Perú. Ucayali: Ola de violencia cobra nueva víctima. Asesinan comunero ashaninka

Resumen Latinoamericano, 29 de abril de 2020

Un nuevo crimen enluta a los pueblos indígenas de la selva central. Después de dos semanas del asesinato del lider cacataibo Arbildo Meléndez Grandes otro macabro asesinato se produce esta vez en Atalaya, Ucayali.

La Organización Regional Aidesep Ucayali (ORAU) denunció el asesinato del comunero ashaninka Benjamín Ríos Urimishi, de 25 años de edad, ocurrido el domingo 26 de abril.

El comunero era natural de la Comunidad Nativa de Kipachari del distrito de Tahuania, provincia de Atalaya, region Ucayali, afiliada a la Organizacion Indigena del Distrito de Tahuania (OIDIT).

Dirigentes y comuneros habían alertado sobre las constantes amenazas recibididas por grupos de foráneos invasores que buscan ingresar a los territorios comunales para promover actividades ilícitas.

Según Damián Shuñaqui Sangama, presidente de OIDIT, el presunto asesino se encuentra en manos de la policía del distrito, pero efectivos policiales y el fiscal de turno intentarían liberarlo ante el ofrecimiento de un cuantioso soborno ofrecido por el detenido.

Según fuentes locales, el comunero Benjamín Ríos, laboraba en una de las chacras de un ciudadano foráneo conocido como “Delci”, natural de Pichis Palcazu, quién procedería de una familia de narcotraficantes que busca ganar espacio en Tahuanía.

ORAU rechaza y condena enérgicamente el vil asesinato del hermano comunero quién venía recibiendo amenazas de muerte por colonos, narcos y traficantes de tierras en la zona.

“Este doloroso hecho, se encuentra enmarcado en un ciclo de violencia continua que ha seguido su curso pero sin resultado efectivo alguno por las autoridades” a pesar de las denuncias de los dirigentes indígenas.

Las organizaciones ORAU y OIDIT exigen justicia y demandan a las autoridades competentes investigar y sancionar este nuevo asesinato así como a los responsables directos e indirectos de este alevoso crimen.

Asimismo, piden que el Estado peruano proteja los derechos humanos de los pueblos indígenas y garantice la vida de sus miembros que defienden sus territorios comunales de narcotraficantes, taladores ilegales y traficantes de tierras escudados en asociaciones de agricultures.

Fuente: SERVINDI

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