Brasil. A propósito del trigo transgénico: ¿Una ciencia sin conciencia?


Por Leonardo Melgarejo, MST, Resumen Latinoamericano, 24 de octubre de 2020.


foto: Argentina aprobó una nueva variedad de trigo transgénico y Brasil celebró una audiencia pública para discutir el tema – Bloomberg / Colaborador / Getty Images

Lamentablemente lo que avanza es el ecocidio, el uso masivo de plaguicidas, con daño ambiental.

Esta semana se creó la Red de Protección Científica Irerê en Brasil, que tiene como objetivo limitar las posibilidades de manipulación de información, fraude científico y acoso a investigadores que desarrollan estudios en sentido contrario a lo señalado en campañas de marketing que no respetan los derechos humanos, La Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad (CTNBio) realizó una audiencia pública para discutir el trigo IND-ØØ412-7. La variedad transgénica es tolerante al herbicida glufosinato de amonio y supuestamente tolerante a la sequía.

La empresa Bioceres, titular de la patente de ese grano, quiere autorización para la exportación de este trigo genéticamente modificado (GM) proveniente de cultivos argentinos a nuestros estómagos. No estaría interesada en plantaciones, sino solo en exportaciones, lo que desestimaría la demanda de estudios de impacto ambiental en nuestro territorio. También afirmó tener la intención de comercializar el producto molido, lo que reduciría el riesgo de fuga de semillas, lo que implica una siembra inadecuada.

Además sostuvo que la característica de tolerancia a un herbicida poco estudiado y asociado con efectos neurotóxicos, genotóxicos, problemas reproductivos, sería irrelevante. Esto se debe a que dicho veneno no tendría un uso autorizado en Argentina, por lo que no habría riesgo de su presencia en los granos cosechados y consumidos aquí. No menos importante, afirmó un amplio y moderno instrumento para monitorear el flujo de harina, que sería seguido desde los agricultores argentinos seleccionados hasta las cadenas de distribución brasileñas. Así como la falta de distinciones nutricionales o relacionadas con el proceso de industrialización, entre ese y otros tipos de trigo.

Finalmente, afirmó, y ahora con el apoyo de representantes de algunas entidades brasileñas allí presentes, que los estudios realizados fueron suficientes. Y que estaríamos ante una situación fundamental para el futuro progreso de nuestra agricultura, una verdadera maravilla capaz de resolver los problemas de la escasez de agua, permitiendo la expansión de las áreas de trigo, cultivadas en el sur de Brasil, hacia el Medio Oeste.

Sí, y ahí empezó la relación que pretendemos establecer entre la creación de la Red Irerê y los enredos dudosos entre conocimientos supuestamente basados ​​en el rigor científico e intereses comerciales abusivos. Aquí hay unos ejemplos:

1 – La ausencia del herbicida, que no sería utilizado en Argentina – Una breve búsqueda en la base de datos de registros de plaguicidas en Argentina muestra que, en enero de 2020, existían 17 herbicidas a base de glufosinato de amonio, de uso autorizado en ese país ( Principio activo Enero 2020). El registro más antiguo tendría su uso aprobado desde 2012, y el más reciente, en abril de 2019. ¿Los orígenes? Alemania, China, India, sorprendiendo el desconocimiento de este hecho, por parte del expositor, y la serenidad con la que desestimó cuestiones relacionadas con el tema.

Ciertamente, el presidente de CTNBio, que consideró satisfactorias las referencias a la ausencia de riesgos relacionados con un veneno imposible de localizar, exigirá una mayor atención por parte de empresas de otras actividades de la Comisión. En este contexto, ¿qué actitudes debemos esperar de los agricultores que compran semillas de libre comercio, ampliamente utilizadas y disponibles en el mercado? ¿Qué impediría su uso?

2 – La ausencia de riesgos ambientales y flujo de genes, ya que las semillas no se cultivarían en Brasil – Cómo aceptar este tipo de premisas, considerando nuestra experiencia con la soja transgénica “Maradona”, y el hecho de que animales, camiones, personas y los científicos de todo tipo puedan interferir en este proceso?

3 – Las ventajas derivadas de la importación de harinas – Representantes de la Cámara Sectorial de la Cadena de Producción de Cultivos de Invierno, de la Asociación Brasileña de la Industria del Trigo (Abitrigo), de la Asociación Brasileña de Industrias de Galletas, Pastas y Pan y Pasteles Industrializados (ABIMAPI ), entre otros, mencionó la existencia, en Brasil, hace 80 años, de una cadena de suministro que involucra a más de 70 mil panaderías. Hay 923 mil empleados, cientos de molinos, cooperativas y unidades de procesamiento especializadas en trigo no transgénico y que producen alimentos con diferentes combinaciones de subproductos del trigo.

La producción se exporta en parte a países que no aceptan granos transgénicos. Esta cadena se vería amenazada sin razón, en ausencia de demandas que permitan comprender tal avance hacia la desindustrialización. También afirmaron que crece el rechazo interno de los consumidores a los alimentos modificados genéticamente y que el 90% de los eslabones de la cadena estarían dispuestos a interrumpir las importaciones de trigo de Argentina, si Brasil autoriza el consumo de este trigo. Destacaron la imposibilidad de segregar las cadenas de producción, transporte, procesamiento y procesamiento de granos.

4 – La equivalencia entre trigo transgénico, trigo “blando” y calidad de estudios – Bruna Mationi (UFSC), Rubens Nodari (UCCSNAL) y otros, en sus preguntas, mantuvieron la imposibilidad de aceptar la declaración de no problemas, a que se refiere el expediente, teniendo en cuenta: (1) la presencia, en ese trigo transgénico, de 62.000 pares de bases nucleotídicas adicionales a las propuestas, sin explicación de sus funciones; (2) estudios insuficientes y a corto plazo con algunas aves y 10 ratas que no habrían sido disecadas para evaluar el daño a los órganos internos; (3) incapacidad para evaluar el daño relacionado con la toxicidad en los derivados del trigo teniendo en cuenta solo la secuencia de aminoácidos y no la configuración / estructura espacial de las proteínas, lo que incluso cambia en los procesos digestivos y afecta poco conocido por diferentes grupos humanos; (4) ausencia de referencia a la presencia de secuencias relacionadas con la tolerancia a antibióticos y sus posibles implicaciones, observada en el documento ofrecido para análisis por CTNBio.

5 – Las promesas milagrosas – La mistificación de los datos, para que las expectativas favorables compensen la acumulación de evidencias de la realidad negativa, se viene utilizando en este campo de la “ciencia” desde hace más de dos décadas. Las promesas de variedades transgénicas “más productivas”, “más nutritivas”, “protectoras del medio ambiente”, “tolerantes a la sequía” nunca se han cumplido, pero aún se anuncian. Por cierto, ellos también estuvieron en esta audiencia pública.

Lamentablemente, lo que avanza es el ecocidio, el uso masivo de plaguicidas, con daño ambiental, con la ruptura del tejido social en el campo y con el sometimiento de Brasil a los intereses transnacionales. En el caso de la tolerancia a la sequía, por ejemplo, cabe mencionar que en Brasil y Argentina ya se ha autorizado la siembra de soja transgénica, con el mismo gen HB4, que supuestamente conferiría tolerancia a la sequía en este trigo. Tras la aprobación de CTNBio para el uso de esa soja, y como era de esperar, el asunto fue eliminado de la agenda. Aquí y en Argentina. Los científicos que aseguraban que la redención contra las sequías venía de allí, ahora se dedican a aprobar este trigo, donar a quien sufre.

Finalmente, y retomando la necesidad de apoyar la estructuración de la Red Irerê para la Protección de la Ciencia y el fortalecimiento del Movimiento Ciencia Ciudadana y la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad y la Naturaleza en América Latina (UCCSNAL), destacamos la declaración de Federico Trucco, director de Bioceres Crop Solutions. Esta es la empresa argentina que se beneficiará de este negocio y parece poco preocupada por los puntos comentados anteriormente.

Según él, en una entrevista publicada el 19 de octubre: “No se discuten los temas de seguridad ambiental y salud humana” … “En este caso, es una tecnología de segunda generación que tiene que ver con el uso eficiente del agua”.

Edición: Marcelo Ferreira

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