Perú. Urge una política intercultural para la emergencia Covid-19

Marlene Castillo Fernández* / Resumen Latinoamericano, 21 de abril de 2020

Todas y todos estamos aprendiendo en esta experiencia inédita con pandemia. Aún es momento de corregir incorporando sabiduría y organización indígena.

Razones para urgente política pública intercultural demandada por las organizaciones indígenas ante la emergencia Covid-19

Desde el 1 de abril las organizaciones de los pueblos indígenas amazónicos y de las comunidades, rondas y mujeres del ande peruano han enviado cartas al Presidente de la República, Martín Vizcarra, para solicitarle audiencia y comunicarle sus propuestas de medidas especiales para la protección de las familias organizadas en comunidades nativas, en comunidades y rondas campesinas.

Las propuestas se efectuaron ante el peligro del covid-19, los impactos de la inmovilización social obligatoria en la economía productiva y para asegurar que sean medidas dialogadas e implementadas con sus organizaciones en correspondencia a los derechos colectivos y participativos que les ampara el marco jurídico vigente. Servindi ha hecho pública dichas cartas.

Al bicentenario estamos siendo los abandonados por el gobierno. Además de solicitar un decreto de urgencia con un presupuesto específico de atención a las comunidades en el marco del COVID-19” (Lizardo Cauper, presidente de AIDESEP, Canal N-2020; 17-04-2020). 

Cuando uno lee lo que el presidente de AIDESEP planteó públicamente el viernes pasado y revisa el decreto de urgencia publicado el domingo sobre el llamado Bono Rural, es probable que el gobierno considere que con esta medida ya se atendió dicha solicitud.

En este artículo exponemos las razones que respaldan la necesida de brindar una atención especial diferenciada para la Amazonía Indígena y la exigencia considerar la participación de las organizaciones de los pueblos indígenas amazónicos, de los pueblos originarios y de las rondas campesinas ahí donde no hay comunidades.

Ciudadanos iguales en tanto derechos humanos individuales fundamentales, pero como pueblos indígenas u originarios con derechos colectivos especiales

Hace 20 días AIDESEP envió una carta al Presidente Vizcarra. La semana pasada, el presidente informó que estaban trabajando medidas para la situación de las comunidades, en una de las teleconferencias. El domingo pasado se publicó el decreto para autorizar como medida excepcional el subsidio monetario para hogares vulnerables del ámbito rural.

Es probable que nuestras altas autoridades nacionales, que han dado muestras de sensibilidad social y de apostar por una República de ciudadanos, sigan atrapados en la negación política de los derechos colectivos de los pueblos indígenas u originarios y les baste considerarlos como ciudadanos con derechos iguales a cualquier ciudadano.

Una República de ciudadanos y de pueblos indígenas u originarios es lo que amerita un Bicentenario garantista de derechos, democratizador y justo. 

Lo cierto, es que tienen derechos ciudadanos, pero, al mismo tiempo tienen derechos colectivos especiales que el marco jurídico ampara y que el presidente de la República debe garantizar y honrar, no sólo distanciándose del discurso del “Perro del Hortelano” del ex presidente Alan García Pérez, sino especialmente garantizando que los pueblos sean objetivo de medidas especiales y coautores de las mismas. Una República de ciudadanos y de pueblos indígenas u originarios es lo que amerita un Bicentenario garantista de derechos, democratizador y justo.

Las y los peruanos que se autoidentifican como indígenas forman parte de los 55 pueblos indígenas u originarios y representan el 20% de la población total de nuestro país

Alrededor de 2,000 comunidades nativas funcionan orgánicamente como parte de los 52 pueblos indígenas amazónicos, estimándose en casi 0.4 millón de pobladores; representados mayoritariamente por AIDESEP y sus regionales (9) y por plataformas de cuencas, y complementariamente por CONAP.

Más de 6,000 comunidades campesinas –con o sin rondas campesinas– organizadas a nivel provincial y regional mayormente en algunos departamentos del centro y sur andino, están representados en la CCP o la CNA.

Mientras, que centros poblados rurales, mayormente andinos, que no forman parte de comunidades, tienen como única representación a las organizaciones de rondas campesinas de nivel local, regional y nacional CUNARC-P. Las mujeres indígenas u originarias están organizadas alrededor de FENMUCARINAP u ONAMIAP. 

Corresponde, por derecho y necesidad, participar a las organizaciones representativas de los pueblos indígenas u originarios, así como de las organizaciones con funciones jurisdiccionales como las Rondas Campesinas, en el Grupo Multisectorial de Planificación de las medidas ante la covid-19 en cuando dicha medida les concierna.

Asimismo, incorporar la participación de las organizaciones indígenas regionales en los comandos operativos Covid-19. y de sus organizaciones de cuenca en la implementación descentralizada de las medidas respectivas, tal como lo han solicitado reiteradamente las organizaciones mencionadas.

Otras tres razones tienen que ver con la pertinencia cultural y la urgencia de atender las medidas planteadas por AIDESEP sintetizadas en el título de su carta dirigida al presidente de la República, hace 20 dias: “Urgente Plan de Emergencia Covid-19 Amazonía Indígena”. La problemática sanitaria ante el covid-19 y el impacto de las medidas de emergencia no son lo mismo para los pueblos indígenas amazónicos respecto a otros pueblos, mucho menos, la pertinencia cultural de los bonos aprobados.

El gobierno parece no acabar de entender el porqué de los planteamientos especiales de AIDESEP, de la Plataforma Cuatro Cuencas, de la FENAP, entre otras federaciones. Planteamientos sobre la particular gravedad de la situación sanitaria en las regiones amazónicas que concentran numerosos pueblos indígenas como el de la región de Loreto; la urgencia de medidas específicas a nivel de cuenca amazónica para contener la propagación territorial y la reducción del alto riesgo sanitario indígena; y, la imprescindible pertinencia cultural de sus medidas. Lo han escrito, lo han dicho, lo han difundido, pero la interculturalidad no llega a Palacio de Gobierno, menos aún compromete al Viceministerio más allá de la comunicación sobre covid19 y la emergencia. 

Uno. La problemática sanitaria ante el covid-19 muestra la mayor vulnerabilidad de los pobladores de territorios ancestrales de los pueblos indígenas de la región Loreto. Como puede apreciarse, registra una mayor tasa de propagación, de hospitalización y de letalidad (fallecidos) que el promedio nacional. Pero, también presenta un perfil diferente respecto al promedio nacional, de los que han dado covid-19 positivos: adultos (no adultos mayores) y casi la mitad mujeres (49% versus 38%).

Dos. En la Amazonía indígena ya se inició la fase de propagación local a lo largo de los principales puertos de capitales de los distritos que concentran comunidades nativas de diversos pueblos indígenas, que se ubican a lo largo de la trayectoria de los ríos de la cuenca amazónica.

Y ha empezado con potencial peligroso en la cuenca de los ríos Marañón (y afluentes en zona de desembocadura) y del tramo peruano del río Amazonas, en las zonas norte de las regiones de Amazonas, Loreto y Ucayali.

La tabla adjunta presenta los casos positivos Covid-19 de los distritos asentados a lo largo de esas cuencas, mostrándose que la ruta de propagación fluvial va de Iquitos hacia Saramiriza, ubicado a 2 horas y media de viaje terrestre, a Santa María de Nieva-Condorcanqui. El único caso de Imaza vendría de Bagua Chica por vía terrestre, pero podría iniciar la ruta Imaza-Condorcanqui, territorio ancestral de los pueblos Awajún y Wampis.

La situación descrita nos conduce a la urgencia de adoptar medidas específicas de contención territorial así como de protocolos sanitarios y de coordinación intercultural territorial 

La situación descrita nos conduce a la urgencia de adoptar medidas específicas de contención territorial así como de protocolos sanitarios y de coordinación intercultural territorial que requiere la implementación de dichas medidas, asegurando pertinencia cultural, tal como ha sido solicitado con carácter de urgente, para lo cual han realizado propuestas concretas tanto AIDESEP como la Plataforma Cuatro Cuencas.

Son necesarias medidas de contención territorial de la propagación pensadas en términos de cuenca, de coordinación triple: nacional-pluriregional-organizaciones indígenas de cuenca, integrando y potenciando la logística fluvial (PIAS y otras embarcaciones adaptadas), terrestre, aérea o bimodal. Buscando, además, incorporar conocimientos y relacionamiento intercultural de los Vicariatos apostólicos para sumar esfuerzos.

Tres. Los decretos de urgencia que autorizan beneficios excepcionales para hogares vulnerables no tienen como población objetivo a las familias de comunidades nativas y no responden con pertinencia a la cultura indígena. La tabla que se adjunta compara las medidas oficiales versus las medidas planteadas por las organizaciones indígenas.

Todas y todos estamos aprendiendo en esta experiencia inédita con pandemia. Aún es momento de corregir incorporando sabiduría y organización indígena. KUITANISMI.


*Marlene Castillo Fernández es colaboradora del Frente Amplio por Justicia, Vida y Libertad.

Fuente: SERVINDI

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