Bolivia. La demanda salarial de la COB y la lógica de los empresarios privados

Por Víctor Vacaflores Pereira, Resumen Latinoamericano, 30 abril 2020

Como todos los años, la Central Obrera Boliviana (COB) elaboró y entregó al gobierno de turno, su denominado “Pliego de la COB”, donde, además de demandar reivindicaciones sociales, económicas, legales, de salud, educación y otros, se encuentra la demanda salarial de la que nos ocuparemos en este artículo. Durante los 13 años del gobierno de Evo Morales, la COB fue respondida, -según los empresarios privados-, con parcialidad sesgada en favor de los trabajadores, y en desmedro de los “inversionistas sacrificados”. Recordemos que, en mayo de 2019, el gobierno definió un incremento salarial de 4% al básico y 3% al salario mínimo nacional (SNM); aunque en verdad, no se trataba de incremento, sino más bien de una reposición salarial. 

COMO SIEMPRE, en democracia -pues en dictadura los trabajadores no tienen derechos-, los empresarios privados echan gritos al cielo, arguyendo que la decisión no debe politizarse (como si no fuera político todo el manejo del Estado); que, provocará inflación, desocupación, baja inversión, bajas utilidades; que la economía está en desaceleración; que habrá cierre de empresas y otras. Toda una lata ruidosa año tras año. Hoy, con el coronavirus en expansión, de seguro habrán encontrado una buena justificación para no solo rechazar la reposición salarial, sino, hacer recortes e incluso bajar los salarios.

 Pues bien, en uso de la información oficial y la estadística existente, analicemos la consistencia de esos justificativos empresariales, en tanto ahora y siempre, se negaron a una mejor distribución de los ingresos.

  1. Lo político. La decisión por ejemplo de Evo Morales de dignificar la fuerza laboral con reposiciones salariales e incrementos significativos, eran decisiones políticas por supuesto, pues devenía de la autoridad, del poder, del que debe cumplir la CPE que en el art. 46 estipula los derechos de los trabajadores. Es así en tanto emana del responsable de velar por el bienestar de los trabajadores, que al fin de cuentas son los verdaderos creadores de la riqueza. El actual gobierno De Facto, de manera idéntica procederá en las negociaciones y, lo viene realizando en los medios de comunicación, al defender los intereses de los empresarios. Para ellos, ese sector es el verdadero contribuidor al desarrollo y gracias a ellos los trabajadores tienen un sueldo asegurado y bienestar sus familias. Para los gobiernos de derecha, los empresarios sacrificados son los artífices del desarrollo y de seguro no pararan -en las negociaciones y fuera de ellas-, de defender los intereses del capital que más que nacional, es transnacional. Ellos sí no tendrán poses demagógicas como las del MAS que por momentos quiso agradar a los agroindustriales y a la Confederación de Empresarios Privados. El gobierno De Facto, sin lugar a dudas, políticamente, saldrá en defensa de los intereses ajenos a los trabajadores. ¿Y, eso es político? Por supuesto que es político!.

Todo gobierno representa y defiende los intereses de determinados sectores y clases; éste, defiende el de los empresarios, de los sectores oligárquicos y de la derecha más rancia del país.

Entonces, la posición política deviene de la posición ideológica y ésta de los intereses que se defiende. Para los sectores progresistas y los trabajadores, la riqueza viene de la creación de la fuerza de trabajo, no del capital, no de la tecnología o administración. Nadie puede crear valor sin la presencia de los trabajadores. Ellos son los verdaderos creadores de la riqueza y sin embargo, para los empresarios, un simple factor del costo. Para los empresarios, cualquier dificultad en la producción, sólo tienen una solución: echar trabajadores a la calle, bajar salarios, restringir beneficios y atacar a la fuerza de trabajo; no hay más iniciativa.  Si ocurre un desastre, una calamidad humana (coronavirus por ej.), será el momento de chuparle al Estado lo más que puedan.

La relación trabajo-capital, es mediado siempre por el Estado. Cuando éste representa los intereses del capital (empresarios), los trabajadores reciben migajas o Chicago (masacre). Cuando el Estado ha definido reconocer la contribución de los trabajadores o están identificados con ellos, habrá políticas de redistribución de la riqueza. Por tanto, esas decisiones por supuesto son políticas. Política es decisión estatal, no el imaginario liberal que siguen teniendo… de que es el arte de maniobrar.

  • La Inflación. A lo largo de los casi 14 años del gobierno del MAS, la reposición salarial buscando también reponer el poder adquisitivo de los salarios nominales, siempre estuvo por encima de la inflación, misma que ¡no provocó más inflación!!, como se insiste en afirmar. El cuadro y gráfico siguiente con información oficial, no deja dudas al respecto. Contrariamente, los años donde la reposición salarial fue en porcentajes significativos (22.6% el 2012; 20% el 2013; 20% el 2014) la inflación fue más baja que otros años. Esto debido a que la inflación no es una función dependiente exclusivamente del incremento salarial, sino del crecimiento de la economía y de la inversión sostenida y los bajos niveles de desempleo.
Año Salario mensual Promedio
diario
Variación
anual
Inflación Equivalencia
en $us.
Normativa
2010 Bs 679 Bs 22 5 % 7,18 % 96 DS 0497
2011 Bs 815 Bs 27 20 % 6,9 % 116 DS 0809
2012 Bs 1000 Bs 33 22,6 % 4,54 % 143 DS 1213
2013 Bs 1200 Bs 40 20 % 6,48 % 172 DS 1549
2014 Bs 1440 Bs 48 20 % 5,19 % 206 DS 1988
2015 Bs 1 656 Bs 55 15 % 2,95 % 238 DS 2346
2016 Bs 1 805 Bs 60 9 % 4 % 260 DS 2748
2017 Bs 2 000 Bs 66 10,8 % 2,71 % 287 DS  3161
2018 Bs 2 060 Bs 68 3 % 1,51 % 300 DS 3544

Visualmente, el lector podrá diferenciar a un solo golpe de vista el recorrido de la inflación y de los incrementos salariales. Si nos detenemos unos segundos, la falacia de los empresarios quedará al descubierto:

Nada más elocuente que la ilustración. Esta información, es de conocimiento de los empresarios.

  • Desocupación. Dicen siempre que la reposición salarial provocará desocupación. Y, al igual que la inflación, no corresponde a la verdad económica. La gráfica siguiente nos muestra que la reposición salarial fue en ascenso desde el 2006, de Bs. 440 a Bs. 2.060 en 2018 (Bs. 2.122 en el 2019), es decir un 372 % de incremento y no hubo ninguna escalada de desempleo, inversamente, el nivel desempleo en Bolivia, fue reduciéndose gradualmente[1]. Precisamente en el año 2012 en el gobierno del presidente Evo Morales donde el porcentaje de reposición salarial fue el más elevado (20.6%), el desempleo bajó a 3.5%, el más bajo de la gestión. ¿Entonces, la reposición salarial provoca desocupación? No, no es verdad. Obsérvese la serie con atención.

El nivel de desocupación en Bolivia antes del gobierno del MAS bordeaba los 8%, nivel que fue descendiendo paulatinamente, contra toda la lógica librecambista. Con políticas sociales y salariales beneficiosas para los trabajadores, el país logró los más bajos índices de desocupación abierta en el Continente.

  • Los privados genera empleo. Un supuesto dominante en las economías de libre mercado, es que la generación de empleo viene de la iniciativa privada, donde estarían los empresarios privados asociados y los privados en general que no son del aparato estatal. Entonces, bajo el concepto de “privados”, agregan a todos de la llamada economía plural (sea cooperativista, comunal, popular); a todos, menos la economía que está en manos del Estado o bajo el modelo de desarrollo, social comunitario productivo (MESCP). Visto así, por supuesto que son los grandes generadores de empleo. Pero bajo ese discurso de iniciativa privada, de empresarios privados y de sus entes corporativos, subsumen bajo su bandera de manera política, la generación de empleo generada por la economía comunitaria, cooperativa y popular, cuando son sectores muy diferentes, pues no hacen a su forma de participar en la economía del país, a su contribución al PIB, a la forma de apropiación de los excedentes, a su presencia política, a los privilegios gozados en dictadura o democracia, a las subvenciones que recibieron y reciben del Estado. De esa forma, muestran que los empresarios de la CEPB, los sectores oligárquicos, rentistas son los creadores del empleo en el país, a quienes debemos estar agradecidos.

En realidad, el Estado es el gran inversor. Entre 2018-2019 a lo sumo, los empresarios asociados a la CEPB alcanzaron a una inversión de 2.000 a 2.500 millones de $us.  El gobierno de Evo, ese mismo período bordeo los 6.000 millones de $us. ¿Entonces, la baja inversión de los privados se debe a que en años anteriores se repuso los salarios a los trabajadores? ¿Cuándo los empresarios invirtieron sin la tutela del Estado y sin subvenciones?

  • De las utilidades. ¿Qué de las utilidades de los empresarios privados? Dicen explicita e implícitamente que no tienen utilidades que les permita la reinversión, generación de nuevas fuentes laborales o mantenimiento de sus empresas. Ningún estudioso de la economía boliviana, con honestidad intelectual podría negar que gran parte de los empresarios durante el gobierno del MAS, ganaron tanto como nadie (legalmente); ni siquiera en el neoliberalismo (insisto, legalmente), cuando se regalaron nuestras empresas al capital nacional y transnacional. Unos más que otros se beneficiaron de la bonanza económica de Bolivia durante el Proceso de Cambio.

Esta es la dinámica de sus ganancias, sin contar con todas las subvenciones que reciben. Con datos expuesto por los propios dirigentes de los empresarios privados y en su momento, por el exvicepresidente del Estado Plurinacional, Álvaro García, llegaría a fines del 2019 a 30 mil millones de bolivianos. Las utilidades del sector, siempre fueron en ascenso, en el mismo ritmo que le iba bien a la economía del país.

UTILIDADES DEL SECTOR PRIVADO 2005 a Noviembre 2018 (p) (en millones de Bs.)  
  • Cierre de empresas. Los empresarios han estado diciendo que reponer el valor adquisitivo de los salarios de los trabajadores, los llevará a cerrar empresas (chantaje!). La fuente de datos nos dice que desde el 2006 el ritmo de crecimiento de unidades productivas (variadas) han tenido un ritmo sostenido y acelerado, en sintonía por supuesto con la estabilidad económica y ella, con el crecimiento de la economía. De 64.632 unidades económicas registradas el 2005, crecieron a 350.000 a diciembre de 2018. Decir que en el esquema actual de la economía capitalista se cierran empresas es algo corriente, pues están sujetas a las variaciones del mercado y no a la planificación, son empresas que se abren y cierran en razón del mercado y no de las verdaderas necesidades de la población. Pero el ritmo de la apertura de nuevos emprendimientos desmiente categóricamente los pronósticos de los empresarios privados. Si tuvieran una pisca de razón, con la política de Evo Morales de reposición salarial de 372% a abril 2019, no quedarían entonces empresas privadas en Bolivia.

A todos y todas, a los trabajadores, a las regiones, a los sectores, al pueblo en general, nos interesa que se consoliden las empresas existentes, que se aperturen nuevas, que los emprendimientos sean exitosos, que tengamos cada vez mayores y mejores empresas nacionales, que exista más empleo, que dejemos atrás la pobreza y la dependencia. Nadie tiene la idea de sabotear la producción.

  • Mal estado de la economía. A julio-agosto  de 2019, previo a la conspiración y al Golpe de Estado, cuando la matriz dominante en Bolivia era la estabilidad económica, social y política -aún en el marco de un capitalismo a la deriva-, decir que la economía boliviana estaba mal, estancada, en desaceleración o algo parecido no correspondía a la verdad.  La economía boliviana durante la gestión del MAS, tuvo los mejores índices comparados con otros momentos de nuestra historia.  La economía boliviana admirada por propios y extraños, sea de la academia o de la política internacional, está registrada los 13 años y más, en los informes, estadísticas y sistematizaciones de los organismos internacionales, estudiosos de la economía, universidades y centros de análisis económico. Sólo los politiqueros de la derecha y los opinadores alquilados, hicieron esfuerzos todo el tiempo por minimizar los grandes alcances en materia económica del gobierno de Evo Morales. Algunos cínicos que fueron parte de los gobiernos neoliberales, buscaban deformar una realidad que ni sus aliados (organismos internacionales BM, FMI) ocultaron, cual es, que Bolivia por 5 años consecutivos fue el país que tuvo el mejor crecimiento económico de la región, llegando a un crecimiento promedio de 4.9% en toda la gestión gubernamental.

Es verdad que el panorama económico de Bolivia comenzó a modificarse luego del Golpe de Estado de noviembre 2019 y los resultados del desmantelamiento del modelo económico del proceso de cambio comienzan a verse y sentirse.  Más la negociación salarial demandada por la COB se la hace en razón de la situación y condiciones de la gestión del 2019. Es decir, sobre la base de estabilidad económica lograda en esa gestión. Otra historia será para la COB y los trabajadores del país, enfrentar sus demandas en el futuro próximo, después del descalabro que está provocando la oligarquía cruceña (financiera y terrateniente) sedienta de lograr los mayores beneficios en impuestos, cupos de exportación, perdonazos tributarios y demás. Dramática situación ya se comenzó a vivir agudizado por la pandemia del COVID 19 que nos arrastrará a una recesión que no podrán administrarla los golpistas.

Ahora bien, los empresarios privados por sectores hicieron conocer -antes de la cuarentena por el coronavirus-, su determinación de congelar el salario mínimo nacional (SMN) y ajustar el básico al tope de la inflación de la gestión 2019 que no llega ni al 2%. Esa ya es una posición. Por su parte la COB, tiene una demanda al viejo estilo negociador criollo, de 15% al mínimo nacional y 10% al haber básico. Dentro los empresarios, hay algunos más atrevidos, como uno de la CEPB que sugirió en oportunidad anterior, que “técnicamente la cifra del nuevo incremento salarial debía haber sido 0% para ambos casos y así oxigenar un poco a las empresas..”. Por si fuera poco, el Cebec de la Cainco en un estudio sugiere que debería estar bajo la responsabilidad del Estado, el pago de los bonos asociados a la natalidad y la indemnización equivalente a un salario por año de los trabajadores; bajo el argumento de que “con esa estrategia, firmas informales podrían transitar hacia la legalidad”(!!). Qué tal!!!!

 No sorprende que haya esas reacciones y mentalidad de parte del capital, de parte de los empresarios. Por supuesto, todo nuestro respaldo en su exigente lucha contra el contrabando, en el fortalecimiento del mercado interno, en defensa de la industria nacional, contra los que patearon la escalera después de haber subido. Hay que acortar la brecha cada vez creciente entre los salarios medios nominales y los salarios medios reales.  Los trabajadores solo buscan que los empresarios compartan sus utilidades con los que realmente generan valor; que los trabajadores recuperen de verdad el poder adquisitivo de sus salarios, pues son ellos los que como sujeto de la economía, dinamizarán la producción y el consumo, generando un circuito virtuoso.

Frente a la recesión inminente, gigante problema tiene la COB, pues debe defender su propuesta salarial y lo que es más importante, defender los derechos conquistados en los últimos 13 años. La pandemia del coronavirus que ha agudizado la crisis del capitalismo y el derrumbe del neoliberalismo, será el escudo de los empresarios no solo para rechazar cualquier compensación salarial, sino, mutilar salarios, empleos, derechos, dignidad y organización. ¿¿Al Estado le sacaran TODO!!!

*Miembro de la Red de Economía Política

La Paz, abril del 2020


[1] El año 2019, el Salario Mínimo Nacional (SMN) alcanzó a 2.122 bolivianos (304 $us)

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