Nación Mapuche. Parada Militar: corrupción y sistemática intención de eliminar a nuestro pueblo

Por Patricio Melillanca. Resumen Latinoamericano, 21 de septiembre de 2020.

Hace poco, en 2017, hace 3 años, el Comandante en Jefe del Ejercito de Chile de aquél entonces, Humberto Oviedo Arriagada, que ahora está siendo procesado por fraude al Fisco, escribió en un artículo en El Mercurio que “los orígenes del Ejército nos retrotraen al año 1603”. Esto, además de ser una ridiculez de carácter histórico, es una clara amenaza a la búsqueda de diálogos respetuosos entre el Estado de Chile y el Pueblo Mapuche.

El año 1599, hace más de cuatro siglos, el rey de España nombro a Alonso de Ribera como gobernador de la capitanía chilena. Este europeo que ya tenía experiencias militares, se enfrentaba a lo que ocurría en los territorios ocupados por los españoles, al sur del Bio-Bio, los que en 1598 habían sido recuperados por el Pueblo Mapuche en lo que se conoce como el “desastre de Curalaba”, un levantamiento generalizado en que se destruyeron los recién fundados villorrios de Osorno, Valdivia, Villarrica, Imperial y Angol, mientras que Concepción y Chillán fueron sitiados.

Estas locaciones de avanzada de la militar corona española eran regularmente defendidos por los mismos habitantes criollos y españoles establecidos en estos lugares. Lo que hizo Ribera fue “establecer una línea de frontera definida y la creación de un ejército permanente y disciplinado, al margen de las fuerzas bélicas que funcionaban entonces en base a levas de vecinos. Para ello, contó con una subvención directa del Virreinato del Perú, denominada el Real Situado. Sin embargo, la ausencia de resultados exitosos llevó a que el monarca lo destituyera del cargo, trasladándolo a Tucumán”i.

El objetivo de Ribera era que las fuerzas españolas continuaran ocupando el territorio Mapuche y por tanto someter a este pueblo a los intereses coloniales. 300 años después, en el siglo 19, el Ejército chileno, luego de la guerra del Pacífico, realiza esta misma acción fortaleciendo la frontera y avanzando al sur, instalando fortificaciones, destruyendo la sociedad mapuche y ocupando militarmente el Wallmapu.

Lo patético y singular es que 400 años después, en el Chile actual del siglo 21, el 19 de septiembre de 2017, hace poco, hace tres años, el jefe del Ejército de Chile, General Humberto Oviedo Arriagada, afirma que el Ejercito Chileno tiene como origen el año 1603, cuando Alonso de Ribera era gobernador.

En un artículo publicado en el diario El Mercurio el 19 de septiembre de 2017, Oviedo afirma que “si bien los orígenes del Ejército nos retrotraen al año 1603, siendo entonces gobernador de Chile don Alonso de Ribera, el acto formal que representa la génesis republicana de nuestra institución se remonta al decreto del 2 de diciembre de 1810, que da vida a las primeras unidades militares del nuevo orden”.

¿Era el Comando Jungla?

A esto se suma la respuesta del investigado militar Oviedo cuando en una entrevista ese mismo 19 de septiembre de 2017 responde que el Ejército está preparado para intervenir en la Araucanía, si el poder civil se lo solicitaii.

El protagonismo que alcanza el comandante del Ejército, no solo en septiembre, no se condice con lo que debiera ser una sociedad democrática, que ame la paz, que rechace el terrorismo, la ocupación y las agresiones.

La “familia militar”, incluidos todos los comandantes en jefe después del dictador Pinochet, en diferentes ocasiones han firmado cartas y diferentes declaraciones en que reafirman y validaban la labor que realizaron los militares durante la dictadura civico-militar, acciones criminales. No hay nada de arrepentimiento ni mea culpa.

La doctrina del Ejercito contra el pueblo chileno es muy similar y aún más cruel contra el pueblo Mapuche. Es decir volverían a cometer las mismas atrocidades que realizaron durante la invasión militar y patronal en el siglo 19, y por supuesto repetirían los hechos horrorosos cometidos entre 1973 y 1989.

Sumado a esto, la policía militarizada también, en ese cuestionado día de las “Glorias del Ejército”, el 19 de septiembre de 2017, hizo desfilar «frente a la tribuna de honor una sección de cabos alumnos capacitados para reforzar los servicios de control de orden público en la zona de la Araucanía, situación de alto riesgo que exige un equipamiento que les permite desarrollar sus servicios con tranquilidad y confianza, siendo sinónimo de auxilio, resguardo y ayuda a toda la comunidad»iii. ¿Este fue el Comando Jungla?

A 30 años de terminada la dictadura pinochetista, el poder militar aún no está subordinado al poder civil. Siguen teniendo abusivos privilegios, impunidad en casos criminales y de corrupción, y siguen manteniendo un abusivo silencio respecto a los casos de detenidos desaparecidos.

Lo que dice el General Oviedo, investigado por fraude, además de ser una ridiculez de carácter histórico, al señalar que el origen del Ejercito se remonta a 1603, es una clara amenaza a la búsqueda de diálogos respetuosos entre el Estado de Chile y el Pueblo Mapuche.

Esto es otra invitación a revisar a revisar la historia de lo que ha ocurrido en los territorios donde históricamente ha vivido el pueblo Mapuche. Esta revisión permitirá comprender las causas de la protesta social mapuche y a comenzar un Chile y un Wallmapu con verdad histórica.


i http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-94299.html

ii http://www.24horas.cl/videos/entrevistas24/gral-humberto-oviedo-es-importante-que-la-ciudadania-conozca-los-hechos-reales-2509526

iii Alocución oficial durante el desfile militar realizado el 19 de septiembre de 2017 – https://youtu.be/maPbEvw5hAY


FUENTE: Mapuexpress

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