Chile. Hospital de Carabineros: Negligencia e impunidad

Por Beatriz Morales Rojas, Resumen Latinoamericano /Opal Prensa, 16 junio 2020

No pretendo ser una heroína ni menos una víctima, tan sólo una mensajera en este presente que es de todos. Nací y me crié en una familia ligada a Carabineros de Chile. Hija de Oficiales de Carabineros. Mi madre, Carmen Luisa Rojas Osbén, Profesional Universitaria de la U. Católica de Valparaíso, desarrolló un trabajo como Asistente Social de Carabineros de Chile, durante 30 años en diversas unidades (36° comisaría La Florida, 18° comisaría Ñuñoa, entre otros), llegando a ostentar la distinción máxima de Asistente Social Jefa a nivel nacional, con grado de Coronel, hasta jubilarse el año 2001.

En mi niñez y adolescencia, recuerdo cuando mi mamá salía de madrugada a acciones de contención para familias de Carabineros fallecidos en procedimientos o porque se habían suicidado, abogaba por un mejor pasar para funcionarios afectados por enfermedades graves de ellos o sus familias, pensiones alimenticias para quienes se negaban a ser responsables, un trabajo social de excelencia.

El día 01 de junio de 2019 mi mamá se siente mal de salud y la traslado al HOSCAR (Hospital de Carabineros, Ñuñoa) donde le realizan una serie de exámenes por horas, para luego enviarla de vuelta a su casa con indicaciones de medicamentos y órdenes de exámenes que ellos no podían realizarle por no contar con horas disponibles, debiendo esperar un mes aproximadamente. Uno de mis hermanos consigue hora médica particular en 1 semana, pero el día 07 de junio nuevamente debe ser ingresada a HOSCAR, la hospitalizan en urgencias y nuevamente exámenes.

El 8 de junio nos indican que será derivada al hospital DIPRECA durante la tarde (Las Condes), puesto que allá se cuenta con monitores y especialidad cardíaca, dicen que estemos tranquilos porque está estable y al día siguiente la podremos visitar en horario de visita.

El Día 09 de junio recibo un llamado a las 7:00 am desde el hospital, en el que me comunican que mi mamá había fallecido. Causa de muerte: Muerte súbita (osea indeterminada, ni ellos saben) y paro cardiorespiratorio (síntoma, no causa). No me explican nada más, no se realiza la autopsia correspondiente, y me la entregan en una bolsa.

No quedé tranquila con lo sucedido y al día siguiente de su funeral comencé a indagar, para tener una explicación lógica de su fallecimiento, y a medida que buscaba información sobre el hospital, iba tomando conocimiento de las investigaciones que se arrastraban por años, por casos de fraudes que comprometían fondos públicos, y que tenían relación con el cobro de “horas fantasmas” de médicos cirujanos y de denuncias por negligencias médicas “olvidadas” o no investigadas(1).

Teniendo en cuenta estos antecedentes, decidí acudir el 17 de junio al hospital DIPRECA para solicitar la ficha clínica de mi madre, pero se negaron indicando que volviera al día siguiente, en ese instante aprovecho de hablar con el encargado de piso y al preguntarle por las condiciones en que estuvo mi madre, me responde sonriente “las pacientes son asistidas cada 30 minutos”.

Vuelvo el día 18 y logro escabullirme al dormitorio donde mi madre falleció, ahí constato que no habían monitores, me acerco a la cama de una señora en estado crítico, quien me cuenta que no era efectivo que las asistían durante la noche, luego me dice que ya amaneciendo escucha la voz de un hombre que dice “está helada” y comienzan con la reanimación por unos minutos.

Luego de recibir ese relato, me atiende la Jefa de Medicina Mujer Dipreca, Dra. María Isabel Gálvez, quien portaba la ficha clínica de mi mamá y me lleva a una sala, con evidente nerviosismo y resistencia a mostrar la documentación. Después de presionarle para que me entregase la información, al revisar veo en la hoja de atención y tratamiento de la noche en que falleció mi madre: 22.00 hrs paciente tranquila con signos vitales en rangos normales, 00:00 hrs paciente intranquila y se le suministra Zopiclona, (sedante) 6:30 código azul, 6:50 hrs. sin signos vitales, la mujer trata de tocarme y comienza a sollozar… la sedaron estando con dificultad respiratoria y se olvidaron de ella !.

Evolución y tratamiento

En adelante fueron jornadas intensas y de mucha presión, junto a mi hermano asistimos cada día al hospital, exigiendo una explicación y para advertirles que no se atrevieran a adulterar la información que ya conocíamos (sabía perfectamente a quienes me enfrentaba) En una oportunidad, ante nuestras constantes interrogantes y exigencias, nos recibe la Dra. Internista Patricia Adriazola Godoy, que con un trato irónico nos califica como los “super hijos” y argumenta que todo nuestro esfuerzo por saber la verdad, les servíría a ellos, para mejorar la calidad del servicio, “ya que no pueden contar con mayor tecnología por FALTA DE RECURSOS”: Situación que es entendible en ese momento, tomando en consideración la cantidad de miles de millones de pesos, que se robaron los altos mandos de Carabineros.

Posteriormente, llevo los electrocardiogramas que le habían tomado durante toda la semana con errores de diagnóstico en ambos hospitales, a un Cardiólogo, el que me indica que mi mamá presentaba infarto al miocardio (epicrisis señala sin infarto) con data de 10 días y que debía haber estado en cuidados intensivos, en unidad coronaria y monitor. Esta revelación aclaró todas las sospechas por la muerte de mi madre y reafirmó que estábamos frente a una grave negligencia médica, que estaba siendo ocultada por una institución hospitalaria y por facultativos que incumplían contradictoriamente el juramento hipocrático.

Diagnóstico clínico

Ante esta situación, interpusimos una denuncia por cuasidelito de homicidio en la Fiscalía Oriente, contra todos lo que resulten responsables, en el mes de Junio de 2019.

Ya ha pasado un año de silencio, de ocultamiento, de impunidad por parte de los hospitales HOSCAR Y DIPRECA y de cero avance en la investigación por parte de la Fiscalía.

Denuncia ante la Fiscalía

Hoy conmemoro un nuevo aniversario de la muerte de mi madre, y como ser consciente no puedo abstraerme del contexto actual, de los tiempos convulsionados y de profundas transformaciones que vivimos como país y a nivel mundial. en medio de tanto sufrimiento, muerte, cesantía y represión.

Al pensar en mi madre y su abnegada labor en Carabineros me pregunto, si Carabineros de Chile en algún momento podrá recordar quienes fueron antes de perder su identidad y transformarse en esclavos de un estado genocida, escondidos detrás de un disfraz de poderío

Y me sigo preguntando ¿Adónde se fué el “Yo” Carabinero, juro por Dios y por esta bandera, servir fielmente los deberes de mi profesión, velar por el cumplimiento de las leyes de la República, guardar y defender la vida de todos sus habitantes, rindiendo la mía, si fuese necesario, en defensa del Orden y de la Patria”?.

Y me sigo preguntando ¿Porqué? siguen realizando el “trabajo sucio” como sirvientes de la burguesía, asesinando, mutilando, torturando, cometiendo abusos sexuales, masacrando a menores de edad, mujeres, hombres, ancianos, pueblos originarios…deleitándose con el dolor de la población civil, que les entregó su confianza en las armas que portan.

Y sigo preguntando el ¿Porqué? de tanta inhumana actitud detrás de un uniforme, si la mayoría del que lo viste, ha vivido la humillación, el racismo, el clasismo, la desigualdad y el abuso, bajo el yugo de los altos mandos. ¿ Hasta dónde llega el desprecio por la dignidad propia como ser humano, despreciando la vida de otros ?.

En memoria de mi madre, también vengo a denunciar a los inescrupulosos, cobardes y corruptos, que han transformado el espíritu de Carabineros y la han transformado en una institución nefasta y podrida. Los denuncio porque no les debo nada, porque no me mantengo en base a los privilegios que defienden con balas, en ningún caso pretendo mejorar sus condiciones de vida, porque mientras se mantengan en su postura de sumisión y cobardía, no se merecen nada y a la vez merecen todo el desprecio que han sembrado y que será cosechado por sus propios hijos.

Al Cuerpo de Oficiales de Carabineros de Chile, seres “privilegiados” que viven en las sombras, con auto convencimiento de ser portadores de genes especiales, decirles que ya no pueden ocultar su esencia delincuencial, enmascarada en apellidos rebuscados, en su ignorancia y desfachatez. La prepotencia y el abuso de poder de esta “clase” al interior de Carabineros, no solo comete atropellos graves contra sus subalternos, esta “clase” o grupo de poder dentro de la institución, es la que ha desmantelado su propio sistema de salud, con el saqueo de fondos que además, son de todos los chilenos…

Señores Carabineros, esto no está escrito por alguien de extrema izquierda, subversiva o terrorista…como se le suele catalogar políticamente a las voces críticas dentro y fuera de Carabineros. Estas palabras están escritas por alguien que vivió en carne propia, todas las injusticias y deformaciones de una institución en franco deterioro.

Carabineros de Chile requiere de manera urgente intervención del poder civil, para su reformación, profesionalización, y que tenga como bases éticas y morales, el respeto irrestricto por los derechos humanos.

Mi nombre es Beatriz Morales Rojas y hoy por medio de este relato y testimonio, rindo un homenaje a la memoria de mi madre, que nace del amor y de la verdad, por su herencia de dignidad e integridad, como ser humano, mujer, madre, profesional, siendo un granito de arena más en la construcción de la tan anhelada justicia social para todas y todos. Agradecer a todos quienes me han acompañado, sostenido y respetado desde siempre.

Notas:

(1) Otra de Carabineros: Investigan desfalco de casi $700 millones en el Hospital Dipreca

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