Cuba. San Juan de los Remedios, villa de leyendas y tradiciones

Cuba, Freddy Pérez Cabrera, Resumen Latinoamericano, 24 de junio del 2020

San Juan de los Remedios, la ciudad que este 24 de junio arriba a sus 505 años de fundada, se siente orgullosa de su historia, leyendas y tradiciones, esas que la convierten en un lugar mágico que cubanos y extranjeros ansían visitar para conocer los misterios que la envuelven.

Es que esta urbe posee muchísimas singularidades que la hacen sobresalir: su cultura, costumbres, las iglesias de su bello centro histórico y una rica arquitectura, en la que se combinan formas y estilos de diferentes épocas.

Aquí se vive la Parranda como en ningún otro lugar de Cuba, momento en que los barrios de El Carmen y San Salvador, se enfrascan en una lucha fraternal, en la cual al final, más allá de los fuegos artificiales, las bellas carrozas y los trabajos de plaza, gana la cultura; razón suficiente para ser declaradas por la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

Similar a esa celebración sucede con las Fiestas Sanjuaneras, que tienen lugar

entre la noche del 23 y la madrugada del 24 de junio; instante recordado como el momento en que, tras el Güije de la poza de la Bajada, parten siete Juanes en un carro de madera tirado por bueyes en busca del pequeño diablillo, le dan captura y lo conducen encadenado dentro de un saco ante la cruz, en manos del sacerdote que oficia la Misa del alba; pero ante la sorpresa de todos, el personajillo quiebra las amarras y escapa, para repetir la búsqueda el próximo año.

Significativa es la leyenda de El Palomar, esa que enloqueció al amante ante la muerte prematura de su esposa y convirtió el torreón de la casona en nido de amor del desaparecido matrimonio, cuyas almas regresaron al hogar convertidas en blancas palomas, o la historia de la Iglesia del Santo Cristo, demolida en 1882, de la que todavía se dice que por esos alrededores sale un cura encapuchado con una vela en la mano en noches de luna llena.

También es motivo de orgullo saberse hijo de la única ciudad de Cuba con dos iglesias católicas en un mismo parque, y que la Parroquial Mayor San Juan Bautista, no solo sea la más antigua de la Isla, sino poseedora de uno de los altares más bellos, tallado en madera y laminado en oro, obra del artesano remediano de descendencia asiática Rogelio Attá.

Otra curiosidad constituye la réplica de la Estatua de la Libertad en esa ciudad del centro de la Isla, realizada en 1906 por un escultor italiano a pedido de los lugareños, que recaudaron entre ellos el dinero de la obra, como homenaje a los mártires de la Patria. Cuando en esa urbe celebran alguna fecha importante, patriótica y solemne, eligen la plaza donde está la pieza de la mujer de mármol y manos ardientes.

Junto a esa historia centenaria, se destacan igualmente la cantidad de personalidades nacidas y forjadas en sus predios, entre los cuales descuella, por su valía y el rol decisivo que tuvo en la vida cultural de la nación, el músico Alejandro García Caturla.

Precursor de la música sinfónica en Cuba, fue Caturla, al decir de Alejo Carpentier: «El temperamento musical más rico y generoso que haya aparecido en la Isla», quien consiguió en la música, lo que Nicolás Guillén, alcanzó en la poesía.

Sobresale también Francisco Javier Balmaseda, periodista y escritor de ideas independentistas, quien fundara en 1863 una biblioteca pública y varias revistas de corte literario. El museo municipal –fundado el 24 de febrero de 1933–, lleva su nombre, y es la primera institución de su tipo en la antigua provincia de Las Villas, y la quinta de Cuba.

De los remedianos de hoy no puede dejar de mencionarse, entre otros, a la artista de la plástica Zaida del Río, pintora, dibujante, grabadora, quien irrumpió en el panorama artístico en la década de los 70 del pasado siglo, y es reconocida como una de las figuras imprescindibles del arte cubano contemporáneo.

Tampoco puede obviarse al escritor y poeta Luis Manuel Pérez Boitel, figura clave en la vida cultural del terruño, quien es dueño de múltiples premios a nivel nacional e internacional; ni tampoco a Dani Hernández, primer bailarín del Ballet Nacional de Cuba, seleccionado por la prestigiosa revista de ballet Dance Europa entre los cien mejores del mundo, en la temporada 2010-2011.

Tomado de Granma (Colaboración de RC)