Paraguay. Fernando Murias: “Un personaje de la calaña de Abdo no puede ser presidente de nuestros hermanos paraguayos”

Por Carlos Aznárez, Resumen Latinoamericano, 25 de marzo de 2021.

foto: En el centro (con camiseta del Che) el médico Fernando Murias.

Paraguay sigue en el candelero de la información por todo lo que viene ocurriendo en ese país a nivel violación de los Derechos Humanos. Esta vez nos referiremos al viaje de la delegación argentina que viajó a Asuncion, integrada por luchadores por los DDHH, periodistas, un médicos y por la Asamblea Permanente por los DDHH, de La Matanza, su titular, Pablo Pimentel. Nos comunicamos con Fernando Murias, médico pediatra, e integrante de la Mutual Sentimiento y de la OLP-Resistir y Luchar, que formó parte de esa delegación quien nos aclaró que el objetivo fundamental que los movió a viajar tiene que ver con denunciar e investigar la situación de la desaparición forzosa de Carmen Elizabeth Oviedo Villalba, “Lichita” y reunirse con organismos solidarios paraguayos para visibilizar aún más lo ocurrido con el infanticidio de las dos niñas argentinas de la familia Villalba.

-Fernando, Contamos un poco cómo fue el camino que recorrió esta delegación una vez que estuvieron en Paraguay.

-La situación es que teníamos que ir si o si porque si hay una desaparición forzosa de una niña, y el tiempo apremia. La temporalidad de la delegación era necesaria. En contra de algunas apreciaciones de otros organismos. Porque si la tienen secuestrada, está escondida o está protegida por las comunidades aborígenes, había que ir a preguntar allí que tenían que hacer en caso de encontrarla. Porque el riesgo es que la encuentre el ejército, en el supuesto caso de que esté con vida y escondida. Nuestra consideración, como argentinos, es aparición con vida y castigo a los culpables. Esto es una nueva muestra de que el poder represor de los gobiernos sigue intacto y que tenemos que contraponer una fuerza. Por eso fue la delegación. No por ser temerarios, sino porque era necesario ir ya. Sinceramente, el balance es bueno. No por el hecho de que tengamos pistas, pero si sembramos la semilla de que hay que buscar y como bien dice Carmen Villalba, prisionera política y madre de Lichita, cuando salga de la cárcel se quedará en ese lugar para buscar a su hija. Carmen es otra Madre de Plaza de Mayo.

-Te quería preguntar, cómo fue el contacto con las organizaciones paraguayas, por lo que sabemos, no todas las organizaciones de DDHH de Paraguay estuvieron a la altura de las circunstancias.

La delegación con una de las comunidades indígenas. El cuarto desde la izquierda es Fernando Murias.

-Es verdad, pero en este aspecto tenemos que ser amplios y aceptar lo que consideramos errores de los hermanos. Son organizaciones de DDHH que pueden estar confundidas o pueden tener miedo o creer que el momento no es el adecuado. Pero cuando a Germán Lovari (militante argentino que viajó antes que la delegación y se dirigió al norte para buscar alguna pista sobre Lichita) le hicieron la causa, y no sabíamos si nos preparaban algo parecido a nosotros, hablé con Ayala de la CODEHUPY y se dio cuenta que nosotros precisábamos cobertura y estuvo atento a lo que nos pudiera pasar. Las puertas están abiertas. LA CODEHUPY y el SERPAJ Paraguay tienen que aceptar que esta situación es de imperiosa urgencia, por eso Pimentel tuvo una reunión con SERPAJ Paraguay, pero todavía no se conocen los resultados de la misma.

-¿Cómo fue el viaje al norte? Por lo que sabemos está muy militarizado y es territorio de las tropelías de las fuerzas conjuntas del ejército militar paraguayo

-Nosotros, antes de ir nos juntamos con un miembro del Ministerio del Interior, Hugo Samaniego y junto con Pablo Pimentel le exigimos que desmilitarizaran la zona mientras la comitiva iba allá. Después de eso, pasó lo de Germán. Pero sinceramente no creo que Samaniego tenga algo que ver con eso. Porque cuando llegamos a la zona no vimos un solo militar. Luego de la visita al Cerro Guazú en ninguna parte de nuestro camino al Cerro y a la comunidad del Cacique Don Hilario, vimos militares.

-Sin duda, sirvió esa entrevista. Fue diferente lo que le pasó a la delegación anterior, la que integraron el abogado Gustavo Franquet y Germán.

-Sirvió, pero también queda claro que el gobierno de Abdo Benítez está débil y no quiere conflicto internacional. Podemos hacer acordar al mundo que las chiquitas de 11 años murieron con ropa de niñas después de ser abusadas, y a posteriori le pusieron ropa verde oliva y Abdo se congratuló de las FFAA, porque había matado “beligerantes”. Quisieron convertir a dos niñas de 11 años en beligerantes de 20 años. Por lo tanto, Abdo es responsable de esta situación, creo que esto es algo que tiene que ser charlado y denunciado internacionalmente, y que pase los límites de América Latina. Porque un personaje de esta calaña no puede ser presidente de nuestro hermano pueblo paraguayo.

-¿Cómo fue el contacto con las comunidades aborígenes?

-Antes que nada, felicito el trabajo de Germán, de Fidel, un muchacho paraguayo que cuando tuvimos que sacar a las apurada a Germán por Clorinda, se agarró la mochila, se puso la ropa de “general” y avanzó, era también nuestro traductor para toda la comunidad. Fidel nos acompañó, tuvimos momentos tensos. Cuando Fidel tenía que ir caminando a la comunidad para pedir permiso, no sabíamos si iban a estar motivadas a echarnos o recibirnos, y fue lo que esperábamos. Nos hicieron entrar, yo estaba vestido de médico, Fidel me dijo “los medicamentos se quedan acá”. Siempre tenemos discusiones previas sobre cuestiones antropológicas, respecto de que si damos o no medicamentos a la comunidad, para prevenir desde la medicina occidental. Llevé los medicamentos y pregunté, si los quieren los quieren, y si no, no. Nuestras bolsas de medicamentos fue una de mis mejores intervenciones, la recordaré toda la vida. Explique durante dos horas, el uso de cremas, antibióticos sencillos, Fidel iba traduciendo al guaraní todo lo que había que escribir. El cacique hablaba castellano. Pero igual Fidel traducía. Ellos nos dijeron: “estamos encerrados” y si a eso le sumamos el hecho de que militarizaron la zona, los siguen por helicópteros, no los deja casar, no los dejan pescar, y por suerte, la naturaleza es buena con ellos. Esperaba algo mucho peor de lo que vi, los chicos se reían, estaban delgados, pero no desnutridos.

-Pero la presión militar sobre esas comunidades es constante.

-Están encerrados y cotidianamente son ametrallados por la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC). Este cacique me mostró cómo se alimentaban y me llevó a la plantación de yuca, de maíz, me dijo: “gracias a la Pacha, a la tierra, tenemos que comer. Pero lo plantamos nosotros”. Queda clarísimo: están encerrados a 70 km del centro de salud más cercano. Si los pica una yarará y se mueren en el camino. A 9 km está el centro educativo más cercano, hay cerca de 10 chicos, de 300 personas, que no están escolarizados. Para poder integrarse al pueblo paraguayo tienen que hacer doble esfuerzo, aprender castellano y movilizarse. Fui a visitar el hospital, una gran alegría porque los médicos son formados en Cuba. Mientras el país del norte tira bombas, Cuba reparte médicos por el mundo. Ellos me dijeron que ni quirófanos tienen. O sea, que ni siquiera llegando al centro de salud se soluciona una emergencia. Tienen que hacer una hora más, hasta la localidad de Fernando Pedro Caballero, para solucionar una emergencia quirúrgica Es una situación aberrante desde lo sanitario, lo educativo y desde el punto de vista político. Porque esas ametralladoras matan a la gente que está cazando, los fusilan, les sacan sus ropas, le ponen ropa verde y los acusan de miembros del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). La situación política es aberrante, la educativa es aberrante, la sanitaria es aberrante, la situación alimentaria y social es aberrante. No hay ministerio que esté haciendo algo mínimo por esta comunidad. Esta fue una muestra de 20 comunidades. O sea que 20 comunidades a 300 personas cada una, hacen 6 mil aborígenes en la zona del Cerro Sagrado de Guazú que no tiene asistencia del estado. No existe el estado más que para tirarles bombas o balas desde helicópteros.

-En esa zona, ¿escuchaste hablar del EPP?

-Los aborígenes en ese momento dijeron que no los ven, creo que el EPP, son células escondidas. Lo que sí me contó nuestro contacto allá, un integrante del Partido Comunista, es que estaría el EPP, los guevaristas que luchan por ideales, y otro grupo, el MCP, una pseudo guerrilla a cuyos integrantes los tipifican como narcos. Los que verdaderamente matan y generan desapariciones son los MCP, nos dijere. Los que en este momento están siendo perseguidos, acorralados y asesinados, son los del EPP. Esto me dijeron cuando le pregunté qué estaba pasando desde el punto de vista de la guerrilla paraguaya

-¿Cómo fue la entrevista con Carmen Villlaba en la cárcel del Buen Pastor?

-Excelente, siempre cedi mi espacio, porque entraban de a dos, pero no abandoné la esperanza de poder verla y conocerla personalmente. En un momento apareció la jefa del presidio, me vio tirado en la puerta, como haciendo piquete y me dejo entrar. A último momento, el domingo. pude conocerla, tomar mates y comer lo que ella preparó, estuvimos con Pablo, con Lali, con Jimena, y con Fabricio. Parece que la respetan mucho, tanto como ella se merece. La vi fuerte, decidida, sabiendo qué tiene que hacer, que si sale en julio, va y se instala en Yby Yau y hasta que no sepa nada de Lichita, no sale. Lo escuché de la boca de ella en persona. Queda claro que nos compromete a todos los que fuimos, y a quienes podamos convencer de que esta lucha tiene sentido. Queremos con Pablo Pimentel y con la UBA, hacer un simposio por los DDHH, y hacerlo en territorio en Asunción o en Yby Yau porque no puede ser que el estado se siga saltando la ley y la constitución y que asesine civiles, niñas y se abuse de esas situación para su beneficio político, como hace este siniestro personaje llamado Abdo Benítez. Tenemos que juntar las voluntades de las universidades y que el tema de Lichita se convierta en pancarta de los DDHH de Latinoamérica. Esta situación si la dejamos pasar se convertirá en algo común. Si consideramos que esta es en guerra contra el imperio, tenemos que seguir esta lucha.

¿Pudieron ver a Laura Villalba, en el cuartel militar donde la tienen detenida y aislada?

No. Intentamos, fuimos tres veces y la primera vez nos dijeron que teníamos que pedir permiso a un general. La segunda, permiso al juez, y finalmente, lo cierto es que recurrimos al habeas corpus. Están violando cualquier tipo de norma y derecho internacional. Laura es una civil, no es miembro de ningún movimiento armado. Es una civil que buscaba a Lichita, cuando la apresaron. Es civil, profesora, trabaja y reside en Argentina, y está encerrada en una cárcel militar. Exigimos que por lo menos la trasladen a la cárcel del Buen Pastor así está con Carmen. Tenemos que insistir que el estado nos dé la razón, ya que se violaron todos los reglamentos nacionales e internacionales en el caso de Laura.

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