Venezuela. Crónica parcial del proceso de putrefacción de la derecha

Por Alexis Milano V.; Resumen Latinoamericano, 10 junio 2020

    

                La comprensión de los eventos políticos y económicos que hoy vive nuestro país, pasa necesariamente, por medir los efectos que para la oposición venezolana y para el imperio gringo, habría de producir la reelección del Presidente Maduro, en el 2018. De los 20 procesos electorales realizados hasta ese momento, el Chavismo había salido victorioso y fortalecido en 18. Los adversarios, gringos y criollos, llegan a la conclusión que no pueden esperar hasta el 2025, para competir en nuevas elecciones presidenciales, pero los gringos advierten que el tremendo ramillete de fracasos que hasta ese momento había cosechado la oposición, se estaba convirtiendo en crónico y se concentran en encontrar remedio a tan fatal enfermedad, para lo cual se reordenan los planes y se intensifican las acciones que desde el año 2002, venían aplicando en Venezuela. Ese reordenamiento de los planes cuyo fin último no es otro que la salida de Nicolás Maduro, pero sin elecciones, se construye a partir de tres líneas maestras: (i) Intensificación  y expansión de las matrices mediáticas convenientes o necesarias para los intereses gringos o de sus subordinados criollos. Se trata de una estrategia transversal destinada, por una parte, a justificar, legitimar o crear las mejores condiciones al momento en que la garra imperial ejecuta determinadas decisiones contra Venezuela, y por la otra, desacreditar, desconocer, falsear, exagerar o minimizar, según el caso, las decisiones o reacciones de los Poderes Públicos Venezolanos, contrarias a los intereses imperiales o los intereses de sus súbditos criollos. Los resultados de la aplicación, sin descanso, de ésta estrategia, se considera por el imperio, altamente exitosos, entre los cuales se incluye:  el fraude en todo los procesos electorales en los que los resultados le resultaran adversos, estrategia ésta que ha permitido que en el seno de la OEA y en varios países europeos, el no reconocimiento de la legitimidad de la reelección del Presidente Maduro. Sentada la premisa que su Gobierno es ilegitimo, entonces es válido y legal, que el Presidente de la Asamblea Nacional, sea el presidente interino de Venezuela, pero ante la constatación que hay dos presidentes en Venezuela, entonces Maduro es usurpador, lo que permite a su vez difundir a nivel mundial, la caracterización del gobierno de Venezuela, como “gobierno en disputa”, lo que a su vez permite ocultar las verdaderas intensiones imperiales, al ser Venezuela, un “territorio en disputa”,  (ii) Intensificación, en cantidad y severidad, de las sanciones económicas que hasta el momento de la reelección del Presidente Maduro, venían aplicándose, estrategia ésta que consideran que ha tenido resultados parcialmente exitosos, pues efectivamente  ha causado inmensos sufrimientos a la población, pero no ha logrado el fin para el que fueron diseñadas y aplicadas, cual es,  que el pueblo sufrido, fuera el que derrocara a Nicolás Maduro, (iii) El uso de recursos o fuerzas militares, caso éste en que una intervención gringa directa, será utilizada solo cuando los intentos que hubieren realizado o se hubieren realizado desde el territorio de países aliados al imperio, hubieren fracasado o hubieren resultado insuficientes, o cuando hubiere fallado cualquier otra organización, seleccionada para dar cumplimiento a los objetivos del plan, que como se ha dicho, no es otro que el derrocamiento del Gobierno del Presidente Maduro. La evaluación imperial de los resultados de la aplicación de ésta estrategia, arroja que han sido parcialmente exitosos, pues aunque fracasó estrepitosamente la Operación Gedeón, contratada a la Empresa fabricante de asesinos y de cadáveres, Silvercorp, aún disponen del apoyo militar irrestricto de al menos 15 países de la región, que aunque ninguno se atreve a tomar la iniciativa, por si solo o en conjunto, de atacar directa y militarmente a Venezuela, son lo suficientemente genuflexos para ceder sus territorios, desde los que se pueda agredir o facilitar la agresión a Venezuela.

             Así, el plan y todas las actividades que lo conforman, destinados a  derrocar al Presidente Maduro, deben estar rigurosamente enmarcados en las tres líneas maestras citadas, como única condición para obtener una ventaja, en todo momento y en todo lugar. En esta oportunidad, trataremos solamente la evolución altamente acelerada, de las acciones gringas, directas o indirectamente vinculadas al aspecto militar, es decir, al cumplimiento del plan de derrocamiento de nuestro Gobierno, a partir de una intervención armada. Se entiende, que a las tres líneas maestras antes aludidas, se da estricto cumplimiento, gracias a la solicitud, complacencia, colaboración o participación, de integrantes del más rancio y recalcitrante grupo de la derecha Venezolana.

             En la indicada evolución, tomaremos como punto de partida la fecha 30-04-2019. Para éste momento, la cantidad e intensidad de las sanciones impuestas a nuestro país, fundamentalmente por los EEUU, se han transformado en una verdadera asfixia en lo social, económico y financiero. Ya, Juan Guidó ejerce a plena luz del día, como presidente interino electo por el gobierno de los EEUU, aunque ejerciendo un gobierno bastante extraño, el de gobernar de las fronteras de Venezuela, “hacia afuera”. Ya se cuenta con el apoyo irrestricto de 16 países de la región, arrodillados al imperio y a los que le exigen mayor colaboración para dar fin a la dictadura usurpadora, instalada en Venezuela. Ya el gobierno interino cuenta con un representante en la OEA. Ya se ha multiplicado la especie mediática, sobre la existencia de una crisis humanitaria en Venezuela, y sobre la participación o aquiescencia del Gobierno Venezolano, que facilita el transporte de drogas a EEUU y otras partes del mundo, que sobradamente justifica una intervención militar. Ya al mundo se le ha presentado el triste espectáculo de la oleada de inmigrantes venezolanos, huyendo del régimen. En otras palabras, para el 30-04-2019, se habían creado las condiciones materiales necesarias para justificar un golpe de estado y en consecuencia, la oposición venezolana y su amo imperial, calculan que es ese el día para lograrlo y proceden en consecuencia.

           Tiene lugar, el referido intento de Golpe de Estado, en las inmediaciones de la Base Aérea La Carlota, adyacente al  Distribuidor Altamira, Caracas, liderizado por Juan Guidó y Leopoldo López. Aunque abortada tal intentona de golpe, permitió la fuga del más recalcítrate representante de la ultraderecha en Venezuela, Leopoldo López, quien solo logró un cambio del lugar de reclusión, al pasar del arresto domiciliario, a la privación de libertad que aún le mantiene en la Embajada de España en Venezuela. El referido engendro estaba cumpliendo condena de 13 años de prisión, por la comisión de delitos perpetrados en ejecución de las Operaciones de “la salida” y las “guarimbas de 2014”

           Mientras en Caracas se materializaba el estruendoso fracaso de la intentona de golpe de estado, prominentes ciudadanos norteamericanos y criollos con muchos años viviendo en Ganimedes, y bajo la euforia de una realidad virtual de quinta generación, alentaban vía tuit , ese mismo día (30-04-2019) al Pueblo Venezolano y ala Fuerza Armada Bolicariana, a acompañarles en la realización de tan magna gesta. Así, el autoproclamado Juan Guaidó, escribió: “Pueblo de Venezuela inició el fin de la usurpación. En este momento me encuentro con las principales unidades militares de nuestra Fuerza Armada dando inicio a la fase final de la Operación Libertad”. En otro tuit, escribió: “Pueblo de Venezuela, es necesario que salgamos juntos a la calle, a respaldar a las fuerzas democráticas y a recuperar nuestra libertad. Organizados y juntos movilícense a las principales unidades militares. Pueblo de Caracas, todos a la Carlota”. Por su parte, Luis Almagro, escribió:” Saludamos adhesión de militares a la Constitución y al Presidente encargado de #Venezuela@jguaido. Es necesario el más pleno respaldo al proceso de transición democrática de forma pacífica. #OEAconVzla” . Que un mensaje de ese tipo, sea remitido, nada más y nada menos, que por el Secretario General de la OEA, de por si es grave y oprobioso, pero de mayor gravedad, por lo absurdo, es pretender la realización de una transición democrática en forma pacífica, cuando el gobierno a sustituir, lo era precisamente a través de un golpe de Estado.En similar sentido, Perro Amarillo Trump, escribió: ”Estoy monitoreando muy cerca la situación de Venezuela. Estados Unidos acompañan al pueblo de Venezuela y su libertad”. No se entiende cómo, monitoreando la situación tan de cerca y contando además con uno de los más grandes cuerpos de inteligencia en el mundo, se haya dejado engañar por dos “rolos de pendejos y delincuentes”, como lo son Guaidó-López. Bonita yunta. Jhon Bolton, por su parte escribió: “Los EEUU está dispuesto a aliviar las sanciones de funcionarios y militares venezolanos que den pasos concretos y medibles para apoyar la democracia y la libertad en Venezuela. Los compinches de Maduro deberían aceptar la oferta del presidente Guaidó de amnistía y trabajo con nosotros para asegurar su futuro”. Hoy después de 13 largos meses, ya no hay nadie esperando al Pueblo Venezolano, ni a Militares Patriotas, en el  Distribuidor Altamira, pero ello no significó obstáculo alguno para que la garra imperial, continuara “arando en el mar”, antes por el contrario, se convenció que la salida del Presidente Maduro, es y tiene que ser por la fuerza, pero no la fuerza de los políticos opositores criollos que más mequetrefes, mentirosos, ambiciosos  y descerebrados, no pueden ser, sino la de su propio ejército o mejor aún, la fuerza de aliados incondicionales, o cualquier otra fuerza, que permitiera mantener “entre bastidores”, por la mayor cantidad posible de tiempo, al amo de los hilos del poder.

          Los días 21 y 22 de Agosto de 2019, se celebra en la ciudad de Natal Brasil, la IX Conferencia de Defensa de América del Sur (SOUTHDEC-2019), liderada por el Jefe del Comando Sur de EEUU, Almirante Craig Faller y con la asistencia de la representación de las máximas autoridades militares de 14 países de Sur América y el Caribe. Durante éste evento, el referido gringo se lució ante los indicados 14 subordinados, señalando que: “El foco militar del Comando Sur es planear el día después de Maduro. Nuestra prioridad es dar apoyo a los esfuerzos del Gobierno de Estados Unidos para presionar a Maduro, que son esfuerzos diseñados para facilitar una transición democrática en Venezuela”. En otras palabras, el jefe del comando sur, no sabe cuándo, ni como, ni quienes harán posible la salida del poder de Nicolás Maduro, pero si sabe como planificar “el día después” que ello suceda y también sabe que se utilizarán las fuerzas militares de los EEUU.

          En su edición del 16-01-2020, el portal web Infodefensa.com, reporta la reunión sostenida, el 13-01-2020,  entre Iván Duque y la plana mayor del Comando Sur, incluido Craig Faller, en la ciudad de Bogotá, para tratar asuntos relacionados con la seguridad regional, así como cooperación en materia de Defensa entre EEUU y Colombia. Igualmente reporta dicho portal, que en la misma fecha, el Almirante Faller, sostuvo reunión con el Ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, y la cúpula de las Fuerzas Armadas de ese país.

           En la misma fecha, 23-01-2020, en que el Secretario de Estado Norteamericano, Mike Pompeo, participa en la III Conferencia Ministerial Hemisférica de Lucha contra el Terrorismo, realizada en Bogotá, se da inicio a la realización conjunta de ejercicios militares  de componentes del Comando Sur de los EEUU, Colombia y Brasil , en la base militar de Tolemaida, ubicada en límites de los departamentos colombianos de Cundinamarca y Tolima, previéndose que los ejercicios militares se extenderían hasta el 29-01-2020. De acuerdo al comunicado de prensa emanado del Comando General de las FFMM de Colombia, este tipo de entrenamientos son “una herramienta y una oportunidad para fortalecer la lucha contra las amenazas transnacionales, fortalecer la lucha contra el narcotráfico, realizar intercambios de información y entrenamiento, permitir la identificación de áreas criticas, reforzar la seguridad y obtener resultados contundentes contra las diferentes amenazas que se ciernen” sobre la soberanía de los países”. Al respecto, la prensa colombiana reseño que se trata de  “ejercicios de entrenamiento que no tienen que ver con el tema de Venezuela”.

            Solo una semana después de finalizados los ejercicios militares conjuntos en la Base de Tolemaida, el Ministro de Defensa de Colombia se reúne en Florida, EEUU, los días 3 y 4 de febrero de 2020, con el comandante del Comando Sur de Estados Unidos, almirante Craig Faller, “para fortalecer la cooperación militar que mantienen los dos países y exportar capacidades en la lucha contra el terrorismo y las drogas, áreas en donde Estados Unidos reconoce a Colombia como el principal socio de la región”, según comunicado  del Ministerio de Defensa colombiano.

            El 05-02-2020, Perro Amarillo Trump, recibe en la Casa Blanca y con honores, al Presidente Interino de Venezuela, Juan Guidó.

            El 13-02-2020, Iván Simonovis, comisionado especial de Seguridad e inteligencia, designado por el Presidente Interino de Venezuela, y coordinador de la Operación Gedeón, es recibido por Perro Amarillo Trump. En la misma fecha se reúne con el vicepresidente de EEUU, Mike Pence. A éste respecto, tiene que llamar la atención como un funcionario del gobierno interino, que no funge como Embajador, ni Agregado Militar, hubiere sido atendido tanto por Perro Amarillo, como por Mike Pence. Sin embargo ello no representa ningún misterio, si se toma en consideración, que de acuerdo a las declaraciones que en su oportunidad dio JJ Rendón, Asesor de Juan Guaidó, confirmó no solo que había suscrito el contrato con la Empresa Silvercorp, para el suministro de mano de obra mercenaria y asesina, sino que ese contrato “exploratorio”, se había suscrito en octubre de 2019. Siendo entonces que el objeto principal del contrato suscrito con Silvercorp, lo era el de la instauración en Venezuela de un nuevo gobierno encabezado por Juan Guaidó, con el asesinato del Presidente Maduro si existía la oportunidad de realizarlo, es más que claro que tal objeto contractual coincide con el único plan imperial, el de instaurar “un gobierno de transición” en Venezuela. Siendo que Simonovis terminó siendo el “administrador del contrato” y por tanto el coordinador de la Operación Gedeón, es normal y esperable que en esa fecha, fuera a los  EEUU a dar cuenta de su gestión y a recibir nuevas instrucciones, en relación a la fecha estimada para la intervención militar en territorio venezolano.

            Si bien Juan Guaidó, ha jurado por varios puñados de cruces, que él no solo que no suscribió el referido contrato, sino que tampoco sabe cómo es que su firma si aparece estampada. Sin embargo, lo que no ha podido explicar, aunque tampoco nadie se lo ha preguntado, ¿cómo es que dos de sus asesores, suscribieron ese contrato con Silvercorp, en representación de la República de la que él es su presidente encargado, sin que tuviere conocimiento de su contenido?.

            La mañana del 25-03-2020, el Ministro Jorge Rodríguez, denuncia la existencia en la zona norte de Colombia, de una organización militar, integrada por asesores norteamericanos (exboinas verdes) y militares venezolanos, desertores prófugos de la justicia, que tomaban entrenamiento en una hacienda propiedad y con la protección de un narcotraficante colombiano (alias “Dos Ruedas”), con el propósito de realizar una incursión armada al territorio Venezolano. Tal organización estaba dirigida por el desertor y prófugo venezolano, Cliver Alcalá Cordones.  Con anterioridad a esa fecha, la prensa colombiana había informado sobre la incautación de un lote de armas de guerra, pero es el día 26-03-2020, cuando se tiene conocimiento a través de Cliver Alcalá y una vez que tiene conocimiento que había sido imputado por el Departamento de Justicia de los EEUU, que tales armas tenían como destino, uno de los campamentos en los que se realizaba el entrenamiento. Tal denuncia del Ministro Rodríguez, que incluyo el suministro de las coordenadas UTM, en la que estaba ubicado cada uno de los tres campamentos destinados al entrenamiento de mercenarios, recorrió el mundo “en menos de lo que se pela una mandarina”.

             No por casualidad entonces, al día siguiente, 26-03-2020, suceden dos eventos casi que simultáneos. En el primero de éstos, el secretario de Justicia de EEUU, William Barr, como representante del Departamento de Justicia, vía rueda de prensa, formula cargos contra el Presidente Maduro, que pueden ser agrupados en dos grandes categoría: narcoterrorismo y corrupción. También se imputa la comisión de iguales o diferentes delitos, a Tareck El Aissami (Vicepresidente del Área Económica), Vladimir Padrino (Ministro del Poder Popular para la Defensa), Diosdado Cabello (Presidente de la Asamblea Nacional Constituyente y Vicepresidente del PSUV), Maykel Moreno (Presidente del Tribunal Supremo de Justicia), Cliver Alcalá Cordones (militar prófugo de la justicia Venezolana y para ese momento, Coordinador de la Operación Gedeón), además de exguerrilleros de las FARC-EP, Comandantes “Iván Marquez” y “Jesús Santrich”, por supuestamente haber entrado en desacato con el Acuerdo de de Paz, firmado con el Estado Colombiano, siendo que tales imputaciones son el resultado de al menos 10 años de investigaciones Durante la formulación de los cargos, se informa que el Departamento de Estado había ofrecido una recompensa de 15 millones de dólares “por la cabeza” de Nicolás Maduro y de 10 millones de dólares, por la de cualquiera de los demás imputados. No se tomo la molestia el Fiscal Barr, como es que fue ofrecida una recompensa por el Departamento de Estado, ANTES de que se hubieren formulados los cargos a los imputados (https://www.youtube.com/watch?v=Q9bjzB4jFHA)

         Razonablemente habría que preguntarse: ¿Qué determinó o detonó, tan urgente respuesta por el gobierno norteamericano?. Son muchas las respuestas que podrían darse, entre las cuales asomamos: (i) Un anunció de tanta relevancia y realizado por el propio Secretario de Justicia de los EEUU, estuvo destinado a colocar en un segundo y olvidado plano, las declaraciones de Jorge Rodríguez, dadas el día anterior, (ii) Dado que el Fiscal Barr, ratifica durante su intervención que EEUU no reconoce al Presidente Maduro, lo que pretende es que mayor cantidad de países se sumen a tal desconocimiento, lo que posibilitaría un incremento en el reconocimiento internacional de la condición de presidente interino, de Juan Guaidó, (iii) Está enviando un mensaje al Pueblo Venezolano, que no pueden tener como presidente a un narcotraficante, lo cual crea la necesidad de un gobierno de transición, (iv) Que Colombia no tiene responsabilidad , alguna, pues la droga que llega a EEUU, sale es de Venezuela, (v) Que los EEUU no tienen interés en un golpe de estado contra Nicolás Maduro, pues este no es presidente, (vi) Que el nivel de corrupción dentro de la Fuerza Armada Bolivariana y dentro del Poder Judicial, no puede merecer la confianza de los venezolanos, (vii) Que la situación actual que padecen los venezolanos, es consecuencia directa e inmediata de la corrupción de los más altos niveles gubernamentales, (viii) Que las “calumniosas” vinculaciones entre Juan Guido y la Banda de los Rastrojos, era la de ocultar el verdadero carácter del gobierno venezolano, al ser un gobierno narcoterrorista, (ix) Que las FARC, siguen siendo los proveedores de drogas al “cartel de los soles”. En cualquier caso y cualquiera sea la respuesta que demos al interrogante, lo cierto es que la imputación contra el Presidente Maduro y otros altos funcionarios, así como el ofrecimiento de una recompensa, se inscribe dentro de la estrategia de “Intensificación  y expansión de las matrices mediáticas convenientes o necesarias para los intereses gringos o de sus subordinados criollos”, a las que nos hemos referido con anterioridad, por tanto, encaminada a la consecución del derrocamiento del Presidente Maduro.

         No está demás señalar, que la calificación de narcotraficantes a altos funcionarios del Gobierno revolucionario, es de muy vieja data. De hecho, durante la celebración en Perú, de la VIII Cumbre de las Américas, durante los días  13 y 14 de diciembre de 2014, Mike Pence se lució, al señalar formalmente: “El colapso continuo de Venezuela ya está afectando a las economías de la región. Le está dando a los narcotraficantes y las organizaciones criminales transnacionales nuevas oportunidades para poner en peligro a nuestros pueblos”. Palabras más, palabras menos, es lo mismo que afirmó William Barr, durante la rueda de prensa antes comentada.

          Apenas cinco días después de haberse formulado cargos contra el Presidente Maduro, es decir, el 31-03-2020, Mike Pompeo, secretario de estado estadounidense, conjuntamente con Elliot Abrams, encargado de la “Operación Venezuela”, hacen público el texto del “Marco para la transición”, plan concebido para Venezuela, que entre otros aspectos contemplaba: (i) Fija el restablecimiento de los poderes de la Asamblea Nacional de mayoría opositora, la anulación de la medida de desacato impuesta por el Tribunal Supremo de Justicia, la liberación de todos los denominados “presos políticos”, y derogación de las ordenes de captura libradas contra diputados prófugos de la justicia venezolana, (ii) Disolución de la Asamblea Nacional Constituyente y establecimiento de un nuevo mecanismo electoral para designar en consenso con todas las fuerzas políticas del país, un nuevo Consejo Nacional Electoral y un nuevo Tribunal Supremo de Justicia, (iii)  Se crea un Consejo de Estado, en el que estarían representadas tanto las fuerzas del Chavismo como de la oposición, el cual fungiría como gobierno de transición hasta la realización de nuevas elecciones en un plazo de seis (6) a doce (12) meses. No podrá integrar el Consejo de Estado, ningún miembro de la Asamblea Nacional. El presidente del gobierno provisional, no podrá participar como candidato en las elecciones que serían convocadas, (iv) Cumplidas las fases previas, los EEUU y la Unión Europea, retirarán las sanciones impuestas a quienes se habían atribuido funciones presidenciales, siempre y cuando esas personas renuncien a cualquier otra pretensión de ocupar cargos ejecutivos y reconozcan la autoridad del nuevo Consejo de Estado.

          La respuesta de amplios sectores de la derecha venezolana, en contra de Juan Guaidó, no se hizo esperar. La lluvia de tuits, en que se le atribuía la condición de “condón” utilizado por los gringos, ha recorrido medio mundo. La respuesta del Canciller Venezolano, no se hizo esperar: Venezuela no acepta el tutelaje de ninguna nación extranjera. Sin embargo detrás del “Marco para la transición”, aunque fuere rechazado de manera inmediata por el Gobierno Venezolano, aún así, reportaba o reportó a los gringos y también a la oposición venezolana, inmensas ganancias en el terreno mediático, todo lo cual nos permite afirmar que se trataba de la TRAMPA DEL SIGLO. En efecto, tales ganancias serían las siguientes: (i) Al estar absolutamente seguros los amos imperiales que el “Marco para la transición”, sería rechazado por el Gobierno del Presidente Maduro, les permitía posicionar dentro y fuera de Venezuela, la matriz de opinión, que el causante del mantenimiento de las sanciones, no era otro que Nicolás Maduro, pues tenía la oportunidad de liberar a su pueblo de sufrimientos, con solo renunciar, o de cualquier manera permitir la instauración de un gobierno de transición (Consejo de Estado), (ii) A Guaidó no se le permitiría integrar el Consejo de Estado, pero sería ratificado como único Presidente de la Asamblea Nacional, lo que le permitiría amplios márgenes de maniobra en el activismo político, además que sería “el director del país, pero en las sombras”, además que convocadas las elecciones dentro de los seis meses siguientes, tenía abiertas las puertas para convertirse en Presidente Constitucional de la Republica Bolivariana de Venezuela. En cambio Nicolás Maduro, no tendría posibilidad de integrar el Consejo de Gobierno, y menos participar como candidato en unas eventuales elecciones, pero NO PORQUE ASÍ LO ESTABLECIÓ el “Marco para la transición”, sino porque en virtud de los cargos formulados contra él por el Departamento de Justicia (que no fueron y tampoco podían ser modificados por el “Marco” presentado por el Poder Ejecutivo gringo), el presidente Maduro sería CAPTURADO Y ENVIADO a los EEUU, para hacerle frente a las acusaciones contra él formuladas, ya que “Marco para la transición”, se limita a suprimir las sanciones que contra él se hubieren impuesto, PERO NO INCLUYE EL PERDÓN POR LOS DELITOS, que según el Departamento de Justicia, venía cometiendo desde hacía más de 10 años.

           De otro modo, no tendría explicación el tuit que sobre el mismo tema, escribe Juan Guaidó el 31-03-2020, sobre conversación sostenida con el Secretario de Estado de EEUU, cuatro días antes: “Me comuniqué con @SecPomepo, para agradecer el respaldo de EE.UU. a la conformación de un Gobierno de Emergencia y Consejo de Estado para resolver la crisis”. Por muy torpe que sea Guaidó, que lo es, no va a expresar públicamente su agradecimiento a Mike Pence, si hubiere quedado “por fuera de las jugadas”. Sin embargo, lo relevante no es que Juan Guaidó hubiere conversado telefónicamente con su amo Mike Pompeo, y mucho menos, que hubiere agradecido la decisión imperial de instaurar en Venezuela, un Consejo de Estado, a modo de gobierno de transición, aún cuando la  llamada telefónica, también aparece reportada en la página web de la Secretaría de Estado, como realizada el 27 de Marzo. Pero es que en ésta última fecha,  el Departamento de Justicia ya había formulado cargos al Presidente Maduro y demás funcionarios y personalidades antes señaladas, así como ofrecido el monto de la recompensa, pero aún no se había oficializado la presentación pública del “Marco para la transición”, sobre el cual giró la conversación telefónica. Esa llamada telefónica, de la cual no existe verdadera constancia de haberse realizado (aunque así lo afirmaran, cada uno por su lado, Guaidó y Pompeo), como tampoco existe constancia real que se hubiere realizado el 27-03-2020 (pues con facilidad, no es posible determinar, cuál de los dos personajes es más forajido), lo cierto es que en esa fecha, ambos tenían conocimiento pleno, que el plan de invasión a Venezuela que ejecutarían los Mercenarios de Silvercorp, conjuntamente con militares venezolanos, desertores y prófugos de la justicia había sido total y completamente develado por el Gobierno Venezolano, pues recorrió el mundo la denuncia formulada al respecto, por Jorge Rodríguez, el 25-03.2020, y ratificadas al día siguiente por Cliver Alcalá, misma fecha en el que “ a su cabeza se le puso precio”, por el gobierno norteamericano . Pero aún así, la orden dada a Guaidó, fue la de dar continuidad al plan, que permitiría el traslado de mercenarios de Colombia a Venezuela, programado para finales de abril,  para finalmente asesinar al Presidente Maduro o garantizar su traslado a territorio norteamericano, o de cualquier forma, lograr que abandonara el Palacio de Miraflores, para permitir la instauración de un “gobierno de transición”. Es ello lo que explica, la acelerada e inusual actividad  que se produce en el trono imperial, una vez difundido por Jorge Rodríguez y Cliver Alcalá, la develación del plan que se fraguaba desde Colombia. Es así, como la decisión de derrocar al Presidente Maduro, por vía armada y mediante el uso de mercenarios entrenados en Colombia, es acompañada con un conjunto de medidas urgentes y necesarias para garantizar el éxito de ese plan. Por ello, es que al día siguiente de la denuncia de Jorge Rodríguez, es decir, el 26-03-2020,  el Departamento de Justicia, formula cargos a Cliver Alcalá (identificado por Jorge Rodríguez como el coordinador de las acciones que finalizarían con la incursión armada en Venezuela), como igualmente se formuló cargos contra el Presidente Maduro, Diosdado Cabello, Maykel Moreno, Vladimir Padrino, entre otros que se han identificado con anterioridad. Apenas, cinco días después, el 31-02-2020, tal como se ha indicado, el Secretario de Estado, Mike Pompeo, difunde el diseño de lo que será el gobierno de Venezuela, a partir de la salida del Poder del Presidente Maduro, contenido en el  “Marco para la transición”, y con la cual se daría fin al uso de la expresión, creada en los laboratorios gringos, utilizada por la casi totalidad de los medios de comunicación del mundo – digitales o impresos – para calificar al actual gobierno de Venezuela: “gobierno en disputa” , pero subsistiría el verdadero concepto que subyace en tal expresión: “territorio en disputa”. Un día después, el 01-04-2020, Perro Amarillo Trump, anuncia la movilización al Caribe, de sus fuerzas navales, bajo la dirección del Comando Sur y con la excusa del más frontal de todos los combates al narcotráfico. Ninguna duda cabe, que son las decisiones que acompañarían el éxito, de la misión encomendada a Silvercorp.

           Los días 3 y 4 de mayo, la Operación Gedeón es elevada a la categoría de “polvo cósmico”  y en los días siguientes, es capturada la casi totalidad de los mercenarios que incursionaron nuestro territorio, luego la heroica travesía desde la Goajira Colombiana, hasta el litoral central venezolano. Pese a que con suficiente antelación, el Gobierno Venezolano había advertido a gringos y colombianos, que toda intervención armada en nuestro territorio, estaba destinada a fracasar, unos y otros lo ignoraron, todo lo cual confirma la vieja tesis que “la curiosidad mató al gato”, es decir, el exceso de osadía les salió caro. Sin tomar en cuenta que los gringos jamás han ganado una guerra, y las ganadas por los colombianos, fue bajó la conducción de Simón Bolívar, el plan imperial de derrocar al Presidente Maduro, ha seguido intacto y consistente con ello, a menos de un mes de haber sido derrotados en la Batalla de Macuto y la Batalla de Chuao de la Costa, llegan a Colombia al 01-06-2020, tropas militares, ya sin caretas ni disfraces, integrantes de una de las cinco Brigada de Asistencia Fuerza de Seguridad [SFAB], que los EEUU, mantiene en todo el mundo.

         Que Iván Duque, debía o no, solicitar autorización al Congreso de su país, para permitir el ingreso del referido contingente militar, es materia que corresponde atender y resolver a los colombianos. A los venezolanos lo que nos corresponde es evadir el cuento chino que tales fuerzas llegan a Colombia con el fin de dictar entrenamiento a sus fuerzas militares en control del narcotráfico, cuento tanto menos creíble cuando el SFAB que acaba de arribar a ese país, venía de operar en territorio de Irak, y además que uno de centros de actuación de esa fuerza se encuentran muy próximos a la frontera con Venezuela y peor aún, creer el chiste que desde que llegaron al territorio colombiano, se encuentran cumpliendo una rigurosa cuarentena de 14 días, para prevenirse del COVID-19.

         En cualquier caso, el arribo de una SFAB a territorio colombiano, es consistente con lo declarado, doce días antes,  por Perro Amarillo Trump, en fecha 20-05-2020, en la que de acuerdo a CNN y otros portales web, señaló refiriéndose a Venezuela, que; (i) “Vive un momento muy interesante”, (ii) “Lo tenemos rodeado a un nivel que nadie sabe, pero ellos si”, (iii)”Algo sucederá porque no lo vamos a aguantar”.

          Con absoluta seguridad, es ese el plan imperial, que solo espera la producción deliberada de un evento, como la creación de un falso positivo  que cause repercusión en las frontera con Colombia o Brasil, o algún ataque en el interior de Venezuela, con el impacto suficiente, para activar la fuerza enemiga acantonada en Colombia, que por ahora y supuestamente “la está matando el fastidio de la cuarentena”, o quizás esperando el “santo y seña” que en su momento les hará llegar Juan Guidó, como corolario y máxima expresión del estado de putrefacción al que ha llegado la derecha Venezolana, e incluso una intentona por personal civil tendiente a lograr la evasión de los dos mercenarios gringos que tuvieron el inmenso placer de lamer el polvo achocolatado de la única calle de Chuao de la Costa. Es verdad que Venezuela no quiere guerra con nadie y mucho menos, una guerra en que la que más tiene que perder y va a perder, es precisamente Colombia. Los gringos lo saben muy bien, pero ni pendejos que fueran, para advertírselo a Iván Arrastrado Duque.

         Me permito insistir, no queremos guerra, pero si esa SFAB, da un solo paso en territorio Venezolano, se encontrarán con todo un pueblo, al pie de las barricadas. Venceremos !!.

NO PODEMOS ESPERAR QUE NUESTRA REVOLUCIÓN SEA PERFECTA, PARA HACERLA IRREVERSIBLE.

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