Cuba. Declaración del Canciller Bruno Rodríguez por el atentado a la embajada cubana en EE.UU.

Resumen Latinoamericano, 30 abril 2020.-

Declaraciones del Ministro de Relaciones Exteriores de la República de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla. 

Buenas tardes:

Como el Ministerio de Relaciones Exteriores informó oportunamente, aproximadamente a las 2 de la mañana de hoy, es decir esta madruga del jueves 30 de abril, se produjo un acto terrorista contra la Embajada de la República de Cuba, ante los Estados Unidos, cita en Washington. 

Un individuo desconocido disparó con un fusil de asalto contra el edificio de la embajada. No hubo heridos en el personal de la misión, el cual se encuentra seguro y protegido, pero si daños materiales, resultado de los impactos  de numerosos disparos. 

El gobierno de Cuba espera por la correspondiente investigación de las autoridades estadounidenses sobre la identidad y las motivaciones del autor de esta agresión; espera que dicha investigación sea exhaustiva y rápida y que sus resultados sean compartidos con nuestras autoridades.

La misión diplomática de Cuba, ubicada en Washington, cuenta con un sistema de protección y seguridad para enfrentar cualquier amenaza contra el personal diplomático, sus familiares y las instalaciones.
 
Al mediodía de hoy e convocado a la Encargada de Negocios de la Embajada de los Estados Unidos en la Habana, la señora Mara Tekach, para abordar este gravísimo hecho.

Le expresé nuestra más enérgica protesta por la grave agresión terrorista perpetrada contra la Embajada de Cuba. Le pregunté ¿Cómo reaccionaría el gobierno de los Estados Unidos ante un ataque como este a cualquiera de sus embajadas?

Insistí en que es una obligación de todos los Estados adoptar las medidas adecuadas para proteger los locales de una Misión Diplomática, acreditada en su territorio, contra toda interrupción o daño y evitar que se turbe la tranquilidad de la misión o se atente contra su dignidad o su normal funcionamiento, como dispone la Convención sobre Relaciones Diplomáticas de 1961. 

Enfaticé la gravedad del hecho que puso en peligro, la vida y la seguridad del personal en la Embajada y sus familiares. Reclamé la mayor cooperación de las autoridades del gobierno de los Estados Unidos en el esclarecimiento de los hechos y las garantías de que actos como este no se repitan y no queden impunes, incluido este suceso que acaba de ocurrir. 

Llamé la atención respetuosamente a la señora Encargada de Negocios, en que una agresión como esta contra la Embajada de Cuba en los Estados Unidos, en cualquier caso, ha sido alentada por la creciente retórica hostil contra nuestro país, en que están involucrados de forma pública y sistemática, tanto el Secretario de Estado de los Estados Unidos, como altos funcionarios de ese Departamento a cargo de las relaciones con el hemisferio occidental, incluso la propia Embajada de los Estados Unidos en la Habana. 

Planteé también que no es posible disociar un hecho como este del recrudecimiento de la política de agresión y hostilidad que aplica el gobierno de los Estados Unidos contra Cuba, ni del endurecimiento del bloqueo, que incluye medidas no convencionales, incluso durante la pandemia de Covid-19, que afecta a todo el planeta. 

En el momento del ataque, se encontraba en la misión diplomática una decena de funcionarios y diplomáticos que corrieron grave peligro.

Apreciamos la conducta profesional de los oficiales de las agencias de aplicación y cumplimiento de la ley de Estados Unidos que acudieron rápidamente al lugar del hecho.

El individuo, de cuya identidad el gobierno cubano no ha sido informado, fue detenido por las autoridades locales en el lugar de los hechos y se encuentra bajo custodia de estas. 

Recordé también que los actos de instigación a la violencia contra el personal médico cubano, en terceros países, como ocurrió recientemente en Bolivia, incluso con participación de funcionarios estadounidenses, las calumnias y la demonización del personal de salud, alientan acciones violentas.

Tampoco es posible disociar este tipo de hechos del efecto de políticas y discursos de odio que promueven la división y la violencia social. 

Recordé a la distinguida diplomática que existen graves antecedentes históricos, de actos violentos y hostiles, incluidos actos terroristas contra funcionarios diplomáticos de Cuba radicados en los Estados Unidos, tanto en la sede en Washington, como en su representación permanente ante la Organización de las Naciones Unidas, en New York. 

Recordé que en territorio de los Estados Unidos operan, y han operado con impunidad durante años, grupos e individuos que en el pasado han cometido actos terroristas contra Cuba, lo que es de pleno conocimiento de las agencias de aplicación y cumplimiento de la ley del gobierno de los Estados Unidos.

Expresé sorpresa porque hayan transcurrido más de 12 horas del ataque a nuestra Embajada y las autoridades oficiales del gobierno de los Estados Unidos, ni del Departamento de Estado, se hayan puesto en contacto con las nuestras; no se hayan producido declaraciones oficiales, ni siquiera tuits que son tan frecuentes refiriéndose a Cuba, de parte de funcionarios oficiales de los Estados Unidos y de su Embajada. 

Insto al Departamento de Estado a adoptar, con la mayor urgencia, las medidas que resulten necesarias para cumplir de forma íntegra las responsabilidades que le atribuye la Convención de Viena y garantizar la plena seguridad de la Embajada de Cuba, de la Misión Permanente ante la Organización de las Naciones Unidas, en New York, del personal de ambas Misiones y los familiares acompañantes. 

Finalmente, ofrezco la cooperación de las autoridades cubanas para el desarrollo de la investigación correspondiente. 

Muchas gracias 

30 de abril de 2020

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