Cuba. Percepción social del riesgo ante Covid-19: ¿Qué tiene que decir la psicología?

Por Dra. Annia Almeyda Vázquez, Resumen Latinoamericano, 18 abril 2020.-

Tenemos que elevar nuestra percepción de riesgo”.  Si hay una frase que por
estos días se repite es esta. Pero, ¿cómo hacerlo? ¿Será suficiente con repetirla o hacer el “llamado” a la población? En la Psicología podemos encontrar algunas respuestas. La percepción social de riesgo está estrechamente vinculada al proceso de toma de decisión que desarrolla cada sujeto, lo que puede conducir o no a asumir una conducta protectora de su salud. Por tanto, en efecto aquí está una de las claves esenciales en el
enfrentamiento a esta pandemia.

Sabemos que evitar el contagio, prevenir la propagación es la tarea de primer orden. Todos los días el pueblo de Cuba cuenta con información clara, precisa y actualizada, no solo sobre la evolución de la pandemia a nivel mundial y nacional, sino también información médica, datos que nos ayudan a conocer la enfermedad y el modo de evaluar el contagio. Además, nuestro gobierno diariamente comunica al pueblo las medidas que se toman de manera oportuna, cuyo único fin es salvar la vida de todos.

Sin embargo, diariamente también se hacen las siguientes preguntas: ¿Por qué persisten las personas en las calles, más allá de la necesaria salida en búsqueda de abastecimiento?

El día después de haberse anunciado la suspensión del transporte público a las 9 de la noche, mientras muchos aplaudían desde sus casas, algunas guaguas transitaban por la ciudad, llenas de personas. Así lo testimonió el periodista Lázaro Manuel Alonso en su perfil de Facebook. ¿Por qué tras la suspensión de las clases hay niños en las calles jugando o haciendo compras con los padres? ¿Por qué se siguen reuniendo algunos jóvenes en el barrio para compartir, escuchar música, ingerir bebidas alcohólicas? ¿Por qué, a pesar de la reiterada información sobre la vulnerabilidad de las personas mayores, algunos, aún teniendo familia en casa, insisten en salir usando cualquier excusa?

Las preguntas pueden ser múltiples pero todas tienen en común el no acatamiento de las medidas que se orientan. Podemos decir que la baja percepción del riesgo los lleva a asumir comportamientos que evidencian una actitud no protectora de su salud y de los otros.

Pero, ¿por qué?

La Psicología explica la variabilidad en el comportamiento de las personas, cómo ante una misma información todos no reaccionan de la misma manera. En la Psicología podemos encontrar algunas respuestas.

La información objetiva y científica que se brinda diariamente por nuestros medios de comunicación no es procesada de la misma manera por todos los segmentos de nuestra población. Incluso, hay quien vive al margen de estas informaciones o consume la que se brinda por otros medios, no oficiales. El sábado algunas imágenes captaban personas esperando la guagua en paradas, esa que nunca llegó porque comenzaba a implementarse la medida de la suspensión del transporte público.

El entorno social donde se desarrolla la persona desempeña un rol esencial en este proceso. Desde el micro espacio, la familia hasta la comunidad, ese barrio que es parte de nosotros. Somos muy diversos, hay lugares en los que los vecinos le han retirado la libreta a un adulto mayor para evitar que salga y se encargan de hacer sus mandados. Hay otros que, en contraste, sabiendo de la existencia de esta situación, no se ofrecen. Barrios más tranquilos, más de puertas cerradas, otros más populosos. Barrios en los que se estremece uno aunque no lo quiera al sentir los aplausos y las frases de gratitud. Sin dudas, ese entorno nos marca.

Los factores emocionales también condicionan la percepción de riesgo, y mucho. No somos solo cognición o solo razón. Es por eso que no sólo con la información objetiva basta. El dato, el número no es lo suficientemente efectivo, al menos no para toda la población. Esa importantísima curva que se presentó en la mesa redonda no toda la población la comprende en su total dimensión.

¿Hay que presentarla? Sí, sin dudas, pero ella debe ir acompañada de una estrategia de comunicación que movilice los sentimientos, que toque la fibra humana para desde ahí sumar al que no lo comprendió del todo. Debemos seguir trabajando para alcanzar mayores niveles de eficacia en el mensaje mediático, pues la manera en que a las personas se les presenta un mensaje de salud, condiciona su respuesta. Entonces hay que seguir trabajando en lograr la respuesta deseada.

La Psicología nos habla de las dos dimensiones del riesgo: esa lógica, objetiva, que se funda en la razón y que orienta nuestra decisión de protegernos; y la del riesgo como sentimiento, como reacción intuitiva, más automática. Así es que estamos frente a un objeto complejo, que no podemos reducir a una sola variable. La percepción social del riesgo está condicionada por muchos factores por ejemplo los factores demográficos. Debemos tener en cuenta la heterogeneidad de la población para el desarrollo de las campañas de comunicación de riesgo. Es preciso construir mensajes dirigidos a los diferentes segmentos poblacionales, teniendo en cuenta también las diferencias en cuanto a nivel educativo.

Otro aspecto medular es el consumo de los medios. ¿Cuáles son los medios
que consume la población cubana? Los estudios de consumo son esenciales
en estos tiempos para retroalimentarnos sobre el impacto de los productos que se elaboran. ¿A quiénes llegan? Nuestros medios oficiales deben ganar más espacio, al tiempo que se eduque a la población en hacer un uso responsable de las redes. Debemos educar para formar a un receptor crítico, una persona capaz de investigar la fuente de una noticia, cuestionarse su veracidad y no ser un canal acrítico de reproducción de falsas noticias.

La confianza en los organismos reguladores, refiere la literatura científica, es otro factor que influye en la percepción del riesgo. Es por eso tan importante continuar con el excelente trabajo que lleva a cabo el MINSAP, defendiendo siempre la transparencia de la información, mostrándose como una fuente confiable para nuestro pueblo, esencial para un momento como este.

La conducción certera del proceso, las medidas que se toman de manera integral, la comunicación sistemática de la máxima dirección del país, así como la evidente escucha y participación activa de la población, son aspectos esenciales para ganar esta batalla.

Nuestro presidente fue muy certero cuando afirmó que la única vacuna con la que contamos es la disciplina, la cooperación y la solidaridad. Aspectos claves de nuestra identidad nacional. La Psicología tiene mucho que decir y hacer por Cuba. No solo debemos sobrevivir a la pandemia, debemos luchar por el bienestar de cada cubano. Aunque ahora lo recomendable es pensar en el presente, en esa batalla que debemos vencer día a día, aún hay un futuro por conquistar, por todos y para el bien de todos.

(*) Vicedecana Docente de la Facultad de Psicología UH.

Foto de portada: Yaimi Ravelo/ Resumen Latinoameericano Cuba.

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