Venezuela. Bloqueo y vacunas, otro crimen contra el pueblo

Resumen Latinoamericano, 25 de enero de 2021.

Las acciones recientes por parte del antichavismo han develado lo que sus voceros han negado permanentemente: desde que comenzaron a intensificarse las arremetidas contra Venezuela, de parte de los gobiernos de Barack Obama y Donald Trump, sus operadores han negado su contribución a la asfixia de la sociedad venezolana.

Hoy esa energía se ha disipado.

En cuanto a salud, ni Estados Unidos ni sus peones en la Unión Europea han cesado los ataques económicos contra Venezuela, ni siquiera en medio de la pandemia global por la covid-19, al contrario, han acelerado las medidas coercitivas contra la población ocultándose tras la excusa de que son contra los funcionarios del Gobierno nacional.

No son sanciones, se trata de crímenes de lesa humanidad

Está demostrado que se ha pretendido negar el acceso a materia prima, medicamentos, equipamiento médico, entre otros, para profundizar un caos en los servicios de salud. La cancillería venezolana ha reseñado que algunos de los hechos más destacados desde 2017 son:

  • Bloqueo por parte del banco estadounidense Citibank de los fondos destinados a la importación de 300 mil dosis de insulina, perjudicando a más de 450 mil pacientes.
  • Obstrucción a la compra de 2 millones de unidades de tratamiento antimalárico. El laboratorio BSN medical, con sede en Colombia, se negó a despachar el medicamento habiendo recibido el pago. La empresa que hizo la transacción fue sancionada poco después por Estados Unidos.
  • El banco suizo UBS bloqueó las transacciones de Venezuela a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) destinadas a la compra de vacunas para el programa de inmunización de 2017, lo que generó un retraso de cuatro meses al programa.
  • Negativa por parte de las transnacionales farmacéuticas Pfizer y Novartis de vender medicamentos como inmunosupresores para personas transplantadas y reactivos e insumos para el tratamiento de enfermedades crónicas.
  • La retención de fondos venezolanos por valor de 1 mil 200 millones de dólares realizados por la empresa financiera Euroclear que perjudicó varias compras programadas de medicamentos y equipamiento para los servicios de salud de Venezuela.
  • Bloqueo de transacciones financieras destinadas a la compra de inmunoderivados, específicamente inmunoglobulina.
  • Bloqueo por parte del Banco Santander de España de transacciones financieras destinadas a la compra de repuestos de equipos dedicados a más de 800 intervenciones de cirugía cardiovascular para niños y niñas.
Nivel psicopático del bloqueo: Asfixiar y negarlo a la vez

En diciembre pasado, las autoridades venezolanas rechazaron las acciones de bloqueo por parte de Estados Unidos y sus satélites que afectan gestiones como la compra de vacunas contra la covid-19.

La vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, informó que el Gobierno bolivariano adelantaba gestiones para desbloquear los recursos destinados a atender la pandemia en Venezuela, en particular, para comprar las vacunas Sputnik V, de Rusia, entre otras.

Agregó que el acceso al dinero de los venezolanos para las vacunas es un elemento que está enmarcado en el derecho humanitario. “Venezuela tiene recursos para pagar, pero producto de un grupo minoritario de derecha extremista, fueron bloqueados por el gobierno de Donald Trump”, denunció.

Por su parte, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, llamó a la comunidad internacional a rechazar el bloqueo de los fondos venezolanos necesarios para adquirir las referidas vacunas, declarando vía Twitter que:

“En medio de la pandemia y recesión económica mundial, es un acto criminal que bancos europeos y estadounidenses bloqueen los recursos de la República y nos impidan adquirir las vacunas para detener la covid-19. Estas acciones no las puede permitir la Comunidad Internacional”.

Sin embargo, pocos días después Venezuela firmó un contrató con Rusia para adquirir, en una primera fase, las dosis de la vacuna Sputnik V. El “paso adelante” se llevó a cabo en un acto encabezado por la vicepresidenta Rodríguez; el ministro para la Salud, Carlos Alvarado; el canciller Arreaza; y el embajador ruso en Venezuela, Serguéi Melik-Bagdasarov.

La vicepresidenta ejecutiva firma el convenio para la adquisición de la Sputnik V con la Federación Rusa (Foto: Ministerio de Economía y Finanzas de Venezuela)

La vicepresidenta ejecutiva venezolana informó que “en la primera etapa se vacunará a diez millones de personas. La vacuna es segura, Rusia ha dado pasos firmes con la investigación de la Sputnik V”, y manifestó que se estaban haciendo todas las gestiones posibles para que los recursos de Venezuela bloqueados sean liberados para poder comprar las dosis que sean necesarias.

En su primera alocución de 2021, el presidente Maduro denunció que “los recursos de Venezuela para comprar la vacuna los tienen congelados y robados en Inglaterra, en Portugal, en España, en Estados Unidos”, añadiendo que “les hemos reclamado (a estos países) que nos entreguen el dinero para comprar la vacuna, a través de la Organización Mundial de la Salud, y se han negado. Así lo denuncio”.

Casi dos semanas después, el así llamado “comisionado para la ONU del gobierno interino”, Miguel Pizarro, negó la información del gobierno constitucional acerca de que el Parlamento (caduco presidido por Juan Guaidó) se negó a firmar un acuerdo para la adquisición de los inmunizantes.

Mediante un comunicado, señaló que “desde el gobierno interino y la Asamblea Nacional hemos reiterado día a día nuestra disposición de articular esfuerzos con organismos nacionales e internacionales que contribuyan con la atención y asistencia a los venezolanos víctimas no solo de la pandemia, sino también de la Emergencia Humanitaria Compleja que vive nuestro país”.

Venezuela excluida de la OPS y del mecanismo Covax

Durante la reunión del Consejo Social de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), realizada el pasado martes 19 de enero, el ministro Alvarado dijo que:

“Venezuela tiene recursos, muchísimos recursos, más de 30 mil millones de dólares retenidos en la banca internacional, recursos que podrían muy bien ser utilizados para el control de la pandemia en Venezuela”.

Cabe recordar que en noviembre de 2020 el director de Emergencias de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Ciro Ugarte, aseguró que Venezuela no podría adquirir vacunas ni otros insumos a través del Fondo Rotatorio de ese organismo debido a que acumulaba una deuda aproximada de 11 millones de dólares.

El mencionado fondo es un mecanismo de cooperación que permite a los 41 países y territorios de América Latina y el Caribe comprar vacunas, jeringas y suministros como la inmunoglobulina, en nombre de los Estados miembros de la OPS, a precios bajos gracias a que se adquieren en grandes cantidades.

Anteriormente, el 29 de septiembre de 2020, la OPS había suspendido el derecho al voto de Venezuela en el Consejo Directivo por deudas acumuladas desde 2017 (año en que comienza a profundizarse el bloqueo económico, financiero y comercial) que superan los 7.8 millones de dólares. Ello constituyó un impedimento más para adquirir una eventual vacuna contra la covid-19, porque dicho fondo ofrece líneas de crédito a países que así lo requieren y permite acceder a otros suministros médicos esenciales a precios inferiores a los del mercado internacional.

Por otra parte, la OMS ha coordinado el mecanismo COVAX junto a la alianza de vacunas GAVI para apoyar a los países más pobres, financiado por países donantes, prestamistas multilaterales como el Banco Mundial y organizaciones benéficas privadas. Dicho mecanismo ha asegurado acuerdos para el despliegue de 2 mil millones de dosis de vacunas este año, así lo declararon funcionarios de la OPS.

El pasado 19 de enero, el mismo Ugarte anunció que se había cerrado el cronograma para que Venezuela se uniera al mecanismo “debido a la falta de recursos y de pagos a tiempo”. Abogados del Banco Central de Venezuela (BCV) han declarado que no se han podido realizar los pagos necesarios para participar en COVAX porque las medidas coercitivas unilaterales impuestas por Washington han dejado fondos congelados en cuentas bancarias extranjeras.

Sin acceso al Fondo Rotatorio, Venezuela tendrá que comprar las vacunas y tratamientos a precios internacionales, lo que podría acentuar la emergencia debido a la poca entrada de divisas a raíz del embargo petrolero estadounidense, y haría más difícil contrarrestar la covid-19 y otras epidemias como el VIH, la malaria, la difteria y el sarampión en plena contracción económica y a falta de ingresos por exportación.

Venezuela cumple a cabalidad con los requisitos primordiales que señala la OPS para participar en el Fondo Rotatorio:

  1. La asignación de un rubro en el presupuesto nacional con una partida específica destinada a cubrir el costo de las vacunas y las jeringas.
  2. El nombramiento de un director del PAI (Programa Ampliado de Inmunización) nacional facultado para elaborar y ejecutar el programa.
  3. Un plan nacional de operaciones que sea integral y realista, que abarque al menos un período de cinco años y se ajuste a las políticas generales del PAI en las Américas, siguiendo las directrices del Consejo Directivo de la OPS.

En el comunicado que emitió a nombre del pranato de Guaidó, Pizarro recalcaba que la Asamblea Nacional (caduca) estaría comprometida con establecer los lazos internacionales que permitan asistir a los ciudadanos ante la emergencia sanitaria diciendo que:

“Dicha disposición fue además manifestada claramente en el ‘Acuerdo sobre la necesidad de participación de Venezuela en el mecanismo COVAX de la Organización Mundial de la Salud y del fondo de acceso global para vacunas covid-19’ aprobado el pasado 3 de enero de 2021 en Sesión Extraordinaria de la Asamblea Nacional por la Comisión Delegada”.

Poco y nada se sabe de los resultados de las gestiones que voceros de la extinta AN como Miguel Pizarro dicen haber realizado para facilitar la participación de Venezuela en el mecanismo COVAX de la OMS (Foto: Archivo)

Sin embargo, nada de lo dicho se ha visto realizado. Más allá de buscar subterfugios para mantener viva a una institución cuya gestión se encuentra extinta, estos operadores bajo el mando de un gobierno extranjero no han presentado ningún resultado concreto de dichas gestiones y, ante la exclusión de COVAX, el Gobierno venezolano ha optado por alternativas en el marco de la cooperación con países aliados.

Vacunas anticovid-19: Nuevo capítulo de Piratas del Caribe

En abril de 2020, el Banco Central de Venezuela (BCV) acordó con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) destinar parte del oro venezolano secuestrado por el Banco de Inglaterra a la compra directa de medicinas, alimentos y equipos médicos para enfrentar la pandemia del covid-19.

Desde 2019, el esquema delictivo diseñado en Washington e implementado por el Norte global llamado “gobierno interino” impide la utilización de estos recursos del Estado venezolano con el aval del reconocimiento brindado por el gobierno de Boris Johnson.

El primer ministro británico Boris Johnson “reconoce” a Juan Guaidó como “presidente interino” de Venezuela (Foto: Archivo)

La respuesta del mal conocido “interinato” fue nula y la operación no se concretó, aun cuando el Tribunal Superior de Reino Unido falló en julio pasado a favor del autoproclamado “presidente encargado” en el litigio por el control de los más de mil millones de dólares del metal precioso, decisión apelada por los representantes legales del Gobierno bolivariano en Inglaterra.

El economista opositor Francisco Rodríguez dio a conocer el pasado 20 de enero una carta firmada por los abogados del exdiputado Guaidó en el Reino Unido, en la misma desechaban la propuesta de usar parte de las reservas en oro venezolano depositado en el Banco de Inglaterra para la compra de vacunas contra la covid-19.

“Nuestros clientes (Guaidó) no tienen confianza en la disposición o habilidad del régimen de Maduro de justa y efectivamente distribuir el número contemplado de vacunas”, enuncia el documento enviado el 29 de diciembre de 2020 por el bufete al servicio del “gobierno interino” en Gran Bretaña al Banco de Inglaterra.

Lo que el exdiputado Pizarro intentó negar a mitad de enero fue desmentido con una prueba tan contundente como la carta de los abogados pagados para cumplir órdenes de la Casa Blanca, según ha denunciado el embajador de Venezuela ante la ONU, Samuel Moncada.

La “sesión extraordinaria” de la AN elegida en 2015 se realizaba a solo cinco días de que los abogados de Guaidó rechazaran usar el oro venezolano para comprar vacunas y durante la misma tarde en que el presidente Maduro lo denunciaba.

El pretendido “Acuerdo sobre la necesidad de participación de Venezuela en el mecanismo COVAX” se aprobó a 16 días de que cerrara el cronograma para que Venezuela se uniera a dicho mecanismo, y a nueve meses de la propuesta realizada al PNUD. Irónicamente, también se aprobaba la misma tarde en que el presidente Maduro denunciaba lo que Pizarro luego intentó desmentir.

Por su parte, ante la nueva negativa de usar fondos de la República para la atención de los venezolanos en medio de la pandemia del covid-19, el canciller Arreaza declaró que se trata de “otra prueba de la crueldad de Guaidó y su banda”.

La nueva AN, un solo Estado al frente de los intereses nacionales

El 19 de enero, a pocos días de instalada la Asamblea Nacional (AN) elegida el 6 de diciembre, y vigente por cumplir con lo estipulado en la Constitución venezolana, se aprobó unánimemente un acuerdo en el que se hace “un llamado a los Estados e instituciones del sistema financiero internacional a liberar con urgencia los recursos financieros que permitan a la República de Venezuela adquirir las dosis de vacunas contra el covid-19 e iniciar con premura la vacunación”, así lo leyó su presidente, Jorge Rodríguez.

Además, el acuerdo resalta que la imposición de medidas coercitivas económicas, principalmente las petroleras, han derivado en “una dramática disminución de los ingresos en divisas que han afectado al Presupuesto Nacional”. De esta manera el cuerpo legislativo cumple con la defensa de la soberanía nacional como le ordena la Carta Magna.

El parlamentario destacó que los recursos y activos de la República fuera de nuestras fronteras alcanzan la suma de 33 mil millones de dólares y recalcó que los mismos sirven para atender la salud de la población venezolana afectada por la pandemia.

“Es una barbaridad tener que explicarle a los bancos de Portugal, España, Inglaterra, al Gobierno de Paraguay, de Colombia que nos robó Monómeros (empresa) y Estados Unidos que nos robó Citgo, que ese dinero lo necesitamos para atender a nuestro pueblo, pero así de bárbaro es el llamado orden internacional (…) no le estamos pidiendo plata prestada a nadie, estamos diciendo que nos devuelvan lo que nos robaron”, declaró.

Cooperación, multipolaridad y creatividad como respuesta

Ante el bloqueo orquestado para someter a la población, y ejecutado por el antichavismo con cédula venezolana, el Gobierno ha recurrido a la cooperación internacional con países aliados.

El embajador de la República Popular China en la República Bolivariana de Venezuela, Li Baorong, ha declarado que, una vez que la OMS apruebe la vacuna china contra el covid-19, Venezuela será prioridad para su suministro de las vacunas.

Desde los primeros contagios registrados en la nación, nueve cargamentos con múltiples insumos médicos desde el país asiático han sido recibidos y distribuidos por el Gobierno nacional; en el último se recibieron más de 274 toneladas de equipos, insumos y medicinas contra el coronavirus.

Cargamentos de ayuda humanitaria que ha enviado China y otros gobiernos aliados son parte de la cooperación que también consiste en transferencia tecnológica e intercambio de experiencias (Foto: VTV)

Por otra parte, el Gobierno de Cuba, encabezado por el presidente Miguel Díaz-Canel, espera producir 100 millones de dosis de su vacuna Soberana 2 en 2021 e inmunizar a toda su población este año, asimismo distribuir buena parte de dicha producción entre los países del ALBA-TCP.

Soberana 2 pasó a la fase II B de ensayos clínicos, lo que involucra a 900 voluntarios. Si tiene el éxito esperado, este candidato vacunal entrará en marzo en la fase III (la última antes de su aprobación), con 150 mil voluntarios y la participación del Instituto Pasteur de Irán.

Los científicos cubanos trabajan en cuatro candidatos vacunales: Soberana 1 y 2, Abdala y Mambisa, todos en ensayos clínicos (fase I o II). Los tres primeros se administran por inyección y el cuarto mediante un spray nasal.

Debido al embargo que ha impuesto Estados Unidos desde 1962 en su contra, Cuba se ha visto obligada a producir (de manera exitosa) sus propios medicamentos, incluyendo las vacunas. Muchos bancos rechazan la realización de cualquier transacción de los excedentes por temor a retaliaciones de Washington.

Esto no ha impedido que, desde los años 80, el país dedique una cuarta parte de su presupuesto sanitario a desarrollar su industria biotecnológica, con descubrimientos notables, incluida una vacuna contra el meningococo B.

Ahora más que nunca es vital partir tanto de la cooperación como de la creatividad para confrontar y superar el asedio económico y el robo coordinado de los fondos nacionales. La disputa por el control de Venezuela ha sido convertida en un tema global, por ello se amplían las miradas y opciones para evitarlo.

Fuente: Misión Verdad

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