Alma Bolón, “Qué pasa si, en un país que dejó de discutir, también su universidad se plegara al unanimismo y a la coalición” (Uruguay)

Resumen Latinoamericano, 5 de agosto 2018.

Las sucesivas elecciones con candidato único que ha habido en Humanidades han tenido varios efectos, no todos deseables. El más notorio es confundir la unicidad del candidato con la unicidad de los pareceres de los docentes de la facultad, a pesar de que para nada haya habido alguna vez unanimidad de opiniones o de perspectivas. Sin embargo, la estructura unitaria que sostiene al único candidato tiende a producir la imagen de estar, a su vez, sostenida en un cuerpo docente unánime. Por muy fuertes que sean las sospechas sobre la superchería óptica que hace de una unicidad la imagen de la otra, más fuerte resulta ser la sospecha que se abate sobre quien pretenda ubicarse por fuera del continuo candidato/estructura del candidato/ cuerpo docente de la estructura del candidato. Si estamos todos de acuerdo ¿para qué ponerse fuera?
Esta pregunta -el « para qué » suspicaz- tal vez sea el menos deseable de los efectos de la unicidad candidateril, ya que arranca de cuajo cualquier arresto de pensar crítico, es decir, de pensar.
Sin duda, el deseo de coartar discusiones y de llegar, inclusive antes de haber partido, a la unicidad no es prerrogativa de FHCE. Un documento de Adur Central en el mes de junio[1] y otro documento de un grupo de docentes de Udelar, algunos de gran destaque, en el mes de julio[2], pusieron de manifiesto el mismo afán de unicidad, por lo que sucedió algo bastante curioso: en el mismo momento y en el mismo acto en que se inauguraba la campaña electoral por el rectorado, se la declaraba concluida, al llamarse a formar una gran coalición, en nombre de las tradiciones nacionales que nos fundan y con el propósito de evitar discusiones triviales o « rencillas », como se las llama.
Dejando de lado esta excluyente (¿intolerante?) perspectiva que solo registra una larga historia de coaliciones, pactos, entendimientos, conversaciones y convergencias, preguntémonos qué pasa si, en un país que dejó de discutir, también su universidad se plegara al unanimismo y a la coalición. ¿Cuánto sobrevive una institución cuya razón de ser es la fuerza para poner una y otra vez en tela de juicio la agujereada trama de conocimientos que la tradición le entrega? Sin esa fuerza para volver a pensar desde la raíz, solo queda un protocolo de metodologías y de procedimientos, de ecos y de rutinas.
Entonces, que no haya unicidad, ni unanimidad, ni unanimismo, ni tan siquiera consenso, sino discusión y disenso. Que no los haya porque no los hay.
Por ejemplo, ¿es seguro que estamos todos de acuerdo en enviar la Ley Orgánica al Parlamento, tal como dicen los documentos que mencioné antes? Enviar la Ley Orgánica, la ley que rige la vida de la Universidad, para que el Parlamento decida cómo deberá gobernarse esta institución supone haberse hecho y haberse respondido, en debate abierto y contradictorio, varias preguntas. Por ejemplo: el Parlamento que tendrá entre sus manos la autonomía universitaria consagrada por la actual Ley Orgánica ¿es un Parlamento amante de la autonomía universitaria y de la Udelar en particular? ¿No se trata acaso de un Parlamento que creó universidades e instituciones precisamente privadas de autonomía (la UTEC, la pretendida UNED, el INEEd)? ¿No se trata acaso de un Parlamento que retacea hasta la asfixia el presupuesto de la educación y, en particular, de la Universidad de la República, como manera de someterla? ¿No se trata acaso de un Parlamento que hasta ahora nada dijo sobre la llamada “ley mordaza”, decreto del Ejecutivo que pretende anular la autonomía universitaria, prohibiendo las investigaciones autónomas sobre el agua y la vida acuática? ¿Hay, hoy, en la Universidad de la República, a sesenta años de las luchas por la aprobación de la Ley Orgánica que materializaron y formalizaron su autonomía, suficiente consciencia y suficiente deseo de defender ese bien precioso? ¿Cuánta mella hizo, entre los universitarios, una prédica adaptativa que, antes que reclamar autonomía y espíritu crítico, pide empleador al que servir, al precio que sea? Comparablemente, también, antes de decirse que se está de acuerdo, ¿no debería discutirse en profundidad si los problemas que pretenden superararse con el envío al Parlamento de la Ley Orgánica acaso no pueden resolverse de otro modo, de haber real voluntad de resolución? ¿No existen informes jurídicos de la propia Universidad que abundan en ese sentido?
Y con respecto al plan Boloña ¿estamos todos de acuerdo con él, luego de haber largamente discutido y experimentado su modernidad irresistible? ¿O acaso todos creemos que es un cuco del pasado, ajeno a nuestro presente y a nuestro futuro? ¿La mercantilización de la enseñanza es solo cobrar los posgrados? ¿Qué discutimos y qué pensamos sobre la deuda estudiantil que, por ejemplo en EEUU, alcanza la cifra de un millón y medio de millones de dólares, 8% del PBI[3]? ¿Alcanza con pensar que ese es problema de los estudiantes estadounidenses o hay que vincularlo con la presencia insidiosa del banco Santander en Uruguay? ¿Estamos todos de acuerdo con que, durante días, en la página web de FHCE haya habido publicidad para los préstamos y becas estudiantiles del banco Santander y que luego esa publicidad haya sido reiterada a nivel de los institutos ? (Por lo menos la secretaría de Letras la distribuyó.) ¿Estamos todos de acuerdo en que la FHCE difunda propaganda destinada a encadenar voluntades? (Porque eso son los préstamos bancarios.)
¿ Qué grado de autonomía política, intelectual, conceptual, ideológica y epistemológica corresponde sostener a una facultad de humanidades, lugar mismo del pensamiento sin condiciones? ¿Estamos todos de acuerdo y conformes con el grado de transparencia de las prácticas institucionales? ¿Estamos tan siquiera de acuerdo en plantear la discusión de esas prácticas?
He aquí un brevísimo muestrario posible de los necesarios desacuerdos, apoyos e impulsos del saber y de la política, siempre y cuando se pongan sobre la mesa de discusión.
Alma Bolón
[1] Documento propuesta de Plataforma de ADUR para la elección de Rector/a Aprobado por la XVIII Convención (http://www.adur.org.uy/images/Plataforma_rector_2018.pdf)
[2] Una coalición universitaria amplia para profundizar los cambios (https://profundizarloscambios.wordpress.com).


 

ESTUDIANTES CON ALMA BOLÓN

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Desde el Centro de Estudiantes de Humanidades y Ciencias de la Educación lanzamos la precandidatura de la Profesora Alma Bolón al Decanato de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, a consideración del demos estudiantil y de la opinión pública.
En el Centenario de la gesta de Córdoba, que marcó un hito del Movimiento Universitario Latinoamericano por la Autonomía, el Cogobierno, la Gratuidad, la Libertad de Cátedra, el Libre Acceso a la Enseñanza y la pertinencia del papel social de la Universidad, creemos que es necesario seguir defendiendo esos principios que tanta sangre costaron a los estudiantes de nuestro continente y del Uruguay en particular, luchando contra la corriente hegemónica que viene adaptando la Facultad a las recetas del Plan Bolonia y la mercantilización de la Educación.
De cara a una nueva elección de Decano de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, el status quo, instaurado desde el Decanato de José Seoane en 2006 y continuado por los dos períodos de Álvaro Rico (2010-2014 y 2014-2018), intentará extender su continuidad política al frente de la administración de la Facultad. Ambos decanatos se han dedicado a implantar las políticas tanto de las autoridades centrales de la Universidad así como del gobierno en la Facultad.
Buscan la continuidad del impulso de la llamada “segunda reforma universitaria” que la realidad demostró ser una contrarreforma. Lejos de dar lugar a lo nuevo, importó recetas neoliberales de los años 90 con la ordenanza de estudios de grado de 2011. Nos dejó una copia barata del “Plan Bolonia” con sistema de créditos, sumado a un proceso de deformación de las carreras en cuanto al peso de la investigación dentro de las mismas y la eliminaciones del semestre básico con Introducción a la Universidad y de la opción docencia.
Esta conducción no sólo logró que del incremento presupuestal que la Universidad de la República tuvo en 2006 a Humanidades sólo llegaran migajas, sino que también ha perpetuado el aislamiento presupuestal de la misma y sólo en los últimos años hemos logrado la creación de unos pocos cargos docentes nuevos. La necesidad de pagar favores políticos que promovieran carreras personales fueron solventados de esta manera, y mientras uno llegó a la presidencia del Codicen, el otro tuvo un intento infructuoso por llegar a ser Rector de la Universidad.
Los estudiantes, docentes y egresados de la Facultad pagamos caro estas aventuras. La falta de presupuesto y de una representación real de los intereses del desarrollo de las Humanidades en el Consejo Directivo Central, afectó la enseñanza, investigación y extensión desarrolladas en nuestra Casa de Estudios.
Por eso el Centro de Estudiantes de Humanidades y Ciencias de la Educación viene reclamando desde hace años asignaturas duplicadas en más de un horario para poder cursar y trabajar; la reivindicación de un mayor presupuesto para la Universidad, y a la interna de la misma para la Facultad; la discusión democrática de los planes de estudio, que en el apuro por tenerlos aprobados antes de la anterior campaña a Rector fueron resueltos sin tomar en cuenta la opinión de los estudiantes; la eliminación de la propuesta de caducidad de los cursos y demás iniciativas anti-estudiantiles; entre otras reivindicaciones que creemos favorecen el desarrollo de las disciplinas humanísticas y atienden los problemas que enfrentamos los estudiantes.
A pesar de algunos avances parciales en materia de duplicaciones y creación de unos pocos cargos docentes genuinos, la diferencia en materia de política académica que separa al Centro de Estudiantes de la conducción de la Facultad es amplia y notoria. Ha crecido la matrícula estudiantil y la oferta académica, pero eso no se tradujo en mejoras materiales serias en cuanto a condiciones de estudio. Y creemos que esa diferencia debe ser expresada públicamente en la Asamblea del Claustro en el momento que se elija el próximo Decano.
La Profesora Alma Bolón ha levantado su voz valientemente contra los consensos políticos que un día sí, y otro también, hacen blanco sobre la Autonomía Universitaria que se expresa en los diferentes proyectos “Universitarios” que discute el sistema político nacional. Así como a la avanzada privatizadora que mediante el chantaje presupuestal intentó introducir las PPP (Participación Público-Privada) en el Hospital de Clínicas (1). La Profesora Alma Bolón ha polemizado con las “recomendaciones” educativas que hacen los organismos internacionales de crédito, que además hoy, tienen Candidato-Asesor propio al Rectorado de la Universidad (2).
Creemos necesaria la valentía de quien asuma el próximo decanato de nuestra Facultad para seguir denunciando hasta que se sepa la verdad sobre lo que, desde las cloacas del Estado, hicieron las ratas en los laboratorios del GIAF.
Lejos está la función de las Humanidades de adecuarse a compromisos forzados para lograr unanimidades que no son reales ni mucho menos. Al contrario, el papel histórico de usina de pensamiento crítico y contrahegemónico que tuvo nuestra Facultad debe ser retomado como una de las banderas más orgullosas que podemos enarbolar los estudiantes de esta Casa.
De esta manera, desde el Centro de Estudiantes lanzamos esta campaña para que la elección del Decanato no pase desapercibida y sin debates públicos ni la obligación para los candidatos de elaborar propuestas, como ya ha sucedido. Nadie puede ignorar las discusiones planteadas en el seno de la Facultad: es momento ahora para los estudiantes de informarnos, participar en los debates y de esta manera, contar con los elementos necesarios para posicionarnos en la próxima Asamblea.
(1). Bolón, Alma, Ferrer, Walter. “Universidades por encargo: diga el conjuro”, en Brecha nº 1659, 8/9/2017, https://brecha.com.uy/universidades-encargo-diga-conjuro/ (Visto el 31 de julio de 2018).
(2). BID, “BID – Investigadores”, https://idblegacy.iadb.org/es/investigacion-y-datos/investigadores,3159.html?au_id=1417 (Visto el 31 de julio de 2018).

Suscriben esta declaración:

Agrupación de Estudiantes 21 de junio
Agrupación Estudiantil Ibero Gutiérrez
Agrupación Primero de Mayo
Agrupación Universitaria Tesis XI
Agrupación Tupac Katari
Todas las personas, agrupaciones, colectivos o asambleas pueden agregar su firma enviando un correo a almadecana@gmail.com.

 

 


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