Euskal Herria. En un nuevo aniversario del asesinato por torturas a Joxe Arregi exigen reconocimiento, reparación y garantía de no repetición

Resumen Latinoamericano 13 de febrero de 2022

A 41 años de la muerte de Joxe Arregi a consecuencia de las brutales torturas sufridas por la policía española, la Fundación Egiari Zor ha exigido a las instituciones oficializar el reconocimiento, la reparación y la garantía de no repetición, imprescindibles para acabar con el impacto de la dimensión de la tortura.

En el 41 aniversario de la tortura de Joxe Arregi por parte de la policía, la Fundación Egiari Zor celebró un acto en Zizurkil. “Dentro de los casos de tortura en Euskal Herria, la de Joxe ha sido uno de los casos más sonados, ya que las fotografías tomadas del cadáver de un compatriota que fue torturado hasta la muerte mostraron al mundo lo que estaba pasando en las comisarías”, señalaron.

Tras varios días de interrogatorios en régimen de incomunicación, ingresó con evidentes marcas de tortura en la cárcel de Carabanchel, donde alcanzó a decir a otros compañeros presos “Oso latza izan da” (ha sido muy duro). Posteriormente fallecería. Otros cinco fueron asesinados. “La muerte de Arregi no acabó con el mal legado de la dictadura franquista, y miles de vascos lo han sufrido de forma sistemática, independientemente del color del Gobierno del Estado. Como resultado ya se han verificado al menos 5.657 casos de tortura”, recordaron.

Según Egiari Zor, el plan Z.E.N (Zona Especial Norte) lanzado por el gobierno de Felipe González “permitió la detención arbitraria de miles de ciudadanos” y convirtió la tortura en una “herramienta policial”. Con ello vino la detención en régimen de incomunicación, la prolongación de la detención, la capacidad de los médicos para encubrir la tortura, y la negación de todo ello.

“Esta estrategia fue diseñada para enfrentar un proyecto político legítimo y todos los que lo compartían. Bajo el auspicio de la supuesta lucha contra ETA fueron detenidas unas 40.000 personas, de las cuales más de 30.000 quedaron en libertad sin cargos, muchas de las cuales tuvieron que ser torturadas y en prisión preventiva”, señala la Fundación.

Que lo reconozcan las instituciones

Así, esperan que pronto “las instituciones de este país inicien una investigación sobre este tema que afecta directamente a miles y miles de ciudadanos”. De hecho, dicen que hoy se ha superado el negacionismo, que se ha aceptado que la tortura ha sido una práctica sistemática llevada a cabo con total impunidad, y que eso ya es la verdad oficial.

Pero creen que aún queda mucho camino por recorrer, y por eso han hecho un llamamiento a las instituciones de Euskal Herria para que “activen cuanto antes un mecanismo rápido y eficaz de reconocimiento y reparación”.

“Las personas torturadas, al igual que otras víctimas de la violencia estatal, llevan demasiados años sin el derecho al ejercicio de la verdad, el reconocimiento, la reparación y la garantía de no repetición de la ley. Hacer leyes no es suficiente; el proceso de dignificación de las víctimas debe ser efectivo”, dijo Egira Zor- “todavía estamos lejos de superar las consecuencias reales de la violación de nuestros derechos humanos”.

“El tema del uso procesal de la tortura vuelve a ser un tema de actualidad. Esto ha afectado el pasado de muchas personas, pero hoy sigue afectando directamente el presente y el futuro de muchas víctimas de la tortura. Esta es una anomalía democrática que hay que resolver, y el silencio de la mayoría institucional y política es incomprensible por su gravedad”.

Señales en el cuerpo de Joxe Arregi despues de las torturas crueles

“No hay suficientes acciones simbólicas para condenar el uso de la tortura. Tenemos claro que el informe sobre la tortura es solo el comienzo de un largo camino por recorrer en este tema”. Ante esto, esperan que “los responsables de nuestras heridas tengan el valor suficiente para reconocer el daño causado a miles de personas en este país; Ser lo suficientemente maduros democráticamente para asumir la responsabilidad política de la tragedia causada por la violencia estatal”. También esperan que las instituciones vascas estén preparadas para no permanecer calladas ante las importantes vulneraciones de los derechos de algunos ciudadanos, que son los parámetros democráticos mínimos de convivencia, “para emprender una solución definitiva al conflicto político y sus Consecuencias”.

Fuente Naiz

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