Bolivia. Luis Arce: “Sobre nuestro cadáver un nuevo golpe de Estado”

Resumen Latinoamericano, 25 de agosto de 2022.

 Foto: Facebook Lucho Arce

Sorprendido por la multitudinaria concentración en la plaza Mayor de San Francisco, en La Paz, el vicepresidente David Choquehuanca afirmó este jueves que los “golpistas no pasarán” en su intento de dividir al país y convocó a todos los sectores de la población boliviana comprometidos con la democracia a defender la patria, la estabilidad económica y los recursos naturales.

Con el sombreo en la mano, como muestra de respeto a los miles de bolivianos que llegaron desde las diferentes latitudes del país para sumarse a la “Marcha en Defensa de la Democracia”, Choquehuanca saludó a todas las organizaciones sociales y a la sociedad que respondieron a la convocatoria del Pacto de Unidad y de la Central Obrera Boliviana (COB).

“Nuestra Central Obrera Boliviana, nuestras organizaciones sociales como el Pacto de Unidad, convocaron a esta marcha para decir que los golpistas no pasarán, que no van a poder dividir al pueblo boliviano”, afirmó Choquehuanca.

Fueron también, dijo, ellos quienes lograron recuperar la democracia en 2020, luego del año de luto, de persecución, de ejecuciones extrajudiciales, de violación a los derechos humanos, de robo y saqueo como consecuencia del golpe de Estado de 2019 cuando la segunda vicepresidenta del Senado, Jeanine Añez, se declaró presidenta ante una Asamblea Legislativa sin quórum.

Sin embargo, en las elecciones generales del 18 de octubre de 2020, con el voto del pueblo boliviano se logró recuperar la democracia.

Pese a ello, Choquehuanca advirtió que nuevamente se “escuchan las voces que hablan de otro golpe de Estado”.

Desde el departamento de Santa Cruz, el gobernador Luis Fernando Camacho y el Comité Cívico Pro Santa Cruz alientan medidas de presión en contra del Gobierno nacional empuñando una supuesta lucha por el Censo de Población y Vivienda que fue reprogramado para el 2024.

Basado en ese argumento, Camacho llevó a Santa Cruz a cumplir dos paros, el 25 de julio y el 8 y 9 de agosto, con el fin de que se realice la encuesta nacional en 2023, sin considerar los elementos técnicos que requieren ese proceso.

Pese a que Camacho fue parte de la reunión técnica con el Instituto Nacional de Estadística (INE) el 15 de agosto, que concluyó que el proceso censal es un tema técnico, apenas pudo amenazó con un nuevo paro de 72 horas si no se abroga el Decreto Supremo 4760 que fija la encuesta nacional para el 2024 y el Ejecutivo no responde a un conjunto de requerimientos sobre esta labor.

“No vamos a permitir que nos dividan más”, afirmó Choquehuanca ante esos anuncios.

Pero, además, enfatizó que “no podemos enfrentarnos entre bolivianos” y afirmó que “es obligación de las autoridades construir unidad”.

“Por eso, el 2020, con el despertar de la conciencia del pueblo boliviano, hemos decidido seguir construyendo el Estado Plurinacional, seguir fortaleciendo esa democracia participativa y volver a nuestro camino a nuestro Qhapaq Ñan, a nuestro Tape”, expresó.

Señaló que esto sólo será posible “si caminamos unidos, porque así garantizaremos el respeto a nuestra democracia”.

“En estos tiempos de cambio nadie se salva solo, todos nos necesitamos”, dijo.

Por ello, el vicepresidente convocó a los empresarios, a los militares, policías y universidades comprometidas con la patria a trabajar de manera unánime.

“Convocamos a los empresarios patriotas, a los militares patriotas, a los policías patriotas, a todos, a las universidades que tiene compromiso con la patria para defender la democracia, la estabilidad y defender los recursos naturales”, instó para luego agregar que “solo unidos vamos a enfrentar al capitalismo y al imperialismo”.

“Ha quedado claro que el pueblo boliviano no quiere más golpes de Estado”, dijo el presidente Luis Arce este jueves ante lo que describió como la más grande concentración ciudadana en la historia del país.

“Sobre nuestro cadáver un nuevo golpe de Estado”, aseguró el mandatario en plaza San Francisco de La Paz en clara alusión a la interrupción democrática de noviembre de 2019 que impuso la senadora Jeanine Áñez con apoyo de la ultraderecha y que se saldó con 38 fallecidos, cientos de heridos y decenas de encarcelados y perseguidos políticos.

Mientras el jefe de Estado discursaba, el último contingente de la movilización ciudadana que marchó en defensa de la democracia y la economía del país se hallaba en el cementerio general, una zona popular, a unos cinco kilómetros de distancia.

Arce afirmó que el país quiere fuentes de empleo, progresar, industrializar los recursos naturales y reactivar la economía nacional, alabada por organismos internacionales por su estabilidad y solidez.

“El pueblo boliviano ha aprendido desde el golpe de 2019 que a la derecha le interesa llenar sus bolsillos y vaciar los del pueblo”, recordó.

En un año, el gobierno de Áñez desmanteló las empresas públicas y dejó un Estado en quiebra.  En plena emergencia sanitaria por la pandemia se descubrió que su gobierno compró con sobreprecio en España respiradores para pacientes con coronavirus que hubieran podido salvar la vida.

El mandatario advirtió que la oposición no tiene programa y que cuando no le sirve la democracia pretende el golpe de Estado.

Ese sector político, precisó, quiere controlar el litio, con gran demanda mundial, y del que Bolivia posee las más importantes reservas.

“Quieren, otra vez, vender a gallina muerta nuestros recursos naturales”, denunció.

En la década de los noventa, los gobiernos ultraliberales entregaron los recursos naturales a empresas extranjeras, lo que provocó mayor pobreza y sin apenas beneficios para el Estado y el país.

En contrapartida a ese período, después del gobierno de facto, y superada la pandemia con la aplicación de complejas políticas sanitarias, Arce anunció que su administración avanzó en la industrialización del litio y el hierro.

“Ese proceso está a la vuelta de la esquina”, reafirmó, “junto a la soberanía alimentaria con fertilizantes e ingeniera nuestra”.

“Y tenemos la capacidad para hacerlo”, aseguró.

Luis Arce, un antiguo militante de izquierda y de gran prestigio como economista, recordó que su administración emergió del pueblo y que no traicionará, precisamente, los intereses del pueblo boliviano.

“Somos un gobierno del pueblo y para el pueblo”.

Fuente: ABI.

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