Colombia /Géneros: “No todos son acosadores, pero todas hemos sido acosadas”

En Medellín la capital antioqueña el acoso callejero es una violencia específica contra las mujeres, y su frecuencia es alta si consideramos las diferentes maneras y lugares que tiene para manifestarse: Miradas ofensivas, silbidos y otros sonidos, “piropos suaves”, “piropos agresivos” (alusivos al cuerpo y al acto sexual), acercamientos intimidantes, agarrones, roces (genitales), persecución (a pie o con medio de transporte), masturbación o exhibicionismo.

En el más reciente Encuentro de comunicaciones de la Asociación Campesina de Antioquia -ACA- Maritza recordó una conducta que atentó contra ella y fue “hace unos días, cuando bajaba por la calle y un homb/re me palmeó la nalga. Yo seguí derecho y no dije nada, me dio rabia, si uno se devuelve a hacer algo puede pasar algo peor”. Estas situaciones violentas han sido normalizadas en espacios comunes que llamamos ‘calle’. El patriarcado, el machismo, y las tradiciones (como los piropos) que atentan contra la integridad de las mujeres deben ser eliminados.

El acoso callejero es un tema que se ha ido posicionando en el debate público debido a la presión social y la denuncia de casos que ha realizado el movimiento social de mujeres en el país y el mundo. Según el Observatorio Contra el Acoso Callejero Colombia: “Lo sufrimos aproximadamente desde los 7 años de edad. Si hacemos cuentas, quienes tenemos entre 25 y 30 años, caminamos por nuestra ciudad entre 4 o 5 veces a la semana, si solo se nos acosa una vez por recorrido hemos sido hostigadas 3.600 veces en nuestra vida. Nuestra molestia no es exagerada”.

El siguiente vídeo muestra cómo una mujer, de manera voluntaria graba su recorrido por algunas calles de la ciudad de Barranquilla y registra en dos horas una treintena de hostigamientos.

Acoso callejero y Acoso sexual

La lucha feminista contra el acoso callejero va más allá de lograr una Ley. Es necesaria la sanción como respuesta desde el Estado, pero aún más importante un enfoque público que eduque para evitar cualquier tipo de violencia contra las mujeres.

El derecho a la libre expresión y desarrollo de la personalidad no puede ser excusa para vulnerar, humillar, insultar, hostigar a una mujer en la calle. Nada justifica el acoso callejero y la sociedad debe entenderlo.

Ahora bien, el acoso callejero no tiene ningún tipo de regulación normativa en nuestro país, sin embargo el acoso sexual sí. Algunos comportamientos que hacen parte del acoso callejero son considerados violencia contra la mujer y la Ley 1257 del año 2008 puede ser una herramienta para enfrentarlos. Son diferentes las maneras para relacionar el acoso callejero al delito de acoso sexual.

Según el Artículo 210-A del Código Penal de Colombia: “El que en beneficio suyo o de un tercero y valiéndose de su superioridad manifiesta o de relaciones de autoridad o de poder, edad, sexo, posición laboral, social, familiar o económica, acose, persiga, hostigue o asedie física o verbalmente, con fines sexuales no consentidos a otra persona, incurrirá en prisión de uno (1) a tres (3) años”.

No obstante las rutas de atención para recibir las denuncias de las mujeres son deficientes y por ello las cifras y procesos acerca del acoso callejero son escasos. Instituciones públicas como la Policía Nacional, y privadas como algunas universidades, resultan en muchas ocasiones protagonistas de una revictimización hacia las mujeres acosadas.

Recientemente han sido denunciados públicamente varios casos de acoso sexual en universidades del país donde las mujeres se ven enfrentadas a insinuaciones como: “Está sentada en la nota” “Venga después a mi oficina y ahí cuadramos”, e incluso agarrones intimidantes. La universidad es un espacio donde se manifiestan roles y ejercen poderes en favor de los maestros acosadores, por eso es muy importante que los protocolos institucionales protejan de manera íntegra a las mujeres que se atreven a denunciar, evitando cualquier tipo de revictimización.

El siguiente vídeo muestra cómo una estudiante de maestría en la Universidad Nacional de Colombia es acosada sexualmente por uno de sus profesores. Lastimosamente tuvo que aparecer esta grabación, que realizó la misma estudiante, para que denuncias de otras estudiantes fueran atendidas.


Medios de comunicación

Los medios masivos de comunicación -MMC- en su afán de atención pública, de formas grotescas y amarillistas, desconocen todo el entramado de las violencias contra las mujeres, entre ellas el acoso callejero y sexual. Como una de las violencias más naturalizadas, exhiben y alientan descaradamente desde acosos hasta feminicidios: Las denuncias no son escuchadas con rigurosidad y los feminicidios se enuncian como ‘crímenes pasionales’. Así se convierten en dispositivos que transmiten control y la dominación sobre las mujeres.

Como medios de comunicación populares y alternativos debemos generar estrategias comunicativas y pedagógicas que promuevan visibillizar a las mujeres como sujetas sociales, en igualdad de oportunidades para el goce de derechos y con una historia que ha sido de opresión hacia ellas desde varios espacios.

La apuesta por una educación no sexista en aras de deconstruir los imaginarios que refuerzan las violencias contra las mujeres es también tarea de los medios de comunicación en su responsabilidad social como agentes de información.

CI MM/JA-CC/29/07/18/13:33

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