Cuba. Iván Duque hacía espionaje contra Cuba, ordenado por Estados Unidos

Resumen Latinoamericano, 19 de agosto de 2022.

Bajo el título Espionaje Internacional: Objetivo Cuba, deja al descubierto las traquimañas orquestadas por el gobierno de Iván Duque y agentes de Estados Unidos.

Una investigación de la revista Raya revela un espionaje contra Cuba por organismos de inteligencia militar colombianos bajo gobierno anterior y con intereses de agentes de Estados Unidos.
  
Bajo el título Espionaje Internacional: Objetivo Cuba, la publicación dio a conocer que tuvo acceso a miles de documentos clasificados de organismos de inteligencia militar colombianos donde queda en evidencia cómo espiaron a diplomáticos y funcionarios cubanos, líderes políticos de izquierda, periodistas y líderes sociales.

En declaraciones a Prensa Latina, su director Edison Bolaño explicó que siempre como periodista ha estado interesado en los temas geopolíticos de Colombia y le generó mucha curiosidad la tensión en los ultimos cuatro años de esta nación suramericana con Cuba.

“Empecé a preguntar y obviamente, mediante fuentes confidenciales, luego de conversar muchas veces logré acceder a más de mil archivos en los que se refleja todo un aparato de espionaje contra Cuba y su cuerpo diplomático asentado en Colombia”, dijo.

De acuerdo con la Revista, se adulteró información en la computadora de un jefe guerrillero para inculpar a Cuba de la protesta violenta en Colombia de finales del 2019, 2020 y 2021.

La investigación señala que el objetivo “Charlie” fue la denominación que recibió la operación de espionaje contra el gobierno de Cuba, incluido su cuerpo diplomático en Colombia, desarrollada fundamentalmente durante el gobierno de Iván Duque (2018-2022).

Detalla que poco a poco los espías colombianos, sin una orden judicial, desarrollaron vigilancias y seguimientos a los diplomáticos cubanos infiltrándose en las reuniones políticas y conmemoraciones de la Revolución cubana.

Ese espionaje fue realizado por el organismo de inteligencia militar en conjunto con la Dirección Nacional de Inteligencia, una dependencia de la Presidencia de la República de Colombia, puntualiza.

En algunos casos utilizaron equipos sofisticados para vulnerar comunicaciones privadas de funcionarios diplomáticos, subraya la investigación

Advierte que hay documentos en inglés bajo el nombre “Secret/Rel To Usa, Colombia” que “provienen de agentes de inteligencia estadounidenses”.

En esos reportes queda claro -dice RAYA– que los agentes de Estados Unidos también estaban muy interesados en obtener información sobre los diplomáticos cubanos en Colombia.

“Agradecemos cualquier información adicional que su servicio pueda proporcionar y estamos listos para realizar investigaciones adicionales”, señala un reporte en inglés mostrado por la revista dirigida por Edison Bolaño.

Lo cierto es que los agentes colombianos no consiguieron pruebas que demostraran que Cuba estuviera adoctrinando, ni detrás de las protestas sociales, ni que tampoco estuviera haciendo operaciones de espionaje.

“Los documentos completos a los que tuvo acceso la revista RAYA, y especialmente el mencionado documento ‘Estrategia de desestabilización’, dejan ver que se trataba de un plan de los organismos de inteligencia estatales contra la protesta social en el que vinculaban a la izquierda colombiana y al país sede y garante de los procesos de paz con las FARC-EP y el ELN”, señala.

Enfatiza que así quedó consignado en el párrafo de instrucciones en el que queda explícita una orden peligrosa: “resaltar la relación de la Embajada cubana con miembros del ELN y establecer una matriz de opinión que indique que las manifestaciones violentas fueron coordinadas y desarrolladas por las casas de solidaridad con Cuba y el ALBA”.

Incluso en uno de los documentos los agentes de inteligencia confesaron el delito de sembrar archivos en las computadoras del ‘terrorista’ Andrés Vanegas Londoño, alias “Uriel”.

Apoyados en fuertes prejuicios anticomunistas se armó el informe, posteriormente entregado a la CIA, que más bien parece una novela de espionaje duro. Sus autores buscaban escalar la campaña contra Cuba y lo hicieron armando también un escándalo mediático.

El Gobierno declararía persona non grata a Omar García Lazo, segundo de la legación diplomática de La Habana. Se aseguraban así que el bulo no quedara limitado a informes internos de inteligencia, porque el objetivo era dar materia prima a la administración Trump para justificar lo injustificable: volver a poner a Cuba en la lista de países que auspician el terrorismo.

Finalmente, RAYA recordó que el 11 de enero de 2021, antes de abandonar la Casa Blanca, el expresidente Donald Trump, valiéndose de la vieja política del enemigo interno y de las ‘pruebas’ que había aportado Colombia, volvió a declarar a Cuba como uno de los países del mundo que patrocinan el terrorismo.

Fuente: Al Mayadeen Español

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