Venezuela. La Tolda Roja se renueva: para avanzar más rápido hacia la transición al socialismo

Por Geraldina Colotti, Resumen Latinoamericano, 9 de mayo de 2022.

Reconstruir una nueva mayoría en el plano político, electoral y social para mantener el camino al socialismo de la revolución bolivariana. Este es la primera meta a alcanzar para dar cuerpo al Plan 2022-2030 aprobado por el Gobierno. El presidente Nicolás Maduro, reelegido en el reciente congreso también como presidente del PSUV (al igual que el vicepresidente Diosdado Cabello), así lo reiteró durante la reunión de la nueva Dirección Nacional del PSUV, el Consejo Político y la Dirección de Juventud del partido, que se llevó a cabo en el Teatro Teresa Carreño de Caracas. Tres instancias rectoras del partido, que tienen la tarea de orientar a la militancia en esta nueva etapa, bajo la bandera de las “3R.nets”.

Nets, como se sabe, significa “Nueva Étapa de Transición al Socialismo”, pero también indica el contexto de análisis en el que se ubica la propuesta de Resistencia, Renacimiento, Revolucionar todo (las 3R): la crisis estructural del capitalismo, en su capítulo pandemico y medioambiental, en un contexto caracterizado por la “revolución digital”, que exige a las fuerzas revolucionarias responder al nivel de despliegue de los aparatos de control ideológico, en el marco geopolítico del conflicto.

Un escenario determinado por la tendencia a la guerra y el intento de remodelaje global del sistema capitalista en base a los intereses del complejo militar-industrial. Entre una movilización y otra, en Venezuela se discute, muchas veces de manera acalorada, primero en los espacios correspondientes, empezando por el Partido Socialista Unido de Venezuela y los distintos congresos que se realizan a lo largo del año: el de la clase obrera , sindicatos, mujeres y todos los sectores que conforman el bloque social del chavismo.

Una composición que se ha aglutinado en torno a los sujetos históricos de la lucha contra el capitalismo en Venezuela -trabajadores, campesinos, mujeres, estudiantes- juntando sectores del pueblo tradicionalmente excluidos y marginados -indígenas, afrodescendientes, pobres de las periferias-, llevándolos a reconocerse en el nuevo proyecto de transformación. Una proyecto que hoy renueva la apuesta de combinar el proyecto comunal y autogestionario con una política economica de apertura, para favorecer el flujo de dinero “orgánico”, sustentado en el trabajo y la producción.

Para ello, es necesario fortalecer, redefinir y reconstruir una nueva hegemonía. Un concepto que ha atravesado las distintas fases del proceso bolivariano desde 1998, pero que mantiene una línea de continuidad con la idea chavista de entender la hegemonía gramsciana siempre como la conquista de la mayoría, que deberá obtenerse con el mínimo de imposición. Quizás, solo con la propuesta de la Asamblea Nacional Constituyente, lanzada hace cinco años por Maduro en medio de las violentas protestas de la derecha golpista, se entendió la hegemonía como la acción de una vanguardia consciente dirigida a la parte de pueblo consciente, capaz de moverse en un contexto hostil apelando, antes del ejercicio electoral formal, al poder originario, el poder fundacional, el poder constituyente del pueblo.

Ahora, para el presidente, se trata de buscar consensos y apoyos prácticamente a 360°: “abrir puertas y ventanas a toda la sociedad, ir a los que nos quieren y a los que no nos quieren para decir: estamos frente a el horizonte del 2030, del 2040, del 2050, todos vamos a construir la grandeza de Venezuela”. El PSUV, el partido de Chávez, tiene que estructurar el camino, con la fuerza de un liderazgo que, dijo Maduro, ha llegado a un nivel óptimo.

Para que las decisiones de los congresos -el V del PSUV y el IV de la juventud- no queden en letra muerta, las tres instancias del partido -Dirección Nacional, Consejo Político y Dirección de la Juventud- deben ser capaces de motivar, entusiasmar “mujeres, hombres y jóvenes del barrio, estudiantes, trabajadores y trabajadoras, deportistas, artistas e intelectuales construyendo la transición al socialismo que, argumentó el Comandante Chávez, debe ser humanamente gratificante, capaz de conjugar lo material y lo espiritual”.

 De este proceso de innovación depende “no sólo el destino de la revolución, sino también el de América Latina y el Caribe”. Por ello, es fundamental entablar una pujante batalla de ideas “en medios, redes, paredes y corazones, en todos los espacios donde exista la conciencia de que, para hacer una revolución, es necesario aunar razón y sentimiento”.

La formación política, cultural e ideológica de todo el pueblo es, pues, fundamental en la construcción de un sistema que forja su carácter colectivo, que connota “la rebeldía antiimperialista, antioligárquica, basada en los valores de la justicia, de la participación protagónica, por una sociedad incluyente, la sociedad socialista, en el legado renovado de Guaicaipuro y Bolívar”.

En sus diferentes etapas, recordó el mandatario, la revolución bolivariana ha logrado importantes resultados. Lo que ahora se destaca, a pesar del bloqueo que “durante 14 meses no permitió la venta de ni una gota de petróleo”, y que muestra una indiscutible recuperación económica en la senda de la soberanía productiva “por primera vez en 100 años”, sin embargo, es casi un milagro. Una mejora que, aseguró una vez más, servirá para fortalecer los salarios y el poder adquisitivo de los trabajadores y trabajadoras.

El núcleo principal del proceso de renovación, dijo Maduro, es el poder popular organizado, en permanente dialéctica con el gobierno revolucionario. Sin embargo, recordó, en el proceso bolivariano, el poder político se mantiene ganando las elecciones, “y no podemos darnos el lujo, nunca, bajo ningúnas circunstancias, de descuidar la construcción de una mayoría política”.

Para fortalecer la construcción de una nueva mayoría, es necesario, por tanto, unificar los diversos movimientos sociales y redefinir la acción política en el país. La maquinaria partidaria debe entonces agilizarse en todas sus estructuras organizativas, para permitir una comunicación permanente con la base, reexaminar el trabajo de las Vicepresidencias sectoriales, eventualmente para reducir su número.

No podemos -advirtió Maduro- dejar que la ola de la Revolución Bolivariana se apague y menos que el motor nos engulla, debemos trabajar por “un renacimiento permanente, en una resurrección de los valores, de la energía, de la capacidad de transformación”.

Para hoy, en la conferencia semanal del PSUV, se espera el anuncio de los cargos y el organigrama resultante de la nueva orientación.

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