Argentina. Fuertes y lógicas críticas a la decisión del gobierno de la Ciudad de confinar cada vez más a las y los adultos mayores

Resumen Latinoamericano, 17 abril 2020


CTAA Capital ante el anuncio del Gobierno de la Ciudad de prohibir la circulación de los mayores de 70 años


Viernes 17 de abril de 2020, por Redacción *Enviar la referencia de este documento por email Versión para imprimir de este documento
A partir del lunes, en Ciudad de Buenos Aires los adultos mayores tendrán que tramitar permisos para cada una de sus salidas, incluidas las compras de artículos de primera necesidad. En un comunicado, que ACTA reproduce a continuación, la Secretaría de Previsión Social de la CTAA Capital, califica la medida de “represiva y discriminatoria” y demanda que se derogue de inmediato.r
La peste despierta lo mejor y lo peor de los sentimientos humanos, decía Albert Camus. Asistimos diariamente a la entrega de los trabajadores de la salud, también al enfrentar de los riesgos por parte de muchísimos trabajadores nombrados por estos días como “esenciales”, vemos cómo “se la bancan” los que necesitan ganarse la diaria y subsisten mediante el ingenio y la ayuda estatal. También aquellos que deben respetar el aislamiento social, lo hacen en la inmensa mayoría de los casos.

Pero hay quienes ven en esta crisis la oportunidad de hacer negocios. Los desmedidos aumentos de precios sin ningún asidero en los costos de producción, la especulación, la decisión de los grandes empresarios -acompañados en muchos casos por sindicalistas traidores-, de hacer pagar el costo de la pandemia a los trabajadores en vez de ganar un poco menos; son todos ejemplos de este proceder.

Pero por otra parte la epidemia, con sus necesarias medidas de excepción, ha desnudado ideologías autoritarias y discriminatorias en sectores de la sociedad. Pero cuando esto se manifiesta dentro de los estamentos de gobierno o de poder, adquiere ribetes graves.

Hubo todo un intento de sectores políticos con respaldo mediático, para que se impusiera el estado de sitio en el país. Por resistencia popular esta medida fracasó, aunque seguimos asistiendo a reiterados abusos de las fuerzas de seguridad. Menos explícitos -y hasta apoyados por parte de la población-, los «toque de queda municipales» y hasta la «ley seca» en algunos distritos, muestran cómo, ante un problema real, lo primero que se les pasa por la cabeza a estos funcionarios es recurrir a la represión.

En esta línea está el anuncio del Gobierno de la Ciudad de prohibir a partir del lunes la circulación de los mayores de 70 años. El problema es real: los adultos mayores se mueren más cuando se infectan con el COVID 19, aunque no ciertamente por ser viejos, sino porque estadísticamente las enfermedades pre-existentes se incrementan con la edad. Ante esto, la “solución” del Gobierno de la Ciudad es represiva y discriminatoria.

Discriminatoria porque detrás de la aparente lógica de “si ya está restringida la circulación de todo el mundo, restrinjamos un poco más la de los viejos, así los protegemos”, queda implícito el “viejismo” que hace unas horas denunciara el Defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino, cuando advertía que con esta medida se fomentaba el estereotipo del “abuelo” que no se vale por si mismo, asexuado y hasta “débil mental”. Lo discriminatorio de esto es que se plantea que el mayor de 70 -una población absolutamente heterogénea, con trabajadores, artistas, profesionales, heterosexuales, gays, lesbianas, jubilados, enfermos o con buena salud-, sea identificada como una cosa “distinta» por el conjunto de la población. Falta que nos obliguen a llevar una estrella amarilla con la inscripción +70, como propone en tren de protesta el ensayista e historiador del arte, José Burucúa.

Pero además de discriminatoria, la medida es claramente represiva. La restricción a la circulación ya está establecida, tiene sus reglas claras dictadas por el Gobierno Nacional y éstas gozan del consenso de la población. La “sobreactuación” del Gobierno de la Ciudad podría ser reemplazada por un mayor esfuerzo de concientización, en lugar de la represión.

Los adultos mayores somos los que mayor interés tenemos en no enfermarnos. Cumplimos con las medidas de seguridad y somos los primeros en pedir ayuda si no podemos valernos por nosotros mismos. A pesar de la presencia de voluntarios que «harían las compras», esta medida no sólo es totalmente innecesaria y abusiva, sino casi imposible de cumplir por la gran cantidad de personas que están solos o en pareja -ambos mayores de 70 años-, que actualmente llevan una vida independiente y segura.

Desde la CTA-A Capital exigimos que la medida sea retirada.

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(Del muro de FB, de la epistemóloga y ensayista Esther Díaz)

Larreta intensifica el círculo represivo: los adultos mayores deben obtener “permiso de circulación” para comprar algo a metros de la casa
Ya que hay ciberpatrullaje, por favor, que quienes vigilan mis redes le haga saber al señor Larreta que su nivel de insensibilidad para quienes realmente lo necesitan es alarmante. Si se preocupa verdaderamente por los adultos mayores, en primer lugar, que se informe con las autoridades en la materia (no es con represión sino con cuidado real que se protege, como el sistema de ayuda domiciliaria que implementó y está funcionado bien). En segundo, que se ocupe de quienes realmente necesitan ayuda directa -quienes están sin asistencia en albergues de la ciudad y no están siendo testeados. Por último, que no nos trate de imbéciles, la mayoría de las personas de grupo de riesgo entiende perfectamente la situación y están capacitadas para enfrentar las vicisitudes actuales. Son los que más se cuidan (con excepciones, obvio). Como dice el defensor de la tercera edad, Eugenio Semino, desde el punto de vista de la ciencia gerontológica, los adultos mayores no son débiles mentales.
En su inmensa mayoría (como en cualquier otro grupo social exceptuando los niños muy pequeños) no necesitan que un empleado poicíaco-municipal (a los que contrata como monotributistas negándoles todos los derechos laborales de planta permanente) los “convenza” por teléfono para que no salgan al super chino, a metros de su casa- donde ya nadie va sin tapaboca- y, en varios casos, guantes descartables). 
Pertenezco a grupo de riesgo y estoy produciendo desde mi hogar, donde vivo sola. Escribo, investigo, leo, limpio y cocino, no dejo de atender cada día mi cutis, mi cabello, mi cuerpo y mis relaciones que continúan en forma virtual. Para paliar los dolores de columna vertebral, hago gimnasia cada día y, si necesito salir a comprar algo urgente a tres metros de mi casa, me equipo para cuidarme y cuidar, ¿y tengo que “pedir permiso” por teléfono y escuchar un sermón aleccionador y rogar para ir al chino? ¿O salir, debidamente protegida, y que un policía de la ciudad me rete?, ¡¿me rete?!¡Por favor! Yo, que no me amilané ante las noticias más espantosa que se leen y escucha cada día, sentí brotar lágrimas cuando pensé que -como en épocas de la dictadura- hay un “falcón” en la puerta para atraparme si quiero cruzar la calle (cubierta como corresponde) para llevar mis sábanas a lavar. Sé que parecería una exageración, pero es la sensación de los adultos mayores que hemos sufrido cinco golpes civico-militares y que hoy, como ayer, vemos que algunos gobernantes (no por suerte el estado nacional) en lugar de apelar al cuidado y la responsabilidad apelan nuevamente a la represión. ¿Persecución de viejas y viejos cuando hay tantos puntos débiles que atender?, por ejemplo, el precio que se paga por los barbijos comprados por la ciudad. La medida siguiente temo que será armar guetos para estos seres descartables que nos hemos convertido en objeto de represión, ya que los delitos, en cuarenta bajaron un 70%, hay que usar las taser -momentáneamente escondidas- en otra cosa y, ¿qué mejor que apuntarlas contra el viejo o la vieja que salga a comprar pan?

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Eugenio Semino, contra el permiso de la Ciudad para los mayores de 70 años: “No es un débil mental”

Eugenio Semino , Defensor del Pueblo de la Tercera Edad, se mostró en contra de la nueva iniciativa del gobierno de la ciudad de Buenos Aires que fija unpermiso de circulación obligatorio y específico para todas las personas mayores de 70 años. ”El adulto mayor no es un débil mental. Explicándole los riesgos y beneficios de la medida es la mejor forma para que las acate y las comprenda “, sostuvo Semino.

Desde el punto de vista gerontológico es anacrónico : es tratar de tutelar casi en forma absurda al adulto mayor”, indicó Semino en radio La Red y agregó: “Además, desde el punto de vista del derecho es absurda. El exceso normativo no genera conductas responsables

Más testeos

“Es un error. No contribuye. Es una subestimación al concepto de responsabilidad que tienen los adultos mayores.Va a generar una nueva incomodidad para el adulto mayor, que ya tiene que llamar a mil lugares para comer, para cobrar “, determinó.

Semino apuntó contra los funcionarios públicos y manifestó que a partir de sus decisiones se sufrieron las mayores infracciones a la cuarentena. ”Las violaciones del adulto mayor a la cuarentena fueron por actos generados por el Estado . El día 3 de abril, cuando vimos a los jubilados en los bancos, las colas para pagar los servicios o las jornadas de vacunación”, explicó.

Asimismo, el defensor de los jubilados, apoyó el plan de voluntarios que promueve el gobierno de la ciudad de Buenos Aires para acompañar a las personas de las tercera edad. “Lo venían haciendo muy bien, no sé por qué este tipo de norma reporta incomodidad e intranquilidad.El gobierno de la ciudad debería estar preocupado por testear a los 2000 adultos mayores que hay en las instituciones públicas administradas por la Ciudad y a su personal , para evitar lo que pasa en distintos geriátricos que son verdaderas bombas de tiempo”, aconsejó Semino.

Y reiteró: ” Debemos explicar, persuadir, acompañar y evitar que los Estados generen incomodidades al adulto mayor . Es menos grave dar una vuelta a la manzana que estar horas esperando en un banco para cobrar la jubilación”.

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Carta abierta al Señor Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires,
Don Horacio Rodríguez Larreta

De mi máximo respeto:

He apoyado y cumplido plenamente las medidas dispuestas por la Ciudad (en la que habito) y por el gobierno nacional. Felicito su compromiso en esta hora difícil y su excelente disposición de trabajo conjunto con el señor Presidente de la República más allá de divergencias partidarias. Sin embargo, creo humildemente que es en estas situaciones donde ha de extremarse el cuidado frente al peligro del abuso de poder y el exceso en las restricciones.

La exigencia a las personas de más de 70 años de obtener un permiso diario justificado para salir de su casa es, claramente, una violación de tales límites. Además de ser nítidamente inconstitucional, resulta humillante y discriminatoria. Carece de sustento científico, porque si no debería aplicarse el mismo criterio para las demás personas integrantes de grupos de riesgo (espero no lo tome como una sugerencia). Es decir, que debería vedarse la salida a la calle sin permiso de toda la gente hipertensa, diabética, obesa, con EPOC, asmática, y una larga lista.

Y un corolario aún más duro: si el día de mañana se descubriera, por ejemplo, que determinada etnia es más proclive a contraer el COVID-19 o a morir a causa de él, también se le podría cercenar el derecho de salir de su casa, con los mismos fundamentos. Es, en fin, un plano inclinado resbaloso que es menester evitar.

Le suplico modesta y respetuosamente, señor Jefe de Gobierno, que dé marcha atrás, como persona inteligente y bien intencionada que Usted es, en esta medida, que ha de causar posiblemente mucho más daño que el bien que pueda traer. Desde ya, muchas gracias.

Ricardo Rabinovich-Berkman
Catedrático de la UBA
DNI. 13416207

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LA NOTICIA:

Para circular en CABA, los mayores de 70 necesitarán un permiso

Regirá a partir del lunes 20 y se tramitará por la línea 147.

Este viernes 17 el gobierno porteño anunciará que a partir del lunes 20 los adultos mayores de 70 años que vivan en el ámbito de ciudad de Buenos Aires deberán tramitar un permiso de circulación obligatorioy específico para poder salir a la calle. Se trata, en definitiva, de la medida de mayor impacto en cuanto a la restricción de circular en la vía pública dictada por el Gobierno porteño. Esta herramienta disuasoria tiene por objetivo minimizar no solo las salidas a la calle, sino también garantizar el distanciamiento preventivo de los mayores ante la amenaza del contagio de coronavirus. Los adultos mayores son considerados el grupo de mayor  riesgo de contagio ante el COVID-19 y representan la tasa de mortalidad más alta causada por este virus a nivel global. En la ciudad, ocho de cada diez personas fallecidos por coronavirus en la ciudad son adultos mayores.

En Buenos Aires viven  más de 650.000 adultos mayores de 65 años, de los cuales cerca del 70% vive solo o en hogares mono generacionales. Los que tienen más de 70 años son 490.000 adultos.  Mientras que el 47,3% de los hogares de mayores de 65 años viven personas solas, o sea que son unipersonales.

Esta medida forma parte del Plan Integral de Cuidado y Acompañamiento de Adultos Mayores que viene llevando adelante el Gobierno de la Ciudad, a través del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat. La implementación de esta medida se apoya en tres ejes: que los adultos mayores no puedan salir, que no quieran salir y que no tengan que salir.

Según adelantaron desde el Ejecutivo porteño, el nuevo permiso de circulación se podrá tramitar en el 147tendrá validez solo para el día otorgado y contempla excepciones para el cobro de la jubilación, tratamientos médicos y vacunación.

Esta iniciativa se enmarca en el plan de cooperación formado entre el Estado y la comunidad para lograr una red de cuidado que involucra a familiares, vecinos, encargados de edificios, y también organizaciones de sociedad civil, como centros de jubilados, capillas, parroquias y hogares. Todo se organiza alrededor de las necesidades del adulto mayor dependiendo de los contextos de vida de cada uno. En este sentido, y pese a que muchos adultos mayores salían a la calle en el marco de la cuarentena, las salidas más frecuentes durante la cuarentena estuvieron relacionadas con el aprovisionamiento de comida y medicamentos.

Cómo obtenerlo:

●El trámite es telefónico, llamando al 147.

● El operador le informará al adulto mayor sobre las estadísticas del coronavirus para su grupo etario; qué alternativas tiene para cubrir la necesidad por la que  quiere sacar el permiso.  

● Si aún así fuera necesario el trámite, se le pedirá el DNI y se le dará un código de trámite. 

● El plazo de uso del permiso es solo para el día en que fue otorgado y puede tramitarse desde el día anterior. 

● En la calle el control tecnológico lo harán agentes a través de celulares con el DNI del adulto, único documento requerido.

 ● No habrá multas. Si el adulto no tiene el permiso se le va a pedir que vuelva a su casa y se le recordarán los riesgos de salir a la calle. Ante la repetición del incumplimiento podría dictaminarse trabajo comunitario.

● No hace falta permiso para ir a vacunarse, a cobrar la jubilación, a la atención médica o en una emergencia de salud. 

● No hay límite en cantidad de permisos ni por persona ni por mes.

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