Nuestramérica. Memoria: el 3 de marzo de 1816 Juana Azurduy, derrota a tropas españolas

El tres de marzo de 1816, Juana Azurduy dirige un ataque contra un batallón español en Bolivia, logrando derrotarlos. Esa acción le valió el nombramiento de teniente Coronel, rango militar único en el mundo para una mujer.

Pasó toda su vida luchando y murió en la pobreza absoluta y olvidada en la provincia de Jujuy.

Desde siempre Juana Azurduy de Padilla estuvo en el olvido. La heroína nació en la localidad boliviana de Chuquisaca, en 1780, era mestiza, como gran parte de la población del Virreynato del Alto Perú y al igual que muchos en esos años quedó huérfana muy pequeña y pasó su infancia en un convento de monjas de su provincia natal.

A los 22 años, se casa con Manuel Ascencio Padilla, con quien tiene cinco hijos. La vida tranquila en familia dura poco, ya que su marido se suma a los grupos independentistas y el 25 de mayo de 1809, cuando estalla la revolución independentista, Juana y su marido se unieron a los ejércitos populares, creados tras la destitución del virrey y al producirse el nombramiento de Juan Antonio Álvarez como gobernador del territorio.

No fue la única, pero si las más aguerrida de las mujeres que se sumaron a las milicias revolucionarias de Bolivia.Al principio colaboró activamente con su marido para crear “El escuadrón de Los Leales”, el cual debía unirse a las tropas enviadas desde Buenos Aires para liberar el Alto Perú.

Durante el primer año de lucha, Juana se vio obligada a abandonar a sus hijos y entró en combate en numerosas ocasiones, ya que la reacción realista desde Perú no se hizo esperar.

En 1810 se incorporó al ejército libertador de Manuel Belgrano, que quedó muy impresionado por el valor en combate de Juana; en reconocimiento a su labor, Belgrano llegó a entregarle su propia espada.

Juana y su esposo participaron en la defensa de Tarabuco, La Laguna y Pomabamba.En el verano de 1816, su marido Manuel parte a la zona del Chaco encabezando una incursión contra tropas españolas. Ella queda sola para defender la región de Villar, en donde se encontraba la hacienda en donde vivía. La región era constantemente azotada por las fuerzas realistas, por eso organizó la defensa del lugar y efectuó una audaz incursión, los derrotó con sólo 200 hombres y ella misma arrebató la bandera del regimiento al jefe de las fuerzas enemigas y dirigió la ocupación del Cerro de la Plata.

Por esta acción y con los informes favorables de Belgrano, el gobierno de Buenos Aires, en agosto de 1816, decidió otorgar a Juana Azurduy el rango de teniente coronel de las milicias, las cuales eran la base del ejército independentista de la región.

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