Nuestramérica. CELAC y la sombra de la dictadura peruana

Por Carlos Aznárez, Resumen Latinoamericano, 22 de enero de 2023.

La VII Cumbre de la Celac se da justamente en el marco de los graves hechos que vienen ocurriendo en Perú donde se ha instalado un gobierno de facto que no duda en reprimir las grandes movilizaciones populares y que en pocos días ya acumula 62 pobladores y pobladoras asesinados y cientos de heridos y detenidos. 

La dictadora Boluarte,ex vicepresidenta que traicionó el mandato popular y a su presidente Pedro Castillo,, para participar activamente del golpe fascista urdido por un Congreso corrupto, copado por el fujimorismo, optó por no venir a la reunión de la Celac, pero sí enviar a su canciller. Y ahí precisamente es necesario poner el acento, ya que cualquiera de los funcionarios de un gobierno dictatorial y represor tiene que ser repudiado de manera explícita y sin ningún tipo de especulaciones. Hay mucha muerte en el Perú, mucha prepotencia desde el poder que se convierte constantemente en racismo y desprecio por el pueblo indígena y campesino, para que este canciller de Boluarte u otro funcionario similar no sea recibido en Buenos Aires como lo que son en este momento:los mensajeros del nuevo Plan Cóndor.

De alló es que sería realmente bochornoso que la Celac no se expida -como pretenden algunos- sobre el tema, condenando a la dictadura peruana y ofreciendo amplia solidaridad con su pueblo y con el presidente Castillo., En esa línea están desde el principio, tanto Cuba, como Venezuela, Bolivia, México y Nicaragua. Mientras tanto, respaldan a Boluarte desde el primer momento, el presidente argentino Fernández, el chileno Gabriel Boric, y todos los gobiernos derechistas de la región. Lo que sí queda claro es que Perú será -si impera la lógica- uno de los puntos en los cuales la Celac no podrá hacerse la distraída. Más allá de todos los importantes items que preocupan a la región, que exista una dictadura asesina como la actual y mirar a un costado para no empañar la unidad dentro de la alianza, empañaría el rol estratégico con que fue impulsada por Hugo Chávez, Fidel y otros mandatarios. El impulso para que cada país respete los derechos humanos y no contribuya a que la muerte se imponga a la vida, debería ser algo más que una consigna.para cada uno de los países. 

Si por el contrario, caen en saco roto los planteos de los países que sí entienden que tanto Boluarte como sus secuaces son un peligro para una región donde la derecha avanza y en la que el Comando Sur expresa que viene con todo por las riquezas naturales, la Celac afrontaría una grave circunstancia que pudiera empalidecer su credibilidad. Ojalá prive la lógica y que así como ocurrió en los primeros años de la alianza cuando se condenó tajantemente el intento de golpe en Ecuador o las atrocidades que sucedían en Colombia, esta vez la dictadura que impera desde Lima no se salga con la suya. El heroico pueblo peruano que sigue luchando en las calles lo agradecerá.

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