aguán, un valle de tierra fértil donde los campesinos provenientes de tierras yermas se apuntaron a un proyecto de cultivo de palma africana que los atrajo en los años 70.

Las últimas víctimas han sido Santos Hipólito Rivas, de 46 años, y su hijo Javier Rivas, de 15 años. Fueron asesinados la tarde del domingo 12 de febrero, cuando se movilizaban en una motocicleta en medio del campo hondureño.

Las últimas víctimas han sido Santos Hipólito Rivas, de 46 años, integrantes de la Coordinadora de Organizaciones Populares del Aguán, y su hijo Javier Rivas, de 15 años. Fueron asesinados la tarde del domingo 12 de febrero

La Plataforma Agraria y la Coordinadora de Organizaciones Populares del Aguán (COPA), de las cuales Rivas formaba parte, remarcaron que el campesino tenía las medidas cautelares dadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) desde 2019 y que el Estado es “incapaz de proteger a los defensoras de la tierra y el agua en el Aguán”.

Rivas había sido amenazado por miembros de un grupo armado que opera en el Bajo Aguán y había hecho varias denuncias. Un mes antes de ser acribillado había pedido más protección, pero todo fue en vano.

Es muy difícil dar con el origen de las balas en Honduras. La mayor parte de los asesinatos queda en la impunidad. Son sus familiares y amigos los que buscan que su situación sea conocida más allá de sus fronteras.

La violencia criminal en Honduras, sin vivir en guerra, deja un promedio diario de entre diez y 13 personas muertas, según organismos de derechos humanos. El Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras cifra en 22 los asesinatos diarios en el país.

Las autoridades hondureñas atribuyen la violencia criminal en parte al crimen organizado, al narcotráfico y a las pandillas, conocidas como “maras”. Pero nada dice de los campesinos que le plantan cara a los proyectos extractivistas y son asesinados.

Más muertes en el caribe hondureño

El doble homicidio de Rivas y su hijo fue precedido por el asesinato del presidente de la Cooperativa Agropecuaria Los Laureles, Omar Cruz Tomé y su suegro el miércoles 18 de enero, y el asesinato de los campesinos Alí Domínguez y Jairo Bonilla, el sábado 7 de enero, quienes se habían opuesto a una empresa minera de óxido de hierro que está asentada en la montaña donde nacen sus fuentes de agua.

Una de las víctimas de enero es el hermano de Reynaldo Dominguez, un defensor medioambiental que ha salido de Honduras varias veces para denunciar el acoso que sufren por parte de una empresa minera que les enjuició y los mantuvo presos durante más de dos años.

Domínguez no es la única persona que ha perdido a sus seres queridos. Atacar al entorno familiar de los defensores y defensoras se ha convertida en una de las tácticas habituales. Lo mismo le ocurrió a Esly Banegas, parte de la Coordinadora de Organizaciones Populares del Aguán, cuyo hijo fue asesinado en 2016.

El doble homicidio de Rivas y su hijo fue precedido por el asesinato del presidente de la Cooperativa Agropecuaria Los Laureles, Omar Cruz Tomé y su suegro el 18 de enero, y el asesinato de los campesinos Alí Domínguez y Jairo Bonilla, el 7 de enero

La presidente de Honduras, Xiomara Castro, hace poco estuvo en España buscando firmar acuerdos que mejoren la vida de los 150.000 hondureños que han huido de su país y están asentados, sobre todo, en Barcelona y Madrid. Las organizaciones campesinas del país, sin embargo, se quejan de la desatención para los casi cinco millones de personas que viven en el campo.

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) expresó en días pasados su preocupación por el alza de los asesinatos de defensores en el Bajo Aguán, y pidió al país tomar medidas que le permitan acabar con la violencia en la zona.

Lamenta, especialmente, que dos de las víctimas tenían medidas de protección del Sistema de Protección que no sirvieron de nada. “Es prioritario la implementación efectiva de las medidas de protección otorgadas a favor de las y los defensores de la tierra en el Bajo Aguán”, enfatizó la OACNUDH en un comunicado.

La Oficina de la ONU instó al Estado de Honduras a “redoblar sus esfuerzos” para avanzar en el cumplimiento de los puntos pendientes del acuerdo entre el Gobierno, la Plataforma Agraria y la Coordinadora de Organizaciones Populares del Aguán (COPA), como la instalación de la Comisión Tripartita que quiere investigar las violaciones de derechos humanos ocurridas durante el conflicto.

Casas agrícolas en medio de cultivos de palma, que es lo que más se produce en esta zona del país.EDU LEÓN

Subestación de limpiado de materia rocosa para la extracción de hierro de la minera que amenaza a las comunidades cercanas.EDU LEÓN

Cuando el río crece, se pierde la comunicación con las ciudades, la única forma de cruzar el río es a caballo.EDU LEÓN

Mujeres se ganan la vida lavando ropa de trabajadores en el río Guapinol.EDU LEÓN

Una niña salta un charco en la comunidad de Guapinol, amenazada por los terratenientes y el extractivismo.EDU LEÓN

Juana Zúñiga junto a su hija en el salón de su casa. Su esposo estuvo detenido durante tres meses y ella siguió luchando por su liberación y la defensa del territorio.EDU LEÓN

Los maras están entrando a países como Honduras o Guatemala de forma masiva, después de que el Gobierno de El Salvador del evangelista Bukele iniciase una política de persecución a estas bandas.EDU LEÓN

Asesinatos y persecución de líderes campesinos en el Bajo Aguán (Honduras) – 8EDU LEÓN

Reynaldo Dominguez, presidente de la comunidad de Guapinol en la garita de control de entrada a la comunidad. Reynado ha sufrido el asesinato de sus dos hermanos en el último mes.EDU LEÓN

Colonos llegan a la comunidad de Guapinol en busca de una oportunidad de trabajar en el campo o en la compañía minera.EDU LEÓN

Agricultores en la recolección del fruto de la palma. Este cultivo es el que mayormente sustenta a la mayoría de la comunidades de Honduras.EDU LEÓN

A parte de las violencias ejercidas por lso poderes economicos y políticos, los campesinos se enfrentan a continuas catastrofes ambientales, los huaracanes no solo arrasan con los cultirvos si no también con su s casas.EDU LEÓN

Primeras rocas sacadas del campo minero del que se pretende extraer hierro de sus tierras.EDU LEÓN

FUENTE: Desinformémonos

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