Perú. Piura: Más de 57 denuncias por violación a niñas y adolescentes

Resumen Latinoamericano, 7 de agosto de 2020

A mediados de julio, Noé Mijahuanga Cruz fue internado en el establecimiento penitenciario ExRío Seco en Piura, denunciado por violar a su mejor hija de 11 años. La niña narró cómo su padre abusaba de ella en ausencia de su madre y de las amenazas que recibía de su parte. El hecho ocurrió en el distrito de Tambogrande, y es uno de lo tantos casos de violencia sexual que se ha registrado en la región.

Así lo reveló la presidenta de la Junta de Fiscales Superiores de Piura, Sofía Milla Meza, quien confirmó que de enero a julio, se registraron 57 denuncias por violación a menores de 17 años, las cuales están en proceso de investigación. Esto genera alerta en la región porque los Centros de Emergencia Mujer tienen un registro de 37 casos entre marzo a junio, según Carlos Arcaya, coordinador del Centro de Emergencia Mujer (CEM) en Piura.

Esto es parte del registro de 3800 investigaciones que se tienen por violencia contra la mujer -en todas sus modalidades- y violencia al interior del grupo familiar, desde inicios de año; sean lesiones físicas, violencia psicológica, feminicidio, tocamientos indebidos y otros casos más. Serían 57 los casos de violaciones a menores de edad y 252 a mujeres adultas, aunque la fiscal Milla sostiene que la cifra puede ser mayor.

Detenciones en flagrancia

Pero los registros no quedan ahí. La fiscal Milla también declaró a Wayka que existen 470 detenciones en flagrancia por violencia hacia la mujer que se han dado desde el 16 de marzo (inicio del estado de emergencia) hasta el 8 de julio. Es decir, que han sido detenciones realizadas en el momento que se cometió el delito, donde la policía pudo actuar de inmediato y se contó con la presencia de un fiscal.

De estas 470 detenciones en flagrancia, el 90 % son por agresiones físicas y psicológicas, mientras que el 7% responde a violaciones. Los lugares donde ocurrieron la mayor parte de estos delitos se reportaron en los distritos de Castilla, Piura y en las provincias de Paita y Sechura.

Limitaciones sin resolver

Sin embargo, la realidad es aún más compleja. Para la fiscal Milla, este número no es exacto, ya que falta completar el registro con las denuncias realizadas en las comisarías, que no fueron puestas en flagrancia. Entonces, las 3800 investigaciones y registros reportados al comienzo de la pandemia, es aún mayor. Muchas de estas denuncias tardan en ser procesadas porque no contaron con la presencia de un fiscal de turno.

«Esas [denuncias realizadas después del 16 de marzo] están ingresando paulatinamente, ¿por qué? Porque el Gobierno, el Ministerio Público, el Poder Judicial, todas las entidades estamos haciendo trabajo remoto y el uso preferente de medios tecnológicos. Entonces la policía tiene que escanear la información que tiene y remitirla por los medios vrituales. Si es muy urgente la policía lo puede llevar», comentó Milla a Wayka.

Esta es una de las limitaciones que continúa dándose con el personal de la PNP, a pesar que el estado de emergencia lleva más de cuatro meses y se han establecido protocolos.

Los fiscales también tienen dificultades para acercarse a los domicilios de las víctimas e imputados porque no tienen a tiempo los reportes para ubicar su contacto, y además las reglas sanitarias les impiden acercase a los domicilios, afirma Sofía Milla. «Fiscales tenemos, medios tecnológicos tenemos… pero no conocemos los teléfonos de las personas, ni sus domicilios, eso es una limitación… pero estamos tratando de resolver esas dificultades»

FUENTE: Wayka.pe

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