Medio Oriente. Petróleo, guerras y penetración imperialista

Por Mariano Vivancos, Resumen Medio Oriente, 29 de julio de 2020.-

Una comprensión rápida de la situación en Oriente Medio, obliga a un análisis de los intereses de los distintos actores imperialistas en esa zona geo-estratégica: EE.UU., Régimen Sionista, Arabia Saudí, Turquía y Unión Europea, para después ver las consecuencias que provocan sus acciones en Siria, Irán, Irak y Yemen. La situación específica del pueblo palestino necesita un artículo aparte por su extensión y duración, hasta hoy, son 72 años de lucha y resistencia.

Estados Unidos

A pesar de ser el primer país del mundo en producción, por su necesario consumo considera el abastecimiento de petróleo como una necesidad estratégica para asegurar la existencia y rentabilidad económica de sus principales industrias. Su escasez tendría severas y agudas repercusiones en sectores como el automotriz, aerolíneas, construcción, petroquímica, transporte de bienes, agricultura, etc. También es una cuestión de Seguridad Nacional por el papel vital en la columna vertebral de su maquinaria de guerra.

Por primera vez en su historia, hace algunos años, se generó una gran angustia y temor a perder su “American way of life” por los frecuentes apagones eléctricos en California y otras zonas del país por la falta de gas y petróleo.

La política exterior estadounidense relativa a la “protección” de las existencias energéticas del golfo Pérsico no tiene ambigüedad alguna: cuando surge una amenaza, hará uso de cualquier medio a su alcance para garantizar el flujo continuo de petróleo. De acuerdo con este principio, Estados Unidos usó la fuerza en 1987 y en 1988 para proteger los buques-tanque kuwaitíes de los misiles iraníes, luego con las dos invasiones a Irak y posteriormente, la guerra en Siria y Yemen, y manteniendo su presencia en Irak. En Kuwait tiene la mayor base militar en la zona.

Estados Unidos busca además fortalecer a Israel y a las monarquías que son aliadas de las potencias occidentales como la de Arabia Saudita, Kuwait y Bahréin para mantener su control geopolítico en la región.

Un último aspecto a tener en cuenta, es la permanente injerencia en la política de la zona intentando desestabilizar a los gobiernos “no amigos” por medio de sanciones, amenazas y preparación de golpes de Estado, todo ello y actualmente, en medio de la pandemia del coronavirus.

Desde el gran triunfo del pueblo vietnamita y su partido, el comunista, sobre el primer y más moderno ejército del mundo, el de EEUU, estos han tratado de evitar enfrentamientos directos y en solitario contra ningún otro país. Utilizaron primero las llamadas “Coaliciones Internaciones”, además de los contratos a las empresas privadas de “seguridad” (propiedades de los generales del Pentágono y otros) y, por último, la creación de grupos mercenarios-terroristas como el DAESH-ISIS entrenados, armados y financiados por EEUU-Régimen Sionista-Arabia Saudí, que son las fuerzas de choque contra los pueblos de Siria, Irak, Yemen, etc. Y que mantienen las guerras en esos países. Están integrados por mercenarios de más de 100 países. Esto hay que tenerlo presente hasta el final de este análisis.

Régimen sionista

Ideológicamente como objetivo prioritario de los sectores más radicales-religiosos es la creación del llamado “Gran Israel”. Su bandera tiene dos franjas azules y en medio la estrella de David, significa que su dominio territorial estaría entre el río Nilo y el río Éufrates, que son las dos franjas azules. Comprendería parte de Egipto, toda Palestina, Jordania y Líbano, y gran parte de Irak, Siria y Arabia Saudí.

Consecuentemente con lo anterior, ven al mundo árabe como enemigos fundamentales para su plan mesiánico. De ahí, su injerencia ilegal internacionalmente, en todas las guerras de la Región.

Los sionistas para avanzar en su plan, cooperan con la injerencia turca para dividir Irak y Siria creando un Estado kurdo en el norte de esos países. Objetivo doble: Los turcos crearían un pseudo-estado bajo su dominio que sirviera de muro de división entre los kurdos de esos países con los kurdos internos de Turquía, que les plantean la constitución del antiguo Kurdistán y que supone la mayor parte del territorio turco-asiático. Para los sionistas habrían dividido a Irak y Siria para formar el “Gran Israel”.

Para los sionistas su máximo enemigo es el Frente de Resistencia Anti-Imperialista formado por Irán, Siria, Hezbolah de Líbano, Hamás de Gaza, las Al-Hashd Al-Sha’abi (Milicias Populares de Irak que son pluri-religiosas) y Ansarolá de Yemen.

Por diversas razones, que iremos viendo, tiene intereses en común con Arabia Saudí y Turquía por lo que busca alianzas con estos países.

Arabia Saudí

Tiene un gran potencial económico por sus diversas inversiones en casi todos los sectores productores y financieros del mundo y compra de empresas y sobre todo, por ser el primer exportador de petróleo del mundo.

Se creen el país elegido por su dios, Al-lah, por poseer las ciudades de la Meca y Medina, paradigmas religiosos, por esa razón mantienen una postura radical-religiosa. El mundo de la religión del islam o musulmana tiene una secta muy mayoritaria que es la sunita y otra minoritaria que es la chiita, representada por Irán. Además de otras menores. Arabia es la cabeza mundial de los sunitas y pretende mantener su dominio y expansión por el mundo como otro “Imperialismo”, incluidas acciones “terroristas”, por eso algunas de las diferencias con EEUU. Explicación también de su invasión y “coalición internacional” contra Yemen.

Para sus planes necesita profundizar las relaciones con el Estado Sionista y Turquía y el apoyo puntual con EEUU.

También apoya la división de Irak y Siria y la no presencia de iraníes en este último país.

Para su completo dominio sobre los musulmanes del mundo, pretende la destrucción de Irán (chiitas) con el apoyo del Estado Sionista y la aceptación de EEUU.

Turquía

Desde la edad media, el Imperio Otomano coloniza el norte de África y todo el Oriente Medio, hasta 1918 final de la Primera Guerra Mundial y su Imperio.

Erdogan, Presidente turco, quiere volver a dominar de alguna manera los territorios del antiguo Imperio. Quiere ser pieza clave en todas las negociaciones que afecten a Oriente Medio.

Para resolver el problema kurdo en Turquía: solución establecimiento de un Estado Kurdo títere en el norte de Irak y Siria, con las siguientes condiciones:

Un Kurdistán iraquí a cambio de que no apoyen a los kurdos turcos (Coincidiendo con los planes gringos y sionistas para dividir Irak en tres países).

A los kurdos sirios les pide combatir a Al Assad (Presidente sirio) y romper relaciones con el PKK (partido marxista y kurdo en el interior de Turquía) a cambio de defenderlos del Estado Islámico y dividir Siria. En tanto eso no ocurra seguirán apoyando a los terroristas. Tanto es así, que han cerrado sus fronteras para que los refugiados kurdos no puedan entrar a territorio turco y para que los miembros del PKK no puedan ir en ayuda de sus hermanos en Siria, además de seguir entregando armamento y prestando ayuda médica a los terroristas del Estado Islámico al igual que el Régimen Sionista.

Otro dato a tener en cuenta, es que Erdogan incumple sistemáticamente todos los acuerdos internacionales que firma. A tener también en cuenta su intervención militar en Libia (norte de África) a cambio de contratos para explotar el petróleo libio.

Gran Bretaña y Francia

Después de la caída del Imperio Otomano, 1918, se realizó el acuerdo Sykes-Picot, que repartió a los británicos el control de las áreas desde la línea de la costa del mar Mediterráneo hasta el Río Jordán, Jordania, el sur de Irak y una pequeña área que incluyó los puertos de Haifa y Acre (Israel) para dejar acceso al Mediterráneo. A los franceses se cedió el control del sureste de Turquía, el norte de Irak, Siria y Líbano. El Imperio ruso iba a recibir Estambul, los Estrechos Turcos y Armenia.

Con esta partición y dominio colonial se traiciona a todo el mundo árabe, al haberles prometido por su apoyo contra el Imperio Otomano y anteriormente a la terminación de la guerra, la constitución de un gran país árabe libre y único con todos esos países. Posterior semilla para los desencuentros dentro del mundo árabe y también el conflicto palestino-sionista.

Francia y Gran Bretaña piensan que los países de Oriente Medio deben seguir siendo sus colonias en cierta forma y recuperar su poder económico en la zona. Sin olvidar el petróleo y gas.

¿Por qué hay guerras en la región?

Además de los intereses económicos y geo-estratégicos expuestos hasta ahora, existe un Plan Imperialista para el control de toda la Región, por otros motivos.

Entre las razones de las guerras se encuentran la destrucción del panarabismo (movimiento que busca la integración del pueblo árabe) y del cual Siria es cuna. EE.UU. y las potencias europeas quieren un mundo árabe dividido para liquidar todo movimiento progresista en la región: “poner fin al Gobierno de Bashar al Assad es fulminar los gobiernos progresistas y antiimperialistas en el Medio Oriente”.

Siria

Desde los inicios de la “guerra contra el terrorismo” Siria fue colocada entre las cabezas del “Eje del Mal” por EEUU. Siria, un país antiimperialista gobernado por el Partido Baaz Árabe Socialista, laico, con derechos sociales para el pueblo, donde las diversas religiones conviven pacíficamente, era un mal ejemplo para el Imperio. Además, Siria tiene una posición estratégica (fronteras con seis países), posibles pasos de gaseoductos y oleoductos, que pueden transportar los recursos desde Irak, Qatar e Irán hacia el Mediterráneo y, desde allí, a Europa, permitiendo a esta una alternativa a otros suministros de gas y petróleo.

El 2009 el presidente Assad (padre) rechazó firmar un acuerdo para construir un gaseoducto que llevaría el recurso desde los yacimientos de Qatar hacia los puertos turcos (Proyecto Haifa), pasando por Arabia Saudí, Jordania y Siria, además de proteger a su aliada Rusia. Para fortalecer el Eje regional, Assad, firmó un acuerdo con Irán e Irak para llevar el gas del campo South Pars de Irán (el mayor del mundo) hacia la localidad siria de Homms, con una posible extensión hacia el Líbano, golpeando así directamente los intereses de EEUU y de las Petromonarquías, (Qatar, Arabia Saudí, etc.) y perjudicando los intereses de Israel y Turquía.

El presidente Bashar Al-Assad anunció en 2009 la implementación de la estrategia de “los cuatro mares” con la que Siria se consolidaría como un paso privilegiado para el transporte de hidrocarburos entre el Golfo Pérsico, el Mar Negro, Mar Caspio y el Mediterráneo. Esto dejaría por fuera los canales “habituales” controlados por Estados Unidos.

En 2011, Irak, Irán y Siria se plantean firmar un acuerdo que establecía la construcción de un gaseoducto con capacidad de 110 millones de metros cúbicos de gas al día. Tal proyecto no gustó a EE.UU., que ya se había visto golpeado por el plan de construcción de las plantas de gas en Palmira y Raqqa (Siria).

El Plan Yinon (Yinon sionista y ex asesor de Netanyahu, primer ministro de Israel) propone dividir Siria y Líbano, prevé la zona alauita (aliado de Rusia y chiítas con capital en Damasco), sunita que tendrían la mayor parte del territorio (aliados de Arabia y demás petromonarquías), kurdo (dependiente de Turquía, gringos y sionistas) y druso-libanés (serían aliados de los sionistas).

Irán

Tras el derrocamiento de Sadam Hussein, la República de Irán fue cosechando un trabajo político que le permitió establecer un arco de influencia que se extiende desde el Mediterráneo hasta el Golfo Pérsico, mediante su relación con Líbano (Hezbollah), y los gobiernos iraquí y sirio. Logró comenzar la construcción de un bloque de poder regional con enormes riquezas energéticas, con una extensión territorial importante y con una población combinada de cerca de cien millones de habitantes. Por esas razones, Siria es una pieza central en el plan estratégico de los Estados Unidos para acabar con el gobierno de Irán.

Irán es el pilar fundamental del “Frente de Resistencia Anti-Imperialista” en la Región. El mayor estratega de Oriente Medio y general de los “Guardianes de la Revolución” Qasem Soleimani, recientemente asesinado por acto terrorista de EEUU, preparó y organizó a las milicias populares de varios países: Hezbolah (Líbano), las Al-Hashd Al-Sha’abi (Irak), las de Siria, movimiento popular Ansarolá (Yemen) y las milicias de Hamás (Franja de Gaza).

Irak

La idea de dividir Irak en tres Estados, no pudo aplicarse ni en el 2003 ni en el 2007, sin embargo, un nuevo escenario geopolítico reactivó fuertemente esta idea por la ofensiva del Estado Islámico en Irak. Esta estrategia preveía comenzar con el ataque israelí a Gaza con el objetivo de desplazar a la población del norte de Gaza hacia Egipto, lo que fracasó al no aceptar Egipto a abrir su frontera para un desplazamiento masivo y por la exitosa resistencia Palestina de Hamás. Luego esta estrategia contemplaría la limpieza étnica en las zonas de mayoría sunnita en Irak, lo que estaría cumplido, en parte, con las atrocidades del Estado Islámico. Por último, la creación de un “Estado Pirata” en el noreste de Siria.

Para la creación del “Estado Pirata”, Turquía y la OTAN colaborarían, la primera desviando las aguas del Éufrates y la segunda rociando químicos, devastaron las zonas productivas agrícolas del noreste sirio. Territorio en donde se ha propiciado la instalación de cientos de familias de la etnia uigur, para recibir entrenamiento terrorista y regresar posteriormente a desestabilizar China. La población que allí reside está compuesta por tribus nómadas que viajan constantemente a Arabia Saudí por el desierto, lo que genera las condiciones ideales para la creación de un “Estado Pirata”.

Washington reactiva su proyecto de división de Irak en tres Estados, kurdo al norte, suní en el centro y chií al sur.

Yemen

La importancia de Yemen viene de sus yacimientos de petróleo (ubicados principalmente en el sector sur del país y zona marítima) y, sobre todo, su posición geo-estratégica con el estrecho de Bab Al-Mandeb que une el Mar Rojo con el Mar Mediterráneo a través del Canal de Suez y por donde transita la mayoría del petróleo que va desde el Golfo Pérsico a Europa y EEUU. Más la salida hacia el Mar Arábigo conectado con el Océano Índico y resto de Asia. El estrecho, está en el mapa entre Yemen y Djibouti.

Yemen tiene una larga frontera al sur de Arabia Saudí. Esta teme la influencia de Irán en los terrenos militar, geo-estratégico y religioso (expansión del credo chiíta), de ahí, la “Coalición Internacional” liderada por Arabia y apoyada por EEUU para la invasión de Yemen.

6 años en guerra se suman a la hambruna por el bloqueo de alimentos y medicinas saudí al país más pobre de la zona, además con una pandemia del coronavirus galopante. Existe un verdadero genocidio provocado por Arabia, reconocido por la ONU e ignorado por la mayoría de gobiernos del mundo.

Un hipotético cierre del estrecho de Bab Al-Mandeb por parte del propio Yemen e Irán, sería el colapso total de las monarquías petroleras aliadas de EEUU.

Por último, a tener en cuenta el proyecto de convertir a Yemen en la Colombia de la zona, es decir, un seudo-estado mafioso dependiente de Arabia y EEUU, que asegure el paso libre por el mencionado estrecho. Han sido contratados por Arabia y resto de “Coalición” más de 5.000 para-militares colombianos para luchar en Yemen.

Internacionalista español en la Patria Grande.

Fotografía de portada: https://www.cartacapital.com.br/mundo/devemos-nos-inspirar-na-resistencia-da-mulher-palestina/

FUENTE: ADELANTE!

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