Brasil. Denuncian a Bolsonaro en La Haya por genocidio, por las casi 90 mil muertes en pandemia

Resumen Latinoamericano, 28 de julio de 2020.

El pedido de investigación contra Bolsonaro ante la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya fue presentado este lunes por una coalición de 60 sindicatos de trabajadores y trabajadoras de la salud de Brasil, que acusan al presidente Jair Bolsonaro de cometer crímenes de lesa humanidad por “haber actuado con negligencia criminal durante su gestión de la pandemia, arriesgando la vida de profesionales de la salud y miembros de la sociedad brasileña”. La denuncia incluye los proyectos de ley aprobados en el Congreso y luego vetados por Bolsonaro, que disponían medidas sanitarias de cuidado, como como el uso obligatorio de mascarillas en lugares cerrados, comercios y templos religiosos; la protección a las poblaciones más vulnerables, como los pueblos originarios y los quilombolas (personas descendientes de esclavos); o la obligación de su gobierno de garantizar el acceso al agua potable a estas poblaciones durante la pandemia.

La denuncia y pedido de investigación ante la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya, de 64 páginas, fueron presentados este lunes por una coalición de 60 sindicatos que aseguran representar a más de un millón de trabajadores y trabajadoras de la salud de Brasil. En su presentación los sindicatos acusan al presidente de extrema derecha de “haber actuado con negligencia criminal durante su gestión de la pandemia de Covid-19, arriesgando la vida de profesionales de la salud y miembros de la sociedad brasileña”.

Asimismo, agregan que ha “perpetuado los riesgos de contagio por Covid-19 al organizar reuniones con sus partidarios, acercarse a ellos sin mascarilla y promover un tratamiento médico muy cuestionable con hidroxicloroquina“, en referencia al fármaco que se utiliza para reducir la inflamación en el tratamiento de la artritis reumatoide y del lupus, que en un principio fue considerado como opción experimental para el tratamiento de los síntomas por coronavirus, pero finalmente descartado por ineficaz contra la pandemia tras varios estudios científicos.

Jair Bolsonaro, quien finalmente el sábado anunció que dió negativo por el coronavirus más de dos semanas después de su test positivo, todo este tiempo minimizó la gravedad de la pandemia llamándola “gripecinha” (gripecita) y vetó varios proyectos de ley aprobados en el Congreso que disponían medidas sanitarias de cuidado, como como el uso obligatorio de  mascarillas en lugares cerrados, comercios y templos religiosos; la medida que buscaba proteger a las poblaciones más vulnerables, como los pueblos originarios y los quilombolas (como se llama a las personas descendientes de esclavos); o cuando a principios de julio vetó la obligación de su gobierno de garantizar el acceso al agua potable a estas poblaciones durante la pandemia.

Para los sindicatos de la salud brasileros éstas medidas “muestran una política de exclusión de las minorías, poniéndolas al margen de todas y cada una de las políticas públicas. Esta actitud de desprecio, negligencia y negacionismo ha tenido consecuencias desastrosas, con el consiguiente aumento de la diseminación y el colapso total de los servicios sanitarios, que se encontraron sin las condiciones mínimas para asistir a la población, lo que derivó en muertes sin más controles“, destacan.

El documento presentado en La Haya también recorre la historia de la pandemia en el país e incluye la crisis política en el Ministerio de Sanidad por la destitución de dos ministros por diferencias con Bolsonaro sobre las políticas a aplicar por la pandemia. También cita al magistrado del Supremo Tribunal Federal, Gilmar Mendes, que asoció directamente la palabra “genocidio” a la pandemia en Brasil, cuando aseguró que “esto es muy malo para la imagen de las Fuerzas Armadas. Hay que dejarlo muy claro: el Ejército se está asociando con este genocidio, no es razonable. Hay que poner fin a esto”.

En este marco, desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la pandemia mundial por la expansión del nuevo coronavirus (Covid-19), Brasil es el segundo país más afectado, con casi de 2,5 millones de casos de contagio confirmados y alrededor de 87 mil muertes, según las cifras oficiales.

El tribunal de La Haya fue creado en 2002 y no tiene la obligación vinculante de aceptar todas las solicitudes presentadas ante su fiscalía. Como antecedente, Bolsonaro ya fue denunciado anteriormente por intento de genocidio de los pueblos originarios de la región y hay tres demandas en la misma corte que exigen que se investigue su actuación ante la pandemia de coronavirus. Para que el presidente de Brasil sea investigado y juzgado se debe demostrar que hay un plan sistemático para utilizar el coronavirus como herramienta para exterminar a toda o parte de la población brasilera, y deben estar presentes y probarse los elementos de intención, planificación y ataque sistemático. Ahora, una vez más, la decisión sobre el tema queda en manos de la corte de La Haya.

Fuente: AnRed

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