Cultura. Libros/ “Chile despertó. La revuelta antineoliberal”: Una obra que describe y analiza las ansias de un pueblo por liberarse de un dictador

Resumen Latinoamericano, 25 de abril de 2021.

La Revuelta chilena se ha convertido desde el momento en que se desencadenó con toda la furia (octubre de 2019) hasta el presente, en un nuevo paradigma para incorporar a la larga y valiente historia de la resistencia popular latinoamericana. Desde el momento, en que un bullicioso grupo de estudiantes secundarios saltó los torniquetes del metro santiaguino generando las primeras imágenes de estallido antiautoritario y atrajo también las primeras descargas de golpes y gases sobre sus cuerpos adolescentes, Chile se convirtió en un bastión demostrativo de que paciencia para soportar la opresión neoliberal tiene un límite. En este caso fue la demostración del hartazgo frente al capitalismo instaurado por el pinochetismo primero, continuado por ese engañoso pacto impopular que devino en la Concertación (Frei, Lagos y  Bachelet, entre otrxs) hasta la actual dictadura prepotente y criminal de Piñera. 

“Chile despertó”, se gritó una y otra vez en las calles. Así es, despertó con todo, como suele pasar en los procesos donde los poderosos, desde su omnipotencia, suponen que nadie se atreverá a desafiarles.

La Revuelta pronto se convirtió en levantamiento masivo. Donde en un principio había cientos se transformaron en miles y muy pronto en millones. La dignidad de todo un pueblo se fue gestando en las calles y allí se fueron construyendo trincheras rebeldes y barricadas humeantes. Todo ello, mezclado con la alegría juvenil derivada de terminar con la impotencia de soportar año tras año a gobernantes entreguistas, politiqueros burgueses, sindicalistas burócratas e incluso a esos pseudo izquierdistas, “progres” o social demócratas de utilería, que se la pasaron (y pasan) ocultando su desbarranque ideológico con aires de suficiencia, ninguneando a esos muchachos y chicas que casi todos los días se encolumnaban para marchar hacia la Plaza de la Dignidad y allí librar batalla contra los carabineros asesinos, custodios del Estado colonial. La Revuelta se llenó de orgullo ante tanto coraje solidario, pero también hubo inmensos dolores por los asesinados y asesinadas, por lxs cabrxs a los que las balas les arrancaban uno o los dos ojos. Pero incluso en esas circunstancias, nadie retrocedió ante la jauría criminal uniformada. Un día la bronca reventaba en Santiago y sus poblaciones más humildes, el otro en Antofogasta o Iquique, más tarde en Temuco o Concepción, donde se abrazaba con las históricas reivindicaciones del pueblo mapuche. Así, pueblo tras pueblo, ciudad tras ciudad. No solo se peleaba cuerpo a cuerpo con los represores, sino que miles de manifestantes bailaban, cantaban (“Piñera conchitumadre, asesino igual que Pinochet”), rescataban y convertían en himno “El baile de los que sobran”, de Los Prisioneros o homenajeaban al gran Víctor Jara, entonando “El derecho de vivir en paz”.

Abrazos interminables, corridas, saltos, besos apasionados en medio de una nube insoportable de gases o el agua química de los “guanacos”. Todo en un mismo día y preparándose para el otro, y el otro, durante meses. La Plaza de la Dignidad se hizo costumbre en la Capital, igual que la Plaza de la Revolución, en Valparaíso. Lo mismo ocurre con la toma masiva, por asalto, del monumento al cruel general Baquedano, y escupirlo, pintarlo, quemarlo, quitarlo del medio, por más que sus adoradores del poder quieran proteger su pedestal vacío con un muro de la vergüenza. Pero también, como brutal contratara, la represión no cesó ni un instante y las cárceles se llenaron de presos y presas políticas de la Revuelta (alrededor de 2500), muchxs de ellas torturados, golpeados, aislados. 

A pesar de los pesares, la Revuelta fue y es un grito por la vida, pensando en revolucionarlo todo: la política, la cultura, la economía. Convertir esa sociedad anquilosada y cautiva de los designios de la burguesía, en un nuevo espacio de libertad, sin partidos mentirosos ni líderes de cartón pintado. La Revuelta es eso y mucho más. Es inspiración para la música, la poesía y sobre todo para la escritura. De allí, precisamente nace el siguiente libro-dossier que queremos recomendar muy particularmente: 

“Chile despertó. La revuelta antineoliberal” 

Se trata de una obra más que necesaria a la hora de querer palpitar con muchos y muchas de sus protagonistas, lo que ha ido construyendo en el imaginario popular esta rebelión de todos y todas las dignas de la Patria de Salvador Allende, Miguel Enríquez, Víctor Jara y  los jóvenes asesinados en la misma Revuelta.

El libro, editado por Tinta Limón, (dentro de la colección Pensar en Movimiento) cuenta con entrevistas a Alondra Carrillo y Javiera Manzi, de la Coordinadora Feminista 8M, Rodrigo Ruiz, Claudia Zapata, Jaime Bassa, Luna Follegati, Carlos Pérez Soto, Camila Rojas (Partido Comunes-Frente Amplio), Luis Messina (Coordinadora NO+AFP, Jorge Sharp, Francisca “Pancha” Fernández, del Movimiento por el Agua y los Territorios, Nicolás Toro, de la Coordinadora de Presxs Políticxs de la Revuelta 18 de Octubre, Mario Garcés, Sofía Brito, Fernando Pairicán, Vitrina Dystópica, Paulo Slachevsky.

En los textos que desfilan a lo largo de 190 páginas excelentemente diagramadas y con material fotográfico de primera (obra de Paulo Slachevsky), se pueden leer títulos atrayentes como “El estallido abrió la posibilidad de un momento de imaginación política radical”, “Del estallido a la comunidad organizada”, “El Congreso es un órgano impotente tal como lo diseñó la Constitución del 80”, “El proceso constitucional tiene demasiadas trampas”, “En Chile hay una destitución en curso de lo neoliberal”, “La lucha socioambiental es clave en la pelea actual”, “El feminismo trastocó los límites de lo posible”, “La solución para lxs presxs de la revuelta no es jurídica, es política”, “La fotografía como forma de resistencia” y muchos otros.

En realidad “Chile despertó…” reúne información y análisis sobre lo más importante que ocurriera en este año y medio de protestas anti-Piñera, tratando de mostrar a los lectores y lectoras no solo las razones de semejante gesta sino también haciendo previsiones sobre el devenir. Por eso, el libro se abre con una excelente introducción (“Chile en llamas: de la Revuelta al plebiscito”) escrita por el colectivo editorial (Tinta Limón), cargada de datos sobre el recorrido, mes a mes, del estallido. En el final de dicha descripción, el texto señala: 

“Los textos aquí compilados intentan dar un panorama exhaustivo de las líneas de conflicto que alimentaron el estallido de octubre de 2019 y proyectan el futuro de un proceso abierto. Corresponden a una serie de conversaciones que tuvimos con militantes e intelectuales durante aquel diciembre, varios de ellxs hoy candidatos a convencional constituyente. Además, ya en el orden del archivo, estas páginas quedarán como registro oral de la intensidad con la que a fines de 2019 se pensó e impulsó la caída del primero y más sólido de los neoliberalismos latinoamericanos. Allí donde todo empezó, como dice un amigo, todo puede continuar”.

Lo dicho, una obra que indudablemente no solo es de interés actual sino que servirá de consulta para quienes, en el futuro, quieran investigar qué pasó en Chile en ese luminoso mes de octubre del 2019. 

Quienes deseen conectarse con la editorial y hacerse con un ejemplar de “Chile despertó…”, deben entrar en su página web: www.tintalimon.com.ar

Comprar edición limitada en papel: https://bit.ly/2OdBQ8l

▶️ Descarga libre en PDF o leer online: https://bit.ly/2PSZpUE

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