Bolivia. Instalación audiovisual feminista

Por Adriana Bravo y Georgina Santos. Resumen Latinoamericano, 17 de septiembre de 2020.

Ni infierno ni paraíso, lo tropical de vegetación densa y humedad absoluta, se construye en esta obra desde la hamaca; espacio para la pereza y el erotismo, que resulta del encuentro entre el cuerpo y el calor tropical.

Pieza de video instalación sonora, como encomienda para la XXI Bienal Internacional de Arte, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, que parte de la figuración y simbolismo. El video nos muestra primeros planos de un contacto táctil con unas naturalezas que se vuelven intimas, explícitamente vaginales, que denotan esa libido, energía psíquica feminista, expresión de sensualidad y sexualidad, al suspenso de la respiración para evadirse, escuchando relatar la interioridad de aquellas que hablan desde sus vaginas.

Es una obra que se construye con dispositivos que te ayudan en esta ficción, que la activan y la encienden como una analogía de presencia física, luz roja que nos traslada a la estética de los moteles de carretera.

Vaginas del Gran Poder

Propuesta de bordado y aplicaciones que se deriva de técnicas tradicionales andinas para la elaboración de trajes religiosos y danzas populares como la morenada, diablada  y caporal.

Esta propuesta está íntimamente ligada al Taqui onqoy, que es remitido por María Rostworowski como un movimiento indígena que se dio a fines de 1500 y cuyo objetivo era sublevarse ante la imposición religiosa católica mediante el baile y el canto, éstos como actos  de resistencia cultural.

Taqui onqoy se traduce del quechua como enfermedad del canto y baile, y refiere al momento en que los pobladores originarios fueron poseídos por las huacas, es decir por las deidades antiguas, principalmente el Titicaca y Pachacamac. Los indígenas al ser poseidos entraban en una especie de trance donde corrían y cantaban practicando actos ilícitos en respuesta a la imposición de la religión judeocristiana. La derrota de los tres líderes del movimiento, la extirpación de idolatrías y la condena pública de quien lo practicaba, contribuyeron al cese de este levantamiento, sin embargo logró sobrevivir mezclado en el folklor cotidiano de relatos, danzas y música andina.

Para Varinia Oros Rodríguez, Antropóloga y Curadora del Museo Nacional de Etnografía y Folklor, Bolivia, los trajes de la celebración del Gran Poder son Huacas, por ende son ch´allados antes de usarse para que el bailarín tenga buena suerte y no se canse en la entrada dancística.  Esta ch´alla, además de lo mencionado, tiene la función de ser una libación ritual para llamar a alguna deidad y convertir al bailarín en un recipiente para la posesión, recordando de este modo lo sucedido en el Taqui Onqoy.

Las deidades o Huacas tienen la capacidad de ser móviles, etéreas y juegan con el espacio y tiempo, a la vez tienen varias advocaciones, entre ellas las kamasas o animales de poder. Estos usualmente están presentes iconográficamente en las máscaras y bordados de los trajes, cuyos portadores refieren que cuando bailan se sienten otros. Posiblemente se trate de una especie de trance que los despoja de su natural condición humana mientras se mueven envestidos en morenos, achachi morenos, chinas morenas, chinas supay, diablezas, diablos de tropa incluyendo ángeles, cóndores y osos.

Vaginas del gran poder propone ser una distorsión y acto doloso a la iconografía tradicional para incorporar lo femenino a través de la técnica del bordado aplicada en animales como cóndores, pumas, lagartijas, sapos y serpientes, que como se ha mencionado fungen como kamasas que ayudan a la canalización de deidades o entidades tutelares.

Perturbar esta iconografía es importante y necesario, debido a la edición histórica y social del papel de la mujer. Sentimos que la expresión visual de lo femenino y el tercer género fueron violentamente extirpados e intencionalmente encasillados en patrones binarios, dejando mutilada la posibilidad de innumerables estancias genéricas de una misma deidad, kamasa o ser vivo.

Para hacer un mayor énfasis proponemos la reincorporación cruda y vívida de elementos femeninos, dando un especial acento a la parte femenina que ha sido borrada, relegada y encubierta por el poder patriarcal: la vulva.

Este poder y control sobre el cuerpo, y lo que conlleva como deseo y placer, se ha instaurado más enérgicamente después de la conquista, en pos de explotar y conquistar el cuerpo de los habitantes y así imponerse sobre las relaciones sociales y el territorio.

Del mismo modo, es importante pensarlo desde el textil por ser una técnica que ha sabido resguardar símbolos y modos de hacer antiquísimos dentro del alma del hilo. Desde generar el filamento hasta pensar la trama y la urdimbre. En este caso, desde dibujar las distintas capas que contendrán hilos metálicos. Capas que se llenan de colores y brillos que configurarán el dibujo. Igualmente nos interesa trabajar desde el textil como eje conceptual, al ser considerado una labor femenina que hasta hace pocos años, no era reconocida como trabajo, y por ende no suponía pago ni valor.

Como propuesta conceptual, nos es importante hacerlo nosotras mismas. Es decir, desde el bocetaje hasta la elaboración artesanal de cada composición. Esto debido al sesgo colonial de relegar las tareas manuales a otros, imponiendo un cierto poder de mando y dividiendo las tareas intelectuales de las manuales.   

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Biografía

Adriana Bravo nace en La Paz, Bolivia, donde estudia Artes Plásticas. Para ampliar sus conocimientos viaja a la Ciudad de México a estudiar la Maestría en Artes con especialidad en gráfica en la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM. Su investigación y creación la hace quedarse en México por más de 15 años, donde adquiere la nacionalidad. Por cuestiones profesionales regresa a La Paz, donde sigue produciendo desde la gráfica, los audiovisuales y el arte contemporáneo.

Georgina Santos, mexicana llega a a Bolivia en el 2016 por una estancia de investigación de la UNAM con la Maestría en Artes. Una de las principales razones para venir fue el textil: las técnicas, la organización de grupos, el uso en las comunidades y en el arte contemporáneo. Ambas artistas se encuentran y deciden trabajar en algunos proyectos juntas. El primero, en la 10 Bienal de Arte, SIART, en donde en conjunto con el Laboratorio textil ganan el premio de adquisición de obra con la pieza interactiva Mama Huaco. Posterior a esa experiencia trabajan en conjunto en obras textiles como las Vaginas del Gran Poder, algunos performances e instalaciones interactivas.

Para conocer más su trabajo pueden visitar sus redes sociales: @yinasnts / georginasantos.blogspot.com @aceitunabrava / https://www.facebook.com/adriana.bravo.nano

Fuente: Museo de las mujeres

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