Pensamiento crítico. “Los bancos centrales nos están condenando al infierno”

Por Moisés Romero. Resumen Latinoamericano, 2 de febrero de 2021.

Manipulación de estadísticas, apaños contables, basura debajo de las alfombras. En las Grandes Crisis, como la actual, todo vale. Cuando vuelva el río a su cauce y la nieve haya desaparecido tocará, también, buscar muertos en el jardín y rehacer estadísticas. Mientras, los bancos  centrales nos están condenando al infierno sin explicar el porqué, si hemos pecado o no. Y si hemos pecado, cuál es la categoría del mismo. Puede ser venial  o mortal. Luego están los siete pecados capitales. En cualquier caso, moriremos como la rana hervida, fenómeno cuya discusión sigue viva, como explico al final. Y si no es como la rana será por sobredosis de heroína o de cualquier otra droga. Nos han convertido en rebaño. Además, los otros bancos, los de siempre comienzan a cobrar por tener dinero en la cuenta corriente desafiando el temporal.

 ¡Al matadero! no tengan duda alguna. Desconfíen además de las cifras. Desconocemos el estado real de la economía. No son tiempos para tirarse a la piscina. Liquidez aunque nos cobren”, me cuenta uno de mis gurús favoritos, que me deja dos enlaces. Suficiente.

“Con tanto estímulo desplegado, tratar de averiguar si la economía está en recesión es como tratar de evaluar si tuvo fiebre después de tomar una gran dosis de aspirina … Se está condicionando a los inversores a no reconocer el peligro. El mayor problema con estas intervenciones gubernamentales y del banco central sostenidas y sin precedentes es que los riesgos para el capital quedan enmascarados incluso a medida que aumentan”

“Hay una tonelada de dinero que busca un lugar para invertir y no quiere invertir más en rendimientos reales negativos y mercados de acciones que se encuentran en niveles récord y que parecen estar comenzando a alcanzar los límites de valoración”.

A propósito del síndrome de la rana hervida: 

El denominado síndrome de la rana hervida es una analogía que se usa para describir el fenómeno ocurrido cuando ante un problema que es progresivamente tan lento que sus daños puedan percibirse como a largo plazo o no percibirse, la falta de conciencia genera que no haya reacciones o que estas sean tan tardías como para evitar o revertir los daños que ya están hechos. La premisa es que si una rana se pone repentinamente en agua hirviendo, saltará, pero si la rana se pone en agua tibia que luego se lleva a ebullición lentamente, no percibirá el peligro y se cocerá hasta la muerte. La historia se usa a menudo como una metáfora de la incapacidad o falta de voluntad de las personas para reaccionar o ser conscientes de las amenazas siniestras que surgen gradualmente en lugar de hacerlo de repente.

Si bien algunos experimentos del siglo XIX sugirieron que la premisa subyacente es verdadera si el calentamiento es lo suficientemente gradual, ​según los biólogos contemporáneos, la premisa es falsa: una rana que se calienta gradualmente saltará a la superficie. De hecho, la termorregulación al cambiar de ubicación es una estrategia de supervivencia fundamentalmente necesaria para las ranas y otros ectotermos.

Fuente: La Carta de la Bolsa

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