Argentina. Resumen Gremial. Mujeres Sindicalistas movilizarán por una reforma judicial feminista/ Movilizaciones de trabajadores de la salud en Ciudad y provincia por salarios y reconocimiento profesional … (+info)

Resumen Latinoamericano, 25 de noviembre de 2021.

Con información propia y de Mundo Gremial, Info Gremiales, Noticias Gremiales, Gremiales del Sur, Enfoque Sindical, Línea Sindical, Corriente Federal de Trabajadores, Canal Abierto, ANRed, Estado de Alerta, Agencia ACTA y otras agencias.

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Mujeres Sindicalistas movilizarán por una reforma judicial feminista

Las Mujeres Sindicalistas en la Corriente Federal de Trabajadores de la CGT movilizarán este viernes por la violencia machista y para reclamar una reforma judicial feminista.

En ocasión del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, distintas organizaciones de todo el mundo se preparan para movilizar en reclamo pro el cese de la violencia machista y otras reivindicaciones.

Las Mujeres Sindicalistas de la CFT marcharán a Tribunales este viernes para sostener un reclamo de larga data que sostienen diversos colectivos: una reforma judicial feminista.

El pasado 8 de marzo fue uno de los ejes de la movilización por el Día de la Mujer. «Paramos por una reforma judicial feminista» fue una de las proclamas, para lo cual solicitaron paridad en la justicia, elección popular de jueces y juezas, juicio por jurados, y aplicación efectiva de la Ley Micaela, de capacitación en perspectiva de género.

La marcha a Tribunales que será el viernes, estaba dispuesta originalmente para este jueves 25 de noviembre, el día exacto Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Para esta jornada se esperan movilizaciones de las federaciones sindicales en todo el mundo en reclamo del inmediato cese de «la violencia de género y el acoso en el mundo laboral» y para pedir la ratificación del Convenio 190 aprobado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en los países donde todavía no se haya avanzado en ese sentido.

Los países que ratificaron el Convenio 190 fueron la Argentina, Namibia, Somalia, Ecuador, Mauricio, Grecia, Italia y Fiji; 20 naciones están en vías de hacerlo y otras se comprometieron a realizarlo.

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La diputada Sánchez Jáuregui impulsó el «Proyecto SOS rural” para asistir a víctimas de violencia de género y promovió la Ley Micaela en sindicatos

La diputada Natalia Sánchez Jáuregui reclamó por la implementación del Proyecto SOS rural, pensado para asistir casos de violencia de género en contextos rurales y que ya tiene media sanción en Diputados. “En contexto de pandemia los riesgos de violencia doméstica en zonas rurales se agudizaron«, afirmó.

En el marco del Día Internacional de la Eliminación de las Violencias contra las Mujeres la diputada provincial, Natalia Sánchez Jauregui indicó que “es una fecha muy importante para visibilizar y reflexionar sobre las violencias por motivos de género, promoviendo acciones para su prevención y abordaje integral”.

En este sentido, la referente del partido Fe remarcó que “desde la legislatura seguimos promoviendo el cumplimiento de la Ley Micaela en el ámbito sindical. Es mi compromiso que se aplique en las organizaciones gremiales y sindicales de toda la provincia de Buenos Aires a través de un proyecto para que todos los dirigentes y afiliados reciban capacitación con perspectiva de género”.

“Todas y todos podemos hacer algo para prevenir las violencias de género y es fundamental el rol del Estado y de los legisladores que acompañen y escuchen para seguir construyendo el camino”, remarcó Jauregui. «Sabemos que la violencia es devastadora y dominante en la Región, y que tiene graves consecuencias para la salud y el bienestar de las mujeres y las niñas.»

Además, la legisladora explicó que “en contexto de pandemia los riesgos de violencia doméstica en zonas rurales se agudizaron, por eso insistimos en la implementación del Proyecto SOS rural que ya tiene media sanción en diputados y busca crear un sistema de identificación de tranqueras para brindar más seguridad a los bonaerenses que vive en zonas rurales”.

“Acá también entra el abordaje de la problemática de violencia de género y este proyecto es una herramienta fundamental para ayudar a las familias”, finalizó la legisladora.

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Córdoba: paro por 24 horas de trabajadores y trabajadoras de prensa por mejora salarial

Imagen de la secretaria general del Cispren, Mariana Mandakovic, gremio de prensa que hoy se encuentra de paro por 24 horas.

Los y las trabajadoras de prensa nucleadas en el Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación de Córdoba (Cispren) llevan adelante un paro por 24 horas este jueves 25 en reclamo de un «incremento salarial igual para todas las escalas», «que se ajuste a los números de la inflación» y que su sueldo «básico equipare la Canasta Básica total que difunde el Indec». La medida de lucha se da luego que ayer por la tarde los representantes de las empresas periodísticas de Río Cuarto no asistieran a la audiencia convocada por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, además de que «tanto en Interior A e Interior B, las empresas mejoraron la propuesta, pero no satisfizo», expresó el sindicato. Por ANRed.


Así lo anunció en un comunicado el Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación de Córdoba (Cispren): «el CISPREN y las patronales discutimos en base a la ‘cláusula de revisión’, firmada cuando cerramos la primera parte de esta paritaria en septiembre. En la audiencia realizada esta tarde (por ayer), convocada por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, la parte empresaria de Río Cuarto no asistió; en tanto en Interior A e Interior B, las empresas mejoraron la propuesta, pero no satisfizo al sindicato», explicó el CISPREN los motivos de la medida de fuerza.

Asimismo, el gremio de prensa cordobés amplió: «en el caso de Capital, en el medio de la audiencia la patronal pidió un cuarto intermedio. En ese interregno, comenzaron a llegar denuncias al sindicato por parte de compañeros y compañeras – en particular de La Voz del Interior – a propósito de ‘aprietes’ e intimidaciones para desistir de la adhesión a la medida de fuerza«, denunció la CISPREN, y agregó: «frente a esta repudiable actitud de la patronal, adoptada cuando estaba en curso la audiencia paritaria, el Cispren denunció nuevamente ante la autoridad laboral ‘la mala fe negocial de los empresarios y la intimidación a los trabajadores en las empresas‘.

Finalmente, el sindicato puntualizó los reclamos del sector: «los trabajadores y trabajadoras de prensa y comunicación de la provincia reclamamos un incremento salarial igual para todas las escalas y que se ajuste a los números de la inflación, que nuestro básico equipare la Canasta Básica total que difunde el Indec», finaliza el comunicado.

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Para Yofra, Alberto perdió las elecciones por «favorecer a la clase más pudiente en estos 2 años»

Para Yofra, Alberto perdió las elecciones por «favorecer a la clase más pudiente en estos 2 años»

El titular de Aceiteros, Daniel Yofra, pidió «no alarmarse tanto con las elecciones», aunque aclaró que la derrota del oficialismo se explica por darle «la espalda a los trabajadores» y de «favorecer a la clase más pudiente en estos 2 años».

Daniel Yofra, el titular de la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina, popularmente conocidos como Aceiteros, le restó dramatismo al resultado electoral pero pidió que Alberto Fernández gobierne para los trabajadores.

«No hay que alarmarse tanto con las elecciones, hay que hacer las cosas bien. Favorecer a la clase más pudiente estos 2 años no le ha servido de nada al Gobierno», dijo Yofra en declaraciones a Radio Zónica.

«Que le haya dado la espalda a los trabajadores y desocupados no le sirvió de nada a la hora del voto», añadió el sindicalista.

Además dejó una clara crítica a la gestión de Alberto: «No tiene mano dura con los empresarios y si con los trabajadores. La balanza siempre está inclinada para el lado de los empresarios».

Respecto del cambio de autoridades de la CGT, el dirigente sostuvo que «Se incorporó Pablo Moyano, Paco Manrique y otros compañeros del Frente Sindical. Eso le va a dar un aire nuevo a la CGT».

«No se si le va a dar el oxígeno necesario para representar a todo el movimiento obrero», agregó Yofra.

Y concluyó, a modo de autocrítica: «Evidentemente hemos hecho las cosas mal como para que tengamos el 50 por ciento de los trabajadores pobres y más del 40 por ciento desocupados»

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La Justicia confirmó que Pedidos Ya debe pagar una millonaria multa por no tener registrados a sus trabajadores

(Por Jorge Duarte) El Tribunal del Trabajo N° 1 de la Provincia de Buenos Aires confirmó que existe relación de dependencia entre los repartidores y Pedidos Ya. Además, ratificó la multa millonaria que la gestión de Axel Kicillof le impuso a la empresa por no haberlos registrado. Había ocurrido lo mismo con Rappi y Glovo.

En un fallo que puede detonar un cambio profundo en un mercado de trabajo atravesado fuertemente por las plataformas digitales, el Tribunal del Trabajo N° 1 de la Provincia de Buenos Aires confirmó que existe relación de dependencia entre Pedidos Ya y sus repartidores.

Lo hizo al analizar la apelación que compañía había interpuesto ante la multa que el Ministerio de Trabajo de Axel Kicillof le impuso en el marco de un operativo de fiscalización. En aquella oportunidad se encontró con que los empleados de la firma no estaban registrados. Lo mismo ocurrió con los de Rappi y los de Glovo.

Para los jueces lo decidido por el Gobierno bonaerense es parte del cumplimiento con el artículo 39.1 de la Constitución bonaerense que «obliga al estado provincial a fiscalizar el cumplimiento de las obligaciones del empleador y ejercer en forma indelegable el poder de policía en materia laboral».

En lo más jugoso del fallo, al que accedió en exclusiva InfoGremiales, se explica que «la empresa, más allá de sostener lo contrario en algún pasaje de su defensa, admite la prestación de servicios por parte de los repartidores a quienes se vincula mediante un contrato comercial -que adjuntó como prueba instrumental-, mediante los cuales desarrolla su objeto de explotación, esto es el delivery de comidas y paquetería a domicilio, dentro de lo que denomina e-commerce».

Entre las definiciones más contundentes se señala que «no caben dudas» que «recaía sobre la empresa la carga de demostrar el carácter no laboral de la vinculación que reconoció haber mantenido con los repartidores».

Según los magistrados Repartos Ya, bajo su nombre de fantasía Pedidos Ya, no logró «acreditar las características de la relación jurídica por ella invocada (trabajo autónomo, contrato de locación de servicios), imperativo de su propio interés que claramente no cumplió en la especie».

También se apoyan en las últimas sentencias de la Suprema Corte provincial que «viene sosteniendo invariablemente que si la persona sindicada como empleadora admite el hecho de la prestación de servicios, pero niega la existencia de una relación laboral -argumentando una de distinta naturaleza-, a ella incumbe la prueba de la alegada vinculación en virtud de lo dispuesto por el art. 375 del Código Procesal Civil y Comercial. De no satisfacer dicha carga, rige la presunción que los trabajos se efectuaron en relación de dependencia».

Para los jueces «en el caso obran elementos que permiten corroborar el acierto de la decisión adoptada por la autoridad administrativa en punto a considerar la naturaleza laboral de los vínculos habidos entre Repartos Ya S.A. y los denominados «riders».

Por último, advierten que entre la empresa y sus repartidores existe subordinación técnica, existe subordinación jurídica, y existe subordinación económica.

El origen de la sanción

En junio de este año el Ministerio de Trabajo bonaerense impuso severas multas a las empresas de delivery a través de plataformas digitales, Pedidos Ya, Glovo y Rappi. Fue por el registro durante 2020 de incumplimientos a la normativa laboral, que afectan los derechos de los trabajadores.

Las cifras de las multas fueron millonarias en los 3 casos. En el caso de Glovo, que vendió sus operaciones en el país a Pedidos Ya en septiembre del año pasado, sus multas recaerán sobre el comprador.

La decisión fue resultado del relevamiento de 172 trabajadores en el marco de las inspecciones realizadas en La Plata, San Isidro, Vicente López, Avellaneda, Lanús, Lomas de Zamora, Quilmes y La Matanza en las que se detectó la falta de cobertura en materia de salud laboral, así como la falta de pago de aguinaldo y el otorgamiento de vacaciones entre más del 97% de las y los trabajadores relevados.

Una de las protestas de repartidores de Pedidos Ya, Rappi y Glovo
Una de las protestas de repartidores de Pedidos Ya, Rappi y Glovo

Asimismo, la enorme mayoría no contaba con ART o seguro ante riesgos del trabajo y, en aquellos casos que indicaron tener alguna cobertura, en general se trataba de seguros de accidentes o contra terceros financiados por las y los trabajadores, a título personal.

A lo largo de las inspecciones, los funcionarios actuantes constataron la existencia de trabajo no registrado o de deficiente registración en algunos casos, como así también que las firmas no proveían, en su gran mayoría, los elementos de protección personal (EPP), ni cumplían con los protocolos de higiene y salud en el trabajo por la emergencia sanitaria por Covid-19.

En cuanto a la forma de organización del trabajo propiamente, es decir respecto a quién da las órdenes, dirige las tareas y/o supervisa el trabajo, el reconocimiento de la responsabilidad de las empresas es contundente. El 94% de los trabajadores reconocieron a la Empresa, a través de la misma APP y/o de la figura de un supervisor/a o referente, como quién establece la forma de trabajo y control.

Es de destacar que el 42% de las personas relevadas dijo haber padecido un bloqueo o suspensión de su cuenta por parte de la APP. En caso de recibir malas calificaciones, por parte de los usuarios del servicio, el 87% de los trabajadores manifestó que existían consecuencias por ello, tales como la baja en el ranking, lo cual repercute en una menor asignación de trabajo incidiendo en la pérdida de ingresos. Se evidenció así un elevado nivel de control, supervisión y evaluación por parte de las empresas sobre los trabajadores.

El 73% de las personas relevadas trabajaban los 7 días de la semana, es decir sin jornada de descanso. A esto se le sumaba la intensidad de la carga horaria diaria promedio: el 53% trabaja 9 horas o más por día.

En el 60% de los casos quienes llevaban adelante la tarea de reparto de las apps de delivery eran jóvenes menores de 30 años, y varones en el 91% de los casos. Asimismo, cuatro de cada diez eran migrantes.

Es por todo ello, y al encontrarse comprobada la existencia de una relación de dependencia laboral, que las empresas fueron señaladas como responsables por los incumplimientos constatados y multadas en consecuencia.

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Gremio de televisión denunció despidos ilegales y acusó a Merco Comunicaciones por incumplir la ley

La conducción nacional del Sindicato Argentino de Televisión, Telecomunicaciones, Servicios Audiovisuales, Interactivos y de Datos (Satsaid) denunció que «la empresa Merco Comunicaciones desconoce la ley» y afirmó que despidió en Formosa de forma «injustificada e ilegal» a dos trabajadores, informó la entidad gremial.

El sindicato, que integra la Corriente Federal de Trabajadores (CFT) en la CGT y conduce Horacio Arreceygor, repudió la decisión de la compañía y detalló que de forma «injustificada e ilegal» despidió en Formosa a los trabajadores Sergio Ruiz Díaz y Federico Sotelo, este último también secretario administrativo de la filial provincial.

«Con el pretexto de un incidente menor, la firma cesanteó a ambos y mantiene una actitud inflexible ante el reclamo de los trabajadores, que exigieron su reincorporación y realizaron medidas de fuerza en apoyo de los compañeros», indicó un comunicado.

El Satsaid rechazó los despidos y reclamó su revisión, y solicitó a la compañía que respete las normas vigentes, pero «la firma mantiene una postura intransigente», dijo.

«El problema de Merco no es con un supuesto acto de indisciplina de dos trabajadores sino con las leyes laborales y con el sindicato, que reclama lo que le corresponde a cada uno y exige que respete a sus empleados», señaló el documento de prensa.

El gremio presentó un recurso judicial en demanda de la reincorporación de Sotelo y «se puso a disposición de Ruiz Díaz para asistirlo y acompañarlo en sus derechos».

La empresa Merco Comunicaciones, del Grupo Gualtieri, incumplió «una vez más sus obligaciones de respeto a los trabajadores, a los convenios colectivos y a la legislación laboral vigente, por lo que continuarán las acciones», concluyó el sindicato.

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Uno de los empresarios más ricos del país logró una reforma laboral a la baja con el Sindicato de ceramistas de Olavarría y la Federación la dio vuelta

Se trata de Ignacio Noel, el empresario dueño del Grupo Canteras Cerro Negro, quien logró un acuerdo salarial a la baja en la ciudad bonaerense de Olavarría, con la avenencia del sindicato local. Contra esta negociación, la Federación Obrera Ceramista conducida por Domingo Moreyra apeló a la Justicia y consiguió un dictamen en el Ministerio de Trabajo que se ordena el cumplimiento de los convenios colectivos.

El exitoso empresario Ignacio Noel es dueño del Grupo Canteras Cerro Negro, también presidente del holding Sociedad Comercial del Plata y además titular de la subsidiaria Morixe, especialmente pujante durante la pandemia de Covid-19.

Uno de sus múltiples intereses está puesto en el gremio ceramista por el que tiene varias varias canteras de extracción, una de ellas en la ciudad bonaerense de Olavarría. Allí fue donde logró un acuerdo salarial a la baja con la aprobación del Sindicato Obrero y de Empleados Ceramistas de Olavarría (SOECO) bajo la amenaza de que la empresa estaba en dificultades económicas.

Lo que llamó la atención es que en otras empresas del Grupo como Cerámica Cormela de Campana y Cerro Negro de Córdoba, los dirigentes de los sindicatos locales se negaron a firmar el acuerdo que perjudicaba los salarios de los trabajadores.

Por su parte, la Federación Obrera Ceramista conducida por el histórico dirigente gremial Domingo Moreyra, apeló al Ministerio de Trabajo y consiguió un dictamen que fija posición en cuanto a los posibles acuerdos de empresa-sindicato filiales que firman acuerdos a la baja salarial o con pérdida de derechos de los trabajadores.

Noel había conseguido una reforma laboral para su planta de Olavarría
Noel había conseguido una reforma laboral para su planta de Olavarría

Concretamente se evitó la homologación del convenio de empresa por parte de Trabajo, por lo que rigen el Convenio Colectivo de Trabajo del sector.

Desde la Federación expresaron: «Este gremio de base cuyo Secretario General es Pedro Garay y su Adjunto Juan Bustamante, habían pedido junto y en complicidad con la empresa Canteras Cerro Negro, la homologación del acuerdo a la baja pero tuvieron un duro revés con el dictamen de la Dirección Nacional de Relaciones del Trabajo, Dra Gabriela Marcello.»

Miguel Vales, dirigente opositor del sindicato de base de Olavarría SOECO, por su parte manifestó: «Gracias a la FOCRA y al Ministerio de Trabajo, hoy los derechos entregados por Garay y Bustamante a la empresa perdieron efectividad. Es un día de justicia para con los Trabajadores, quienes percibían salarios inferiores con respecto a otras empresas de la actividad, poniéndolos en una condición de trabajadores de segunda. Los empresarios en complicidad con estos pseudo dirigentes tienen que entender que los Convenios Colectivos están para cumplirse.»

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Sigue impactando el dato: uno de cada tres hogares que era de clase media, ahora es pobre

Aunque no lo reconocen al ser consultados, por su capacidad de ingresos, un tercio de los integrantes de la clase media, cayeron en la pobreza en los últimos cuatro años. Es que la clase media argentina ha ido perdiendo poder adquisitivo. Tanto es así que hoy el nivel de vida de este sector socioeconómico no se condice con los ingresos que entran al hogar. De ahí la realidad dura de asumir: uno de cada tres hogares que era de clase media es pobre.

Según informó la semana pasada el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), una familia tipo -conformada por dos adultos mayores y dos menores- necesitó en octubre de $30.925 para satisfacer las necesidades energéticas y proteicas mínimas, número que delinea el umbral de indigencia. La cifra asciende a un mínimo de $72.365 por familia para cubrir otros bienes y servicios no alimentarios, y así no ser considerados pobres.

Durante el cuarto trimestre de 2017, previo a la crisis del gobierno anterior, sólo el 14% de los hogares de clase media era pobre. Ese número más que se duplicó con la crisis de 2018, la de 2019 y la cuarentena de 2020 y, para el primer trimestre de 2021 (últimos datos disponibles), el 33% de los hogares de clase media fueron pobres”, detalla.

El estudio señala que de acuerdo con la metodología del INDEC “una persona es pobre si vive en un hogar que no cubre una canasta básica”. Así, en la Argentina la pobreza se calcula utilizando el método del ingreso.

Para calcular el porcentaje de personas pobres, el INDEC contrasta la línea de cada hogar con su respectivo nivel de ingresos y, si estos superan el referido umbral, el hogar no se considera pobre.

Si, por el contrario, los ingresos son inferiores a la línea de pobreza de ese hogar, todos sus integrantes sí lo serán. Pero el trabajo de Ecolatina alerta que “los actuales niveles de pobreza pueden no ser el techo” en la Argentina.

“Observamos que un alza de los precios de 10% aumentaría la pobreza en 6%”, alertó Ecolatina. Por el contrario, un incremento de los ingresos 10 puntos superior al de los precios, la reduciría en 6%.

“Los riesgos no son simétricos y, dada la cantidad de precios que mantienen hoy un valor artificial producto de imposiciones del Gobierno (productos de consumo masivo, bienes transables que siguen la evolución de un tipo de cambio apreciado, servicios privados cuyo precio está controlado por el Gobierno, servicios públicos congelados), es probable que el diferencial entre ingresos y precios sea negativo una vez que estos controles se levanten”, advirtió.

El trabajo de Ecolatina señala que “las miradas que hacen foco sobre la línea de pobreza y la que se concentra en los niveles socioeconómicos son complementarias”.

“La primera habla de las capacidades materiales de un hogar, la otra de sus pautas de consumo y su capital humano. En el uso de ambos enfoques al mismo tiempo es que encontramos análisis que nos pueden ayudar en el proceso de toma de decisiones”, considera.

Lo cierto es que la mayoría de nuevos pobres no se reconoce todavía como tal, se sigue considerando clase media, por sus condiciones socio culturales y sus hábitos y costumbres. Lo cierto es que,  límites como tener que cambiar los hijos de colegio o dejar la salud privada para pasar a la pública son los indicios que hacen tomar consciencia de la realidad en el descenso piramidal de los estratos de clase.

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Movilizaciones de trabajadores de la salud en Ciudad y provincia por salarios y reconocimiento profesional

Este miércoles se llevaron adelante diversas protestas de trabajadores de la salud en la Ciudad y en la provincia de Buenos Aires. En el ámbito porteño, la Asociación de Licenciados en Enfermería (ALE) y otras organizaciones del sector realizaron la segunda “marcha de las antorchas” en reclamo del “reconocimiento profesional, un bono de 100 pesos y pase a planta permanente” y otras demandas. En provincia, profesionales de la salud de ATE, CICOP y el Foro de Salud se movilizaron frente al Hospital de San Isidro, exigiendo derecho a la paritaria y el pase a planta, especialmente de los licenciados en enfermería que están en la carrera no profesional.

La primera “marcha de las antorchas” se realizó el pasado 21 de mayo, en el Día Internacional de enfermería, exigiendo el pase de la carrera profesional. En la Ciudad enfermería quedó afuera del pase a la carrera profesional que comenzó a regir a fines de 2018, quedando enarcados en la Ley 298 de Ejercicio de Enfermería, con lo que los trabajadores del sector cobran casi un 30% menos que un profesional de salud. Así se ven obligados a trabajar módulos dobles, sumando 12 horas diarias para poder redondear un sueldo digno. Los profesionales de salud también pueden hacer lo que se conoce como “guardias aplanadas”, distribuyendo las guardias en sus jornadas diarias, una posibilidad que los enfermeros no tienen.

Desde el sector enfermería reclaman que estuvieron en primera línea en la lucha contra la epidemia de coronavirus, sin que esto se tradujera en ningún reconocimiento oficial desde la Ciudad, un tema que podría resolverse con un simple decreto del Jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta. “La vocación no justifica la explotación”, remarcan. La marcha de este miércoles cuenta con la adhesión de la Asociación de Profesionales y Técnicos del Garrahan, de CICOP, de AGHIM (hospital Moyano), de la Federación de Profesionales de CABA, de la Comisión Interna del Hospital Italiano, del personal del Hospital Posadas, de autoconvocados de La Matanza, de La Plata, de la Agrupación Celeste de SUTECBA (opositora a Genta, en ese gremio) y otros sectores. La movilización será a partir de las 18 horas desde Plaza Congreso hacia Plaza de Mayo.

En tanto, desde la Cicop (integrante de la Federación Sindical de Profesionales de la Salud, Fesprosa) llevaron previamente adelante un reclamo frente al Hospital de San Isidro, exigiendo derecho a la paritaria y el pase a planta. Estas medidas de fuerza se desprenden del Congreso de Delegados realizado el pasado viernes 19 de noviembre, que ratificó la “lucha por la reapertura de la paritaria 10.471 y un justo reconocimiento al equipo de salud”.

“A poco más de un mes para que finalice el año en curso y con un proceso inflacionario que alcanzará alrededor de un 50%, es imperiosa la reapertura de la discusión salarial. El gobierno ha publicado datos duros mostrando un crecimiento económico para el 2021, que según dicen continuará con un saldo positivo durante el próximo período. Ese crecimiento aún no se ha reflejado en los salarios ni en una mejora en la calidad de vida de los sectores populares. Los pagos de la deuda y el próximo acuerdo con el FMI condicionan seriamente la situación laboral y salarial”, explicaron desde el gremio. En ese contexto, además de las movilizaciones de este miércoles, se convocó a un “paro activo con movilización” en ciudad de La Plata para el viernes 3/12.

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Multitudinaria manifestación por la zonificación minera en la Meseta del Chubut

Fue este sábado por la tarde. La convocatoria reunió a más de 1.000 vecinos de toda la región que estuvieron acompañados por referentes de la Unión Obrera de la Construcción encabezados por Mateo Suárez, secretario general en la zona del Valle Inferior del Chubut y Madryn. Reclamaron a los diputados que aprueben el proyecto para generar empleo y oportunidades en la región.

Multitudinaria manifestación por la zonificación minera en la Meseta del Chubut

Vecinos de la Meseta del Chubut, intendentes de la región, referentes sociales y de comunidades originarias, representantes gremiales y trabajadores de las seccionales Puerto Madryn, Paso de Indios y Esquel de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA) se congregaron este sábado en Gastre para pedir por la aprobación del proyecto de ley de zonificación minera y, de esa manera, generar fuentes de empleo y de oportunidades de desarrollo en la zona.

El epicentro de la actividad fue el Gimnasio de Gastre, donde junto a más de 1.000 vecinos de Telsen, Gan Gan, Gastre, Lagunita Salada y Paso del Sapo estuvieron los presidentes comunales de la localidad anfitriona, Genaro Pérez; de Telsen, Leonardo Bowman; el intendente de Paso de Indios, Mario Pichiñán; referentes de la Cámara de Servicios, Comercio, Turismo e Industria de la Meseta del Chubut (CAMECCh) encabezados por su presidente, Carlos Montenegro; el secretario general de la UOCRA en la zona del Valle Inferior y Puerto Madryn, Mateo Suárez; Irma Icasate, de la comunidad aborigen de Lagunita Salada y Cerro Bayo; Francisco Chiquichano, de la comunidad aborigen de Blancuntre; y representantes de las comunidades de Taquetren, Yala Laubat, Gorro Frigio y El Puntudo.

Los jefes comunales coincidieron en agradecer al Gobierno Provincial por haber presentado en noviembre del año pasado el proyecto de zonificación minera en la Meseta, que lleva el número 128/20; y en pedir a los diputados provinciales chubutenses que tomen la determinación de votar el proyecto.

“Hace 17 años que vengo luchando por el desarrollo de la minería en nuestra Meseta”, dijo Mario Pichiñán.

En tanto, Genaro Pérez manifestó: “Somos Gastre, un pueblo que merece ser escuchado, que merece no ser olvidado y postergado”, y agregó: “Acá hay una verdadera lucha, genuina, sin ideologías y desigual: la lucha por el trabajo, por no perder nuestra identidad”.

“Telsen, Gan Gan, Gastre, Lagunita Salada, Blancuntre y las demás aldeas pueden desaparecer si nos siguen postergando”, añadió.

“Queremos progreso, trabajo, desarrollo, integración, reconocimiento, ser parte de Chubut y de Argentina. Por eso alzo la voz y digo: queremos minería”, finalizó.

Por su parte, Mateo Suárez hizo referencia a la importancia de que antes de fin de año se sancione el proyecto, y dijo que los trabajadores de la UOCRA “van a estar presentes para asegurar el trabajo de la gente de los pueblos de la Meseta, respetando su lugar, en primera instancia”, para luego extender las posibilidades a quienes puedan desarrollarse a partir de la zonificación.

Irma Icasate, de la comunidad originaria de Lagunita Salada y Cerro Bayo, se presentó como una productora que quiere que se desarrolle la Meseta para tener los mismos beneficios que en las localidades más pobladas de Chubut, y “no seguir acarreando leña para calefaccionarnos, y luchar contra la escasez que nos ofrece en este momento la ganadería”.

La actividad cerró con una caravana en la que participaron los vecinos y referentes que concurrieron al acto y que recorrió las calles de Gastre bajo la consigna “Queremos decidir”.

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Viernes: Paro del transporte de pasajeros de corta y media distancia del interior del país

Viernes: Paro del transporte de pasajeros de corta y media distancia del interior del país

La UTA anuncia para el viernes paro de actividades por 24 horas en los servicios de colectivos del interior del país, en reclamo del otorgamiento de una suma fija de 27.000 pesos y un aumento general de 11%, informaron gremiales.

La Unión Tranviarios Automotor señaló que “No vamos a permitir salarios por debajo de la inflación. Por eso hemos resuelto un paro actividades por 24 horas para todos los trabajadores del transporte de pasajeros de corta y media distancia del interior del país, desde las 00 horas del viernes 26 del corriente”.

“Fuimos claros en nuestro pedido, pretendemos para los trabajadores del interior, el mismo incremento salarial que se ha acordado hace ya mas de un mes con nuestros compañeros del AMBA. Los tiempos de los trabajadores se han agotado, sin alcanza un acuerdo que contemple nuestros legítimos intereses”, subrayan desde la UTA

En declaraciones a Télam, Mario Calegari, jefe de prensa de la UTA, afirmó que “El próximo viernes se realizará un paro de actividades por 24 horas para todos los servicios del interior del país únicamente… es para (los choferes de colectivos) el interior del país y los motivos que la generan son la falta de un diálogo y arreglo en la situación salarial. Nosotros nos hemos reunido con las cámaras empresarias del sector, con Fatap exclusivamente, y no hemos encontrado una respuesta positiva a los reclamos de los trabajadores”

“Entonces hemos decido este paro de actividades para el viernes, por 24 horas en todo el interior del país, menos en la región AMBA y Capital Federal”, añadió el dirigente gremial.

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Trabajadores de tabacalera Sarandí denunciaron internacionalmente al Estado argentino por violación de derechos humanos

Trabajadores de tabacalera Sarandí denunciaron internacionalmente al Estado argentino por violación de derechos humanos

Sindical / Nacionales / Info Gremiales /3 temas24NOV

Los trabajadores de tabacalera Sarandí acusaron al Estado argentino ante la Corte Interamericana por violar sus derechos humanos. Señalan que al imponer un sistema tributario que reserva el «mercado a las grandes tabacaleras multinacionales», los deja sin empleo.

Casi 300 trabajadores de la pyme Tabacalera Sarandí S.A. presentaron una denuncia contra el Estado, en función de hechos que —según se desprende de los términos de la presentación— resultan constitutivos de diversas violaciones a los derechos humanos contenidos en la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, la Convención Americana de Derechos Humanos y el Protocolo de San Salvador.

Según los trabajadores los delitos son: acceso a la justicia, derecho al recurso, derecho al trabajo y ejercer industria lícita, derecho a la propiedad, principio de igualdad y no discriminación.

En concreto, la denuncia expone «la existencia de un nuevo sistema normativo que establece una ecuación tributaria, que resulta inequitativa y desproporcionada para las empresas que previo a la promulgación de la ley de impuesto mínimo (llamada ley Massalin) practicaban precios inferiores al monopolio del tabaco».

«Esto generaría un claro beneficio a los elaboradores de producto de mayor precio, reservando mercado a las grandes tabacaleras multinacionales. La situación expuesta somete a las pequeñas tabacaleras locales a una carga tributaria que impone que, de cumplir con la ley, se llegará a un irremediable estado de cesación de pagos que impedirá a la continuidad de las actividades y que privará a cientos de personas de empleo y el sustento para sus familias. De allí que los trabajadores directamente hayan tomado la iniciativa para la formulación de la denuncia ante el organismo internacional», afirman.

Del mismo modo, en la denuncia también se expone que «paradójicamente, el nuevo sistema perjudica también al Estado, no solo al generar un contribuyente menos de quien puede hacerse de ingresos para acrecentar las arcas del Estado por la recaudación impositiva, sino que también y, en definitiva, reduciendo a la pobreza a todos los trabajadores involucrados».

La presentación realizada busca que la Comisión someta el caso a la Corte IDH, a fin de que eventualmente condene al Estado por las violaciones denunciadas y, a modo de reparación el Estado deje sin efecto la decisión de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (en virtud del precedente en este sentido «Fontevecchia»).

Adicionalmente inste al Estado para que adopte las medidas necesarias para modificar la normativa vigente en materia tributaria (en función del precedente «Kimel») situación procesal que les permitiría a los trabajadores asegurar la continuidad de sus fuentes de trabajo.

Maximiliano Rusconi, profesional que acompaña la presentación, sostuvo que «…la denuncia ya fue recibida por la Comisión y, como consecuencia de ello, se generaron dos trámites ante el mencionado organismo; uno por la cuestión de fondo planteada y, el otro, por la medida cautelar que se solicitó. La situación de los trabajadores es verdaderamente desesperante, genera mucha angustia y dolor no solo en ellos, sino también en sus familias a causa de la violación de diversas garantías constitucionales generadas por la sanción de una reforma tributaria realizada ‘a medida’ de las Grandes Tabacaleras para obtener aún mayores beneficios, y perjudicar a la competencia, las pequeñas tabacaleras locales».

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Empresa de limpieza lo amenazó con inventarle una causa para obligarlo a renunciar y se encadenó en la puerta de Arcor

Empresa de limpieza lo amenazó con inventarle una causa para obligarlo a renunciar y se encadenó en la puerta de Arcor

Sindical / Nacionales / Info Gremiales /2 temas24NOV

Se trata de la empresa de limpieza LX Argentina SA que presta servicio de higiene industrial en una de las plantas de la alimenticia Arcor. Denuncia que lo amenazaron con inventarle una causa por robo para forzarlo a que renuncie pero el trabajador no cedió. Desde el STIA lo acompañan.

Tras presionarlo para que renuncie, y que el trabajador de nombre Diego se rehúse, la empresa de limpieza lo despidió sin más. Decidió encadenarse a la oficina que LX Argentina SA tiene dentro de la planta de Arcor ubicada en Córdoba.

Así lo explicó Luis Jones, delegado del Sindicato de Trabajadores de la Industria Alimencitia (STIA): «La empresa se maneja de esa manera en complicidad con Arcor.«, disparó.

«Hay un sinnúmero de chicos que los toman, los tienen 3 meses y los despiden sin pagarles el sueldo. Te encontrás con estos abusos y atropellos a la gente que necesita trabajo.», señaló directo a LX Argentina.

Y agregó: «No le dieron otra opción. Llegado a la instancia que él no renuncie para irse con su legajo limpio, lo despiden, como ya lo han hecho con seis chicos más ya pero él decidió por su necesidad económica encadenarse en la oficina que la empresa tiene acá.»

El trabajador había ido a renunciar pero cuando salió del correo con el telegrama en la mano lo pensó dos veces, volvió y lo anuló. «Yo ahí recapacito y me dije ‘No puede ser que me deje llevar por delante’, si yo no he hecho nada malo, no he robado, no he hurtado, nada.»

Lo llamaron para avisarle que estaba despedido y que ya no se presentara. Ahí tomó la decisión: «Me encadeno acá en forma de reclamo hasta que solucionen mi situación.». Todavía espera.

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Observatorio Gremial

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Crítica de “Retiros (in)voluntarios” de Sandra Gugliotta, historias de neoliberalismo

Sandra Gugliotta (La toma, Arrebato) toma una historia personal en este documental de denuncia donde muestra el lado oculto de las políticas neoliberales: los daños psicológicos que causan depresión y hasta suicidios en los trabajadores damnificados. 

   

CRÍTICAS Por Emiliano Basile

Una investigación exhaustiva como si se tratara de un riguroso policial, atando cabos y sacando conclusiones, demuestra un accionar sistemático y perverso de las empresas para provocar los retiros “voluntarios” sin necesidad de echar a sus empleados y tener que lidiar con un “conflicto sindical”.

La historia comienza con una ola de suicidios en Francia. La información es difusa y a simple vista parecen adjudicarse a problemas emocionales de los fallecidos. Pero basta tirar de la cuerda para descubrir que la mayoría eran empleados de France Telecom, la compañía de telecomunicaciones que decidió reestructurar su planta e “invitar” al retiro a sus empleados.

Pero no se trata de una negociación en condiciones dignas: la empresa opta por activar un plan de denigración psicológica en sus trabajadores, que ataca su autoestima, relaciones sociales y familiares y que llegó a humillaciones tales que provocaron hasta la muerte en muchos casos.

Los testimonios impactan por la brutalidad de lo narrado: Cambio constante de puestos de trabajo, aislamiento físico de sus compañeros, tareas inútiles o sobrecarga de actividades, conjugaron un organizado hostigamiento psicológico de los empleadores con el fin de deshacerse -de la peor manera- de su personal. La tortura emocional produjo infinidad de historias tan trágicas como increíbles que escuchamos a lo largo y ancho de este documental.

Sandra Gugliotta parte de la historia de su padre, ex empleado de Entel que recibió un trato similar ante la privatización de la empresa. De esta forma traza un paralelo entre el modus operandi de la empresa de telecomunicaciones en Francia y Argentina, para ir de lo particular a lo general, y exponer un accionar inhumano que trasciende fronteras.

Una película sorprendente por las anécdotas retratadas y por la impunidad legal de las empresas para llevar a cabo sus operaciones, con material de archivo que se presenta en el momento indicado para llegar a las peores conclusiones imaginadas.

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“La clase obrera es la que mantiene este país y el mundo entero”: la contundente reflexión sobre la plusvalía de un manifestante en Cádiz

Como ya sabrán, los trabajadores de la Bahía de Cádiz llevan ya una semana en huelga en defensa de sus puestos de trabajo. Todos los días ha habido protestas y concentraciones. Los medios de comunicación están cubriendo profusamente las movilizaciones de los trabajadores. Uno de los asistentes a estas concentraciones ha captado toda la atención de la legión tuitera con una interesante reflexión sobre la plusvalía, la riqueza y la clase obrera.

Es todo un compendio sobre política económica en apenas 40 segundos. Es difícil decir más con menos. “El trabajador produce riqueza, el rico se queda con la riqueza. Si produjese riqueza se llamaría trabajador. Queremos pedir justicia equitativa para la clase obrera, que es la que mantiene este país y el mundo entero”, afirma este trabajador.

Fuente: Público

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El nuevo proletariado de servicios, valor e intermitencia: La vigencia (y la venganza) de Marx

Por Ricardo Antunes

Estos nuevos contingentes de la clase trabajadora vienen desempeñando un papel destacado en el desencadenamiento de nuevas luchas sindicales, sociales y políticas

Para trabajar productivamente, ya no es más necesario hacerlo con las propias manos: basta, ahora, con ser un órgano del trabajador colectivo, ejecutar cualquiera de sus subfunciones (Marx, El capital, Libro II).

1. El proletariado intermitente global

En plena era del capitalismo informacional-digital, bajo una rigurosa hegemonía financiera, un número incalculable de trabajadores y trabajadoras se encuentran en situaciones cada vez más inestables y precarias de trabajo y contribuyen a ampliar el subempleo y la desocupación.[2] Y, paralelamente a esta ampliación del contingente global de trabajadores y trabajadoras en lucha por la búsqueda de trabajo, hay una reducción monumental de los empleos. Cuando encuentran alguna labor, lo hacen en los trabajos ocasionales, intermitentes, sea en el call centertelemarketing, hotelería, hipermercados, fast-food, el gran comercio, fábricas flexibles y empresas en general. Lejos de aquello que el ideario dominante pomposamente denomina “la nueva clase media”, lo que se expande explosivamente por el mundo son los precarios, los intermitentes globales, los superfluos, que corroboran las tesis de la precarización estructural del trabajo.

Voy a dar aquí solamente algunos ejemplos emblemáticos de esta precarización estructural. En Portugal, en marzo de 2011, explotó el descontento de la “geração à rasca“.[3] Millares de manifestantes, jóvenes e inmigrantes, precarizados y precarizadas, desocupados y desocupadas, calificados o no, imprimieron a sus revueltas movimientos como el de los Precari@s inflexibles. Simultáneamente, en España deflagró el movimiento de los indignados, jóvenes luchando contra las altas tasas de desocupación que les impedían cualquier perspectiva de vida digna. Estudiando o no, son candidatos preferenciales para el desempleo o, en la mejor de las hipótesis, al trabajo precario.

En el mismo año, en Inglaterra, sucedió un fuerte levantamiento social que se inició después de que un trabajador taxista negro fuera asesinado por la policía. Jóvenes pobres, negros, inmigrantes, desocupados/as, inicialmente en los barrios de Tottenham y Brixton, se sublevaron y fueron responsables de la primera gran explosión social en Inglaterra después del Poll Tax, revuelta que sepultó el gobierno de Thatcher.

En los EEUU, casi simultáneamente, floreció el movimiento de masas Occupy Wall Street, denunciando la hegemonía de los intereses del capital financiero, con sus nefastas consecuencias sociales: el aumento de la desocupación y del trabajo precarizado que alcanzó aún más duramente a las condiciones de vida de las mujeres, de los negros y de los inmigrantes.

En Italia, anteriormente, con la eclosión conocida como MayDay en Milán en 2001, floreció la revuelta del precarizado, luchando por derechos y por una representación autónoma de los jóvenes, inmigrantes, calificados o no calificados, desprovistos de derechos (ver San Precario, http://www.precario.org/). En Nápoles se desencadenó también un movimiento similar al del “precariato”), el Clash City Workers. Según su definición: “Clash City Workers es un colectivo de trabajadores y trabajadoras, desocupados y desocupadas, denominados ‘jóvenes precarizados’. La traducción de nuestro nombre significa algo así como ‘trabajadores de la metrópolis en lucha’. Nacido a mediados de 2009, somos activos particularmente en Nápoles, Roma, Florencia, Padua, Milán y Bérgamo…”. De ahí la denominación de “precariato” (en italiano) que se torna cada vez más visible y global (http://clashworkers.org/chi-siamo.html).

¿De dónde surgen las raíces de estos movimientos?

Ellos son expresión de un mosaico social perverso, del cual el zero hour contract (contrato de cero horas) es emblemático. Se trata de una movilidad de trabajo que florece en el Reino Unido y en otros países donde los contratos no tienen determinación en horas. Trabajadoras y trabajadores (siempre también en femenino, dada la división socio-sexual del trabajo) de las más diversas actividades quedan a disposición esperando on line una llamada. Y, cuando la reciben, cobran estrictamente por lo que hicieron y no reciben nada por el tiempo que estuvieron a la espera. Y los capitales informáticos de la era financiera, en una ingeniosa forma de esclavitud digital, se valen cada vez más de esa pragmática de flexibilización total del mercado del trabajo. En el Reino Unido, según los sindicatos, ellos ya totalizan más de un millón de trabajadores y trabajadoras, especialmente en el sector de servicios.

Uber es otro ejemplo más que emblemático: trabajadores y trabajadoras, con sus instrumentos de trabajo (autos), pagan sus gastos de seguro, manutención, alimentación, etcétera. Mientras tanto, la “aplicación”, en verdad, una corporación global practicante del trabajo flexible, se apropia del sobretrabajo generado por los servicios de los conductores, sin preocuparse con relación a las obligaciones laborales. La diferencia principal en relación con el “contrato de cero horas” es que Uber no puede rechazar trabajo. Si así lo hiciera, después de algunas llamadas, estará definitivamente descartado.

El sistema de “metas” y los ritmos intensificados de trabajo, impuestos cotidianamente en el universo del trabajo, acarrean el aumento de los acosos, enfermedades, depresiones y suicidios. Los acosos que ocurrieron recientemente, a fines de 2017, en la empresa Uber, asumieron tal dimensión que llevó incluso a la renuncia de su CEO.

Es por eso que, en este mundo del trabajo digital y flexible, el diccionario empresarial no para de “innovar”. Véase nuestro ejemplo brasileño: ocasionales, intermitentes y flexibles en las más distintas actividades de servicios, como electricistas, trabajo de care (cuidadoras), médicos, abogados, profesores, bancarios, etcétera. Existen también los “emprendedores”, un ejemplo de propietarios y proletarios de sí mismos, para recordar las pistas seminales de Marx, cuando trató en El capital, del pago de salario por pieza.

Otro ejemplo reciente de estas formas disfrazadas de explotación del trabajo encontramos en Italia, donde se desarrolló hasta 2017 una modalidad de trabajo ocasional, el trabajo pago por voucher. Los asalariados cobraban un voucher por las horas de trabajo efectivas según el salario mínimo (hora) oficial. Por si no bastase ese desprecio (que podríamos denominar como “precariato legal”, ya que esta modalidad de trabajo era “legalizada”), el empresariado ofrecía también trabajos excedentes por valor inferior al voucher, expandiendo la variante de “precariato ilegal”. Y, al hacerlo, demostraba que el proceso de precarización del trabajo es ilimitado para los capitales globales. No fue por otro motivo que esa modalidad de trabajo fue repudiada por la clase trabajadora, que exigió un plebiscito sobre el tema. Sabiendo que sería derrotado, el gobierno de “sinistra” Matteo Renzi decidió suspender esa modalidad de pago a inicios de 2017. Por eso, además de los movimientos más autónomos de representación de los precarizados que indicamos anteriormente, esta corrosión de los derechos del trabajo ha generado también nuevas formas de representación sindical para este nuevo contingente más precarizado del proletariado, como es el caso de la Confederación Unitaria de Base (CUB) y más recientemente de la NIdiL (Nueva Identidad del Trabajo) vinculada a la CGIL (Confederación General Italiana del Trabajo).

Así, movida por esa lógica destructiva, se expande a escala global lo que podemos denominar como uberización del trabajo, que se convirtió en el nuevo elixir del mundo empresarial. Como el trabajo on line hizo desmoronar la separación entre el tiempo de vida en el trabajo y fuera de él, podemos presenciar el crecimiento exponencial de una era de esclavización digital.

En la empresa “moderna” liofilizada, el trabajo que los capitales financieros exigen es aquel flexible: sin jornadas preestablecidas, sin remuneración fija, sin actividades predeterminadas, sin derechos, ni siquiera el derecho de organización sindical. Y hasta el sistema de “metas” es flexible: aquella determinada para el día siguiente debe ser siempre mayor que la del día anterior (Antunes, 2018).

Con los servicios cada vez más “comoditizados”, con las tecnologías de información y comunicación a ritmo intenso, la división sectorial existente entre agricultura, industria y servicios está más interrelacionada e integrada (como la agroindustria, servicios industriales e industria de servicios) y también subordinada a la lógica de la mercancía y del valor, importando poco si éste es el resultante de trabajos predominantemente materiales o inmateriales.

Contra la “rigidez” vigente en las fábricas del siglo del automóvil, la era del celular digital amplía todavía más su tríada destructiva en relación con el trabajo. Tercerización, informalidad y flexibilidad se convirtieron en partes inseparables del léxico de la empresa corporativa, su nuevo leimotiv. Se expande el trabajo intermitente: hoy hay trabajo por algunas horas y mañana se evapora. Las grandes corporaciones se enriquecen y el trabajo se empobrece. “Voluntariado” se convierte en un consuelo impuesto de modo casi compulsivo y “emprendedurismo” es el nuevo elixir de una vida desprovista de sentido, visible cuando el mito se desvanece.

En la contracara real, los enormes contingentes de inmigrantes globales, en sus nuevo flujos migratorios amplían todavía más los bolsones de trabajadores sobrantes, descartables, subempleados y desocupados en amplitud planetaria (Basso/Perocco, 2008). China, India y otros países asiáticos mundializaron el “discreto encanto de la burguesía” que, algunas décadas atrás, era trazo distintivo de América Latina.

Pero es bueno recordar que el trabajo on line y digital que produce Iphone, Ipad y similares no puede existir sin el trabajo que extrae el mineral. El trabajo digital, entonces, no se concreta sin el peor de los trabajos manuales.[4]. Es ese, entonces, el “nuevo espíritu del tiempo”: por un lado, la disponibilidad perpetua para el trabajo, facilitada por la expansión del trabajo on line. Por otro, se propaga la flexibilidad total. Florecen entonces, los nuevos esclavos intermitentes globales.

2. La tragedia brasileña

En Brasil, recientemente la prensa informó que la Municipalidad de Ribeirão Preto, ciudad del interior del estado de San Pablo, pretendía contratar a profesores sueltos, sin derechos, una especie de “Uber de la educación”, o, como fue denominado por los docentes de allá, Professor Delivery. No está de más recordar que una de las máximas de la contrarreforma laboral del gobierno de Temer, bajo imposición de los capitales financieros e industriales, era garantizar la legalización del trabajo intermitente, que se sumó a la aprobación de la “Ley de Tercerización Total”, aprobada anteriormente.

El principal resultado es la explosión de contratación de trabajadores y trabajadoras ocasionales en grandes corporaciones que actúan en Brasil; se destacan particularmente los servicios en restaurantes, fast-food, comercio, hotelería, etcétera, como se desprende de tantos anuncios de empresas en busca de esta “nueva” modalidad perversa de trabajo. Y el trabajo flexible, informal e informacional, amplía e intensifica todavía más el proceso de precarización. Es por eso que los diversos mecanismos de flexibilización del trabajo han constituido un importante instrumental utilizado por las empresas para imponer las “nuevas” condiciones de trabajo, destruyendo la legislación social existente y que fue el resultado de décadas de luchas obreras.

Podemos citar también a las empresas de call center y telemarketing, de las llamadas tecnologías de la información y comunicación (TIC), que son cada día más imprescindibles para la reducción del tiempo de circulación del capital. La expansión de este sector viene generando el florecimiento de un nuevo proletariado de servicios, el infoproletariado (Antunes/Braga, 2009) o el cybertariat (Huws, 2003 y 2014).

Así, en plena era del trabajo informacional, que se expande en el universo maquinal-digital, viene sucediendo también un proceso marcado por el aumento del trabajo informal, presente en la ampliación de los tercerizados, subcontratados, flexibilizados, en tiempo parcial, intermitentes, teletrabajadores, ampliando el universo del trabajo precarizado. La flexibilización productiva, las desregulaciones, las nuevas formas de gestión del capital, la ampliación de las tercerizaciones y de la informalidad, terminó diseñando una nueva fase del capitalismo. Las nuevas modalidades de explotación intensificada del trabajo, combinadas con un relativo avance tecnológico en un país dotado de un enorme mercado consumidor, se convirtieron en elementos centrales de la producción capitalista en Brasil y en tantos otros países del Sur.

La articulación compleja existente entre financiarización de la economía, neoliberalismo extremado, aumento de las imposiciones, inicialmente en el Norte, de la llamada Industria 4.0, con la exponencial expansión de las tecnologías digitales (la “internet de las cosas” y sus profundas consecuencias en el espacio micro-cósmico del trabajo) no podrían dejar de afectar todavía más a la clase trabajadora.

Dado el carácter profundamente destructivo del capital financiero, se amplía entonces, a escala planetaria, la imposición del trabajo cada vez más flexible, sin derechos, incluso sin el derecho de organización sindical. No es coincidencia que la contrarreforma laboral de los gobiernos de Temer, Macri y de Macron sucedieran casi simultáneamente. Y es así que el capitalismo informacional y digital de la era financiera viene perfeccionando su ingeniería perversa de dominación y de explotación.

Es este el escenario que tiende a acentuarse y agravarse con la denominada Industria 4.0. Propuesta que nació en Alemania en 2011, concebida para generar un nuevo y profundo salto tecnológico en el mundo productivo, estructurado a partir de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación que se desarrollan aceleradamente, ella significará la intensificación de los procesos productivos automatizados en toda la cadena generadora de valor, de modo que la logística empresarial será controlada digitalmente en su totalidad.

Su principal consecuencia para el mundo del trabajo será la ampliación del trabajo muerto, tendiendo al maquinismo digital – la “internet de las cosas”- como dominante y conductor de todo el proceso fabril, y la consecuente reducción del trabajo vivo, a través de la sustitución de las actividades tradicionales y más manuales por herramientas automatizadas y robotizadas, bajo el comando informacional-digital.[5] Como consecuencia de esto, más robots y máquinas digitales invadirán definitivamente la producción, y las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) serán comandantes de esta nueva fase de subsunción real del trabajo al capital que convirtió también al sector de servicios como potencialmente productivo y, por lo tanto, capaz de valorizar el capital.

Eso porque la Industria 4.0 tiene como objetivo, según sus formuladores, desarrollar al límite una nueva fase de automatización que se diferencia tanto de la revolución industrial del siglo XVIII, como también del salto de la industria automovilística del siglo XX y también de la reestructuración productiva que se desarrolló a partir de la década de 1970. A estas tres fases anteriores, sucederá una nueva (por eso denominada 4.0), que consolidará, siempre según la propuesta empresarial, la hegemonía informacional-digital en el mundo productivo, con los celulares, tablets, smarphones y semejantes controlando, supervisando y comandando esta nueva fase de la cyberindustria del siglo XXI.

Como consecuencia del proceso que estamos aquí indicando, las/los trabajadores y trabajadoras intermitentes globales (estrato del proletariado que se expande aceleradamente) tienden a ampliarse todavía más, en sus polos más calificados informacionalmente, al mismo tiempo en que el proceso tecno-informacional digital eliminará de forma creciente una cantidad incalculable de fuerza de trabajo que se tornará superflua y sobrante, sin empleos, sin seguridad social y sin ninguna perspectiva de futuro.

No es difícil anticipar que la división internacional del trabajo entre Norte y Sur, entre centro y periferia, tenderá a profundizarse todavía más, siguiendo un movimiento que, siendo desigual y combinado, alcanzará de forma diferenciada a la totalidad de los países, profundizando la expulsión de fuerza de trabajo en un nivel todavía mayor que el actual. Y, para amenizar la tragedia social todavía mayor que se avecina, el nuevo diccionario “corporativo” no hace otra cosa sino resignificar (en verdad adulterar) el auténtico contenido de las palabras, transformándolas en vulgares y mistificadoras en el dialecto empresarial: “colaboradores”, “socios”, “sinergia”, “resiliencia”, “responsabilidad social”, “sustentabilidad”, “metas”. Es ilimitada la capacidad de falsificación ideológica del capital de las corporaciones globales.

Y, con la ampliación de los vaciamientos (lean production), de las reestructuraciones, de las “innovaciones tecnológicas resultado de la Industria 4.0″, en fin, de las reorganizaciones comandadas por los que hacen la “gestión de la personas” y los que formulan las tecnologías del capital, lo que tendremos es cada vez más precarización, informalidad, subempleo, desocupación, intermitentes, más eliminación de puestos de trabajo, menos personas trabajando preservando sus derechos.

Lo que de hecho se expande explosivamente por el mundo son los precarios, los intermitentes globales, los superfluos que comprenden una parcela importante del nuevo proletariado, especialmente en los servicios. Y es ese el fundamento estructural de lo que vengo denominando esclavitud digital. Proletarios que, exactamente por estas condiciones, también se rebelan.

Es evidente, entonces, que estas profundas metamorfosis que afectaron al mundo productivo del capital encontraron enorme incentivo a partir de la expansión capitalista del sector de servicios, especialmente a partir del ciclo de privatización impuesto por el neoliberalismo y su comando financiero.

El resultado principal de este proceso es que, si los servicios eran considerados en gran parte improductivos (para el capital) en los siglos XIX y XX, en esta nueva fase del capitalismo informacional-digital, los servicios están cada vez más sometidos a la lógica de la mercantilización (o comoditización). Y si es de hecho este el diseño del capitalismo de nuestro tiempo, es preciso comprender los nuevos mecanismos de valor desencadenados por la expansión exponencial de los servicios capitalistas. Y es aquí, una vez más, que Marx resurge de las cenizas…

3. Servicios, circulación y valor: las indicaciones seminales de Marx

Fue en el libro II de El capital donde Marx ofreció pistas empíricas y analíticas para comprender (y actualizar) la teoría del valor trabajo (Marx, 2014), toda vez que el mundo productivo, en sentido amplio, viene ampliando las nuevas formas generadoras del valor, aunque frecuentemente bajo la apariencia de no valor y de la invisibilidad del trabajo.

Pero como el capital no puede hacerse efectivo sin alguna modalidad interactiva entre trabajo vivo y trabajo muerto, él crea y recrea, produce y destruye, genera nuevos espacios productivos, reespacializa y también desespacializa, de modo íntimamente articulado con la generación de plusvalor. Con el mundo maquinista-informacional-digital todo quedó más fácil para el capital y todos los espacios posibles son potencialmente convertidos en generadores de plusvalor.

Y si es claro para Marx que el plusvalor nace en la esfera de la producción (El capital, Libro I), él también agrega que la producción es también distribución, cambio/circulación y consumo (Marx, 2014). Y fue, como indicamos arriba, en el Libro II que Marx discurrió de manera amplia sobre el proceso de circulación del capital.

Ante la imposibilidad de desarrollar más detalladamente el complejo recorrido marxiano, nuestro objetivo aquí es tan solamente indicar algunas pistas analíticas que consideramos seminales y, por esto, un punto de partida imprescindible para avanzar en la reflexión contemporánea.

Una primera formulación puede ser presentada así: como el objetivo central del capital es su valorización, la reducción del tiempo de circulación se convierte en un imperativo de la acumulación. Y como el tiempo global de capital depende tanto del tiempo de producción como del tiempo de circulación, disminuir la diferencia en su tiempo global es uno de los desafíos cotidianos de la ingeniería del capital.

Así, por cuanto la mercancía, sea ella material o inmaterial, no es producida y posteriormente consumida, no se efectiviza la realización plena del plusvalor creado en la producción. De este modo, el tiempo de circulación, aunque necesario, se convierte en un limitador del tiempo de producción. Urge, entonces, reducirlo al mínimo, con vistas a acortar el tiempo de rotación total del capital, que es dado por el tiempo de producción más el de circulación. Así, cuanto más se aproxima a cero el tiempo de circulación del capital, mayor es su productividad. Y es exactamente por eso que Marx indica que, en situaciones particulares, como en la industria de transportes, de almacenamiento y de comunicaciones, aunque no tenga lugar un aumento de la cantidad material producida, hay también creación de plusvalor. En sus palabras:

Cuanto más las metamorfosis de la circulación del capital son solo ideales, esto es, cuanto más el tiempo de curso es = 0, o próximo de cero, tanto más actúa el capital y tanto mayor se torna su productividad y autovalorización. […] Por lo tanto, el tiempo de curso del capital limita, en general, su tiempo de producción y, por consiguiente, su proceso de valorización (Marx, 2014: 204 y s.).[6]

Así, la hipótesis marxiana puede ser resumida así: las industrias de transportes, de almacenamiento y de comunicaciones, entre otras, son expresión de producción inmaterial, toda vez que no producen materialmente ninguna mercancía y que se insertan centralmente en la esfera de la circulación. Pero aun así son imprescindibles para la concreción de la producción material y de la efectivización del plusvalor.

Naturalmente, esta excepción formulada por Marx no significa que el plusvalor se origine centralmente fuera de la esfera de la producción. Mas su excepcional percepción indica que había también, en algunas ramas especiales en pleno siglo XIX, un proceso de producción que se desarrolló dentro del proceso de circulación. Y esto por causa del carácter perecedero de las mercancías. Según Marx:

Cuanto más transitoria sea una mercancía y, por consiguiente, cuanto más inmediatamente, después de su producción, deba ella ser consumida y, por lo tanto también vendida, tanto menos ella puede distanciarse de su lugar de producción, tanto más estrecha es su esfera espacial de circulación y más local es la naturaleza de su mercado de salida (Marx, 2014: 207).

El carácter perecedero de estas actividades, por lo tanto, terminó de generar una transformación de los servicios de transporte, convirtiéndolos en un tramo productivo y confiriéndoles una substancia particular. En sus palabras:

Pero lo que la industria del transporte vende es el propio desplazamiento de lugar. El efecto útil obtenido está indisolublemente vinculado al proceso de transporte, esto es, al proceso de producción de la industria de los transportes. Hombres y mercancías viajan en un medio de transporte, y su viaje, su movimiento espacial, es justamente el proceso de producción efectuado. El efecto útil solo puede ser consumido durante el proceso de producción; él no existe como una cosa útil diferente de ese proceso, como algo que solo funciona como artículo comercial, solo circula como mercancía después de ser producido. Pero el valor de cambio de ese efecto útil es determinado, como el de toda y cualquier mercancía, por el valor de los elementos de producción en él consumidos (fuerza de trabajo y medios de producción), incrementado por el plusvalor creado por el plustrabajo de los trabajadores ocupados en la industria de los transportes (Marx, 2014: 133 y s.; las bastardillas son mías.)

Es por esto que, según la formulación marxiana, el valor generado en este ramo es determinado de manera similar a los de más ramos industriales, como se puede concluir de la afirmación siguiente:

Así, el capital productivo invertido en esa industria adiciona valor a los productos transportados, en parte por medio de la transferencia de valor de los medios de transporte, en parte por medio del aumento de valor generado por el trabajo de transporte. Esta última adición de valor se descompone, como en toda producción capitalista, en reposición de salario y plusvalor (Marx, 2014: 229; las bastardillas son mías).

Aquí aflora, entonces, nuestra segunda formulación: Marx concibe a la industria del transporte como una rama donde se desarrolla un proceso de producción dentro del proceso de circulación. Y esta formulación ofrece, según nuestro modo de ver, pistas seminales para pensar el mundo de los servicios que continúan ampliándose sin parar en el capitalismo contemporáneo.

Esto también nos posibilita hacer una tercera indicación: Marx desarrolla (no solo en el volumen II de El capital, sino también en los Grundrisse) una concepción ampliada de industria, presente en el ramo de los transportes (marítimo y ferroviario), en el almacenamiento, en las comunicaciones, en la industria del gas, de entre otras ramas indicadas por el autor en El capital. Y esto ocurre, según nuestro entendimiento, porque estos sectores comprenden un proceso de producción incluso aun cuando de él no resulte ningún producto material, como es el caso de la industria del transporte y otras citadas por Marx.

En el capítulo VI del Libro II de El capital (Los costos de la circulación), Marx agrega que la industria de transporte, por ser un ramo autónomo de la producción, se convierte en una esfera particular de empleo de capital productivo que da continuidad al proceso de producción dentro del proceso de circulación. En sus palabras: “La industria del transporte constituye, por un lado, una rama independiente de la producción, y, por consiguiente, una esfera especial de inversión del capital productivo. Por otro lado, ella se distingue por el hecho de aparecer como una continuación de un proceso de producción dentro del proceso de circulación y para el proceso de circulación. (Marx, 2014: 231)

Ante la imposibilidad de avanzar en estas indicaciones (algo que sí pudimos hacer en nuestro libro O Privilégio da Servidão) queremos solamente presentar algunas formulaciones seminales de Marx que nos parecen decisivas para una mejor comprensión de las similitudes existentes, contemporáneamente, entre la producción material que predomina en la industria y la producción inmaterial que se da especialmente (aunque no solamente) en ciertos sectores de servicios privatizados, una vez que en estos sectores se da la vigencia de procesos de producción dentro de procesos de circulación.

A doscientos años del nacimiento de Marx, no es preciso ir mucho más adelante para percibir que hay un punto de partida fértil para intentar ofrecer una mejor comprensión del papel de las tecnologías de la información (TIC), de los nuevos servicios en gran medida mercantilizados y de la creciente importancia del trabajo digital, “on line” y de la llamada producción inmaterial en el proceso de creación y valorización del capital.

Especialmente si recordamos que para Marx, conforme aparece, por ejemplo, en el capítulo XIV (Vol. I) de El capital y también en el seminal capítulo VI, conocido también como capítulo inédito, cuando presentó otra distinción que se tornó cada vez más presente en nuestros días, al tratar del trabajo manual y material:

Para trabajar productivamente, ya no es necesario hacerlo con sus propias manos; basta ahora con ser un órgano del trabajador colectivo, ejecutar cualquiera de sus subfunciones. La definición original del trabajo productivo […] deriva de la propia naturaleza de la producción material, continúa válida para el trabajador colectivo, considerado en su conjunto. Aunque ya no es válida para cada uno de sus miembros, tomados aisladamente. (Marx, 2013: 578; las bastardillas son mías).

Y agrega:

La producción capitalista no es solo producción de mercancías, es esencialmente producción de plusvalor []. Solo es productivo el trabajador que produce plusvalor para el capitalista o sirve a la autovalorización del capital. Si nos fuera permitido escoger un ejemplo fuera de la esfera de la producción material, diremos que un maestro de escuela es un trabajador productivo si no se limita a trabajar con la cabeza de los niños, sino que se exige a sí mismo hasta el agotamiento, a fin de enriquecer al patrón […]. Así, el concepto de trabajador productivo no implica de modo alguno solamente una relación entre actividad y efecto útil, entre trabajador y producto del trabajo, sino también un relación de producción específicamente social, surgida históricamente y que estampa en el trabajador el rótulo de medio directo de valorización del capital. Ser trabajador productivo no es, por lo tanto, una suerte; sí es un azar. (Marx, 2013: 578; las bastardillas son mías).

Por lo tanto, Marx percibió tempranamente y de modo seminal esta tendencia que hoy está siendo también desarrollada intensamente por el capitalismo, caracterizada por la ampliación de las actividades productivas inmateriales (no materiales), que se integran en las cadenas productivas de valor, cuya materialidad es por cierto prevalente, especialmente cuando se toma la totalidad de la producción social, incluyéndose por lo tanto a China, Corea del Sur, India y tantos otros países asiáticos, a ejemplo también de Brasil, México y Argentina en América Latina, de Rusia y países del Este europeo, o incluso África del Sur, en el continente africano.

4. Putting-out, outsourcing y tercerización: la reinvención destructiva del capital

En las más distintas formas de apropiación de valor, el capitalismo viene demostrando una enorme capacidad de crear y recuperar un instrumental vigoroso de explotación del trabajo: el putting-out y el outsourcing en la época de Marx y la tercerización en la era de la financierización.

Y esta última, la tercerización, ha sido una práctica que se expande en casi todas las ramas y sectores productivos, convirtiéndose, por eso, en una modalidad de gestión que asume cada vez más centralidad en la estrategia patronal, toda vez que las relaciones sociales establecidas entre capital y trabajo son disfrazadas de relaciones interempresas, basadas en contratos por tiempo determinado, flexibles, de acuerdo con los ritmos productivos de las empresas contratantes y que desestructuran todavía más a la clase trabajadora, su tiempo de trabajo y de vida, sus derechos, etcétera (Antunes/Druck, 2014; Druck, 2011).

Y, con la ampliación global de la tercerización, este proceso se fortalece, beneficiando y ampliando todavía más la producción de plusvalor en los sectores de servicios que anteriormente eran predominantemente públicos y, por eso, considerados improductivos para el capital. En un universo en que la economía está bajo la hegemonía del capital financiero, las empresas (desde las corporaciones globales hasta las más microcósmicas) buscan garantizar sus altas ganancias transfiriendo a los trabajadores/as la presión por la maximización del tiempo, por las altas tasas de productividad, por la reducción de los costos con la fuerza de trabajo y por la flexibilización creciente de los contratos de trabajo.

En este contexto, la enorme expansión de las empresas tercerizadas, en prácticamente todas las actividades que interesan al capital y su proceso de valorización, se convirtió en importante elemento propulsor y generador de plusvalor. Lo que en el pasado reciente era realizado por empresas estatales prestadoras de servicios públicos sin fines lucrativos, con el neoliberalismo, la financierización y la privatización se tornaron cada vez más partícipes directos o indirectos en el proceso de valorización del capital, incrementando y ampliando las modalidades de extracción de sobre-trabajo.

Y, al actuar en la esfera de servicios, de las tecnologías de la información y la comunicación, en la esfera de la circulación del capital, el nuevo proletariado de servicios que actúa en el call-center y telemarketing, en los hipermercados, en el comercio, en los bancos, en los trabajos intermitentes, en las empresas de tercerización, etcétera, se integran de alguna manera en la cadena de valor, tanto por la agilización del tiempo de circulación del capital y consecuente reducción del tiempo global de la producción, como también por la conversión de la información en mercancía cada vez más productiva.

Es por esto que ese nuevo proletariado de servicios, que trabaja en este nuevo universo laboral, padece jornadas de trabajo más prolongadas, con ritmos intensificados, soportando los más altos niveles de rotatividad (turnover), percibiendo salarios reducidos, en condiciones de inseguridad, insalubridad, cada vez más graves, de entre tantas otras consecuencias que caracterizan al cotidiano del trabajo de este nuevo proletariado de servicios.[7]

En el plano de la organización de la clase trabajadora, parece necesario enfatizar que la tercerización, y también los demás mecanismos presentados a lo largo de este artículo, acarrean un pulverización todavía mayor de los sindicatos; sucede muchas veces que, en una misma empresa, los diferentes sectores tercerizados tengan representación sindical diferenciada, fragmentando todavía más las posibilidades de organización sindical, de unión, solidaridad y resistencia de clase.

Pero, a pesar de estas adversidades, estos nuevos contingentes de la clase trabajadora vienen desempeñando un papel destacado (no solo en la agilización de la circulación de informaciones, vital para la reproducción del capital), sino también en el desencadenamiento de nuevas luchas sindicales, sociales y políticas. Menos que parte integrante de la nueva clase media, lejos de constituirse como una nueva clase, este nuevo y creciente contingente asume la expresión del nuevo proletariado de servicios, parte constituyente de la clase trabajadora en su nueva morfología, cada vez más precarizada, informalizada, informatizada e intermitente (Antunes, 2018).

Así, tenemos el desafío de comprender las nuevas modalidades de la ley del valor que se vienen ampliando significativamente en el capitalismo de nuestro tiempo. Y las indicaciones seminales presentadas por Marx, vale repetir, son un momento preciso del cual debemos partir para mejor comprender no solo la complejidad de la teoría del valor hoy, así también como las potencialidades de revuelta y rebelión abiertas por la expansión de esta nueva parcela del proletariado que no para de expandirse. Confiriendo vigencia a las tesis de Marx, así como abriendo caminos para su venganza. Dos siglos después de su nacimiento.

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