Euskal Herria. Las balas SIRX de la Ertzaintza pueden fracturar el cráneo a 40 metros y las SIR, a 15

Por Iñaki Iriondo. Resumen Latinoamericano, 22 de enero de 2021.

El viceconsejero de Seguridad de Lakua, Josu Zubiaga, dio por buena la orden de un mando a sus ertzainas de «vamos a tirar a dar, ¿vale?», aduciendo que «llega un momento en que se lanza a las personas». ¿Qué efectos pueden provocar estos proyectiles?

La Ertzaintza realizó varias cargas, empleando incluso balas de foam, la tarde y noche del 20 de enero en Donostia, que justificó en las agresiones padecidas por jóvenes que se negaban a respetar las restricciones adoptadas por motivos sanitarios. La versión oficial se fijó en la detención de cuatro personas, que luego quedaron en libertad, y las heridas de ocho agentes y también a dos «viandantes».

Sin embargo, en la red comenzaron a circular videos grabados esa noche en la que se observa que el objetivo de la Ertzaintza en algunas de sus cargas ni eran tan jóvenes ni se ve que mantuvieran actitudes inciviles. Pero sobre todo alcanzó trascendencia una grabación, reproducida por NAIZ desde primera hora de la mañana, en la que se ve y se escucha a un mando de la Ertzaintza ordenar a sus diez agentes, que avanzan en formación por una calle desierta, «vamos a tirar a dar, ¿vale?».

Y tiraron y, según denuncias públicas, dieron. Un joven fue hospitalizado por un balazo de foam –el nuevo material antidisturbios de la Ertzaintza– que le partió la mandíbula y “Piztu Donostia” incluyó una foto del herido en un mensaje en redes. Esta sería la segunda fractura de mandíbula que provoca la Policía autonómica en los dos últimos años. Otro lanzamiento hirió a una joven de Bilbo llamada Anne, de 19 años, cuando participaba en una concentración antifascista ante un acto de Vox. Después, además, fue multada.

Seguridad valida la actuación

Esa orden de «vamos a tirar a dar, ¿vale?» chirría, más si se escucha en la misma semana en la que el Tribunal Supremo ha recordado que la carga que mató a Iñigo Cabacas fue desproporcionada e injustificada, aunque ello no cambie la sentencia.

Que la cosa no suena bien se deduce de que el secretario general del sindicato ErNE, Roberto Seijo, disculpó ese «tirar a dar» como una expresión «coloquial» que se usa habitualmente en ese contexto, pero acto seguido aseguró que «la voluntariedad» de los ertzainas en ningún caso es esa. Después aseguró que los policías se ven desprotegidos ante prácticas que definió como de «kale borroka».

Pero luego el viceconsejero de Seguridad, Josu Zubiaga, fue entrevistado en varios medios de EiTB y no solo defendió la actuación de la Ertzaintza en este caso, sino que la definió como ajustada a los protocolos.

En declaraciones a “En Jake”, Zubiaga aseguró que «el material está hecho para estas circunstancias. Se había utilizado previamente sin alcanzar a las personas, a modo de advertencia, pero llega un momento en que se lanza a las personas».

¿Qué dicen los protocolos y qué provocan las balas?

Según información remitida por el Departamento de Salud al Parlamento en su momento, antes de los lanzamientos de las balas de foam «se efectúa al menos un disparo de munición de salva (cartucho sin proyectil) que solamente produce sonido, con un objetivo exclusivamente intimidatorio y disuasorio, una forma de preaviso y advertencia. El disparo de munición de salva, cartucho sin proyectil que solamente produce sonido, se utiliza con la finalidad de que se dispersen los elementos violentos y cesen los desórdenes, sin tener que utilizar el material antidisturbios, salvo que las circunstancias concurrentes aconsejen actuar de otra manera (en especial, cuando exista peligro para la vida o integridad física de las y los agentes actuantes o terceras personas)».

En el vídeo en el que el mando ordena «disparar a dar», el grupo de ertzainas está absolutamente solo en una calle desierta y tampoco se observan ataques directos desde las calles perpendiculares a las que apuntan.

Los lanzadores de balas de foam sustituyeron a las pelotas de goma tras la muerte de Iñigo Cabacas en 2012. Según precisó en su momento el Departamento de Seguridad, «se establece que el disparo se realizará orientado a la altura del tronco y a las extremidades (preferentemente las piernas), salvo que las circunstancias concurrentes aconsejen actuar de otra manera (peligro para la vida o integridad física de las y los Ertzainas actuantes o terceras personas)». Desde entonces, las dos personas hospitalizadas por disparos de balas de foam han sufrido roturas de mandíbula.

En cuanto a la lesividad del material, Departamento de Seguridad encargó a Tecnalia un estudio sobre la caracterización y análisis de material antidisturbios que iba a sustituir a las pelotas de goma y que la empresa entregó al Gobierno el 8 de julio de 2014. Según este informe, las balas de foam SIRX que utiliza la Ertzaintza tienen un riesgo del 50% de provocar una fractura craneal si se disparan a menos de cuarenta metros de quien recibe el impacto. En el caso de la munición SIR, la distancia disminuye a los 15 metros.

Los investigadores especifican que no han encontrado estudios experimentales de los riesgos de esta munición hechos «con sujetos postmorten o animales», por lo que tuvieron que realizar este «estudio aproximativo del riesgo de lesión» tomando los datos de los estudios de densidad de energía, los «valores antropomórficos de la población española y valores de lesión» de informes anteriores. Subrayan que los datos obtenidos «no son concluyentes sino aproximativos».

Así hallan los valores del límite craneal de los que extraen la distancia a la que se pueden disparar para que el riesgo de provocar una fractura craneal sea menor al 50%. Las balas SIRX y SIR son las menos lesivas.

Petición de investigación

Alde Zaharreko Gazte Asanblada (AZGA) denunció que la Ertzaintza no fue a garantizar la seguridad, sino a apalear y detener. En los últimos días se han producido varias actuaciones similares.

La portavoz de EH Bildu en el Ayuntamiento de Donostia, Reyes Carrere, aseguró que estos hechos «necesitan una investigación a fondo» para determinar «realmente» lo ocurrido, y calificó de «gravísimo» que mandos policiales dieran órdenes de «tirar a dar».

Los grupos municipales de PNV y PSE se sumaron a una declaración del PP que «condena los altercados» y muestra su apoyo a la labor que realizan tanto la Policía Municipal como la Ertzaintza. El texto no fue firmado ni por EH Bildu ni por Elkarrekin Podemos-IU.

Fuente: Naiz

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