Venezuela. En línea con Brics-Psuv: Neoliberalismo en Chile y Bolivia, el verdadero rostro de la pandemia

Por Geraldina Colotti, Resumen Latinoamericano, 17 junio 2020.-

“Bitátoca de la emergencia global. Chile y Bolivia, gobiernos neoliberales. El verdadero rostro de la pandemia”. Este es el título del programa N. 23 de En Linea con @BricsPsuv. Una transmisión dirigida por la Vicepresidenta de la Comisión Agitación Propaganda y Comunicación del Partido Socialista Unido de Venezuela, Tania Díaz, en el que operan las Brigadas Internacionales de Comunicación Popular.

Esta vez, Tania, quien también es vicepresidenta de la Asamblea Nacional Constituyente, habló con Hugo Moldiz, ex ministro boliviano en el gobierno de Evo Morales, en enlace desde México, y Pablo Sepúlveda, nieto de Salvador Allende, médico y político que se encuentra en Chile.

El programa comenzó con un pequeño video filmado en Santiago de Chile, a fines de abril, en el sótano del cuartel donde Pablo y otros militantes de las brigadas médicas que acompañan a los manifestantes atacados por los carabineros fueron arrastrados y golpeados, afortunadamente sin consecuencias graves. Pablo habló de la represión desatada contra las protestas que animaron a Chile durante meses antes del estallido de la pandemia.

Pablo respondió preguntas de los presentes sobre la situación del pueblo mapuche y sobre la de las cárceles, donde permanecen muchos prisioneros políticos arrestados durante las protestas. Explicó las razones (políticas económicas y sociales) que empujan a las clases populares a continuar la lucha, por ahora en filas reducidas debido al coronavirus, contra el gobierno de Sebastián Piñera.

El capitalista del sector inmobiliario, al gobierno de un país muy privatizado desde la época de Pinochet, a pesar de que su popularidad se desplomó nuevamente a mínimos históricos, continúa las políticas neoliberales respaldadas por el bloque internacional al que pertenece, particularmente nefastas frente a esta pandemia. El sistema de salud chileno está colapsando, dijo Pablo Sepúlveda, denunciando la grave crisis que está afectando a los trabajadores, cada vez más indefensos después de “treinta años de neoliberalismo desenfrenado”.

Una situación muy diferente, dijo Tania, de la que se vive en Venezuela, donde gracias a los esfuerzos del gobierno bolivariano, la acción colectiva del poder popular ha llevado a la contención del coronavirus con una campaña de tampones casa por casa y con un manejo racional que alterna una semana de cuarentena y una de recuperación progresiva de la actividad de producción.

Aunque los medios no lo mencionan, Venezuela, explicó Tania, tiene el porcentaje más bajo de muertes en la región y acoge con beneplácito el retorno masivo de migrantes que regresan de los países vecinos, y que representan la mayoría de los infectados con Covid-19, y les atiende de forma gratuita.

Un análisis del ex ministro Hugo Moldiz, uno de los siete miembros del gobierno de Morales que encontró refugio en la embajada de México, reveló una imagen dramática de su país, en medio de una crisis sanitaria, económica y política. A pesar de haber recibido información sobre el coronavirus desde diciembre, el gobierno de la autoproclamada Janine Añez no se ha beneficiado de las instalaciones de salud construidas durante el gobierno de Morales: no ha comprado los respiradores – dijo Moldiz – o los compró por $ 26.000 y sin el softwar necesario por hacerlos funcionar. Además, no hay reactivos, hisopos o visita casa por casa y despistajes como en Cuba y Venezuela.

La gente muere en la calle, las estadísticas de infección están manipuladas. La policía y el ejército reprimen, no son útiles como hacen en Venezuela en unión cívico-militar. En Bolivia, dijo el ex ministro, hay una combinación explosiva entre una crisis de salud que Añez no puede resolver y una crisis política que no quiere resolver. ¿Las elecciones? “Es poco probable que el imperialismo haya hecho todo esto y luego nos deje ganar de nuevo”, respondió Moldiz, pintando un cuadro complejo.

¿Cuál es la situación del Mas?, preguntó Tania. Y aquí el ex ministro utilizó acentos autocríticos, tanto con respecto a las renuncias de los representantes del gobierno que dejaron libre campo a la autoproclamada, como con respecto a las políticas de su partido. “Durante el último año de gobierno, dijo, no hemos dejado de ser mayoría y aún lo somos, pero hemos dejado de ser una fuerza social capaz de organizar al pueblo. Este vacío ha sido llenado por la derecha. Lo que nos pasó ya era una muerte anunciada, lo e dicho a octubre en una entrevista con Telesur”.

Y ahora, ¿cómo se organizan las fuerzas alternativas? “El golpe en Bolivia, agregó el ex ministro, es similar al de Honduras contra Zelaya, y se sabe lo difícil que fue para las fuerzas de izquierda regresar a la escena después”.

Nuestro principal error fue no haber transformado el viejo Estado, teníamos miedo de mover demasiado las aguas, con la esperanza de evitar lo que le sucedió a Venezuela, pero nos equivocamos, porque si el pueblo no lucha, se pierde. Y ahora también podemos ganar las elecciones, pero no sabemos si podríamos defenderlas. Un golpe se sabe como empieza pero no como termina”.

Mientras tanto, el 18 de mayo, se va a lanzar una campaña internacional para “la liberación de los 7” refugiados en México, para que puedan obtener un salvoconducto. 

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