Cuba. Desvelo de galenos

Resumen Latinoamericano 19 de mayo de 2021.

Hasta la fecha, 10.000 cooperantes cubanos integran el contingente Henry Reeve, y 4.156 de ellos ya cumplieron misiones en siete países.

Todavía estremecidos por el impacto de los huracanes Mitch y George en 1998, que casi borran a Centroamérica y el Caribe con su fuerza destructiva y aún muy afectada la isla de Cuba, se produjo el bien mayor.

El Gobierno cubano envió a Honduras y a Guatemala, a cerca de 130 médicos y enfermeras solidarios. Consecutivamente, una brigada médica completa para Haití. Más de 11.000 vidas habían sido segadas por la catástrofe en esos territorios, pero lo peor había quedado para los sobrevivientes. La enfermedad, la carencia y el caos.

Los huracanes ocurrieron entre septiembre y octubre. Ya para noviembre de 1998, surgió en La Habana la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM).

Al día de hoy, cuentan 29.749 médicos graduados en la ELAM, de 115 naciones, orientados hacia la atención primaria de salud, para fortalecer la cobertura médica en regiones donde es precaria o nunca existió la asistencia sanitaria.

Foto: ELAM

De ese total, 6.848 se han graduado como especialistas en Medicina General Integral (MGI), y  2.135 han terminado otras especialidades médicas en Cuba, con alto nivel científico, formación humanista y ética.

Se encaminaba así el Programa Integral de Salud (PIS). Inicialmente, por el impacto de los huracanes en Centroamérica y el Caribe, posteriormente extendido como ayuda médica hacia pueblos de África y el Pacífico. La ELAM, completaba el sueño.

Haití, la Covid-19 y la Brigada Henry Reeve

Unos 300 especialistas cubanos laboran hoy en Haití, insertados en 18 hospitales comunitarios. Han pasado 23 años sosteniendo sus manos tras los terremotos, curando sus heridas después de los desastres naturales y sociales. Atendiendo el día a día, del que sigue siendo el país más pobre de América. 

Solamente en el 2020, los médicos cubanos realizaron 21.706 cirugías, 3.632 partos, y más de 600.000 tratamientos de rehabilitación. A ellos se suman más de 70.000 personas recuperaron su visión, en la Operación Milagros.

Un miembro de la primera graduación de la ELAM es el actual presidente de la Sociedad Médica Internacional de sus Egresados y director nacional de Higiene y Epidemiología de Haití. El doctor Patrick Delly expresa: “Cuba tiene una significación trascendental para la salud. La medicina cubana tiene el enfoque correcto para lograr la salud para todos”.

En más de 20 años, suman unos 30 millones de casos asistidos por esta alianza médica, que comenzó tras el huracán George. En tres ocasiones fue necesario fortalecer la atención con la brigada Henry Reeve, la más reciente ha sido por la pandemia de la Covid-19.

La creación del contingente internacional de médicos especializados en situaciones de desastres y graves epidemias “Henry Reeve”, surge el 25 de agosto de 2005, por iniciativa de Fidel Castro Ruz. Como también lo fue la ELAM.

Foto: ELAM

El contingente “Henry Reeve” se organiza -como consecuencia del huracán Katrina, que afectó a los territorios de Luisiana, Misisipi y Alabama en Estados Unidos- con especialistas de alto nivel científico y con dominio del idioma inglés. Aunque no fue aceptada la colaboración cubana, por el Gobierno de Estados Unidos, los médicos han servido en diferentes latitudes del mundo. 

Es un nuevo enfoque de la Medicina de Desastres, puesto en práctica apenas al año del triunfo de la Revolución, ante el sismo y maremoto de Chile. El periódico La Cruz del Sur informaba el 28 de mayo de 1960, la existencia preliminar de 962 muertos, 1.410 desaparecidos y 160 heridos. Dos días después del terremoto, el volcán Puyehue, a 200 kilómetros del epicentro, hizo erupción.

Demasiadas desgracias. Aunque carentes de médicos que emigraban a los Estados Unidos, Cuba creó una Brigada Emergente para atender a los damnificados de Valdivia, conocido también como el gran terremoto de Chile.  

En lo que se organizaba el sistema sanitario cubano, en ciernes, otra vez la colaboración médica internacional cubana se produjo con grupos permanentes, el 23 de mayo de 1963. Fue con el envío de la primera brigada a Argelia, compuesta por 55 colaboradores que brindaron sus servicios por un año. En 2003, Cuba tiende otra vez su mano solidaria al pueblo de Argelia, con el envío de una brigada médica, integrada por especialistas en desastres y una donación de medicamentos, luego del intenso terremoto que afectó a esa nación africana.

Hasta la fecha, 10.000 cooperantes cubanos integran el contingente “Henry Reeve”, y 4.156 de ellos ya cumplieron misiones en siete países: Guatemala, Pakistán, Bolivia, Indonesia, México, Perú y China, con importantes resultados en la calidad de vida de sus habitantes. 

Los muchachos de la ELAM

El hospital es “una zona de guerra”, dice la doctora afroamericana Melissa Barber en su lucha contra la Covid-19, en una comunidad de Nueva York. Así afirma quien estudió medicina del 2006 a 2012 en la ELAM. Ella, junto a unos 200 jóvenes estadounidenses, fue graduada en la casa de altos estudios.

“Estamos en zona de guerra médica”, insiste la doctora de emergencias en el Centro Médico del Hospital de la Universidad de Brookdale, en Brownsville, Arabia Mollette.  La también graduada en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) de Cuba, considera que enfrentar la pandemia en uno de los barrios más pobres de Nueva York, ha sido la mayor prueba de fuego.

La doctora Barber, apesadumbrada confirma: “Cada día que vengo, lo que veo es dolor, desesperación, sufrimiento y disparidades en la atención médica”. Concibe que la atención comienza en la organización barrial en el sur del Bronx. Su enfoque tiene que ver “absolutamente”, con la formación profesional recibida, mientras insiste en que el sistema médico cubano, conoce preventivamente a la comunidad y examina la emergencia al evaluar la vulnerabilidad de cada persona.

Foto: Cuba Debate

En la Revolución Cubana, como un derecho humano, todo el mundo tiene acceso a la salud y a la educación, enfatiza. “Cuba cree que es el guardián de su hermano y hermana. Entonces, cuando una nación hermana esté afectada por un desastre o busque el acceso a la atención médica o educación para su gente, Cuba ayudará. Es uno de los principios básicos de la nación”. 

“Así es como Cuba envió brigadas médicas no solo al norte de Italia, sino también a Surinam, Nicaragua, Venezuela, Jamaica, Granada y China para combatir la Covid-19. Algo que entienden los médicos que integran estas misiones -aclara- es que a menudo van a algunas de las regiones más remotas de estos países y ponen la atención médica a disposición de personas que normalmente no tendrían acceso a ella”.

“Desafortunadamente, en Estados Unidos tenemos una historia que se ha dedicado a demonizar a Cuba”. “Sabemos que son mentiras y, por supuesto, si no fuera así desde esas mismas naciones, no estarían pidiendo que ellos -los médicos cubanos- regresen”. 

Es su modo de explicar el rechazo a las políticas de Washington hacia la Mayor de las Antillas. La doctora Mellissa Barber es la coordinadora de ese programa de becas a través de la Fundación Interreligiosa para la Organización Comunitaria (IFCO)/Pastores por la Paz. 

En el Centro Médico del Hospital de la Universidad de Brookdale, en Brownsville, el punto álgido han sido las camas de los enfermos por Covid-19, que llenan los pasillos de la emergencia médica, mientras los muertos abarrotan la morgue.

La doctora Arabia Mollette también es fruto de la coordinación de la Fundación Interreligiosa para la Organización Comunitaria (IFCO)/Pastores por la Paz, con Cuba, donde recibieron gratuitamente sus estudios. 

“La primera línea contra la pandemia de la Covid-19, es el epicentro de Nueva York”. Estamos agradecidos y orgullosos de la doctora Arabia Mollette, graduada en 2012 de la Escuela Latinoamericana de Medicina, donde todos los estudiantes son entrenados en medicina de desastres, destacó el mensaje en la página del Centro Médico del Hospital de la Universidad de Brookdale, en Facebook.

El médico de la familia

Iván Ali Zevallos Delgado de la Flor, es médico cirujano. A sus 32 años de edad, es especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, graduado de la Escuela Latinoamericana de Medicina de La Habana, Cuba.

Mientras atiende diariamente a más de 50 pacientes, en el policlínico “Espíritu Santo” del distrito de Alto Selva Alegre, de Arequipa en Perú, donde trabaja hace seis años, ofrece su sonrisa espléndida, palabras de aliento y una explicación sobre las causas de los padecimientos.

“Resulta en extremo difícil, poder enviarles un mensaje de aliento, en medio de esta realidad, pero sí considero necesario incidir en que la única manera que tenemos de evitar más contagios es extremando las medidas preventivas que ya conocemos y respetando las normativas sanitarias”. Frente a la Covid-19 -dice- “estamos dejando todo nuestro esfuerzo por cuidar su salud y que lo seguiremos haciendo a pesar de los escasos recursos, a pesar de las medidas gubernamentales insuficientes, nosotros seguiremos al frente, cumpliremos nuestro rol histórico y no nos rendiremos”.

Parte de sus iniciativas, fue realizar un programa en vivo por Facebook denominado “Médico de Familia”. “Todos los miércoles a las 9 de la noche (21H00 hora local) y tenemos espectadores de todo el país e incluso del extranjero, y en casi dos meses hemos tenido un alcance de cerca de 19.000 personas, lo cual deja en evidencia que nuestra población está ávida de información”.

Argentinos frente a la Covid-19

Los galenos, César Barbosa y Carlos Rafael Domínguez, se entregan en cuerpo y alma, como aprendieron en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), en Cuba.

El doctor Carlos Rafael Domínguez, quien pertenece a la primera generación de graduados del 2005, actualmente trabaja en la atención de traslado de pacientes de riesgos. “Todos los graduados de la ELAM contamos con un gran compromiso humano y moral, que adquirimos con la medicina cubana, que es una marca distintiva de nosotros”, y califica las horas que por vivir durante la pandemia como “muy complejas”.

Por su parte, Barbosa es médico intensivista en el Hospital Cruce, de Florencio Varela, en la localidad de la provincia de Buenos Aires. Ante la alta concentración de contagios por Covid-19, su hospital también tiene a su cargo otros centros sanitarios de campaña.

“Me recibí en Cuba en la quinta promoción – 2009- y desde terapia intensiva trabajo haciendo todo lo que pueda. Soy médico de guardia, hago 24 horas por semana y a veces un poquito más. Nos vamos dividiendo en cuanto al cuidado a los pacientes y la verdad estamos bien preparados”.

“Hacemos todo lo que podemos para vencer a esta pandemia”, dice y envía mucha fuerza a todos sus colegas de la ELAM que hoy salvan vidas. “Cada uno puede ayudar esté donde esté, siempre colaborando y tomando las medidas para combatir esta enfermedad”, mientras agradece a Cuba por haberle permitido estudiar y expresa su orgullo cuando escucha que los médicos de la isla caribeña, que en época de pandemia están de misión por el mundo. “Son médicos que dejan familia en Cuba para irse de misión. No hay más agradecimientos”.

En la ciudad más antigua del mundo

Jericó, mencionada en los textos bíblicos, es quizá la ciudad habitada más antigua del mundo y de la cual en medio de la pandemia, apenas se escucha hablar. Desde allí una imagen recorre el mundo, es la doctora Anwar Ermilieh.

Pequeñita de tamaño y de inmenso corazón, ataviada con todo lo necesario para preservar su vida, ingresa en la sala donde luchan contra la Covid-19 los habitantes de la localidad. Ubicada aproximadamente a 27 kilómetros de Jerusalén, Jericó conocida como la ciudad de las palmeras, del valle y río del Jordán en Cisjordania, es parte del territorio palestino ocupado por Israel, habitado por más de 31.000 personas. 

Foto: Cuba Debate

La joven doctora de 28 años de edad, regresó a Palestina en 2017 para emplearse en lo que soñó, salvar vidas. Una labor doblemente valorada en el sufrido pueblo palestino, cuyo territorio fue ocupado ilegalmente desde el año 1948, por el Estado sionista de Israel. 

La doctora palestina ingresó en la Escuela Latinoamericana de Medicina en el año 2009 y fue graduada de la Universidad de Ciencias Médicas de Matanzas en el año 2016. Al año siguiente, después de hacer su examen estatal nacional de doctores, comenzó a laborar en Palestina. Hasta el momento, cientos de jóvenes palestinos han cursado estudios superiores en Cuba.

“La revolución palestina y la cubana, tenemos un objetivo común: Cambiar el mundo a mejor. Gracias a Cuba por hacerme doctora; siempre seguimos la lucha, las ideas revolucionarias se transmiten de una generación a otra. Y como dijo el comandante Fidel Castro en su intervención en la ONU “pido a los países ricos que contribuyan y a los países pobres que distribuyen”, afirma Anwar Ermilieh.

Agradecidos

Mediante una beca ofrecida por el Gobierno de Cuba, llega la oportunidad a jóvenes interesados, a través de las Misiones Diplomáticas u Oficinas Consulares cubanas acreditadas en los diferentes países. Las plazas son otorgadas por los ministerios de Salud Pública de cada nación, organizaciones no gubernamentales (ONG), organizaciones de solidaridad u organizaciones políticas.

Los solicitantes están obligados a matricular y aprobar el curso preparatorio para Estudiantes de Ciencias Médicas de la ELAM, que se imparte en la propia escuela, a partir de cada mes de septiembre.

También existe la vía autofinanciada, para lo cual deberán enviar su solicitud personal al correo docencia@smcsalud.cu

En el caso de Margot Blas Aedo, fue al concluir el grado de bachiller en Lima que conoció la convocatoria en el año 2000, a través de internet y por la radio. Ella viajó primero, después lo hizo su hermana Lin. Ambas fueron elegidas entre miles de candidatos. Al finalizar los estudios de pregrado regresaron a cumplir el servicio social en su poblado de origen en Perú. Consecutivamente, regresaron para cursar la especialidad de Medicina General Integral en Cuba, donde han conocido personas muy solidarias que las ayudan en todo momento.

“Nosotros aprendimos de un sistema de salud que parte de la atención primaria a la población, con énfasis en evitar enfermedades. Vimos que la atención secundaria y terciaria en hospitales e instituciones especializadas la llevan a cabo profesionales altamente calificados. Con un paciente grave en Cuba, se movilizan todas las fuerzas y acude el internista, el cirujano y todo el especialista requerido al servicio de urgencias”, cuenta Carlos Julio Franco Díaz, quien vive en la municipalidad de Riosucio, en el departamento colombiano de Caldas.

Carlos Jaramillo Varcarcel, de 28 años de edad, de Bogotá, expresa “un profundo agradecimiento por la oportunidad de graduarse como médico”. La nostalgia de sus años de estudio, el deseo de regresar a la Mayor de las Antillas para compartir con sus profesores, conversar con las familias cubanas y convivir con los amigos de otras naciones, es uno de sus mayores deseos.

Futuros nuevos médicos

En el 2021, aun en medio de la pandemia, llegaron a Cuba llenos de esperanza los nuevos estudiantes de Burkina Faso, Ruanda y Beni, Mongolia, Cabo Verde y Palestina. 

Los representantes de sus embajadas y de la ELAM los reciben en el aeropuerto, donde nace su camino de infinito servicio humano. Los estudiantes cumplen la cuarentena de entrada al país, en la residencia de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana “Victoria de Girón”, con respeto a las medidas higiénico sanitario en tiempos de Covid-19.

Esta vez llegaron 15, y los otros están por venir. A los iniciados les ha tocado comenzar sus estudios en el histórico tiempo de sobrevivir a la pandemia, lo que marcará su camino. Llegan a una tierra solidaria que los acoge por varios años. Aprenden a confraternizar con el pueblo, y con los médicos cubanos que los enseñan de muchas maneras. 

Una muestra de su obra es que suman 1.988.000.000 personas en el mundo, casi un tercio de la población del planeta, asistidos por médicos de las brigadas de colaboración de Cuba en el exterior.

A solicitud de los gobiernos, el Contingente Henry Reeve para situaciones de desastres llegó por primera vez a Europa en el 2020, a la región italiana de Lombardía y a la ciudad de Turín, cuando iniciaba la pandemia. Trabajaron en el Principado de Andorra, y en decenas de naciones de América Latina y el Caribe, África, Asia y Medio Oriente.

Fueron conformadas 56 brigadas para combatir el SARS-CoV-2, con alrededor de 2.500 colaboradores.

Durante seis décadas, los médicos cubanos cuentan más de 14.500.000 operaciones quirúrgicas, 4.470.000 partos y salvaron 8.700.000 vidas. Ha sido arduo. Frente a este ejemplo histórico, les corresponde a los nuevos médicos de la ELAM, probar su pericia y sobre todo su altruismo, en tiempos de pandemia y después de ella.

Fuente: TeleSUR

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