Argentina. Nostálgicos del golpismo militar: Una agrupación de uniformados retirados quiere incidir sobre las políticas de defensa y seguridad // Se presentaron como una “nueva mesa de enlace”

Por Fernando Cibeira. Resumen Latinoamericano, 12 de noviembre de 2020.

El ministro de Defensa, Agustín Rossi, calificó como “conspirador nato” al general retirado Ernesto Bossi, quien se presentó como vocero de la “Mesa de Encuentro”.

El ministro de Defensa, Agustín Rossi, dijo que la Mesa busca mostrarse como una conducción paralela de las Fuerzas. 
Imagen: Guadalupe Lombardo

El ministro de Defensa, Agustín Rossi, dijo que la Mesa busca mostrarse como una conducción paralela de las Fuerzas. 

Un grupo de jefes militares y de fuerzas de seguridad retirados encabezados por el general Ernesto Bossi presentaron ayer la “Mesa de Encuentro Libertador General San Martín”, que buscan que se vea como algo similar a la Mesa de Enlace de las entidades agropecuarias, con la intención de expresar opiniones públicas sobre las políticas de defensa y seguridad. “Es una fenomenal operación política encabezada por un conspirador nato como es el general retirado Bossi, que ya conspiró en 2004 contra Néstor Kirchner”, evaluó el lanzamiento el ministro de Defensa, Agustín Rossi.

El ministro destacó que el agrupamiento pretende mostrarse como una especie de conducción paralela de las Fuerzas Armadas, con lo que realmente apunta a desgastar a los jefes de las Fuerzas, a él mismo como responsable de las políticas de Defensa y, en última instancia, al propio presidente Alberto Fernández. “No es el rol del personal militar retirado presentarse en una agrupación de estas características, esto es una agrupación política”, afirmó Rossi en diálogo con PáginaI12

El llamativo agrupamiento hizo su presentación con un documento con tres “objetivos”: participar en el debate público y político sobre la defensa y la seguridad nacional; amalgamar a la “familia de los uniformados” y determinar intereses comunes y particulares de “cientos de miles de uniformados”. En declaraciones a diferentes medios, Bossi, quien llevó la voz cantante del agrupamiento, aseguró que la aparición no significaba “un desafío a la instituciones” ya que la conducción de las Fuerzas corresponde al personal en actividad, pero que eran “conscientes de las lecturas que se pueden generar”. 

Incluso, como anticipo, ya dejaron entrever la necesidad de “ablandar” los estrictos límites entre seguridad y defensa nacional. Los militares no pueden actuar en seguridad interior, algo que el actual gobierno reforzó a principios de año cuando derogó un decreto de Mauricio Macri que ampliaba el rango de acción de las Fuerzas Armadas en temas como narcotráfico, ciberseguridad y terrorismo. “No nos justificamos más. Es hora de hacernos escuchar”, desafiaron en el anuncio.

La “Mesa de Encuentro” está integrada por uniformados retirados vinculados a fundaciones o mutuales que son sostenidas por personal militar. Junto a Bossi, la integran el teniente general Claudio Pasqualini (Observatorio de Seguridad y Defensa), el general Sergio Fernández (Asociación Veteranos de Malvinas), el coronel José Francisco Guerrero (Mutual del Personal de Intendencias Militares), el general Daniel Reimundes (Sociedad Militar Seguros de Vida), el comandante general Ricardo Spadaro (Gendarmería Nacional), el suboficial mayor de la Armada Humberto Toloza (Círculo de Oficiales de Mar), el teniente general Ricardo Cundom (Fundación Criteria) y el comisario General de la Policía Bonaerense Pablo Bressi.

La referencia del ministro Rossi a la conspiración desbaratada por Néstor Kirchner en 2004 se remonta a una cena realizada en el Regimiento Patricios. revelada en aquel momento por PáginaI12, en la que apareció por sorpresa el entonces ministro de Defensa, José Pampuro, para indigestión de los comensales.

Como ahora, Bossi y Raimundes manejaban la Sociedad Militar Seguros de Vida y reunieron a otros militares retirados con empresarios como el banquero Jorge Brito y algunos dirigentes políticos como los radicales Enrique “Coti” Nosiglia y Horacio Jaunarena y el director del diario La Nueva Provincia, Vicente Massot. “Ojo que no estamos conspirando”, le aseguró Nosiglia a Pampuro cuando entró. “Eso que decís me garantiza que sí”, le replicó el ministro, que irrumpió allí por orden de Kirchner, a quien le había llegado la información sobre el cónclave. La oportuna intervención del Gobierno impidió entonces que avanzara esa organización.

Por lo visto, 16 años después, Bossi y Raimundes siguen con las mismas intenciones. En el Ministerio de Defensa tienen identificado que la mutual Sociedad Militar funciona como permanente usina de rumores sobre las Fuerzas Armadas que difunden por cadenas de whatsapp, de mails o a través de las redes. “Desde la forma que se presenta hasta la denominación similar a la Mesa de Enlace tiene un contenido político fuertemente conspirativo”, advirtió ayer Rossi.

Añadió que los primeros blancos de esa conspiración resultaban los jefes de las Fuerzas Armadas y del Estado Mayor Conjunto, dado que planteaban asumir sus funciones, como ser el reclamo por una mejora salarial de los uniformados o el acceso a la vivienda. Además, marcaba que todos los retirados de las Fuerzas Armadas -incluyendo los de la Mesa- cobraron este mes entre 25 y 30 mil pesos de aumento, gracias a la decisión presidencial de blanquear sumas no remunerativas. En la presentación de ayer no dijeron nada al respecto.

Eso era en lo referido al aspecto gremial. Pero, subrayaba, también plantearon diferencias en cuanto a la política de Defensa, por lo que los objetivos conspirativos y de desgaste abarcaban además su rol como ministro y al del presidente de la Nación como comandante en jefe de las Fuerzas y quien en última instancia decide las políticas del área. “Tienen un objetivo de desgaste, sin ninguna duda. No es el rol del personal militar retirado presentarse en una agrupación de estas características. Esto es una grupación política financiada por asociaciones mutuales de las Fuerzas Armadas. Hay personas con las que tengo buena relación como el general Cundom, que fue jefe del Ejército. Pero está allí representando a una fundación que es una pantalla de las empresas de seguridad que maneja el militar retirado Jorge Tito”, reveló Rossi. 

El ministro se mostró confiado en que la flamante Mesa no tendrá mayor predicamento dentro de las filas de militares activos, dado que sus integrantes ya pasaron por los puestos de conducción. Por ejemplo, Bossi fue jefe durante el gobierno de Carlos Menem, “que fue cuando más se deterioró el salario militar”, aseguraban en Defensa. Pasqualini ocupó la jefatura del Ejército hasta febrero. “Lo que no hicieron como jefes lo quieren conseguir como retirados,  implícitamente descalificando a la actual jefatura y financiándose con mutuales y fundaciones que sostiene el personal militar. No creo que eso sea bien recibido dentro de las Fuerzas Armadas”, concluía Rossi. 

¿Quiénes son y qué quieren los líderes de la mesa de enlace de militares y policías?

El lobby por unificar seguridad y defensa y la añoranza de ganar peso político para las fuerzas

El articulador del grupo es Ernesto Juan Bossi, quien estuvo en la SIDE durante el gobierno de la Alianza y bregó por lograr que las Fuerzas Armadas se involucraran en inteligencia interna. La presentación de la Mesa de Encuentro se hizo en la Sociedad Militar Seguro de Vida, presidida por Daniel Reimundes, un militar retirado procesado por espionaje ilegal. Tanto Bossi como Reimundes ya habían participado de una maniobra similar en 2004, entonces desbaratada por Néstor Kirchner. Ahora también participan un exjefe del Ejército de Mauricio Macri y un exjefe de la Policía bonaerense de María Eugenia Vidal.Por Luciana Bertoia

Los militares y policías retirados presentaron su “Mesa de Encuentro Libertador General San Martín”.

Los militares y policías retirados presentaron su “Mesa de Encuentro Libertador General San Martín”. 

Dispuestos a reactivar una discusión saldada en los inicios de la democracia, un grupo de militares retirados y algunos exintegrantes de las fuerzas de seguridad presentaron en sociedad una versión castrense de la mesa de enlace a la que llaman “Mesa de Encuentro Libertador General San Martín”. Su articulador es Ernesto Juan Bossi, quien fue el secretario general del Ejército durante la gestión de Martín Balza y después saltó a la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) durante el gobierno de la Alianza, desde donde pugnó por borrar la separación entre defensa y seguridad y lograr que las fuerzas se involucraran en tareas de inteligencia interna –algo vedado por ley después de la experiencia de la última dictadura–. El grupo también lo integran un exjefe del Ejército de Mauricio Macri y un exjefe de la Bonaerense de María Eugenia Vidal.

La presentación en sociedad de la Mesa de Encuentro se hizo en la sede de la Sociedad Militar Seguro de Vida, una entidad asociada a la familia militar que presidió Bossi por un tiempo y que ahora está en manos de Daniel Reimundes, un militar retirado que terminó procesado por la jueza Sandra Arroyo Salgado por la pinchadura de mails a funcionarios, políticos, jueces y periodistas durante el gobierno kirchnerista. El propio Ministro de Defensa, Agustín Rossi, advirtió que la entidad estaba encabezada por alguien con una trayectoria frondosa en conspiraciones y que era financiada por la Sociedad Militar en un intento de disputar la conducción de las Fuerzas Armadas.

En concreto, el grupo que encabeza Bossi se mueve al ritmo de dos ejes: el lobby por la unificación de la seguridad y la defensa y la búsqueda de ganar terreno con la agenda más tradicional de la familia militar y llegar a los integrantes actuales de las fuerzas, con quienes ya casi no han tenido contacto, excepto por los exjefes del Ejército Ricardo Cundom y Claudio Pasqualini, que también son de la partida.

“Al igual que en los países más avanzados, Argentina requiere de una visión integral de la seguridad y la defensa para favorecer las condiciones óptimas para su desarrollo”, explicó Bossi durante la presentación. Entre los principios de la nueva entidad dijo que estaban el bien común, el bienestar y la concordia”. La concordia suele ser la palabra que al interior de la familia militar reemplaza a la reconciliación. También listó tres objetivos –bastante imprecisos– para el accionar de la “Mesa de Encuentro”: la participación en el debate público, la amalgama de la familia militar y la determinación de intereses comunes y particulares de los uniformados.

Página/12 intentó infructuosamente comunicarse con Bossi para requerirle mayores precisiones sobre la iniciativa, pero no respondió ni los llamados ni los mensajes. Otro de los integrantes del grupo le dijo a este diario que el armado había sido todo mérito del vocero de la “Mesa de Encuentro”.

Los integrantes

Bossi fue una figura clave del Ejército en los años ‘90 y hasta 2000. Quienes lo conocen lo definen como un articulador. Durante el gobierno de Fernando de la Rúa, ocupó la Central Nacional de Inteligencia (CNI) dentro de la SIDE. Sus actividades. despertaron el interés entonces de Elisa Carrió que pidió informes desde el Congreso. Impulsor de la cena de mayo de 2004 que funcionó como una provocación al gobierno de Néstor Kirchner, también mantuvo activa su preocupación por sus compañeros de armas que debieron responder los crímenes aberrantes que cometieron durante la dictadura.

Dentro del grupo, lo siguen en antigüedad dentro del Ejército José Francisco Guerrero y Reimundes, compañeros de la promoción 100 y pasados a retiro en 2003. Después les sigue Sergio Fernández, integrante de la promoción 103 que tiene algunos elementos célebres como el represor Juan Daniel Amelong. Fernández preside la Asociación Veteranos de Guerra de Malvinas (Aveguema). Otro veterano que conforma la “Mesa de Encuentro” es Ricardo Cundom, quien se hizo cargo del Ejército en junio de 2015 tras la renuncia de César Milani.

También participa el excomandante de Gendarmería Nacional José Ricardo Spadaro, quien estuvo en Malvinas en 1982 como parte del grupo Alacrán. Dejó la Gendarmería en 1997 y en los medios se explicó su renuncia como una oposición a que el Ejército interviniera en tareas para combatir al narcotráfico, que le correspondían a las fuerzas de seguridad. “Se trató de una charla informativa, en la que se dio una opinión técnica sobre la defensa y la seguridad. Me pareció positivo que se canalice desde las instituciones de las democracia”, dijo Spadaro ante una consulta de este diario.

Además de Cundom, el grupo cuenta con otro exjefe del Ejército entre sus filas, Claudio Pasqualini, que ocupó la jefatura del Ejército durante los dos últimos años del mandato de Macri. Como su antecesor Diego Suñer, Pasqualini impulsó un calendario de efemérides de la memoria completa y desalentó los procesos por lesa humanidad en Malvinas. Su esposa, Laura Renes, es hija de Athos Renes, condenado a prisión perpetua por la Masacre de Margarita Belén. Parte del impulso de la “Mesa de Encuentro” vino de la mano del Observatorio de Seguridad y Defensa de la Universidad del CEMA, que Pasqualini presentó la semana pasada. Cundom también integra una fundación llamada Criteria, con vínculos con esa casa de estudios.

De la joven guardia está también Pablo Bressi, el exjefe de la Policía bonaerense de María Eugenia Vidal. Bressi había llegado a la jefatura de la fuerza con el visto bueno de la agencia antidrogas estadounidense DEA y terminó eyectado con denuncias insistentes de Carrió por corrupción

No hay por el momento referente alguno de la Policía Federal Argentina (PFA)

La Armada tiene una representación muy minoritaria a través de Humberto Toloza, que tiene actividad en el mutualismo y preside el Círculo de Oficiales de Mar. Toloza integró la Marina entre 1962 y 1992.

Las preguntas acerca del surgimiento de la “Mesa de Encuentro” todavía no encuentran respuestas. Quienes han trabajado de cerca con la familia militar dicen que están buscando una agenda después de la recomposición salarial que se produjo durante este gobierno o que intentan hacerse un lugar con miras a las elecciones del año próximo después de la aventura fallida del excarapintada Juan José Gómez Centurión, aunque para otros todavia sobrevuela el fantasma de la protesta policial con la que la Bonaerense puso bajo asedio al gobernador Axel Kicillof.

Fuente: Página 12

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