Venezuela: Sobre el atentado a Maduro, las revelaciones de Patricia Poleo

Por GERALDINA COLOTTI*, Resumen Latinoamericano, 08-08-2018

 

Hay una vulgata mediática que niega la autenticidad del atentado perpetrado contra el presidente venezolano Nicolás Maduro. Los drones cargados de explosivo C4, interceptados en vuelo por los sistemas de seguridad – se dice – eran parte de una plan arquitectado por el pérfido “dictador”. Es una misma cantaleta que se repite desde hace casi veinte años, desde cuando Hugo Chávez ha ganado las elecciones y enseguida ha hecho entender a los Estados Unidos que Venezuela no habría sido más su patio trasero. Por esto, en el 2002, le han organizado un golpe de Estado, negando contra toda evidencia la naturaleza de aquel golpe.

Cuando el pueblo ha hecho que regrese a su propio puesto el presidente, han comenzado las investigaciones sobre las masacres cumplidas en ese entonces por los golpistas. El juez Danilo Anderson investigaba sobre los muertos del Puente Llaguno. En ese tiempo, francotiradores manipulados por la CIA dispararon a las dos manifestaciones opuestas atribuyendo la responsabilidad “a la represión de Chávez”.

Una verdad para ser ocultada. Al juez lo hicieron estallar con una potente carga de explosivo C4, colocada en su auto. Como mandante intelectual de aquel homicidio fue acusada también Patricia Poleo, hija de Rafael Poleo, periodista de oposición, en aquel tiempo directora de El Nuevo País, el periódico propiedad del padre. Los grandes medios privados, junto a altas jerarquías eclesiásticas, Confederación de industriales locales y oficiales fieles al sistema de la IV República, fueron los organizadores de aquel golpe guiado por la CIA. Un arco de fuerzas que, por cuanto debilitado, nunca ha dejado de actuar para volver a meter las manos en los gigantescos recursos del país (desde el petróleo al oro, pasando por el coltán y otros materiales preciosos, a los bosques y a las aguas), considerando inaceptable que la riqueza sea utilizada para aventajar a los sectores populares. Y que para colmo a guiar Venezuela esté un exchofer del metro, resulta doblemente insoportable.

Por esto, es necesario abolir la constitución bolivariana, que impide a las multinacionales y a sus derivados locales apropiarse nuevamente del país, llevándolo bajo la tutela de los Estados Unidos. Y esto tratan de hacer las fuerzas adversas, organizando en salsa golpista el permanente enfrentamiento de clases que se da en Venezuela. Dentro y fuera del país: principalmente desde Miami y desde Bogotá.

Patricia Poleo está en Miami. Desde allí conduce un programa del título Agárrate, en el que propone seudo-investigaciones basadas en fanfarronerías, que por esto hacen mucho ruido.

Pero está muy bien informada sobre los asuntos del área política a la que pertenece, siempre atenta a acreditarse como destinataria de fuentes directas y confiables. Ha sido la primera en leer el comunicado de los Soldados de Franela que han reivindicado el atentado: el mismo grupo al que pertenecía el expolicía Oscar Pérez, que ha lanzado bombas desde un helicóptero militar, y luego ha resultado muerto por la policía. Poleo ha dedicado su último programa al atentado fracasado contra Maduro, lanzando burlas contra quien ha negado a los Soldados de Franela la paternidad del gesto.

Para la ocasión, Poleo se ha valido de otro prófugo venezolano, en directa desde Chile, presentado como “experto” del lenguaje del cuerpo, quien solamente ha formulado banalidades sobre “la sonrisa de la Gioconda” en el rostro de Cilia Flores y otras sandeces. Pero, el meollo del asunto ha llegado con la difusión en video de algunos mensajes recibidos por Poleo a partir de junio, y luego en proximidad del atentado. Mensajes – ha dicho la fugitiva – provenientes de “militares activos que nunca han sido chavistas y que actúan dentro de las Fuerzas Armadas”.

Los militares practicamente le han anunciado la llegada de un gesto eclatante para el 4 de agosto. Por otra parte, uno de los 6 arrestados ya había participado al asalto de un cuartel, y estaba libre gracias a que recientemente Maduro le había concedido la amnistía. Poleo ha recorrido la dinámica de los hechos, sin esconder su apoyo a los Soldados de Franela y a aquella parte de la extrema derecha que considera hasta a Manuel Santos – ex presidente de Colombia – un moderado.

Mientras tanto, otra periodista de oposición, inmediatamente retomada por los medios privados, ha dado cuenta de una “reunión a puerta cerrada” de toda la oposición venezolana que se habría desarrollado en Bogotá.

Contra Colombia y los golpistas de Miami Maduro ha apuntado el dedo en su discurso a la nación. Como han explicado, entre otros, los analistas de Misión Verdad, las nuevas medidas anunciadas por el gobierno bolivariano para contrarrestar la guerra económica afectarían fuertemente el contrabando millonario en la frontera con Colombia y la hegemonía del dólar. Lógico que las mafias reaccionen, en un momento favorable para ellos a nivel internacional.

El congreso del Partido Socialista Unido de Venezuela, la vitalidad del poder popular, también evidenciada por la Marcha de los campesinos, han demostrado que el proceso bolivariano puede consolidarse, liberándose de tantas escorias acumuladas en estos veinte años. Las fuerzas adversarias lo saben. Por el contrario, quien parece ignorarlo, son los “hipercríticos” de la izquierda italiana, demasiado empeñados en repetir el mantra que “Maduro no es Chávez”.

Traducción Gabriela Pereira

*Corresponsal europea de Resumen Latinoamericano

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