Argentina. Gracias a una iniciativa del bloque del Frente de Todos distinguen en Mar del Plata a un colaboracionista de la dictadura militar

Por Juan Candeloro, Resumen Latinoamericano, 23 de agosto de 2021.

foto: Represor De la Canale: en vez de ir preso por estar vinculado a crímenes de la dictadura, lo premian (foto 1995)

Jorge Luis De la Canale, señalado por los organismos de Derechos Humanos por sus vínculos con el aparato represivo, recibió un título al mérito deportivo. La iniciativa fue del bloque del FdT.

Foto: Dir. de Inteligencia Policía de la Prov. de Buenos Aires: Reunión de la mesa directiva de la CNU, organismo fascista y paramilitar

A principios de 2021 a través de un proyecto de ordenanza elaborado por el Concejal del Frente de Todos Roberto “Chucho” Páez y el Círculo de Periodistas Deportivos de Mar del Plata, se solicitó que se le otorgue una distinción a Jorge Luís De La Canale, por su destacado aporte en materia deportiva a nivel local. Finalmente, en mayo de este año, por votación unánime del bloque de ese espacio, más la aprobación del resto de los concejales, se promulgó la Ordenanza Nº 25111 que le otorga el título al “Mérito Deportivo” a De la Canale con variados fundamentos, todos ellos relacionados al mundo del deporte y sobre todo con su participación en el Comité Ejecutivo del COPAN, que le permitiera a esa ciudad balnearia ser la sede de los Juegos Deportivos Panamericanos en 1995.

Pero De la Canale tiene un pasado que se remonta más allá de sus logros como dirigente deportivo, su apellido está vinculado a los años más oscuros del Terrorismo de Estado en “La felíz”. Cómo abogado, formó parte de la pata civil que fue un engranaje clave en el secuestro y desaparición de personas, algunas de ellas colegas suyos del foro judicial. Su nombre fue citado durante los históricos Juicios por la Verdad en 2001, primero por Amílcar González, reconocido periodista del diario La Capital durante la década del 60 y 70 y titular del Sindicato de Prensa por aquellos años, que luego fue secuestrado por su militancia peronista y obligado a un duro exilio. Durante su secuestro, González permaneció durante varios días en el destacamento 9 de Julio de la policía bonaerense. Estando ahí y en un asado entre sindicalistas y policías, pudo encontrarse al doctor De la Canale.

–¿Qué hace usted en esta comisaría? –preguntó González.

–Yo acá tengo amigos – Le respondió de forma altanera De la Canale, para luego abandonarlo a su suerte.

Según consta en el expediente Nº 12017274/2012, ya retornada la democracia, De la Canale intimidó a Cecilia Boeri, secretaria por entonces del Juez Pedro Hooft, otro miembro de la justicia que enfrenta una causa por su participación en la última dictadura.  Además, varios testigos afirmaron que por aquellos años “De la Canale iba armado a Tribunales”.

Años más tarde, Etelvina García, suegra de Raúl Hugo Alais, abogado laboralista desaparecido en la llamada “Noche de las Corbatas”, nombró a De la Canale durante su declaración en la causa “Molina”, un proceso de mucha trascendencia que tuvo a Gregorio Rafael Molina como el autor material del asesinato de los abogados Norberto Centeno y Jorge Candeloro, además de haber sido el verdugo del resto de los letrados de esa fatídica jornada. Fue la primera condena a reclusión perpetua y efectiva en cárcel común de un torturador en todo el país y De la Canale fue mencionado en varias oportunidades durante ese juicio como parte de la agrupación de ultraderecha CNU (Concentración Nacional Universitaria) que actuó en los años previos al Golpe.

En el año 2008, la Comisión Provincial por la Memoria, desclasificó y gestionó un archivo de la ex Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, que confirmaba la participación de civiles en el aparato represivo de Mar del Plata” –  Justamente el legajo Dipba nº 151 – Mesa Estudiantil, cita a Jorge De la Canale como integrante de la patota que ingreso el 6 de diciembre de 1971 al rectorado el día que asesinaron a la joven estudiante de arquitectura Silvia Filler, y un informe de la Delegación Regional de Inteligencia del año 1985 da cuenta que De la Canale fue un miembro de la CNU que, cómo Ullúa, Cincotta y Durquet, “colaboró con el ejército en la lucha antisubversiva” después del 24 de marzo de 1976.

Reciclarse y volver

Otorgar una distinción a un ex miembro de la CNU es grave en términos histórico políticos, pero que la propuesta ingresara al Honorable Concejo Deliberante de la mano del titular de la Comisión de Derechos Humanos es inentendible, tanto como que la ordenanza haya sido votada por unanimidad bajo la atenta mirada de los rostros de los detenidos/desaparecidos que colman las paredes de ese recinto desde el año 2011. Rápidamente distintos organismos pusieron en alerta el “error” cometido por los ediles marplatenses y tanto la Comisión Municipal de la Memoria como la Asamblea por una Sociedad Sin Fascismo presentaron documentación que ahora, a través de un nuevo expediente que aún no ha sido tratado ni mucho menos sancionado, intenta dar marcha atrás con un reconocimiento que nunca tendría que haber existido.

Cuando la impunidad se perpetúa en el tiempo permite que sombríos personajes puedan reciclarse con actos “camaleónicos” para así volver a la sociedad como distinguidos señores. Se crean entonces paradojas que hacen que víctimas y victimarios compartan un mismo espacio en la vida social como si nada entre ellos hubiera ocurrido. Tal es el caso del actual Juez Hooft que enfrenta una causa por graves delitos de lesa humanidad y que aún hoy continúa administrando “justicia”, o del ex Fiscal Federal General Gustavo Modesto Demarchi, recientemente fallecido, Jefe de la CNU, propietario de varios bingos y que logró ser candidato a intendente por el justicialismo en 1983, o de Pedro Asaro, que se desempeñó como Presidente de la Cámara de Libreros e intervino activamente en la organización de varias ediciones de la Feria del Libro y que en la actualidad cumple condena por su participación en el secuestro y asesinato en 1975 de la decana de la Facultad de Humanidades, la licenciada María del Carmen Maggi, o el mismo Jorge De la Canale que con sus gestiones políticas en el ámbito deportivo llegó a presidir la Asociación Marplatense de Atletismo, logrando de alguna manera que parte de la sociedad olvide su pasado como activo colaborador de la dictadura.

Este año se cumple el 50 aniversario del asesinato de Silvia Filler en manos de la CNU y por esas cosas del olvido, del destino, del amparo, de la impunidad y de cierta memoria selectiva, quien fuera parte de la banda que la asesinó, disfruta de sus últimos años con un reconocimiento que nunca debió existir.

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El terrorismo de Estado antes y después del golpe

De la Canale nació el 18 de diciembre de 1946. Según contó en una entrevista a Canal 10 de Mar del Plata en 2015, a los 16 años entró a la Facultad de Derecho de la Universidad Católica (desde el ‘75 sería nacionalizada) y como no tenía dinero para abonar la cuota, era bedel (pasaba lista) de la cátedra que dictaba el hermano del juez Viñas.

La Concentración Nacional Universitaria tenía integrantes operativos (“culatas” que la mayoría de las veces ejecutaban las órdenes) y otra parte intelectual (quienes le dieron el marco ideológico y además daban las órdenes). La firma del accionar se componía de la gran cantidad de balas que utilizaban y en su riego de sangre dejar tendales de cuerpos en rutas y caminos. Ya fuera en La Plata (donde Carlos Alberto Disandro la pergeñó) o Mar del Plata (Piantoni y luego Demarchi sobre todo).

La Comisión Provincial por la Memoria sumó prueba objetiva a ese debate oral y público al aportar la desclasificación del archivo de la Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (Dipba). Allí se difundió cómo parte de los miembros de la agrupación de ultraderecha CNU, formados en la Facultad de Derecho de la Universidad Católica y que ejercieron la abogacía durante décadas, después del golpe de Estado de 1976 integraron patotas del Grupo de Artillería de Defensa Aérea 601, unidad del Ejército responsable de secuestros, torturas y desapariciones. Incluso se señala con respecto a los integrantes de la CNU de Mar del Plata, que “después del golpe de marzo de 1976, algunos colaboraron con el Ejército en la lucha antisubversiva”, como Eduardo Cincotta, Jorge De la Canale, Eduardo Salvador Ullúa y Mario Ernesto Durquet.

En un intento de defensa, Gustavo Demarchi habló en el juicio que lo tenía como uno de los acusados que (…) ¨Un ex policía de apellido Giordano declaró ante el juez Garzón que Ullúa y De La Canale se llevaban un estudiante por la fuerza, pero Falcone me demanda a mi diciendo que un empleado de Demarchi y otro llevaban por la fuerza a un estudiante”.

El abogado Eduardo Salerno así lo declaró en el Juicio por la Verdad y señaló al doctor De la Canale como uno de los referentes de la CNU. En el Legajo Nº 7366 de la DIPBA, caratulado “Misa recordatoria Dr. Ernesto Carlos Piantoni. Mar del Plata” se indica que se «celebró una Misa, en fecha 23 de marzo de 1977, recordatoria de Ernesto Carlos PIANTONI, ex integrante de la CNU. La misma fue convocada por: Gustavo Demarchi, Jorge Aguilera, Roberto Coronel, Beltrán Laguyas, (…) Jorge de la Canale» y otros.

Puntualmente, Jorge Casales (Juventud Universitaria Peronista en la década del ‘70) nos dijo que “De la Canale era asesor del Coronel Barda. Lo dicen los informes de inteligencia incorporados a la causa CNU”. Barda perteneció al Grupo de Artillería de Defensa Aérea de Mar del Plata donde fue jefe de la Subzona 15 desde febrero de 1976 hasta el 15 de diciembre de 1977. Fue responsable de los centros clandestinos de detención, tortura y exterminio Base Aérea, Base Naval, comisaría 4°, el Destacamento Batán y la Escuela de Suboficiales de Infantería de Marina. Fue condenado en 2008 a prisión perpetua por la privación ilegal de la libertad, aplicación de tormentos y homicidio de Analía Magliaro y del abogado Jorge Candeloro así como por el secuestro y torturas a Marta García de Candeloro.

La Comisión permanente por la Memoria, la verdad y la justicia, conformada por distintos sectores vinculados a los organismos de derechos humanos, realizará una presentación mostrando su oposición a la iniciativa. Recordamos que Roberto Páez, edil del Frente de Todos, es el Presidente de la Comisión de Derechos Humanos, Igualdad De Oportunidades y Discapacidad del Concejo Deliberante.

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