Colombia. Consecuencias de la inclusión en la OTAN

Resumen Latinoamericano, 25 de junio de 2020.

Aunque el acuerdo establece cooperación militar y lucha contra el crimen organizado, grupos delincuenciales continúan desplegados asesinando a líderes sociales y excombatientes de las antiguas FARC-EP acogidos al Acuerdo de Paz.

El entonces presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, formalizó el ingreso del país suramericano como socio global de la Organización del Tratado de Atlántico Norte (OTAN) el pasado 31 de mayo de 2018 en Bruselas, capital de Bélgica.

Las relaciones entre Colombia y la OTAN están firmes desde el 2013, cuando pactaron un acuerdo de cooperación que enmarca el intercambio de información en términos de seguridad, desde Palacio de Nariño a este organismo.

Como consecuencia directa de la incorporación de Colombia como país pionero en la categoría de socio global en la OTAN, la organización trasatlántica abrió la arista a otras naciones del continente americano que deseen incorporarse a esta estrategia ofertada por este conocido bloque internacional.

Brasil inició conversaciones con la Alianza Atlántica en marzo de 2019 cuando se gestó el encuentro entre el primer mandatario de Brasil, Jair Bolsonaro, con el presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Donald Trump, quien se ofreció a servir como intermediario ante OTAN para que asumiera al país suramericano en calidad de aliado preferente.

Aunque el acuerdo entre Colombia y la OTAN señala la cooperación por parte del organismo al país en asuntos alusivos a la seguridad marítima, electrónica, lucha contra el crimen organizado y terrorismo, a dos años de la firma Colombia continúa siendo el país con la mayor producción de cocaína en el mundo.

Impacto del acuerdo

A pesar de que el país está viviendo en el período de la implementación de los Acuerdos de Paz siguen estancados. Las Naciones Unidas ha instado al Ejecutivo celeridad para cumplir con los puntos de los Acuerdos entre el Estado y las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia- Ejército del Pueblo (FARC-EP).

Si bien el acuerdo alude la lucha contra el crimen organizado, los asesinatos sistemáticos contra líderes sociales y excombatientes acogidos al proceso de paz continúan sin descanso.

Amenaza regional

Colombia es el único país de América Latina que es considerado como socio global de la OTAN, estatuto de cooperación mayor, por lo que naciones de la región y organismos de integración como la Allianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) y Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), ha catalogado el acuerdo como una amenaza.

El politólogo y sociólogo, Atilio Borón, aseguró que esta situación complica los procesos de paz y la estabilidad en todo el continente latinoamericano.

“Me parece una pésima noticia para los colombianos y para los habitantes del resto de la región que vivimos en una zona de paz libre de armas nucleares. A partir de esa vinculación esto queda en cuestión”, lamentó Borón.

* Fuente: TeleSUR

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