Perú. Con más el 95% escrutado, el maestro rural Pedro Castillo (izquierda anti sistema) y la ultraderechista Keiko Fujimori irán a la segunda vuelta

Resumen Latinoamericano, 13 de abril de 2021.

Elecciones Perú 2021: con más el 95% escrutado, Pedro Castillo y Keiko Fujimori se perfilan como los candidatos a la segunda vuelta presidencial

El recuento de los resultados de las elecciones presidenciales y del Congreso celebradas el domingo en Perú llegó a más del 95%, perfilando al izquierdista Pedro Castillo y a la derechista Keiko Fujimori como los probables candidatos a la segunda vuelta.

Según datos de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), con actas contabilizadas al 95,303%, el candidato de Perú Libre, Pedro Castillo, cuenta con el 19,1% de los votos, seguido de Keiko Fujimori, de Fuerza Popular (13,33%); Rafael López Aliaga, de Renovación Popular (11,67%); Hernando de Soto, de Avanza País (11,65%); y Yonhy Lescano, de Acción Popular (9,10%). La candidata de la izquierda moderada Verónika Mendoza queda sexta con 7,81 por ciento.

Los dos candidatos con el mayor número de votos pasarán a segunda vuelta, que se celebrará el 6 de junio.

Pedro Castillo
El izquierdista Pedro Castillo, maestro y líder sindical, encabeza los resultados iniciales. (Foto: REUTERS)

Ajustada pelea

En cuanto a las elecciones al Congreso, el conteo provisional apunta a un poder legislativo muy fragmentado, polarizado y que tendrá dificultades para coordinar muchas bancadas, ninguna de las cuales tendrá un gran peso en una cámara compuesta por 130 diputados.

Elecciones en Peru
En los últimos días, el izquierdista Pedro Castillo se colocó al frente de las preferencias. (Foto: GETTY IMAGES)

Profesor de primaria de 51 años, Pedro Castillo se postula por Perú Libre, que se define como un partido de izquierda marxista y que tiene como logo un lápiz.

Desde su región natal de Cajamarca, el domingo Castillo hizo un llamamiento a la “calma y la tranquilidad del pueblo”, mientras que sus seguidores hicieron estallar fuegos artificiales y se pusieron a bailar en las calles.

Posteriormente, Castillo se dirigió a la plaza de armas de Tacabamba para hablar ante sus simpatizantes: “Quisiera saludar a los pueblos más olvidados de mi patria, saludar a los hombres y mujeres que están en el último rincón del país”.

Pedro Castillo
Pedro Castillo subió en las últimas semanas en intención de voto. (Foto: GETTY IMAGES)

“Hoy al pueblo peruano se le acaba de quitar la venda de los ojos… Han tenido tiempo suficiente, décadas, pero cómo dejan al país. Llegas a Lima Metropolitana, a las grandes ciudades y encuentras los lugares con opulencia que no miran más allá de su nariz”, afirmó.

 Castillo ha dicho que convocará a las bases de los partidos y no a los dirigentes para buscar respaldo para la segunda vuelta.

La sorpresiva votación por Castillo refleja el rechazo a una clase política desacreditada a la que profesor y sindicalista no pertenece, la frustración y el hartazgo por las profundas inequidades, abandono y marginación de buena parte del país, especialmente de las zonas andinas donde Castillo gana ampliamente, y la rabia contra un Estado incapaz y que mira para otro lado frente a los graves problemas de esas poblaciones. No ha sido una avalancha de votos, pero sí los suficientes para ponerlo primero en estas elecciones.

“La derecha dejó crecer libremente a Castillo para neutralizar la candidatura de Verónika Mendoza, de una izquierda moderada, a la que esa derecha atacó duramente. Tenían la expectativa que los dos se anulen mutuamente, pero lo que han conseguido es lanzar al primer puesto a la candidatura más radical”, le señaló a PáginaI12 el historiador y analista político Nelson Manrique, catedrático de la Universidad Católica.

Manrique señala que a favor de Castillo también ha jugado su imagen de “humilde profesor de escuela rural, que es muy atractiva y ha canalizado el descontento de los sectores populares, particularmente en la sierra”. “La candidatura de Verónika Mendoza -añade- ha terminado siendo vista más como una candidatura de izquierda de las clases medias antes que de los sectores populares, por eso Castillo avanzó en esos sectores populares”.

Castillo ha ganado la primera vuelta, pero la tiene complicada en la definitiva segunda vuelta. “Todos los cuestionamientos que la derecha no le hizo en la primera vuelta, se los van a hacer en esta segunda vuelta. La derecha va a lanzar una ofensiva despiadada en su contra. 

Keiko Fujimori, hija del expresidente Alberto Fujimori, también declaró que hay que esperar a los resultados oficiales, pero se mostró confiada en lograr el paso a segunda vuelta.

Según reportes, Keiko contactó a otros candidatos afines de derecha para buscar su apoyo de cara a una segunda vuelta.

Por afinidad política, Keiko tendría el respaldo de los votantes de los candidatos derechistas Hernando de Soto y Rafael López Aliaga, tercero y cuarto, respectivamente. Sin embargo, el fascista López Aliaga, un fanático religioso del Opus Dei, no descartó respaldar a Castillo, a quien elogió “por ser pro vida y pro familia”. El izquierdista Castillo tiene una agenda conservadora en temas de derechos ciudadanos, que descarta las políticas de igualdad de género y rechaza la legalización del aborto y el matrimonio igualitario, lo que lo acerca a esa derecha ultraconservadora en estos temas.

Verónika Mendoza ha abierto las puertas para un diálogo con Castillo, con quien coincide en su cuestionamiento al modelo neoliberal y el cambio de la Constitución fujimorista, pero con quien tiene grandes diferencias en los temas de derechos ciudadanos. Lescano ha tomado distancia de los dos candidatos que han pasado a segunda vuelta.

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“El escenario más probable es un triunfo de Keiko. Los votos de la derecha sumados son mayoría”, precisa ManriqueKeiko ha anunciado el indulto para su padre y ha amenazado con un gobierno de mano dura, al estilo fujimorista. Procesada por lavado, una victoria electoral la libraría de ser juzgada. Si triunfo sería el final de los procesos anticorrupción. “Keiko es la mayor amenaza para la democracia”, asegura el historiador.

Cualquiera sea quien llegue a la presidencia no tendrá mayoría parlamentaria y deberá lidiar con un Congreso atomizado en muchas pequeñas bancadas, que serían once. Castillo tendría solamente 28 legisladores en un Parlamento unicameral de 130 miembros, Keiko apenas 16. Pero el escenario se le presenta más complicado a Castillo porque los diversos grupos de derecha sumados harían mayoría en el Congreso, lo que le pondría las cosas muy difíciles a un eventual gobierno suyo.

“Veo difícil que un gobierno de Castillo pueda durar con un Congreso dominado por diversos grupos de derecha que mantendría en crisis permanente a su gobierno hasta sacarlo y tomar el poder desde el Congreso”, advierte Manrique.

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