Nación Mapuche. Piedras incómodas en la bota extractivista

Resumen Latinoamericano 3 de diciembre de 2022

“Soy Mirta Curruhuinca, de la Lof Kurrache, de la zona de Curramapu que se conoce como Cushamen. Vine a la gran ciudad a visibilizar lo que está pasando con nuestro pueblo allá en el sur. También soy mamá de Lautaro González Curruhuinca, quien bajó el cuerpo de Rafael Nahuel cuando fue fusilado”. De esta manera se presenta una mamá que está orgullosa de la convicción de su hijo y de la lucha de su pueblo. 

En cuanto nos encontramos, comienza a desplegar una serie de mapas e información concreta que visibiliza los negociados de la política extractivista y que coloca nombres a los “dueños de la tierra”, esos que quieren devastarla con el monocultivo, forestales, petroleras, negocios inmobiliarios, represas y megaminería. Mirta, como gente de la tierra, nos dice que esta información “es para que tomen dimensión de todo esto. Capaz acá en la gran ciudad no se ve la enorme gravedad”. En este sentido, sostiene que “en este proceso de reivindicación y de recuperación del territorio estamos en un proyecto de pueblo, estamos haciendo esto para resguardar los pocos territorios que están quedando”.

Con respecto a la situación de Lautaro, nos cuenta: “Luego del asesinato de Rafael por Prefectura estuvo 5 días preso, la causa armada que le hicieron fue de usurpación, atentado contra la autoridad y sedición. Él tomó la decisión de darse a la clandestinidad, no solamente para defender su vida en su momento porque no había garantías de que si volvía a la cárcel estuviera bien sino porque también era una persecución política. Él defiende su verdad. Lo que vio arriba en la montaña, antes de que baje el cuerpo de Rafael Nahuel, fue una cacería. Además al lamngen no le dieron primeros auxilios y lo patearon, ya estando muerto”.

La serenidad y la firmeza atravesaron todo su relato. Saber que no solo es una recuperación territorial sino espiritual quizás son los cimientos de tales virtudes: “Esto viene de tu raíz, nosotros vamos a volver donde estaba tu abuela”, le decía uno de sus hijos que en sueños había visto sus raíces mapuche. Una vez finalizado su discurso, desea agregar las palabras de Lautaro, quien a los 16 años comenzó a recorrer las comunidades para organizarse y empezar el proceso de recuperación; y quien no dudó de su convicción a la hora de luchar por el cuidado de la tierra y por su pueblo: “Si algo tenemos que saber las nuevas generaciones, tanto mapuche como no mapuche, es que estamos ahora en la edad más propicia para que en cada quien se cultiven las ideas y los principios revolucionarios, subversivos o de rebeldía. Para hacer lo que uno piensa no hay que pedir permiso. Es mejor equivocarse haciendo que, ante la duda, quedarse de brazos cruzados”.

Los desalojos violentos contra el pueblo mapuche, las causas armadas, los encarcelamientos y los asesinatos de Santiago, Rafael y Elías son muestras de que los grupos económicos y los gobiernos harán todo lo posible para continuar con el saqueo extractivista. Sin embargo, “somos diferentes grupos de familias que estamos luchando, diferentes comunidades de resistencias del pueblo mapuche”, nos cuenta Mirta, y esto, precisamente, resultan piedras incómodas en las botas del avance ecocida y extractivista que fomentan y sostienen el Estado argentino y el Capital nacional y extranjero: “Los políticos no nos van a salvar, no van a cuidar el territorio. El capitalismo manda a los gobiernos, que son todos iguales y no van a cambiar. Tienen miedo de que la gente, el pueblo oprimido, se empiece a organizar acá colectivamente. Necesitamos de la fuerza de la sociedad consciente. Nosotros podemos volver a nuestras tierras, organizarnos como pueblo originario. Sabemos que es una persecución porque no saben cómo parar todo lo que está pasando en el sur con la resistencia que estamos dando”.

Cobertura colectiva de La Obrera Colectivo Fotográfico + Aislamiento Represivo + Radio Zona Libre + La Chispa Prensa + Periódico Gatx Negrx

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